Introducción
“11Jesús, tu mano está alzada, pero
ellos no ven; verán al fin, y se avergonzarán los que envidian a tu pueblo; y a tus enemigos fuego los consumirá. 12Jesús,
tú nos darás paz,
porque también hiciste en nosotros todas nuestras obras. 13Jesús Dios
nuestro, otros señores fuera de ti se han
enseñoreado de nosotros; pero en ti solamente nos acordaremos de tu
nombre.
14Muertos son, no vivirán; han fallecido, no resucitarán; porque los
castigaste, y destruiste y deshiciste todo su recuerdo.
15Aumentaste el pueblo, oh, Jesús,
aumentaste el pueblo;
te hiciste glorioso; ensanchaste todos los confines
de la tierra.” (Isa. 26:11-15 RVR60)
Traducción de Isaías
26:11-15 desde el hebreo original utilizando el diagrama de las letras hebreas.
“Jesús
alzada está tu mano poderosa, los que practican lo abominable no lo ven, llegará el
día en que lo verán, porque Jesús destruirá lo abominable por el celo que tiene
por su creación, ya que ajustará el juicio a cordel, y a nivel la justicia, y
el fuego consumirá a sus enemigos.
Jesús a
nosotros nos perfeccionaras en paz cuando a ellos fuego con tu ira los consuma,
asimismo toda obra que nosotros hicimos en tu reino: has hecho para nosotros.
Jesús Dios nuestro, en contra de
nosotros se han enseñoreado los que no obedecen los mandamientos de Dios, para
causar daño a lo tuyo;
MUERTOS SON, han terminado sus días,
Algo
repugnante sería que estos que no han obedecido tus mandamientos vuelvan a
vivir; por tanto, quedará su espíritu, por la eternidad en el olvido; ya que
sería asqueroso y altamente peligroso que ellos asuman el control de las cosas
si volvieran a vivir.
Esta es la
razón por la cual tú ordenaste: que cuando mueran nunca más vuelvan a participar en las cosas que se
hacen en la tierra;
Esto
causará que queden eternamente en el olvido todos los que se creen valientes
para no practicar los mandamientos de Dios, …
Por tanto, haz saber a los que no
quieren guardar los mandamientos de Dios que Jesús, quiere entrar en dialogo
con los que quedan de ellos vivos, para que obedezcan todos sus mandamientos,
de tal manera que lleguen hacer como diamantes pulidos y no mueran, ya que su
propósito, es tener nuevamente el control de la tierra.”
(Isaías
26:11-15)
RESPALTOS
DE LA TRADUCCIÓN
¿La mano de Dios es para bien para los que le buscan, … más su poder y
furor contra todos los que le abandonan, …? “22Porque tuve vergüenza de pedir al rey tropa y gente de a caballo que nos defendiesen del enemigo en el camino; porque habíamos hablado al rey, diciendo: La mano de nuestro Dios es para bien sobre todos los que le buscan; más su poder y su furor contra todos los que
le abandonan.”
(Esd. 8:20-22)
¿Qué podemos decir de la mano de Jesús, …?
Veamos que
hemos encontrado en las Sagradas Escrituras referente a la mano de Jesús, …
¿Jesús
ha utiliza su mano para dar recompensa, …?
“14Tú lo has visto; porque miras el trabajo y la vejación, para dar la recompensa con tu mano; A ti se acoge el desvalido; Tú eres el amparo del huérfano.” (Sal. 10:14)
¿Cuándo Jesús vuelve su mano en contra utiliza para limpiar las escorias, y quitar las impurezas? “25y volveré mi mano contra ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré toda tu impureza.” (Isa. 1:25)
¿Qué el hombre coma, beba y su alma se alegre en su trabajo
viene de la mano de Dios? “24No hay cosa mejor para el hombre, sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios. 25Porque ¿quién comerá, y
quién se cuidará, mejor que yo? 26Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo; más al pecador da el trabajo de recoger y amontonar, para darlo al que agrada a Dios. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.” (Ecle. 2:14-26)
¿Las obras de los justos y los sabios están en la mano de Dios, …?
“1Ciertamente he dado mi corazón a todas estas cosas, para declarar todo
esto: que los justos y los sabios, y sus obras, están en la mano de Dios; que sea amor o que sea odio, no lo saben los hombres; todo está delante de ellos. 2Todo acontece de la misma manera a todos; un mismo suceso
ocurre al justo
y al impío; al
bueno, al limpio y al no limpio; al que sacrifica, y al que no sacrifica; como
al bueno, así al que peca; al que jura, como al que teme el juramento. 3Este mal hay entre todo lo que
se hace debajo del sol, que un mismo suceso acontece a todos, y también que el corazón de los hijos de los hombres está lleno de mal y de insensatez en su corazón durante su vida; y después de esto se
van a los muertos.” (Ecle. 9:1-3)
¿Qué puede hacer la mano de Jesús a los afligidos y
menesterosos que buscan las aguas, ... y claman a él, ...?
“17Los afligidos y menesterosos buscan las aguas, y no las hay; seca está de sed su
lengua; yo Jesús los oiré, Yo el Dios de Israel no los desampararé. 18En las alturas abriré
ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré
en el desierto estanques
de aguas, y manantiales de aguas en la
tierra seca. 19Daré en el desierto cedros,
acacias, arrayanes y olivos; Pondré en la soledad cipreses, pinos y bojes juntamente, 20para que vean y conozcan, y adviertan
y entiendan todos, que la mano de Jesús hace esto, y que el Santo de Israel lo creó.” (Isa. 41:17-20)
¿Qué hace la mano de Jesús a los pequeñitos en toda la tierra cuando es levantada espada contra el
pastor, ...?
“7Levántate, oh espada, contra el pastor, Y contra el hombre compañero mío,
dice Jesús de los ejércitos. Hiere al pastor, Y serán dispersadas
las ovejas; y haré volver mi mano contra los pequeñitos. 8Y
acontecerá en toda la tierra, dice
Jesús, que las dos terceras partes serán cortadas en ella, y se
perderán; más la tercera quedará en ella. 9Y meteré en
el fuego a la tercera parte, Y los fundiré como se funde la plata,
Y los probaré como se prueba el oro. El invocará
mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: Jesús es mi Dios.” (Zac.
13:7-9)
¿Qué hizo o hace Dios para que su pueblo conozca su mano, ...?
“10Y acontecerá que cuando anuncies a este pueblo todas estas cosas, te dirán ellos: ¿Por
qué anuncia Jesús contra nosotros todo este mal tan grande? ¿Qué maldad es la nuestra, o qué pecado es el nuestro, que hemos cometido contra Jesús nuestro Dios? 11Entonces les dirás: Porque
vuestros padres
me dejaron, dice Jesús, y anduvieron en pos de dioses ajenos, y los sirvieron, y ante ellos se postraron, y me dejaron a mí y no guardaron mi ley; 12y vosotros habéis hecho peor
que vuestros padres; porque he aquí que vosotros camináis cada uno
tras la imaginación de su malvado corazón, no oyéndome a mí. 13Por tanto, yo os arrojaré
de esta tierra
a una tierra
que ni vosotros
ni vuestros padres habéis conocido, y allá serviréis a dioses ajenos de día y de noche; porque no os
mostraré clemencia. 14No obstante, he aquí vienen días, dice Jesús, en que no se dirá más: Vive Jesús, que hizo subir a los hijos de Israel de tierra de Egipto; 15sino: Vive Jesús, que hizo subir a
los hijos de Israel de la tierra del norte, y de todas las tierras adonde los había
arrojado; y los volveré a su tierra, la cual di a sus padres. 16He aquí que yo envío
muchos pescadores, dice Jesús, y los pescarán, y después enviaré muchos cazadores, y los cazarán
por todo monte
y por todo collado, y por las cavernas de los peñascos. 17Porque mis ojos están sobre todos sus caminos, los cuales no se me ocultaron, ni su maldad se esconde de la
presencia de mis ojos. 18Pero primero pagaré al doble su iniquidad y su pecado; porque contaminaron mi tierra con los cadáveres de sus ídolos, y de sus abominaciones llenaron mi heredad. 19Oh Jesús, fortaleza y fuerza
mías, y refugio mío en el tiempo de la aflicción, a ti vendrán naciones desde los extremos de la tierra, y dirán: Ciertamente mentira poseyó nuestros padres, vanidad, y no hay en ellos
provecho. 20 ¿Hará acaso el hombre dioses para sí? Más ellos no son dioses. 21Por tanto, he aquí les enseñaré esta vez, les haré conocer mi mano y mi poder, y sabrán que mi nombre es Jesús.” (Jer. 16:10-21)
¿Qué puede hacer la mano de Jesús juntamente con la
mano del hombre, ...?
“14Tú, pues, hijo de hombre, profetiza, y bate una
mano
contra
otra, y duplíquese y triplíquese el furor de la espada homicida;
esta es la espada
de la
gran matanza que los traspasará, 15para
que el corazón desmaye, y los estragos se multipliquen; en todas las puertas
de ellos he puesto espanto de espada. ¡Ah! dispuesta está para que relumbre, y preparada para
degollar. 16Corta a la derecha, hiere a la izquierda, adonde quiera que
te vuelvas. 17Y yo también batiré
mi mano contra mi mano, y haré reposar mi ira.
Yo Jesús he hablado.” (Eze.
21:14-17)
¿Qué acontece cuando Jesús reina sobre
un pueblo, ... con mano fuerte y brazo extendido?
“32Y no ha de ser lo que habéis pensado.
Porque vosotros decís: Seamos como las naciones, como las demás familias de la
tierra, que sirven al palo y a la piedra. 33Vivo yo, dice Jesús
el Señor, que con mano fuerte y brazo
extendido, y enojo derramado, he de reinar sobre vosotros;
34y os sacaré de
entre los pueblos, y os reuniré de las tierras en que estáis esparcidos, con mano fuerte y brazo extendido, y enojo derramado; 35y os traeré al desierto de los pueblos, y allí litigaré
con vosotros cara a cara. 36Como litigué con vuestros padres en el desierto de la tierra de Egipto, así litigaré con vosotros, dice Jesús el Señor. 37Os haré pasar bajo la vara, y os haré entrar en los vínculos del pacto; 38y apartaré de entre
vosotros a los rebeldes, y a los que se rebelaron contra mí; de la tierra de sus
peregrinaciones los sacaré, más a la tierra de
Israel no entrarán; y sabréis que yo soy Jesús.” (Eze. 20:32-38)
¿Qué
le acontece a Gog, y su ejército, y los que moran con seguridad en las costas… en el día de Jesús ha hablado, ... y Jesús
ponga su gloria entre las naciones y entienden todas las naciones cual es la
mano que sobre ellos puso, ...?
1Tú
pues, hijo de
hombre, profetiza contra Gog,
y di: Así ha dicho Jesús el Señor: He aquí yo estoy contra ti, oh Gog,
príncipe soberano de Mesec y Tubal. 2Y te quebrantaré, y te conduciré y te haré subir de las partes
del norte,
y te traeré sobre los montes de Israel;
3y sacaré tu arco de tu mano izquierda, y derribaré tus saetas de tu mano derecha. 4Sobre los montes de Israel caerás tú
y todas tus tropas, y los pueblos
que fueron contigo; a aves de rapiña de toda
especie, y a las fieras del campo, te he dado por comida. 5Sobre la faz del campo
caerás; porque yo he hablado, dice Jesús el Señor. 6Y enviaré fuego sobre Magog,
y sobre los que moran con seguridad en las costas; y sabrán que yo soy Jesús.
7Y haré notorio mi santo nombre en medio de mi pueblo Israel, y nunca más
dejaré profanar mi santo nombre; y
sabrán las naciones
que yo soy Jesús,
el Santo en Israel. 8He aquí
viene, y se cumplirá, dice Jesús el Señor; este es el día del cual he hablado. 9Y los moradores de las ciudades
de Israel saldrán, y encenderán y quemarán armas, escudos,
paveses, arcos y saetas, dardos de mano y lanzas; y
los quemarán en el fuego por siete años. 10No traerán leña del
campo,
ni cortarán de los bosques, sino quemarán las armas en el fuego; y despojarán a
sus despojadores, y robarán
a los que les robaron, dice Jesús el Señor. 11En aquel tiempo yo daré a Gog lugar para sepultura
allí en
Israel, el valle de los que pasan al oriente del mar; y obstruirá el paso a los transeúntes, pues allí enterrarán a Gog y a toda su multitud; y lo
llamarán el Valle de Hamón-gog. 12Y
la casa de Israel los estará enterrando por
siete meses, para limpiar la tierra. 13Los enterrará todo el pueblo de la tierra; y será para ellos
célebre el día en que yo sea glorificado, dice Jesús el Señor. 14Y
tomarán hombres a jornal que vayan por el país con los que viajen, para enterrar a los que queden sobre la faz de la tierra, a fin de limpiarla; al
cabo de siete meses harán el reconocimiento. 15Y pasarán
los que irán por el país, y el que vea los huesos de algún hombre pondrá junto a ellos una señal,
hasta que los entierren los sepultureros en el valle
de Hamón-gog. 16Y también el nombre de la ciudad será Hamona; y limpiarán la tierra. 17Y
tú, hijo de hombre,
así ha dicho Jesús el Señor: Di a las aves de toda especie, y a
toda fiera del campo:
Juntaos, y venid; reuníos de todas partes a mi víctima que sacrifico para
vosotros, un sacrificio grande sobre los montes de Israel;
y comeréis carne y beberéis
sangre.
18Comeréis carne de fuertes, y
beberéis sangre de príncipes de la tierra;
de carneros, de corderos, de machos cabríos, de bueyes y de toros,
engordados todos en Basán. 19Comeréis grosura hasta saciaros, y
beberéis hasta embriagaros de sangre de las víctimas que para vosotros
sacrifiqué. 20Y os saciaréis sobre mi mesa, de caballos y de jinetes fuertes y de todos los hombres de
guerra, dice Jesús el Señor. 21Y pondré mi
gloria entre las naciones, y todas las naciones verán mi juicio que habré hecho, y mi
mano que sobre ellos
puse. 22Y de aquel día en adelante sabrá la casa de Israel que yo soy Jesús
su Dios.
23Y sabrán las
naciones que la casa de Israel fue
llevada cautiva por su pecado, por cuanto se rebelaron contra mí, y yo escondí de
ellos mi rostro,
y los entregué
en manos
de sus
enemigos, y cayeron todos a espada. 24Conforme a su inmundicia y conforme a sus rebeliones hice
con ellos, y de ellos escondí mi rostro. 25Por
tanto, así ha dicho Jesús el Señor: Ahora volveré la cautividad de Jacob,
y tendré misericordia
de toda la casa de Israel, y me
mostraré celoso por mi santo nombre.
26Y ellos sentirán su vergüenza, y
toda su rebelión con que prevaricaron contra mí, cuando
habiten en su
tierra con seguridad, y no haya quien los espante;
27cuando los saque de entre los pueblos, y los reúna de
la tierra de sus enemigos, y sea santificado en ellos ante los ojos de muchas naciones. 28Y sabrán que yo soy Jesús su Dios,
cuando después de haberlos llevado al cautiverio entre las naciones,
los reúna sobre su tierra, sin dejar allí a ninguno
de ellos. 29Ni
esconderé más de ellos mi rostro; porque habré derramado de mi
Espíritu sobre la casa de Israel, dice Jesús el Señor.”
(Eze. 39:1-29 Ver también Eze. 38:1-23)
¿La mano de Jesús es conocida para sus
siervos, …?
“10Alegraos con Jerusalén,
y gozaos con ella, todos los que la amáis; llenaos con ella de gozo, todos los que os
enlutáis por ella; 11para que maméis y os
saciéis de los pechos de sus consolaciones; para que bebáis, y os deleitéis con el
resplandor de su gloria. 12Porque así dice Jesús: He aquí que yo extiendo sobre
ella paz como
un río, y la
gloria de las naciones como torrente que se desborda; y mamaréis, y en los brazos seréis traídos, y
sobre las rodillas seréis mimados. 13Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo
a vosotros, y en Jerusalén tomaréis consuelo.
14Y veréis,
y se alegrará vuestro corazón, y vuestros huesos reverdecerán como la hierba; y la mano de Jesús para con sus
siervos será
conocida, y se enojará contra sus enemigos. 15Porque he aquí que Jesús vendrá con fuego, y sus carros como torbellino, para descargar
su ira con
furor, y su reprensión con llama de fuego. 16Porque Jesús juzgará con fuego y con su espada a todo hombre; y los muertos de Jesús serán multiplicados.” (Isa. 66:10-16)
¿La mano de Dios está presente todo
tiempo hasta hoy, ...?
“11Jesús, tu mano está
alzada, pero ellos no ven;
verán al fin, y se avergonzarán los que
envidian a tu pueblo;
y a tus enemigos
fuego los consumirá”
(Isa. 26:11)
¿La mano de Dios puede ser condicional,
... ya que está en dependencia del comportamiento de Dios y de los hombres,
...?
“1Palabra
de Jesús que vino a Jeremías, diciendo: 2Levántate y vete
a casa del alfarero, y allí te haré oír
mis palabras. 3Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. 4Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. 5Entonces
vino a mí palabra
de Jesús, diciendo: 6 ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel?
dice Jesús. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel. 7En un instante hablaré contra pueblos y contra reinos, para arrancar, y
derribar, y destruir. 8Pero
si esos pueblos se convirtieren
de su maldad contra la cual hablé, Yo me arrepentiré del mal que había pensado
hacerles, 9y en un instante hablaré de la gente y del reino, para
edificar y para plantar. 10Pero si hiciere lo
malo delante
de mis ojos, no oyendo mi voz, me arrepentiré del bien
que había
determinado hacerle.” (Jer. 18:6-10)
¿La mano de Jesús sirve para destruir a los hombres
o es para salvar a los hombres, ...?
“1He
aquí que no se ha acortado la mano de Jesús para salvar,
ni se ha agravado su oído para oír; 2pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios,
y vuestros pecados han hecho ocultar de
vosotros su rostro para no oír. 3Porque vuestras
manos están contaminadas de sangre, y vuestros
dedos de iniquidad; vuestros labios
pronuncian mentira, habla maldad vuestra lengua. 4No hay quien clame
por la justicia, ni quien juzgue por la verdad; confían en vanidad,
y hablan vanidades; conciben maldades, y dan a luz
iniquidad. 5Incuban
huevos de áspides, y tejen telas de arañas; el que comiere de sus huevos, morirá; y si los
apretaren, saldrán víboras. 6Sus
telas no servirán para vestir, ni de sus obras serán cubiertos; sus obras son obras de iniquidad, y obra de rapiña está en sus manos. 7Sus pies
corren al mal, se apresuran para derramar la sangre inocente; sus pensamientos, pensamientos de iniquidad; destrucción y quebrantamiento hay en sus caminos. 8No conocieron camino de paz,
ni hay justicia en sus caminos; sus veredas
son torcidas; cualquiera que por ellas fuere, no
conocerá paz. 9Por esto se
alejó de nosotros la justicia, y no nos alcanzó la rectitud; esperamos luz, y
he aquí tinieblas; resplandores, y andamos en oscuridad. 10Palpamos
la pared como ciegos, y andamos a tientas
como sin ojos; tropezamos a mediodía como de noche;
estamos en lugares oscuros como muertos. 11Gruñimos como osos todos nosotros, y gemimos lastimeramente
como palomas; esperamos justicia, y no la hay;
salvación, y se alejó de nosotros.
12Porque nuestras rebeliones se han multiplicado delante de ti, y
nuestros pecados han atestiguado contra nosotros; porque con nosotros están
nuestras iniquidades, y conocemos nuestros pecados: 13el prevaricar
y mentir contra Jesús, y el apartarse de en pos de nuestro Dios; el hablar
calumnia y rebelión, concebir y proferir de corazón palabras de mentira.
14Y el derecho se retiró, y la justicia se puso lejos; porque la verdad tropezó en
la plaza, y la equidad no pudo
venir. 15Y
la verdad fue detenida, y el que se apartó del mal fue puesto en prisión; y lo vio Jesús, y desagradó
a sus
ojos, porque pereció el derecho.
16Y vio que no había hombre, y se
maravilló que no hubiera quien se interpusiese; y lo
salvó su
brazo, y le afirmó
su misma justicia. 17Pues de justicia se vistió como de una
coraza, con yelmo de
salvación en su cabeza; tomó ropas de venganza por vestidura, y se
cubrió de celo como de manto, 18como para vindicación, como para retribuir con ira a sus enemigos, y dar el pago a sus adversarios; el pago dará a los de la costa. 19Y temerán desde el occidente el nombre de Jesús, y desde el nacimiento del sol
su gloria; porque vendrá el enemigo como río, más
el Espíritu de
Jesús levantará
bandera contra él. 20Y
vendrá el Redentor a Sion, y a los que se
volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jesús. 21Y este será mi pacto con ellos, dijo Jesús: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni
de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jesús, desde ahora y para siempre.” (Isa.
59:1-21)
¿Quién bebió el cáliz de la ira de la mano de Jesús
hasta los sedimentos y desde cuando ya no la beberá más y cuales lo beben
después de él?
“17Despierta, despierta, levántate,
oh Jerusalén, que bebiste de la mano de Jesús el cáliz de su ira; porque el cáliz de aturdimiento
bebiste hasta los sedimentos. 18De todos los hijos que dio a luz, no hay quien
la guíe; ni quien la tome de la mano, de todos los hijos que crió. 19Estas
dos cosas te han acontecido: asolamiento y quebrantamiento, hambre y espada.
¿Quién se dolerá de ti? ¿Quién te consolará? 20Tus hijos
desmayaron, estuvieron tendidos en las encrucijadas de todos los caminos,
como antílope en la red, llenos de la indignación de Jesús,
de la ira del Dios tuyo.
21Oye, pues, ahora esto, afligida, ebria, y no de vino: 22Así dijo Jesús tu
Señor, y tu Dios, el cual aboga por su pueblo: He aquí
he quitado de tu mano el cáliz de aturdimiento, los sedimentos del cáliz de mi ira;
nunca más lo beberás. 23Y lo pondré en
mano de tus
angustiadores, que dijeron a
tu alma: Inclínate, y pasaremos por encima de ti. Y tú pusiste tu cuerpo como tierra, y como camino, para que pasaran.” (Isa.
51:17-23 Ver además Jer. 25:15-38)
Para
comprender el alcance de la ira de Jesús, ... veamos Jeremías
4:21-31 “21 ¿Hasta cuándo he de ver bandera, he de oír sonido de trompeta? 22Porque mi pueblo es necio, no me conocieron; son hijos ignorantes y no
son entendidos; sabios para hacer el mal, pero hacer el bien no supieron. 23Miré
a la tierra, y he aquí que estaba
asolada y vacía; Y a los cielos, y no había en ellos luz. 24Miré a los montes, y he
aquí que temblaban, y
todos los collados fueron destruidos. 25Miré,
y no había hombre, y todas las aves del cielo se
habían ido. 26Miré, y he aquí el campo fértil era un desierto,
y todas sus ciudades eran asoladas
delante de Jesús,
delante del ardor de su ira. 27Porque
así dijo Jesús:
Toda
la tierra será
asolada; pero
no la destruiré del todo. 28Por esto se enlutará la tierra,
y los cielos arriba se oscurecerán, porque hablé, lo pensé, y no me arrepentí, ni
desistiré de ello. 29Al
estruendo de la gente de a caballo y de los
flecheros huyó toda la ciudad; entraron
en las espesuras de los
bosques, y subieron a
los peñascos; todas las ciudades fueron abandonadas, y
no quedó en ellas morador alguno. 30Y tú, destruida,
¿Qué harás? Aunque te vistas de grana, aunque te adornes con atavíos de oro, aunque pintes con antimonio tus ojos,
en vano te engalanas; te
menospreciarán tus amantes, buscarán tu vida. 31Porque oí una voz como de mujer
que está de parto, angustia como
de primeriza; voz de la hija de Sion
que lamenta y extiende sus manos, diciendo: ¡Ay ahora de mí! que mi alma desmaya a causa de los
asesinos.” (Jer. 4:21-31)
¿®Cuándo el corazón de sus siervos se alegra con
Jerusalén, ... la mano de Jesús será conocida de sus siervos, y se enojará
contra sus enemigos, ... ya que Jesús juzgará con su espada a todo hombre, ...?
“10Alegraos
con Jerusalén,
y gozaos con
ella, todos los que la amáis; llenaos con ella de gozo, todos los
que os enlutáis por ella; 11para
que maméis y os saciéis de los pechos de sus consolaciones; para que bebáis, y os deleitéis con el resplandor de su gloria.
12porque así
dice Jesús: He
aquí que yo extiendo sobre ella paz como un río, y la gloria de las naciones como torrente que
se desborda; y mamaréis, y en los brazos seréis traídos, y sobre las
rodillas seréis mimados. 13como
aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén
tomaréis consuelo. 14Y veréis, y se alegrará vuestro corazón, y vuestros huesos
reverdecerán como la hierba; y la mano de Jesús para con sus siervos será conocida, y se enojará contra sus enemigos. 15Porque he aquí que Jesús vendrá con fuego, y sus carros como torbellino, para descargar su ira con furor, y su reprensión con llama de fuego.
16Porque Jesús juzgará con fuego y con su espada a todo hombre; y los muertos de Jesús
serán multiplicados. 17Los que se santifican y los que se purifican
en los huertos, unos tras otros, los que comen carne de cerdo y abominación
y ratón, juntamente
serán talados, dice Jesús. 18Porque yo conozco sus obras
y sus pensamientos;
tiempo vendrá
para juntar a todas las naciones y lenguas; y vendrán, y verán mi
gloria.” (Isa. 66:14-18)
¿Cómo ha intervenido la mano de Jesús tanto en los
cielos como en la tierra?
“Jesús
dijo así: El cielo es mi trono, y la
tierra estrado de mis pies;
¿dónde está la casa que me habréis de
edificar, y dónde el lugar de mi reposo? 2Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jesús; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi
palabra.” (Isa. 66:1-2)
¿Una de las causas para que el pueblo
caiga en cautiverio es que no considera la mano de Dios, ...?
“11
¡Ay de los que se
levantan de mañana para seguir la
embriaguez; que se están hasta la noche,
hasta que el vino los enciende! 12Y
en sus banquetes hay arpas,
vihuelas, tamboriles, flautas y vino,
y no miran la obra de Jesús, ni consideran la obra de sus manos. 13Por
tanto, mi pueblo fue
llevado cautivo, porque no tuvo conocimiento; y su gloria pereció de hambre, y su multitud se secó de sed.” (Isa. 5:11-13)
¿Qué
movimientos puede hacer la mano de Jesús?
Veamos que movimientos puede hacer la mano de Dios en el tiempo, ...
Veremos a continuación que la mano de Jesús
en el tiempo ha realizado las siguientes actividades:
“Alzarse o levantarse”,
“Extenderse”
“Descender acompañado de su brazo”
Reposar.
LA MANO ALZADA O
LEVANTADA DE JESÚS
Veamos
para que utilizado Jesús su mano alzado o levantado en el tiempo, ...
¿La mano alzada de Dios está presente
todo tiempo hasta hoy, ...?
“11Jesús, tu mano está
alzada, pero ellos no ven;
verán al fin, y se avergonzarán los que
envidian a tu pueblo;
y a tus enemigos
fuego los consumirá”
(Isa. 26:11)
¿Jesús ha
utilizado su mano alzada para hacer juramento, ... diciendo que todas las naciones
que están alrededor de Israel llevarán su afrenta, ...?
“7Por
lo cual así ha dicho Jesús el Señor: Yo he alzado mi mano, he jurado que las
naciones que están a vuestro
alrededor han de llevar su afrenta. 8Mas vosotros, oh
montes de Israel, daréis vuestras ramas, y llevaréis vuestro fruto para mi pueblo Israel;
porque cerca están para venir.” (Eze.
36:7-8 Para ver
otros Juramentos ver, Eze. 20:1-44)
¿Qué hace la mano alzada de Jesús para recobrar al
remanente que se encuentra en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y
Hamat, y en
las costas del mar cuando levanta
pendón a los pueblos?
“1Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago
retoñará de sus raíces. 2Y reposará sobre él el Espíritu
de Jesús; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jesús.
3Y le hará entender diligente en el temor de Jesús.
No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; 4sino que juzgará con
justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la
tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. 5y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura. 6Morará
el lobo con el cordero, Y el leopardo con el cabrito
se acostará;
El becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará.
7La
vaca y la
osa pacerán,
sus crías se echarán juntas; Y
el león como el buey comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva
del áspid, y
el recién destetado extenderá
mano sobre la caverna de la
víbora. 9No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; Porque la tierra será llena
del conocimiento de Jesús, como las aguas cubren el mar. 10Acontecerá en aquel
tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta
por pendón
a los pueblos,
será buscada por
las gentes; y su habitación será gloriosa. 11Asimismo acontecerá en aquel tiempo,
que Jesús
alzará otra vez su mano para recobrar
el remanente
de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto,
Patros, Etiopía, Elam,
Sinar y Hamat, y en las costas del mar. 12Y levantará pendón a
las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los
esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra.
13Y se
disipará la envidia de Efraín,
y los enemigos de Judá serán destruidos. Efraín no tendrá envidia de Judá, ni Judá afligirá a Efraín; 14sino
que volarán
sobre los hombros de los filisteos al
occidente, saquearán también a los de oriente;
Edom y Moab les
servirán, Y los hijos de Amón los obedecerán.
15Y secará Jesús la lengua del mar de Egipto; y levantará su mano con el poder de su espíritu sobre el río, y lo herirá en sus
siete brazos, y hará que pasen
por él con sandalias. 16Y habrá camino para el
remanente de su pueblo, el que quedó de Asiria, de la manera que lo hubo para Israel el día que subió de
la tierra de Egipto. 1En aquel día dirás:
Cantaré a
ti, oh, Jesús; pues, aunque te enojaste contra mí,
tu indignación se apartó, y me has consolado. 2He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi
fortaleza y mi canción es JAH Jesús, quien ha sido salvación para mí. 3Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación. 4Y diréis en aquel
día: Cantad a Jesús, aclamad su nombre, haced célebres en los pueblos sus obras,
recordad que su nombre es engrandecido.
5Cantad salmos a Jesús, porque ha hecho cosas magníficas; sea sabido esto por toda la tierra. 6Regocíjate y canta, oh moradora de Sion; porque grande es en medio
de ti el Santo
de Israel.” (Isa. 11:1-16; Ver además Isa. 12:1-6)
¿Qué se ve que hace la mano alzada de Jesús a los
que aborrecieron la tierra deseable, no creyeron a su palabra y murmuraron,
...?
“Pero aborrecieron
la tierra deseable; No
creyeron a su palabra, Antes murmuraron en sus tiendas, Y
no oyeron la voz de Jesús.
Por tanto, alzó su
mano contra
ellos Para abatirlos en el desierto,
Y humillar su
pueblo
entre las naciones,
Y esparcirlos
por las tierras.” (Sal. 106:24-27; Isa.
10:32-33)
¿Qué se ve que
hace la mano alzada de Jesús a los que portaron armas del pueblo de Israel para
combatir al rey de Babilonia y no obedecen a Jesús?
“4Así
ha dicho Jesús Dios de Israel: He aquí yo vuelvo atrás las armas de guerra que están en vuestras manos, con que vosotros peleáis contra el rey de Babilonia; y a los caldeos que están fuera de la muralla
y os tienen sitiados, yo los reuniré en medio de esta ciudad. 5Pelearé contra
vosotros con mano alzada y con brazo fuerte, con
furor y enojo e ira grande. 6Y
heriré a los moradores de esta ciudad, y los
hombres y las bestias morirán de pestilencia grande. 7Después,
dice Jesús,
entregaré a Sedequías rey de Judá,
a sus criados, al pueblo y a los que queden de la pestilencia, de
la espada y del hambre en la ciudad, en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia,
en mano de sus enemigos
y de los que buscan sus vidas, y él los herirá a
filo de espada;
no los perdonará, ni tendrá compasión de ellos, ni tendrá de ellos misericordia. 8Y
a este pueblo
dirás: Así ha dicho Jesús: He aquí pongo delante de vosotros
camino de vida y camino de muerte. 9El
que quedare en esta ciudad morirá a espada, de hambre o de pestilencia; más el que saliere y se pasare a los caldeos que os tienen
sitiados, vivirá, y su vida le será por despojo.”
(Jer. 21:3-9)
¿Qué hizo la mano alzada a Israel
cuando peleo contra ellos, ...?
“3Y Jeremías les dijo:
Diréis así a Sedequías: 4Así ha dicho Jesús
Dios de Israel: He aquí yo vuelvo atrás las armas de guerra que
están en vuestras manos, con que vosotros peleáis contra el rey de Babilonia; y
a los caldeos que están fuera de la muralla y os tienen sitiados, yo los
reuniré en medio de esta ciudad.
5Pelearé contra
vosotros con mano alzada y con brazo fuerte, con furor y enojo e ira grande.
6Y heriré a los
moradores de esta ciudad, y los hombres y las bestias morirán de pestilencia grande.
7Después, dice
Jesús, entregaré a Sedequías rey de Judá, a sus criados, al pueblo y a los que
queden de la pestilencia, de la espada y del hambre en la ciudad, en mano de
Nabucodonosor rey de Babilonia, en mano de sus enemigos y de los que buscan sus
vidas, y él los herirá a filo de espada; no los perdonará, ni tendrá compasión
de ellos, ni tendrá de ellos misericordia. 8Y a este pueblo dirás:
Así ha dicho Jesús: He aquí pongo delante de vosotros camino de vida y camino
de muerte. 9El que quedare en esta
ciudad morirá a espada, de hambre o de pestilencia; más el que saliere y se
pasare a los caldeos que os tienen sitiados, vivirá, y su vida le será por
despojo. 10Porque mi rostro he
puesto contra esta ciudad para mal, y no para bien, dice Jesús; en mano del rey
de Babilonia será entregada, y la quemará a fuego.” (Jer. 21:3-10)
¿Qué se ve que hace la mano alzada de Jesús a la
hija de Babilonia, ... cuando Jesús posea a Judá en tierra santa y se levanta
de su santa morada, ...?
“6Eh, eh, huid
de la tierra del norte, dice Jesús, pues por los
cuatro vientos
de los cielos os esparcí,
dice Jesús.
7Oh Sion,
la que moras con la hija de Babilonia, escápate. 8Porque así ha dicho Jesús de los ejércitos: Tras la gloria me enviará él a las naciones
que os
despojaron; porque el que os
toca, toca a la niña de su ojo. 9Porque
he aquí yo alzo mi
mano sobre ellos [es decir, alza la mano sobre los que os tocan], y serán despojo a sus siervos, y sabréis que
Jesús de los ejércitos me envió. 10Hija de Sion Canta y alégrate; porque he aquí vengo, y moraré en medio de ti, ha dicho
Jesús.
11Y se unirán muchas naciones a Jesús en aquel día [“En el día que Jesús more en medio de la hija de Sion” (Ver versículo
anterior y en el mismo versículo)], Y me
serán por pueblo, y moraré en medio de
ti;
y entonces conocerás que Jesús de los ejércitos me ha enviado a ti. 12Y Jesús poseerá a Judá
su heredad en la
tierra santa, y escogerá aún a Jerusalén. 13Calle toda carne delante de Jesús; porque él se ha
levantado de su santa morada.” (Zac. 2:6-13)
El Ángel que
es enviado con gran poder del cielo en Apocalipsis 18:1-24, invita a escaparse al pueblo
de Jesús que se
encuentra cautiva en Babilonia
amando de Satanás que se escape,
para no ser despojo de sus enemigos, ya que no quedará de él ni su nombre, su
nieto, hijo, ni aun remante; cuando Jesús se levante a castigar a las naciones,
... veámoslo:
“1Después de esto vi a otro
ángel
descender del
cielo
con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria. 2Y clamó con
voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, Y se ha hecho habitación
de demonios y
guarida de todo espíritu inmundo, Y albergue de toda ave
inmunda y aborrecible. 3Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación;
y los
reyes de la
tierra han fornicado con ella, Y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites. 4Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, Pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; 5porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha
acordado de sus maldades. 6Dadle a ella como
ella os ha dado, y pagadle
doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble. 7Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites,
tanto dadle de
tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no
veré llanto; 8por lo cual en un solo día vendrán sus plagas;
muerte,
llanto y hambre,
y será
quemada con
fuego; porque poderoso es Dios el Señor,
que la juzga.
9Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con ella han vivido en
deleites, llorarán
y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su incendio, 10parándose
lejos por el
temor
de su tormento,
Diciendo: ¡Ay,
ay, de la gran ciudad de
Babilonia,
la ciudad fuerte; porque en una hora vino tu juicio!
11Y los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella, porque ninguno
compra más sus mercaderías; 12mercadería
de oro, de plata, de piedras preciosas, de perlas, de lino fino, de púrpura, de seda, de escarlata, de toda madera olorosa, de todo
objeto de marfil, de todo objeto de madera preciosa, de cobre, de hierro y de mármol;
13y canela,
especias aromáticas,
incienso,
mirra, olíbano, vino,
aceite, flor de harina, trigo, bestias, ovejas, caballos y carros, y esclavos,
almas de
hombres. 14Los frutos codiciados por tu alma se apartaron de ti, y
todas las cosas
exquisitas y
espléndidas te han faltado, y nunca más las hallarás. 15Los mercaderes
de estas cosas,
que se han enriquecido a costa de ella, se pararán lejos por el temor de su tormento, llorando y
lamentando, 16y diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad, que estaba vestida
de lino fino,
de púrpura y de escarlata, y estaba adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas! 17Porque en una hora han sido consumidas
tantas riquezas. Y todo piloto,
y todos los que
viajan en naves, y marineros,
y todos los que trabajan
en el mar, se pararon lejos; 18y viendo el humo
de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad? 19Y echaron polvo sobre sus cabezas,
y dieron voces,
llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay de la gran ciudad, en la cual todos los que
tenían naves
en el mar se
habían enriquecido de sus riquezas; pues en una hora ha sido desolada! 20Alégrate sobre
ella, cielo,
y vosotros, santos,
apóstoles y profetas; porque Dios os ha hecho justicia en ella.
21Y un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra
de molino,
y la arrojó en el mar, diciendo: Con el mismo ímpetu será derribada Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será
hallada. 22Y voz de arpistas, de músicos, de flautistas y de trompeteros
no se oirá más en ti; y ningún artífice de oficio alguno se
hallará más en ti,
ni ruido de molino
se oirá más en ti. 23Luz de lámpara no alumbrará más en ti, ni voz de esposo y de esposa se oirá más en ti; porque tus mercaderes eran los grandes
de la tierra; pues por tus hechicerías
fueron
engañadas todas las naciones.
24Y en ella se halló la sangre de los profetas y de los santos,
y de todos los
que han sido muertos en la tierra.” (Apoc. 18:1-24)
¿Cuándo la mano de Jesús esta levantada contra la hija de Sion, ... se ve
que el ramaje es desgarrado con violencia, ...?
“31Madmena se alborotó; los moradores de Gebim
huyen. 32Aún vendrá día cuando reposará en Nob; alzará su mano al monte de la hija de Sion,
al collado
de Jerusalén.
33He aquí el Señor, Jesús de los ejércitos, desgajará el ramaje con violencia, y los árboles de gran altura serán cortados, y los altos serán humillados.
34Y cortará
con hierro la espesura del bosque, y el Líbano caerá con estruendo.” (Isa. 10:31-34 ver también Jer. 21:3-5)
Para comprender porque la mano alta de
Jesús en Egipto que tiene cinco ciudades, ...
cuando Jesús entra en una nube causa asombro, ... formularemos la siguiente
pregunta basada en Isaías 19:1-25:
¿Cuándo
entra en Egipto Jesús, montado sobre una ligera nube, ... se ve que los ídolos
de Egipto tiemblan, ... porque Jesús levanta egipcios contra egipcios, ...
destruyere su consejo, ... le entregara en manos de señor duro, ... se ve que
las aguas del mar faltan, y el río se agota y se seca, ... y caña y carrizo es
cortado, ... entonces habrá llegado el tiempo en que no valdrá de nada a Egipto
lo que haga la cabeza o la cola, la rama o el
junco, ... en aquel día los egipcios
serán como mujeres porque se asombrarán y temerán, ... la mano alta de
Jesús de los ejércitos que levantará contra ellos, ... por que la tierra de
Judá será por espanto a ella, ... Pero ¡GRANDE ERES JESÚS Y TU MISERICORDIA ES
INFINITA, ...! Porque, en aquel tiempo, cuando Judá sea por espanto a Egipto,
... existirán en aquel tiempo cinco ciudades, ... en la tierra de Egipto que
hablen la lengua de Canaán, ... y existirá altar para Jesús en tierra de
Egipto, ... y monumento en su frontera, ... y clamarán a Jesús a causa de sus
opresores, y Jesús les enviará salvador y príncipe que los libre. Y
Jesús será conocido de Egipto, y los de Egipto conocerán a Jesús en aquel
día, y harán sacrificio y oblación; y harán votos a Jesús, y los cumplirán.
Y herirá Jesús a Egipto; herirá y sanará, y se convertirán a Jesús, y
les será clemente y los sanará, en aquel tiempo habrá una calzada de Egipto a
Asiría, y asirios entrarán en Egipto, y egipcios en Asiría; y los egipcios
servirán con los asirios a Jesús, en aquel tiempo Israel será tercero con
Egipto y con Asiría para bendición en medio de la tierra; porque
Jesús de los ejércitos los bendecirá diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y
el asirio obra de mis manos, e Israel mi heredad?
“1Profecía sobre Egipto.
He aquí que Jesús monta sobre una ligera nube,
y entrará en
Egipto;
Y los ídolos de Egipto
temblarán delante de él, Y desfallecerá el corazón de los egipcios
dentro de ellos. 2Levantaré egipcios contra egipcios, y cada uno peleará contra su hermano, cada uno contra su prójimo;
Ciudad contra
ciudad, y reino contra reino.
3Y el espíritu de Egipto se desvanecerá en medio de él, y destruiré su consejo;
y preguntarán
a sus imágenes, A
sus hechiceros, a sus evocadores y a sus adivinos. 4Y entregaré a Egipto en manos de señor duro,
Y rey violento se enseñoreará de
ellos, dice el Señor, Jesús de los ejércitos. 5Y las aguas del mar faltarán y el río se
agotará y secará. 6Y se alejarán los ríos, se
agotarán y secarán las corrientes de los fosos; La caña y el carrizo serán
cortados. 7La pradera de junto al río, de junto a la ribera del río, y toda sementera del
río, se secarán, se perderán, y no serán más. 8Los pescadores también se entristecerán; harán duelo todos los que echan anzuelo en el río, y desfallecerán
los que extienden red sobre las aguas. 9Los
que labran lino fino y los que tejen redes serán
confundidos, 10Porque
todas sus redes serán rotas;
y se
entristecerán todos los que hacen viveros para peces.
11Ciertamente son necios los príncipes de
Zoán;
el consejo de los prudentes consejeros de Faraón se ha desvanecido. ¿Cómo diréis a
Faraón:
¿Yo soy hijo de
los sabios, e hijo de los reyes antiguos? 12 ¿Dónde están
ahora aquellos tus sabios? Que te digan ahora, o te hagan saber qué
es lo que Jesús
de los ejércitos
ha determinado
sobre Egipto. 13Se han desvanecido los príncipes de
Zoán,
se han engañado los príncipes de Menfis; engañaron a Egipto los que son la piedra angular
de sus familias. 14Jesús mezcló espíritu de vértigo en medio de él; e hicieron errar a Egipto en toda su obra,
como tambalea
el ebrio
en su vómito.
15Y no
aprovechará a Egipto cosa que haga la cabeza O la cola, La rama o el junco.
16En aquel día los egipcios serán como mujeres;
Porque se asombrarán y temerán en la presencia de la mano alta de Jesús de los ejércitos, que él
levantará contra ellos. 7Y la tierra de Judá será de espanto a Egipto;
Todo
hombre
que de ella se
acordare temerá
por causa del consejo que Jesús de los ejércitos acordó sobre aquél. 18En aquel tiempo habrá cinco ciudades en la tierra de Egipto que hablen la lengua de Canaán, y que juren por
Jesús de
los ejércitos;
una será
llamada la ciudad de Herez.
19En aquel tiempo
habrá altar para Jesús en medio de la tierra de Egipto, y monumento a Jesús junto a su frontera. 20Y
será por señal
y por testimonio a Jesús de los ejércitos en la tierra de Egipto;
porque clamarán a Jesús a causa de sus opresores, y él les enviará salvador y príncipe que los libre. 21Y Jesús será conocido de Egipto,
y los de Egipto
conocerán a Jesús
en aquel día,
Y harán sacrificio y oblación;
Y harán votos a Jesús, y los cumplirán. 22Y
herirá Jesús a Egipto; herirá y sanará, Y se
convertirán a Jesús, Y les será clemente y los sanará. 23En
aquel tiempo habrá una calzada de Egipto
a Asiría [Que representa a todas las naciones, ...], y asirios
entrarán en
Egipto,
Y egipcios en
Asiría ;
Y los
egipcios servirán con los
asirios a Jesús.
24En aquel tiempo Israel será tercero con Egipto
y con
Asiria
para
bendición en medio de la tierra;
25porque Jesús
de los ejércitos
los bendecirá
diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y el asirio obra de mis manos, e Israel mi heredad.”
(Isa. 19:1-25)
Una vez que hemos visto algunas cosas de
lo que puede hacer la mano alzada o levantada de Jesús y sus consecuencias que
ha tenido sobre los habitantes de la tierra. Ahora veamos:
LA MANO EXTENDIDA DE JESÚS
¿Jesús extiende su mano, ... para hacer llegar sus
palabras, ...?
“9Y extendió Jesús su mano y tocó mi boca, y me dijo Jesús: He aquí he puesto mis palabras en tu boca.” (Jer. 1:9)
¿Los sabios en sus propios ojos, los que
son prudentes delante de sí mismos, los que son valientes para beber vino, ...
los que justifican al impío, ... la mano de Jesús se extiende sobre ellos, tal
como se extendió sobre su pueblo, ... porque desecharon la ley de Jesús y
abominaron la palabra del Santo de Israel?
“21
¡Ay de los sabios en sus
propios ojos, y de los que son prudentes
delante de sí mismos! 22¡Ay de los que son valientes para beber vino, y hombres fuertes para mezclar bebida;
23los que justifican al
impío
mediante cohecho,
y al justo quitan su derecho!
24Por tanto, como la lengua del fuego consume el rastrojo, y la llama devora la paja,
así será su
raíz
como
podredumbre, y su flor se desvanecerá como polvo; porque
desecharon la ley de
Jesús de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel.
25Por esta causa se encendió el furor de Jesús
contra su pueblo, y extendió contra él su mano,
y le hirió;
y se estremecieron los montes, y sus
cadáveres
fueron arrojados en
medio de las calles. Con todo esto no ha cesado su furor,
sino que todavía su mano está extendida. 26Alzará
pendón a naciones lejanas, y silbará al
que está en el extremo de la tierra;
y he aquí que vendrá pronto y velozmente.
27No habrá entre ellos cansado,
ni quien tropiece; ninguno se dormirá, ni le tomará sueño;
a ninguno se le desatará el cinto de los lomos,
ni se le romperá la correa de sus
sandalias. 28Sus saetas estarán afiladas,
y todos sus arcos entesados; los
cascos de sus caballos parecerán como de pedernal, y las
ruedas de
sus carros como torbellino.
29Su rugido será como de león;
rugirá a manera de leoncillo, crujirán los dientes, y arrebatará la presa;
se la llevará con seguridad, y nadie se la quitará.
30Y bramará sobre él
en aquel día como bramido
del mar; entonces mirará hacia la
tierra, y he aquí tinieblas de
tribulación, y en sus cielos se
oscurecerá la luz.” (Isa.
5:21-30)
¿Cuándo se ve la mano extendida de Jesús sobre
Efraín y los moradores de Samaria, por hablar con soberbia y altivez de rostro,
... levanta Jesús los enemigos de Rezín, y junta a sus enemigos, ... y a boca llena devorarán a Israel?
“8El Señor envió palabra a Jacob,
y cayó en Israel.
9Y la
sabrá todo el pueblo, Efraín
y los moradores
de Samaria,
que con soberbia y con altivez de corazón
dicen: 10Los ladrillos cayeron, pero edificaremos de cantería; cortaron los cabrahígos, pero en su lugar pondremos cedros.
11Pero Jesús levantará los enemigos de Rezín contra él, y juntará a sus enemigos;
12del oriente
los sirios,
y los filisteos
del poniente;
y a boca llena devorarán a Israel.
Ni con todo eso ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.” (Isa. 9:8-12)
¿Cuándo
la mano de Jesús se extiende al pueblo que no se convierte a Jesús ni busca a
Jesús de los ejércitos, ... se ve que de dicho pueblo es cortado cabeza, cola,
rama y caña en un mismo día, ... ya que el señor no toma contentamiento en sus
jóvenes, ni de sus huérfanos y viudas tendrá misericordia; porque todos son
falsos y malignos, ...?
“13Pero el pueblo no se convirtió al que lo castigaba,
ni buscó a Jesús
de los ejércitos.
14Y Jesús
cortará de
Israel cabeza y
cola, rama
Y caña
en un mismo día. 15El anciano y venerable de rostro es
la cabeza;
el profeta
que enseña mentira, es la cola. 16Porque los gobernadores de este pueblo son engañadores, y
sus gobernados se pierden. 17Por tanto, el Señor no tomará
contentamiento en sus jóvenes, ni de sus huérfanos y viudas
tendrá misericordia;
porque todos
son falsos y malignos, y toda boca habla despropósitos.
Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.” (Isa. 9:13-17)
¿Cuándo
la maldad se enciende como fuego, devora cardos y espinos, ... ya que por la ira
de Jesús se oscurece la tierra, y el pueblo es como pasto de fuego, ya que el
hombre no tendrá piedad de su hermano, ... porque sigue extendida la mano de
Jesús?
“18Porque la maldad se
encendió como fuego,
cardos
y espinos
devorará; y se
encenderá en lo espeso del bosque,
y serán alzados como remolinos de humo.
19Por la ira de Jesús de los ejércitos se oscureció la tierra, y será el pueblo como pasto del fuego; el hombre no tendrá piedad de su hermano. 20Cada uno hurtará a la mano derecha, y tendrá
hambre, y comerá a la izquierda, y no se saciará; cada cual comerá
la carne
de su brazo;
21Manasés a Efraín, y Efraín a Manasés, y ambos contra
Judá.
Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.” (Isa. 9:18-21)
¿Los que dictan leyes injustas, y prescriben
tiranía, para apartar del juicio a los pobres,
y para quitar el derecho a los afligidos del pueblo de Jesús, ... debido a que
la mano de Jesús está extendida, ... entre los presos se inclina y entre los
muertos caen?
“1 ¡Ay de los que dictan leyes injustas, y prescriben tiranía, 2para apartar del juicio a los pobres,
y para quitar el derecho a los afligidos de mi pueblo; para despojar a las viudas, ¡y robar a los huérfanos! 3 ¿Y qué haréis en el día del castigo? ¿A quién os acogeréis para que os
ayude, cuando venga de lejos el asolamiento? ¿En dónde dejaréis vuestra gloria?
4Sin mí
se inclinarán entre los presos, y entre los muertos caerán. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.”
(Isa. 10:1-4)
¿Qué hace la mano extendida de Jesús sobre todas las
naciones cuando Jesús se levanta contra ella para raer de Babilonia el nombre,
el remanente, hijo y nieto?
“20…No será nombrada para siempre la descendencia
de los malignos. 21Preparad sus hijos
para el matadero,
por la maldad de sus padres; no se levanten, ni posean la tierra,
ni llenen de
ciudades la faz del mundo. 22Porque
yo me levantaré contra ellos, dice Jesús de los ejércitos, y
raeré de Babilonia el nombre y el remanente, hijo y nieto, dice Jesús.
23Y la convertiré en posesión de erizos, y en lagunas de agua; y la barreré con escobas de destrucción, dice Jesús
de los ejércitos.
24Jesús
de los ejércitos
juró diciendo: Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado, y será
confirmado como lo he determinado; 25que quebrantaré al asirio en mi tierra, y en
mis montes lo hollaré; y su
yugo será apartado de ellos, y su carga será quitada de su hombro. 26Este es el
consejo que está acordado
sobre toda la tierra, y esta, la mano extendida sobre todas las naciones.
27Porque Jesús
de los ejércitos
lo ha
determinado, ¿y quién lo impedirá? Y su mano extendida, ¿quién la hará retroceder?” (Isa.
14:24-27)
¿Cuándo Jesús reine en el monte de Sion y en Jerusalén, ... y haga en el monte de Sion a todos los pueblos
banquete de manjares suculentos, y destruirá en este
monte la cubierta con que están
cubiertos todos los pueblos, y el velo que envuelve a todas las naciones, ... ya que destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jesús el Señor toda lágrima de todos
los rostros, y en aquel día se dirá: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es
Jesús a quien hemos esperado,
nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación, entonces, la mano de Jesús
reposará en el monte de Sion; pero Moab será hollado en su mismo sitio, como es hollada la paja en el muladar y
extenderá su mano por en medio de él, como la extiende el nadador para nadar; y abatirá su soberbia y la
destreza de sus manos y abatirá la fortaleza de tus altos muros; la humillará y la echará a tierra, hasta el
polvo, ... porque la hollará pie, los pies del afligido, los pasos de los menesterosos, ...?
“23La
luna se avergonzará, y el sol se confundirá, cuando
Jesús de los ejércitos reine en el monte de Sion y en Jerusalén, y delante de sus ancianos sea
glorioso... 6Y Jesús de los ejércitos hará
en este monte
a todos los pueblos banquete de manjares suculentos, banquete de vinos
refinados, de gruesos tuétanos y de vinos purificados.
7Y destruirá en este monte la cubierta
con que están cubiertos todos los pueblos, y el velo
que envuelve a todas las naciones. 8Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jesús el Señor toda lágrima de todos los rostros;
y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jesús lo ha dicho.
9Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jesús
a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación. 10Porque
la mano
de Jesús reposará en
este monte;
pero Moab será hollado en su mismo
sitio, como es hollada la paja en el muladar. 11Y extenderá su mano por en medio de él, como
la extiende el nadador para nadar; y abatirá
su soberbia y la destreza de sus manos. 12Y abatirá la fortaleza de tus altos muros; la humillará y la
echará a tierra, hasta el polvo. 1En aquel día cantarán este cántico en tierra de Judá: Fuerte
ciudad tenemos; salvación puso Dios por muros y antemuro. 2Abrid las
puertas, y entrará la gente justa, guardadora de
verdades. 3Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento
en ti persevera; porque en ti ha confiado. 4Confiad en Jesús
perpetuamente, porque en Jesús el Señor está la fortaleza de los siglos.
5Porque
derribó a los que moraban en lugar sublime; humilló a la ciudad exaltada, la humilló hasta la tierra, la derribó hasta el
polvo. 6La
hollará pie,
los pies del
afligido, los
pasos de los menesterosos. 7El camino del justo es rectitud; tú, que eres recto,
pesas el camino
del justo. 8También en el
camino
de tus juicios, oh, Jesús,
te hemos esperado; tu nombre y tu memoria son el deseo de nuestra alma. 9Con
mi alma
te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu
dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego
que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia.
10Se mostrará piedad al
malvado, y no aprenderá
justicia; en tierra de rectitud hará iniquidad, y no
mirará a la majestad de Jesús. 11Jesús, tu mano está alzada, pero ellos no ven;
verán al fin, y se avergonzarán los que envidian a tu pueblo; y a tus enemigos fuego los
consumirá. 12Jesús, tú nos darás paz, porque también hiciste en nosotros
todas nuestras obras.
13Jesús Dios
nuestro, otros señores fuera de ti se han
enseñoreado de nosotros; pero en ti solamente nos acordaremos de tu
nombre.
14Muertos son, no vivirán; han fallecido, no resucitarán; porque los
castigaste, y destruiste y deshiciste todo su recuerdo.
15Aumentaste el pueblo, oh, Jesús,
aumentaste el pueblo;
te hiciste glorioso; ensanchaste todos los confines
de la tierra. 16Jesús, en la tribulación te buscaron;
derramaron oración cuando
los castigaste. 17Como la mujer encinta
cuando se acerca el alumbramiento gime y da gritos en sus dolores, así hemos sido delante de
ti, oh, Jesús. 18Concebimos, tuvimos dolores de parto, dimos a luz viento; ninguna
liberación hicimos en la tierra, ni cayeron los moradores del mundo. 19Tus muertos vivirán;
sus cadáveres
resucitarán. ¡Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas,
y la tierra dará sus muertos. 20Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra
tras ti tus puertas; escóndete un
poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación.
21Porque he aquí que Jesús sale de su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad contra él; y la tierra descubrirá la sangre derramada sobre
ella, y no
encubrirá ya
más a sus muertos. 1En aquel día Jesús castigará con su espada
dura,
grande y fuerte al leviatán serpiente veloz,
y al leviatán
serpiente tortuosa; y matará al
dragón que
está en el mar. 2En aquel día cantad acerca de la viña del vino rojo. 3Yo Jesús la guardo, cada
momento la regaré; la guardaré de noche y de día, para que nadie la dañe. 4No hay enojo en mí. ¿Quién pondrá contra mí en batalla espinos y cardos? Yo los hollaré, los quemaré a una. 5
¿O forzará alguien mi fortaleza? Haga conmigo paz; sí, haga paz conmigo. 6Días vendrán cuando Jacob echará raíces, florecerá y echará
renuevos Israel, y la faz
del mundo
llenará de fruto. 7 ¿Acaso ha sido herido como
quien lo hirió, o ha sido muerto como los que lo mataron? 8Con medida lo
castigarás en sus vástagos. El los remueve con su recio viento en el día del aire solano.
9De esta manera,
pues, será perdonada la iniquidad de Jacob, y este será todo el fruto, la remoción de su pecado;
cuando haga todas las piedras del altar como piedras de cal desmenuzadas, y no se levanten los símbolos de Asera ni las imágenes del sol. 10Porque la ciudad fortificada será desolada, la ciudad habitada será
abandonada y dejada como un desierto; allí pastará el becerro, allí tendrá su majada, y acabará sus ramas.
11Cuando sus
ramas
se sequen,
serán quebradas; mujeres vendrán a
encenderlas; porque aquel no es pueblo de entendimiento; por tanto, su Hacedor no tendrá de él misericordia, ni se
compadecerá de él el que lo formó. 12Acontecerá en aquel día, que trillará
Jesús desde el río Eufrates hasta el torrente de Egipto,
y vosotros, hijos de Israel, seréis
reunidos uno a uno. 13Acontecerá también en aquel día, que se tocará
con gran trompeta,
y vendrán los
que habían sido esparcidos en la tierra de
Asiria, y los que habían sido desterrados a Egipto, y adorarán a Jesús en el monte santo,
en Jerusalén.” (Isa. 24:23; Isa. 25:1-12; Isa. 26:1-21; Isa.
27:1-13)
¿Ay
de aquellos que descienden a Egipto por ayuda, ... y no miran al Santo de
Israel, ni buscan a Jesús, porque cuando Jesús se levante contra la casa de los
malignos, ... y contra el auxilio de los que hacen iniquidad, ... caerá el
ayudador y el ayudado ya que su mano extenderá sobre ellos, ...?
“1
¡Ay de los que
descienden a Egipto por ayuda, y
confían en caballos; y su esperanza ponen en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son valientes; y no miran al Santo de Israel, ¡ni buscan a
Jesús! 2Pero él también es sabio, y traerá el mal, y no retirará sus palabras. Se levantará, pues, contra la casa de los malignos, y contra el
auxilio de los que hacen iniquidad. 3Y los egipcios hombres son, y no Dios; y sus caballos carne, y no espíritu; de manera que al extender Jesús su mano, caerá el ayudador y caerá el ayudado, y todos ellos
desfallecerán a una.” (Isa. 31:1-3)
¿Rebuscarán
como a vid el resto de Israel, ...? debido a que sus oídos son incircuncisos, y
la palabra de Jesús les es vergonzosa y no le aman, ... por tanto la ira de
Jesús caerá sobre sus niños en las calles, ... porque será preso tanto el marido
como la mujer, tanto el viejo como el muy anciano, y sus casas serán
traspasadas a otros, sus heredades y también sus mujeres, porque la mano de
Jesús se extenderá sobre las naciones,
... y desde el más chico de ellos hasta
el más grande, por seguir la avaricia,
... y ser engañadores, .... caerán entre los que caigan debido a que no
supieron avergonzarse?
“9Así dijo Jesús de los ejércitos: Del todo rebuscarán como a vid el resto
de Israel;
vuelve tu mano como vendimiador entre los sarmientos. 10 ¿A
quién hablaré y amonestaré, para que oigan? He aquí que sus oídos son incircuncisos, y no pueden escuchar; he aquí que la palabra de Jesús les es
cosa vergonzosa, no la aman. 11Por tanto, estoy lleno de la ira de Jesús, estoy cansado de contenerme; la derramaré sobre los niños en la calle, y sobre la reunión
de los jóvenes igualmente;
porque será preso tanto el marido como la mujer, tanto el viejo como el muy anciano. 12Y sus casas serán traspasadas a
otros, sus heredades y también sus mujeres; porque extenderé mi mano sobre los moradores de la tierra, dice Jesús. 13Porque desde el más chico de ellos hasta el más grande, cada uno sigue la avaricia; y
desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores. 14Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz,
paz; y no hay paz. 15 ¿Se
han avergonzado de haber hecho abominación? Ciertamente no se han avergonzado,
ni aun saben tener vergüenza; por tanto, caerán entre los que caigan; cuando los
castigue caerán, dice Jesús.” (Jer. 6:9-15)
¿®Jesús
dice que va a destruir por completo todas las cosas sobre la faz de la tierra,
... y cortará a los impíos, y raerá los hombres sobre la faz de la tierra, ...
además dice que extenderá su mano sobre Judá, y sobre todos los habitantes de
Jerusalén, para exterminar el resto de Baal, ... y no se escaparán de su mano
extendida los que se apartaron de Jesús, los que no le buscan, ni le
consultaron?
“2Destruiré por completo todas las cosas de sobre la faz de la
tierra, dice Jesús. 3Destruiré
los hombres y
las bestias;
destruiré las aves del cielo y los peces del mar, y cortaré a los impíos; y raeré a los hombres de sobre la faz de la tierra, dice Jesús. 4Extenderé mi mano sobre Judá, y sobre todos los
habitantes de Jerusalén, y exterminaré de este lugar los restos de Baal, y el nombre de los
ministros idólatras con sus sacerdotes; 5y a los que sobre los terrados se postran al ejército del cielo, y a los que se
postran jurando por Jesús y jurando por Milcom; 6y a los que se apartan de en pos de Jesús, y a los que no
buscaron a Jesús, ni le consultaron.” (Sof. 1:2-6)
¿Sobre quién más se puede extender la mano de Jesús?
“13por tanto, así ha dicho Jesús el
Señor: Yo también extenderé mi mano sobre Edom,
y cortaré de ella hombres y bestias, y
la asolaré; desde Temán hasta Dedán caerán a
espada. 14Y pondré mi
venganza contra Edom en manos de mi pueblo Israel, y harán
en Edom según mi enojo y conforme a mi ira; y conocerán mi venganza, dice Jesús
el Señor.” (Eze. 25:13-14) “15Así ha dicho Jesús el Señor: Por
lo que hicieron los filisteos con venganza, cuando se vengaron con despecho de ánimo, destruyendo
por antiguas enemistades; 16por
tanto, así ha dicho Jesús: He aquí yo extiendo mi mano contra los filisteos,
y cortaré a los cereteos,
y destruiré el resto que queda en la costa del mar.
17Y haré en ellos grandes venganzas con
reprensiones de ira; y sabrán que
yo soy Jesús,
cuando haga mi venganza en ellos.” (Eze. 25:15-17) “1Vino
a mí palabra de Jesús, diciendo: 2Hijo de hombre, pon tu rostro
hacia el monte de Seir, y profetiza contra él, 3y
dile: Así ha dicho Jesús el Señor: He aquí yo estoy contra ti, oh monte de Seir, y
extenderé mi mano contra ti, y te convertiré en desierto y en soledad.
4A tus ciudades asolaré, y tú serás asolado;
y sabrás que yo soy Jesús. 5Por
cuanto tuviste enemistad perpetua, y entregaste a los hijos de Israel al poder de la espada en
el tiempo de su aflicción, en el tiempo extremadamente malo,
6por tanto, vivo yo, dice Jesús el Señor, que a sangre te destinaré, y sangre
te perseguirá; y porque la sangre no aborreciste, sangre te perseguirá. 7Y convertiré
al monte de Seir en desierto y en
soledad, y cortaré de él al que vaya y al que venga. 8Y llenaré sus montes de sus muertos; en tus collados, en tus valles y en
todos tus arroyos, caerán muertos a espada. 9Yo te pondré en asolamiento perpetuo, y tus ciudades nunca más
se restaurarán; y sabréis que yo soy Jesús. 10Por cuanto dijiste: Las dos naciones y las dos tierras serán mías,
y tomaré posesión de ellas; estando allí Jesús;
11por tanto, vivo yo, dice Jesús el Señor, yo haré conforme a tu ira, y
conforme a tu celo con que procediste, a causa de tus enemistades con ellos; y
seré conocido en ellos, cuando te juzgue. 12Y sabrás que yo Jesús he
oído todas tus injurias que proferiste contra los
montes de Israel, diciendo: Destruidos
son, nos han sido dados para que los devoremos. 13Y os
engrandecisteis contra mí con vuestra boca, y multiplicasteis contra mí
vuestras palabras. Yo lo oí. 14Así ha dicho Jesús el Señor: Para que
toda la tierra se regocije, yo te haré una
desolación. 15Como te alegraste sobre la heredad de la casa de Israel, porque fue asolada, así
te haré a ti; asolado será el monte de Seir, y todo Edom, todo él; y sabrán que yo soy Jesús.”
(Eze. 35:1-15)
¿Jesús sobre
quien reina con mano fuerte y brazo extendido y enojo derramado para llevarlos
al desierto de los pueblos y cuál es su finalidad?
“33Vivo yo, dice Jesús el
Señor, que, con mano fuerte y brazo extendido, y enojo derramado, he de
reinar sobre vosotros; 34y os sacaré de entre los pueblos, y os
reuniré de las
tierras en que
estáis esparcidos, con mano fuerte y brazo extendido, y enojo
derramado; 35y os traeré
al desierto de los pueblos, y allí
litigaré con vosotros cara a cara. 36Como
litigué con vuestros padres en el desierto de la tierra de Egipto,
así litigaré con vosotros, dice Jesús el
Señor. 37Os haré pasar bajo la vara, y os haré entrar en los vínculos del pacto;
38y apartaré de entre vosotros a los rebeldes, y a los que se
rebelaron contra mí; de la tierra
de sus peregrinaciones los sacaré, as a la tierra de Israel no entrarán; y
sabréis que yo soy Jesús. 39Y a vosotros, oh casa de Israel, así
ha dicho Jesús
el Señor: Andad cada uno tras sus ídolos, y servidles, si es que a mí no me obedecéis; pero no profanéis más mi
santo nombre
con vuestras ofrendas y con vuestros ídolos.
40Pero en mi santo monte, en el alto monte de Israel, dice
Jesús el Señor, allí me servirá toda la casa de Israel,
toda ella en la
tierra; allí los aceptaré, y allí demandaré vuestras ofrendas, y las
primicias de vuestros dones, con todas vuestras cosas consagradas.
41Como incienso agradable os
aceptaré, cuando os haya sacado de entre los
pueblos, y os
haya congregado de entre las tierras en que estáis esparcidos; y seré santificado en vosotros a los ojos de las naciones. 42Y sabréis que yo soy Jesús,
cuando os haya traído a la tierra de Israel,
la tierra
por la cual alcé mi mano jurando que la daría a vuestros padres.
43Y allí os acordaréis de vuestros caminos,
y de todos vuestros
hechos en que os contaminasteis; y os aborreceréis a vosotros mismos a causa de todos vuestros pecados que cometisteis.
44Y sabréis que yo soy Jesús, cuando haga con vosotros por amor de mi nombre,
no según vuestros caminos malos ni según vuestras perversas obras,
oh casa de Israel,
dice Jesús
el Señor.” (Eze. 20:33-44)
¿Jesús tiende su mano sobre las naciones, ...
para traer en brazos a los hijos de Sion, ... y lamerán el polvo de sus pies y
en aquel tiempo conocerá Sion que los que confían en él no serán avergonzados,
...?
“13Cantad alabanzas, oh cielos, y alégrate, tierra; y prorrumpid en alabanzas, oh montes; porque Jesús ha consolado a su pueblo, y de sus pobres tendrá misericordia. 14pero Sion dijo: Me dejó Jesús, y el Señor se olvidó de mí, ... 22Así dijo Jesús el Señor: He aquí, yo tenderé mi mano a las naciones, y a los pueblos levantaré mi bandera; y traerán en brazos a tus hijos, y tus hijas serán traídas en hombros. 23Reyes serán tus ayos, y sus reinas tus nodrizas; con el rostro inclinado a tierra te adorarán, y lamerán el polvo de tus pies; y conocerás que yo soy Jesús, que no se avergonzarán los que esperan en mí.” (Isa. 49:13-23)
¿Qué Otros movimientos y actividades
pueden hacer las manos de Jesús?
“Reposar
en Sion” (Isa. 24:23; Isa. 25:1-10 en especial Isa. 25:10), “Cubrir a Sion” (Isa.
51:16) o “puede dar de
beber el cáliz de la ira de Jesús” (Isa. 51:17-23). “Puede llevar en espíritu a los hombres y
mostrarles cosas” (Eze. 37:1-14) “Puede redimir a Sion de la mano de sus enemigos” (Miq.
4:10-13) “Descender
acompañado de su brazo” (Isa. 66:10-18 ver, además: Jer. 20:33)
¿La mano de Jesús puede salvar conforme a su
misericordia?
“26Ayúdame,
Jesús
Dios mío; Sálvame
conforme a tu misericordia. 27Y
entiendan que esta es tu mano; Que tú, Jesús, has hecho esto.”
(Sal. 109:26-27 ver también Sal. 119:173-174; Isa. 41:8-13)
Para continuar
viendo otros misterios clic aquí…
INICIO