Todas sus ciudades eran asoladas delante
de Jesús
¿Cuándo Jesús destruye
por completo todas las cosas sobre la faz de la tierra... se ve también que
Jesús extiende su mano sobre Judá y sobre todos los habitantes de Jerusalén y
de este lugar exterminará los restos de Baal, y el nombre de los ministros
idolatras con sus sacerdotes y a los que sobre los terrados se postran al
ejercito del cielo,… a los que se apartan de Jesús y a los que no le
buscan ni le consultan… y castigara a los que saltan la puerta, a los que
llenan la casa de sus señores de robo y engaño… y a los hombres que
reposan como el vino que dicen en su corazón Jesús no hará bien ni mal?
“2Destruiré por
completo todas las cosas de sobre la faz de la
tierra, dice Jesús. 3Destruiré los hombres y las bestias;
destruiré las aves del cielo y los peces del mar, y cortaré a los impíos; y
raeré a los hombres de sobre la faz de la tierra, dice Jesús. 4Extenderé
mi mano
sobre Judá, y sobre todos los
habitantes de Jerusalén, y exterminaré
de este lugar los restos de Baal, y
el nombre de los ministros idólatras con sus sacerdotes;
5y a los que sobre los terrados se postran al ejército
del cielo, y a los que se postran jurando por Jesús y jurando por Milcom; 6y a los que se
apartan de en pos de Jesús, y a los que no
buscaron a Jesús, ni le consultaron.
7Calla en la presencia de Jesús el Señor, porque el día de Jesús está
cercano; porque Jesús ha preparado sacrificio, y ha dispuesto a sus
convidados. 8Y en el día del sacrificio de Jesús castigaré a los príncipes, y a los hijos del
rey, y a todos los que visten vestido extranjero. 9Asimismo castigaré en aquel
día a todos los que saltan la puerta, los que llenan
las casas de sus señores de robo y de engaño.
10Y habrá en aquel día,
dice Jesús, voz de clamor desde la puerta del
Pescado, y aullido desde la segunda
puerta, y gran quebrantamiento desde
los collados. 11Aullad, habitantes
de Mactes,
porque todo el pueblo mercader es destruido; destruidos son todos los que traían dinero. 12Acontecerá
en aquel tiempo que yo escudriñaré a Jerusalén con linterna,
y castigaré a los hombres que reposan tranquilos
como el vino asentado, los cuales dicen en su corazón: Jesús ni hará bien ni hará mal. 13Por
tanto, serán saqueados sus bienes, y sus casas asoladas;
edificarán casas, mas no las habitarán, y
plantarán viñas, mas no beberán el vino de ellas. 14Cercano
está el día grande de Jesús, cercano
y muy próximo; es amarga la voz del día de Jesús; gritará allí el valiente.
15Día
de ira aquel día, día de angustia y de
aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento, 16día
de trompeta y de algazara sobre las ciudades
fortificadas, y sobre las altas
torres.” (Sof. 1:2-15)
¿Cuándo Jesús hace beber la copa del vino de furor
a las naciones que han de beber… y entra a juicio con ellas, entrega los
impíos a la espada... y el mal va de nación en nación... y se cumple los días
de los mayorales del rebaño (de los pastores que son jefes Zac. 10:1-12)... ya
que el ardor de la ira de Jesús asola los pastos de los pastos y de los
mayorales...?
“15Porque así me dijo Jesús Dios de Israel: Toma de mi mano la copa del vino de este furor, y da a beber de él a todas las naciones a las cuales yo te envío. 16Y beberán, y temblarán y enloquecerán, a causa de la espada que yo envío entre ellas. 17Y tomé la copa de la mano de Jesús, y di de beber a todas las naciones, a las cuales me envió Jesús... 26a todos los reyes del norte, los de cerca y los de lejos, los unos con los otros, y a todos los reinos del mundo que están sobre la faz de la tierra; y el rey de Babilonia beberá después de ellos. 27Les dirás, pues: Así ha dicho Jesús de los ejércitos, Dios de Israel: Bebed, y embriagaos, y vomitad, y caed, y no os levantéis, a causa de la espada que yo envío entre vosotros. 28Y si no quieren tomar la copa de tu mano para beber, les dirás tú: Así ha dicho Jesús de los ejércitos: Tenéis que beber. 29Porque he aquí que a la ciudad en la cual es invocado mi nombre yo comienzo a hacer mal; ¿y vosotros seréis absueltos? No seréis absueltos; porque espada traigo sobre todos los moradores de la tierra, dice Jesús de los ejércitos. 30Tú, pues, profetizarás contra ellos todas estas palabras y les dirás: Jesús rugirá desde lo alto, y desde su morada santa dará su voz; rugirá fuertemente contra su morada; canción de lagareros cantará contra todos los moradores de la tierra. 31Llegará el estruendo hasta el fin de la tierra, porque Jesús tiene juicio contra las naciones; él es el Juez de toda carne; entregará los impíos a espada, dice Jesús. 32Así ha dicho Jesús de los ejércitos: He aquí que el mal irá de nación en nación, y grande tempestad se levantará de los fines de la tierra. 33Y yacerán los muertos de Jesús en aquel día desde un extremo de la tierra hasta el otro; no se endecharán ni se recogerán ni serán enterrados; como estiércol quedarán sobre la faz de la tierra. 34Aullad, pastores, y clamad; revolcaos en el polvo, mayorales del rebaño; porque cumplidos son vuestros días para que seáis degollados y esparcidos, y caeréis como vaso precioso. 35Y se acabará la huida de los pastores, y el escape de los mayorales del rebaño. 36¡Voz de la gritería de los pastores, y aullido de los mayorales del rebaño! porque Jesús asoló sus pastos. 37Y los pastos delicados serán destruidos por el ardor de la ira de Jesús. 38Dejó cual leoncillo su guarida; pues asolada fue la tierra de ellos por la ira del opresor, y por el furor de su saña.” (Jer. 25:34-38)