Y a los cielos, y no había en ellos luz

 

¿Después de que Jesús hiere a su pueblo por desechar la ley y abominar al santo de Israel… levanta Jesús pendón a naciones lejanas y silva al que está en el extremo de la tierra… y luego mira la tierra y ve tinieblas de tribulación y en sus cielos se oscurece la luz?

 

24Por tanto, como la lengua del fuego consume el rastrojo, y la llama devora la paja, así será su raíz como podredumbre, y su flor se desvanecerá como polvo; porque desecharon la ley de Jesús de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel. 25Por esta causa se encendió el furor de Jesús contra su pueblo, y extendió contra él su mano, y le hirió; y se estremecieron los montes, y sus cadáveres fueron arrojados en medio de las calles. Con todo esto no ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida. 26Alzará pendón a naciones lejanas, y silbará al que está en el extremo de la tierra; y he aquí que vendrá pronto y velozmente. 27No habrá entre ellos cansado, ni quien tropiece; ninguno se dormirá, ni le tomará sueño; a ninguno se le desatará el cinto de los lomos, ni se le romperá la correa de sus sandalias. 28Sus saetas estarán afiladas, y todos sus arcos entesados; los cascos de sus caballos parecerán como de pedernal, y las ruedas de sus carros como torbellino. 29Su rugido será como de león; rugirá a manera de leoncillo, crujirá los dientes, y arrebatará la presa; se la llevará con seguridad, y nadie se la quitará. 30Y bramará sobre él en aquel día como bramido del mar; entonces mirará hacia la tierra, y he aquí tinieblas de tribulación, y en sus cielos se oscurecerá la luz.” (Isa. 5:24-30)

 

¿Hay que acortarse del Creador en los días de la juventud antes de que vengan los días malos y lleguen los años en los cuales digas no tengo contentamiento,… antes que se oscurezca el sol, la luna y las estrellas,… y se oscurezcan los que miran por las ventanas?

 

1Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento; 2antes que se oscurezca el sol, y la luz, y la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes tras la lluvia; 3cuando temblarán los guardas de la casa, y se encorvarán los hombres fuertes, y cesarán las muelas porque han disminuido, y se oscurecerán los que miran por las ventanas; 4y las puertas de afuera se cerrarán, por lo bajo del ruido de la muela; cuando se levantará a la voz del ave, y todas las hijas del canto serán abatidas;” (Ecle. 12:1-4)

 

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