EL CÁNTICO DE LOS 144000
Las Puertas de nueva Jerusalén o de Sion:
Manases
+= Olvidar o No hace mal a su prójimo o piadoso. (Gén. 41:51; Isa.
58:9-12; Deut 33:13-17; 2Ped. 1:5-8)
Consejos de personas que han llegado a esta puerta o
Bienaventuranzas a las personas que llegan a esta puerta:
“7Bienaventurados
los
misericordiosos,
porque ellos alcanzarán
misericordia.”
(Mat. 5:7)
“21Peca
el que menosprecia a su
prójimo;
mas el que tiene
misericordia
de los
pobres
es bienaventurado.”
(Prov. 14:21)
“11Los
oídos
que me oían me llamaban
bienaventurado,
y los
ojos
que me veían me daban testimonio,
12Porque
yo libraba al
pobre
que clamaba, y al
huérfano
que carecía de
ayudador.
13La
bendición
del que se iba a perder venía sobre
mí,
y al
corazón
de la
viuda
yo daba
alegría.”
(Job. 29:11-13)
“37Considera
al
íntegro,
y mira al
justo;
Porque hay un
final
dichoso para el
hombre
de
paz.”
(Sal. 37:37)
“1Bienaventurado
el que piensa en el
pobre;
En el
día
malo lo librará
Jesús.
2Jesús
lo guardará, y le dará
vida;
Será
bienaventurado
en la
tierra,
y no lo entregarás a la
voluntad
de sus
enemigos.
3Jesús
lo sustentará sobre el
lecho
del
dolor;
Mullirás toda su
cama
en su
enfermedad.
4Yo
dije:
Jesús,
ten
misericordia
de mí; Sana mi
alma,
porque contra ti he
pecado.
5Mis
enemigos dicen mal de mí, preguntando: ¿Cuándo morirá, y perecerá su
nombre?
6Y
si vienen a verme, hablan
mentira;
Su
corazón
recoge para sí
iniquidad,
y al salir fuera la divulgan.
7Reunidos
murmuran contra
mí
todos los que me aborrecen; Contra
mí
piensan
mal,
diciendo de
mí:
8Cosa
pestilencial se ha apoderado de
él;
Y el que cayó en
cama
no volverá a levantarse.
9Aun
el
hombre
de mi
paz,
en quien yo confiaba, el que de mi
pan
comía, Alzó contra mí el
calcañar.
10Mas
tú,
Jesús,
ten misericordia de mí, y hazme
levantar,
y les daré el pago.
11En
esto conoceré que te he agradado, que mi
enemigo
no se huelgue de
mí.
12En
cuanto a
mí,
en mi
integridad
me has sustentado, y me has hecho estar delante de
ti
para siempre.
13Bendito
sea
Jesús,
el
Dios
de
Israel,
Por los siglos de los
siglos.
Amén y Amén.”
(Sal. 41:1-12)
“12Dijo
también al que le había convidado: Cuando hagas
comida
o
cena,
no llames a tus
amigos,
ni a tus
hermanos,
ni a tus
parientes,
ni a vecinos
ricos;
no sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar, y seas
recompensado.
13Mas
cuando hagas
banquete,
llama a los
pobres,
los
mancos,
los
cojos
y los
ciegos;
14y
serás
bienaventurado;
porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en
la
resurrección
de los
justos.”
(Luc. 14:12-14)
“35En
todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los
necesitados,
y recordar las
palabras
del
Señor Jesús,
que dijo: Más
bienaventurado
es dar que recibir.”
(Hech. 20:35)
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