¿Por qué es importante el
juicio de Dios,…?
“9El temor de
Jesús es limpio, que permanece para siempre;
Los juicios de
Jesús son verdad, todos justos.
10Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más
que miel, y
que la que destila del panal. 11Tu
siervo es además amonestado con ellos; En guardarlos hay grande galardón.” (Sal.
17:9-10) Observe que hay gran galardón en que guardemos los
juicios de Dios.
“14Porque no
abandonará Jesús a su pueblo, Ni desamparará su heredad, 15Sino que el juicio será vuelto a la justicia, y en pos de
ella irán todos los rectos de corazón.”
(Sal. 94:14-15)
“52Me acordé, oh Jesús, de tus juicios antiguos, Y me consolé.” (Sal. 119:52)
“3Dichosos los que guardan juicio, los que hacen justicia en todo tiempo.”
(Sal. 106:3) “6Tú, pues, vuélvete a tu Dios; guarda misericordia y juicio, y en tu Dios confía siempre.” (Oseas 12:6)
“5El que guarda el mandamiento no
experimentará mal; y el corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio.”
(Ecle. 8:5)
“17aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda.” (Isa. 1:17)
“27Sion será rescatada con juicio, y los convertidos de ella con justicia.” (Isa. 1:27)
¿Qué acontece cuando en Sion Jesús le llena de juicio y de justicia,…? “3Los pueblos huyeron a la voz del estruendo; las naciones fueron esparcidas al levantarte tú. 4Sus
despojos serán
recogidos como cuando recogen orugas; correrán sobre ellos como de una a otra parte corren las langostas. 5Será
exaltado Jesús, el cual mora en las alturas; llenó a Sion de juicio y de justicia. 6Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y abundancia de salvación; el temor de Jesús será su tesoro.
7He
aquí que sus embajadores darán voces afuera; los mensajeros de paz llorarán amargamente. 8Las calzadas están deshechas,
cesaron los caminantes; ha anulado el pacto, aborreció las ciudades, tuvo en nada a los hombres. 9Se enlutó, enfermó la tierra; el Líbano se avergonzó, y fue
cortado; Sarón
se ha vuelto como desierto, y Basán y el Carmelo fueron sacudidos. 10Ahora me
levantaré, dice Jesús; ahora seré exaltado, ahora seré engrandecido.
11Concebisteis hojarascas, rastrojo daréis a luz; el soplo de vuestro fuego os
consumirá. 12Y los pueblos serán como cal quemada; como espinos cortados serán quemados con fuego. 13Oíd, los que estáis lejos, lo
que he hecho; y vosotros los que estáis cerca, conoced mi poder. 14Los
pecadores se
asombraron en Sion, espanto sobrecogió a los hipócritas. ¿Quién de nosotros morará con el fuego
consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas? 15El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude
sus manos para
no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; 16éste habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras.
7Tus ojos verán al Rey en su hermosura; verán la tierra que está lejos. 18Tu corazón imaginará el espanto, y dirá: ¿Qué es
del escriba? ¿Qué del pesador del tributo? ¿Qué del que pone en lista las casas más
insignes? 19No verás a aquel pueblo orgulloso, pueblo de lengua difícil de entender,
de lengua
tartamuda que no comprendas. 20Mira a Sion, ciudad de nuestras fiestas solemnes; tus ojos verán a Jerusalén, morada de
quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota. 21Porque
ciertamente allí será Jesús para con nosotros fuerte, lugar de ríos, de arroyos muy anchos, por el
cual no andará galera de remos, ni por él pasará gran nave. 22Porque Jesús es nuestro juez, Jesús es nuestro
legislador, Jesús es nuestro Rey; él mismo nos salvará. 23Tus cuerdas se aflojaron; no
afirmaron su mástil, ni entesaron la vela; se repartirá entonces botín
de muchos despojos; los cojos arrebatarán el botín. 24No
dirá el morador:
Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le será perdonada la iniquidad.” (Isa. 33:3-16)
Debido a la importancia que
tienen los juicios de Dios,… Presentamos a los cantores los juicios de Dios,…
El Juicio de Dios
¿Qué son los juicios de Dios,…?
“9El temor de Jesús es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jesús son verdad, todos justos.
10Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más
que miel, y
que la que destila del panal.”
(Sal. 17:9-10) Esto también nos confirma la siguiente
cita:“7También oí a otro, que desde el altar decía:
Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos.” (Apoc. 16:7) ¿Por qué son justos los juicios de Dios,…? “1Después de esto oí
una gran voz
de gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro; 2porque sus juicios son verdaderos y
justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado
la sangre de
sus siervos de
la mano de
ella.” (Apoc. 19:1-2)
“6Tu justicia es como los montes de Dios, Tus juicios, abismo grande. Oh Jesús, al hombre y al animal conservas.”
(Sal. 36:6)
“2Grandes son las obras de Jesús, Buscadas de todos
los que las quieren,…7Las obras de sus manos son verdad y juicio; Fieles son todos sus mandamientos,”
(Sal. 111:2-7)
“75Conozco, oh Jesús,
que tus juicios
son justos, Y
que conforme a tu fidelidad me afligiste.” (Sal. 119:75) veamos otra cita que respalda lo dicho anteriormente: “7Te alabaré con rectitud de corazón cuando aprendiere
tus justos juicios.” (Sal. 119:7) Observe que los juicios de Dios son justos,…
“39Quita de mí el oprobio que he temido,
Porque buenos son tus juicios.”
(Sal. 119:39)
“137Justo eres tú, oh Jesús, y rectos tus juicios.” (Sal. 119:137)
“160La suma de tu palabra es verdad, y eterno es todo juicio de tu justicia.”
(Sal. 119:160) Observe que los juicios de Dios son
eternos,…
¿Qué
características tienen los juicios de Dios,…?
“33¡Oh profundidad de
las riquezas
de la sabiduría
y de la ciencia
de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!” (Rom. 11:33)
“1Por tanto, dejando ya los rudimentos de
la doctrina de
Cristo, vamos adelante a la
perfección; no
echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, 2de la doctrina de bautismos, de la imposición
de manos, de
la resurrección
de los muertos y
del juicio eterno”
(Heb. 6:1-2) El juicio es pacte de la doctrina de Cristo
y sus fundamentos
¿Qué
acontece en el día del juicio con los hombres impíos,…?
“43sabiendo primero
esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres
durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación. 5Estos
ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, 6por
lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua; 7pero los cielos y la tierra que existen ahora,
están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de
los hombres
impíos.” (2Ped. 3:4-7) Observe que los hombres impíos en el día
del juicio son condenados,…
“14De éstos también
profetizó Enoc,
séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, 15para hacer juicio contra todos, y
dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han
hablado contra él. 16Estos son murmuradores, querellosos,
que andan según sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho.” (Judas 1:14-16) Observe que en el juicio son manifiestas las obras de los impíos,…
¿Qué acontece con Babilonia cuando es juzgada,…?
“2Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho
habitación de demonios y guarida de todo espíritu
inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible.
3Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido
de la potencia
de sus deleites. 4Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de
ella, pueblo
mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte
de sus plagas;
5porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades. 6Dadle a ella como ella os ha
dado, y pagadle doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella
el doble.
7Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada
como reina, y
no soy viuda,
y no veré llanto; 8por lo cual en un solo día
vendrán sus plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque poderoso es Dios
el Señor, que la juzga. 9Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con
ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su incendio,
10parándose lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay, de la gran
ciudad de Babilonia, la ciudad fuerte; porque en
una hora vino
tu juicio!”
(Apoc. 18:2-10)
¿Qué acontece cuando las naciones son juzgadas por el REY DE
REYES Y SEÑOR DE SEÑORES?
“11Entonces vi el cielo abierto; y he
aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia
juzga y pelea. 12Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno
conocía sino él mismo. 13Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS.
14Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. 15De
su boca sale
una espada
aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. 16Y
en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. 17Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz,
diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios,
18para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes. 19Y vi a la
bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para
guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. 20Y la bestia fue apresada, y con
ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales
había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. 21Y
los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.” (Apoc. 19:11-21)
¿Qué
acontece si los juicios son dados al rey y al hijo del rey,…?
“1Oh Dios, da tus juicios al rey, y tu justicia al hijo del rey. 2El
juzgará a tu pueblo con justicia, y a tus afligidos con juicio. 3Los montes llevarán paz al pueblo, y los collados justicia. 4Juzgará a los afligidos del pueblo, salvará a los hijos del menesteroso, y
aplastará al opresor. 5Te temerán mientras duren el sol y la luna, de generación en
generación. 6Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada; Como el rocío que destila sobre la tierra. 7Florecerá en sus días justicia, y
muchedumbre de paz, hasta que no haya luna. 8Dominará de mar a mar, Y desde el río hasta los confines de la tierra. 9Ante él se postrará los moradores del desierto, y sus enemigos lamerán el polvo. 10Los reyes de Tarsis y de las costas traerán
presentes; Los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones. 11Todos los reyes se postrarán
delante de él;
Todas las naciones le servirán. 12Porque él librará al menesteroso que clamare,
y al afligido
que no tuviere quien le socorra. 13Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso, y salvará
la vida de los pobres. 14De engaño y de violencia redimirá sus almas, y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos. 15Vivirá,
y se le dará del oro de Sabá, Y se orará por él continuamente; Todo el día se le bendecirá. 16Será echado un puñado de grano en la tierra, en las cumbres
de los montes;
Su fruto
hará ruido como el Líbano, y los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra. 17Será su nombre para siempre, Se perpetuará su nombre mientras dure el sol. Benditas serán en
él todas las naciones; Lo llamarán bienaventurado. 18Bendito Jesús
Dios, el Dios de Israel, El único que hace maravillas. 19Bendito su nombre glorioso para
siempre, y toda la tierra sea llena de su gloria. Amén y Amén. 20Aquí terminan
las oraciones
de David, hijo de Isaí.” (Sal. 71:1-19)
¿Qué
acontece cuando un rey reina un rey y príncipes presiden en juicio,…? “1He aquí que para justicia reinará un rey, y príncipes presidirán
en juicio.
2Y será aquel varón como escondedero contra el viento, y como refugio contra el turbión; como arroyos de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa. 3No se ofuscarán
entonces los ojos de los que ven, y los oídos de los oyentes oirán atentos. 4Y
el corazón de
los necios
entenderá para saber, y la lengua de los tartamudos hablará rápida y claramente. 5El
ruin nunca más
será llamado generoso, ni el tramposo será llamado espléndido. 6Porque
el ruin
hablará ruindades, y su corazón fabricará iniquidad, para cometer impiedad y para hablar
escarnio contra Jesús, dejando vacía el alma hambrienta, y quitando la bebida al sediento. 7Las armas del tramposo son malas; trama
intrigas inicuas para enredar a los simples con palabras mentirosas, y para hablar en juicio contra el pobre. 8Pero
el generoso pensará generosidades, y por generosidades será exaltado.”
(Isa. 32:1-8)
¿Qué
acontece cuando viene el juicio de Dios,…?
¿Qué se predica cuando llega el juicio de Dios,…? “6Vi volar por en medio
del cielo a
otro ángel,
que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, 7diciendo
a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.” (Apoc. 14:6)
¿Quién
ha caído cuando viene el juicio,..? “8Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación.”
(Apoc. 14:8) ¿En cuánto tiempo viene el juicio a la gran
ciudad de Babilonia,…? “10parándose lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad fuerte; porque en una hora vino tu juicio!” (Apoc.
19:10)
¿Quién
bebe la copa de la ira de Dios y es atormentado por fuego en el día del
juicio,…? “9Y el tercer ángel los siguió, diciendo
a gran voz: Si
alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, 10él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado
puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; 11y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba
la marca de su
nombre.” (Apoc. 14:9-11)
¿Qué acontece
cuando el juicio vuelva a la justicia,…?
“14Porque no
abandonará Jesús a su pueblo, Ni desamparará su heredad, 15Sino que el juicio será vuelto a la justicia, y en pos de
ella irán todos los rectos de corazón.”
(Sal. 94:14-15)
¿Qué acontece
con los enemigos de Dios debido a que los cimientos del trono de Dios son
justicia y juicio y él es el que reina,…?
“1Jesús reina; regocíjese la tierra, Alégrense las muchas costas. 2Nubes y oscuridad alrededor de él; Justicia y juicio son el cimiento de su trono. 3Fuego irá delante de él, y abrasará a sus enemigos
alrededor. 4Sus relámpagos alumbraron el
mundo; La tierra vio y se
estremeció. 5Los montes se derritieron como cera delante de Jesús, delante del Señor de toda la tierra.” (Sal. 97:1-5)
¿Qué acontece al justo en el juicio,…?
“15Alegría es para el justo el hacer juicio; Mas destrucción a los que hacen iniquidad.” (Prov. 21:15)
¿Qué
acontece a Edom y el pueblo anatema,… en juicio en el día de venganza de
Jesús,…?
“5Porque en los cielos se embriagará mi espada; he aquí que
descenderá sobre Edom en juicio, y sobre el pueblo de mi anatema. 6Llena está de sangre la espada de Jesús, engrasada está de grosura, de sangre de corderos y de machos cabríos, de grosura
de riñones de carneros; porque Jesús tiene sacrificios en
Bosra, y
grande matanza
en tierra de Edom. 7Y
con ellos caerán búfalos, y toros con becerros; y su tierra se embriagará de sangre, y su polvo se engrasará de grosura. 8Porque
es día de
venganza de Jesús, año de retribuciones en el pleito de Sion.
” (Isa. 34:5-8)
¿Qué
acontece a los que conocen los caminos de Dios y los juicios de Jesús,… pero
quiebran el yugo,… que podemos hacer para no ser castigados como ellos,…?
“4Pero yo dije:
Ciertamente éstos son pobres, han enloquecido, pues no conocen el camino de Jesús, el juicio de su Dios. 5Iré
a los grandes, y les hablaré; porque ellos conocen el camino de Jesús, el juicio de su Dios. Pero ellos también
quebraron el yugo, rompieron las coyundas. 6Por tanto, el león de la selva los matará, los
destruirá el lobo del desierto, el leopardo acechará sus ciudades; cualquiera que de ellas saliere será arrebatado; porque
sus rebeliones
se han multiplicado, se han aumentado sus deslealtades. 7¿Cómo te he de perdonar por esto? Sus hijos me dejaron, y juraron
por lo que no es Dios. Los sacié, y adulteraron, y en casa de rameras se juntaron en
compañías. 8Como caballos bien alimentados, cada cual relinchaba tras la mujer de su prójimo.
9¿No había de castigar esto? dijo Jesús. De una nación como esta, ¿no se había de vengar mi alma? 10Escalad
sus muros y
destruid, pero no del todo; quitad las almenas de sus muros, porque no son de Jesús. 11Porque resueltamente se
rebelaron contra mí la casa de Israel y la casa de Judá, dice Jesús. 12Negaron a Jesús, y dijeron: El no
es, y no vendrá mal sobre nosotros, ni veremos espada ni hambre; 13antes los profetas serán como viento, porque no hay en
ellos palabra; así se hará a ellos. 14Por tanto, así
ha dicho Jesús
Dios de los ejércitos: Porque dijeron esta palabra, he aquí yo pongo mis palabras en tu boca por fuego, y a este pueblo por leña, y los consumirá. 15He
aquí yo traigo sobre vosotros gente de lejos, oh casa de
Israel, dice Jesús; gente robusta, gente antigua, gente cuya lengua ignorarás, y no entenderás lo que hablare. 16Su
aljaba como sepulcro abierto, todos valientes. 17Y
comerá tu mies
y tu pan,
comerá a tus hijos y a tus hijas; comerá tus ovejas y tus vacas, comerá tus viñas y tus higueras, y a espada convertirá en nada tus ciudades
fortificadas en que confías. 18No obstante, en aquellos días, dice Jesús, no os destruiré del
todo. 19Y cuando dijeren: ¿Por qué Jesús el Dios nuestro hizo
con nosotros todas
estas cosas?,
entonces les dirás: De la manera que me dejasteis a mí, y servisteis a dioses ajenos en vuestra tierra, así serviréis a extraños en tierra ajena. 20Anunciad esto en la casa de Jacob, y haced que esto se oiga en Judá, diciendo: 21Oíd
ahora esto, pueblo necio y sin corazón, que tiene ojos y no ve, que tiene oídos y no oye: 22¿A mí no me temeréis? dice Jesús. ¿No os
amedrentaréis ante mí, que puse arena por término al mar, por ordenación eterna la cual no
quebrantará? Se levantarán tempestades, mas no prevalecerán; bramarán sus ondas, mas no lo pasarán.
23No obstante, este pueblo tiene corazón falso y rebelde; se apartaron y se fueron. 24Y
no dijeron en su corazón: Temamos ahora a Jesús Dios nuestro, que da lluvia temprana y tardía en su tiempo, y nos guarda los tiempos establecidos de la siega. 25Vuestras iniquidades han estorbado
estas cosas, y
vuestros pecados apartaron de vosotros el bien.”
(Jer. 5:4-25)
¿Qué ocasiona el esperar
los juicios de Dios en todo tiempo,…?
“20Quebrantada está mi alma de desear tus juicios en todo tiempo.”
(Sal. 119:20)
¿Qué
ocasiona a Moab cuando juicio llega sobre él,… y por qué su brazo es
quebrado,…?
“21Vino juicio sobre la tierra de la llanura; sobre
Holón, sobre Jahaza, sobre Mefaat, 22sobre
Dibón, sobre Nebo, sobre Bet-diblataim, 23sobre Quiriataim, sobre Bet-gamul, sobre Bet-meón, 24sobre
Queriot, sobre
Bosra y sobre
todas las ciudades de tierra de Moab, las de lejos y las de cerca. 25Cortado
es el poder de Moab, y su brazo quebrantado, dice Jesús. 26Embriagadle, porque contra Jesús se engrandeció; y
revuélquese Moab sobre su vómito, y sea también él por motivo de escarnio.
27¿Y no te fue a ti Israel por motivo de escarnio, como si lo tomaran entre ladrones? Porque cuando de
él hablaste, tú
te has burlado. 28Abandonad las ciudades y habitad en peñascos, oh moradores de Moab, y sed como la paloma que hace nido en la boca de la caverna. 29Hemos
oído la soberbia de Moab,
que es muy soberbio, arrogante, orgulloso, altivo y altanero de corazón. 30Yo
conozco, dice Jesús, su cólera, pero no tendrá efecto; sus jactancias no le
aprovecharán. 31Por tanto, yo aullaré sobre Moab; sobre todo Moab haré clamor, y sobre
los hombres de Kir-hares gemiré. 32Con llanto de Jazer lloraré por ti, oh vid
de Sibma; tus
sarmientos pasaron el mar, llegaron hasta el mar de Jazer; sobre tu cosecha y sobre tu vendimia vino el destruidor. 33Y será cortada la alegría y el regocijo de
los campos fértiles, de la tierra de Moab; y de los lagares haré que falte el vino; no pisarán con canción; la canción no será
canción. 34El clamor de
Hesbón llega
hasta Eleale;
hasta Jahaza
dieron su voz; desde Zoar hasta Horonaim, becerra de tres años; porque también las aguas de Nimrim serán destruidas.
35Y exterminaré de Moab, dice Jesús, a quien sacrifique sobre los lugares altos, y a quien
ofrezca incienso a sus dioses. 36Por tanto, mi corazón resonará como flautas por causa de Moab, asimismo resonará mi corazón a modo de flautas por los hombres de Kir-hares; porque perecieron
las riquezas
que habían hecho. 37Porque toda cabeza será rapada, y toda barba raída; sobre toda mano habrá rasguños, y cilicio sobre todo lomo. 38Sobre
todos los terrados de Moab, y en sus calles, todo él será llanto; porque yo quebranté a Moab como a vasija que no agrada, dice
Jesús. 39¡Lamentad! ¡Cómo ha sido quebrantado!
¡Cómo volvió la espalda Moab, y fue avergonzado! Fue Moab objeto de escarnio y de espanto a todos los que están en
sus alrededores. 40Porque así ha dicho Jesús: He aquí que como águila volará, y extenderá
sus alas
contra Moab.
41Tomadas serán las ciudades, y tomadas serán las fortalezas; y será aquel día el corazón de los valientes de Moab como el corazón de mujer en angustias. 42Y Moab será destruido hasta dejar
de ser pueblo,
porque se engrandeció contra Jesús. 43Miedo y hoyo y lazo contra ti, oh morador
de Moab, dice Jesús. 44El
que huyere del miedo caerá en el hoyo, y el que saliere del hoyo será preso en el lazo; porque yo traeré sobre él, sobre Moab, el año de su castigo, dice Jesús. 45A la sombra de Hesbón se pararon sin fuerzas los que huían; mas salió fuego
de Hesbón [El sabio,…], y llama de en
medio de Sehón [El Dios
de Hesbón], y quemó el
rincón de Moab, y la coronilla
de los hijos revoltosos.
46¡Ay de ti, Moab! pereció el pueblo de Quemos; porque tus hijos fueron puestos presos para cautividad, y tus hijas para cautiverio.
47Pero haré volver a los cautivos de Moab en lo postrero
de los tiempos, dice Jesús.
Hasta aquí es el juicio de Moab.” (Jer. 48:21-47)
¿Qué le
acontece a Babilonia cundo llega su juicio al cielo,… y por que causa es
juzgada,…?
“6Huid de en medio de Babilonia, y librad cada
uno su vida,
para que no perezcáis a causa de su maldad; porque el tiempo es de venganza de Jesús; le dará su pago. 7Copa de oro fue Babilonia en la mano de Jesús, que embriagó a toda
la tierra; de
su vino
bebieron los pueblos; se aturdieron, por tanto, las naciones. 8En
un momento cayó Babilonia, y se despedazó; gemid sobre ella; tomad bálsamo para su dolor, quizá sane.
9Curamos a Babilonia, y no ha sanado; dejadla, y vámonos cada uno a su tierra; porque ha llegado
hasta el cielo
su juicio, y
se ha alzado hasta las nubes. 10Jesús sacó a luz nuestras justicias;
venid, y contemos en Sion la obra de Jesús nuestro Dios. 11Limpiad las saetas, embrazad los escudos; ha despertado Jesús el espíritu de los reyes de Media; porque contra Babilonia es su pensamiento
para destruirla; porque venganza es de Jesús, y venganza de su templo. 12Levantad bandera sobre los muros de Babilonia, reforzad la
guardia, poned centinelas, disponed celadas; porque deliberó Jesús, y aun pondrá en
efecto lo que ha dicho contra los moradores de Babilonia. 13Tú, la que moras entre muchas
aguas, rica en
tesoros, ha
venido tu fin,
la medida de tu codicia. 14Jesús de los ejércitos juró por sí mismo, diciendo: Yo te llenaré
de hombres
como de langostas, y levantarán contra ti gritería,… 24Y
pagaré a Babilonia y a todos los moradores de Caldea, todo el mal que ellos hicieron en Sion delante de vuestros ojos, dice Jesús. 25He
aquí yo estoy contra ti, oh monte destruidor, dice Jesús, que destruiste toda la tierra; y extenderé mi mano contra ti, y te haré rodar de las peñas, y te reduciré a monte quemado. 26Y nadie tomará de ti piedra para esquina, ni piedra para cimiento;
porque perpetuo asolamiento serás, ha dicho Jesús. 27Alzad bandera en la tierra, tocad trompeta en las naciones, preparad pueblos contra ella; juntad
contra ella los reinos de Ararat, de Mini y de Askenaz; señalad contra ella capitán, haced subir caballos como langostas erizadas. 28Preparad contra ella naciones; los reyes de Media, sus capitanes y todos sus príncipes, y todo
territorio de su dominio. 29Temblará la tierra, y se afligirá;
porque es confirmado contra Babilonia todo el pensamiento de Jesús, para poner la tierra de Babilonia en soledad, para que no haya morador en ella.
30Los valientes de Babilonia dejaron de pelear, se encerraron en sus fortalezas; les faltaron
las fuerzas,
se volvieron como mujeres; incendiadas están sus casas, rotos sus cerrojos. 31Correo se encontrará con
correo, mensajero se encontrará con mensajero, para anunciar al rey de Babilonia que su ciudad es tomada por todas partes. 32Los
vados fueron
tomados, y los baluartes quemados a fuego, y se consternaron los hombres
de guerra. 33Porque así ha dicho Jesús de los ejércitos, Dios de Israel: La hija de Babilonia es como
una era cuando está de trillar; de aquí a poco le vendrá el tiempo de la siega. 34Me
devoró, me desmenuzó Nabucodonosor rey de Babilonia, y me dejó como vaso vacío; me tragó como dragón, llenó su vientre de mis delicadezas,
y me echó fuera. 35Sobre Babilonia caiga la violencia hecha a mí y a mi
carne, dirá la
moradora de Sion; y mi sangre caiga sobre los moradores de Caldea, dirá Jerusalén. 36Por
tanto, así ha dicho Jesús: He aquí que yo juzgo tu causa y haré tu venganza; y secaré su mar, y haré que su corriente quede seca. 37Y será Babilonia montones de ruinas, morada de chacales, espanto y burla,
sin morador. 38Todos a una rugirán como leones; como cachorros de leones gruñirán.
39En medio de su calor les pondré banquetes, y haré que se embriaguen, para que se alegren, y duerman
eterno sueño y
no despierten, dice Jesús. 40Los haré traer como corderos al matadero, como carneros y machos cabríos. 41¡Cómo
fue apresada Babilonia, y fue tomada la que era alabada por toda la tierra! ¡Cómo vino a ser Babilonia objeto de espanto entre las naciones! 42Subió el mar sobre Babilonia; de la multitud
de sus olas
fue cubierta. 43Sus ciudades fueron asoladas, la tierra seca y desierta, tierra en que no morará nadie, ni pasará por ella hijo de hombre. 44Y
juzgaré a Bel en
Babilonia, y
sacaré de su boca lo que se ha tragado; y no vendrán más naciones a él, y el muro de Babilonia caerá. 45Salid
de en medio de ella, pueblo mío, y salvad cada uno su vida del ardor de la ira de Jesús. 46Y no desmaye vuestro corazón, ni temáis a causa
del rumor que
se oirá por la tierra; en un año vendrá el rumor, y después en otro año rumor, y habrá violencia en la tierra, dominador contra dominador. 47Por
tanto, he aquí vienen días en que yo destruiré los ídolos de Babilonia, y toda su tierra será avergonzada, y todos sus muertos caerán en medio de
ella. 48Los cielos y la tierra y todo lo que está en ellos cantarán de gozo sobre Babilonia; porque del norte vendrán contra ella
destruidores, dice Jesús. 49Por los muertos de Israel caerá Babilonia, como por Babilonia cayeron los
muertos de toda la tierra. 50Los
que escapasteis de la espada, andad, no os detengáis; acordaos por muchos días de Jesús, y acordaos de Jerusalén. 51Estamos
avergonzados, porque oímos la afrenta; la confusión cubrió nuestros rostros, porque vinieron extranjeros contra los santuarios de la casa de Jesús. 52Por
tanto, vienen días, dice Jesús, en que yo destruiré sus ídolos, y en toda su tierra gemirán los heridos. 53Aunque
suba Babilonia
hasta el cielo,
y se fortifique en las alturas, de mí vendrán a ella destruidores, dice Jesús. 54¡Oyese
el clamor de Babilonia, y el gran quebrantamiento de la tierra de los caldeos! 55Porque
Jesús
destruirá a Babilonia, y quitará de ella la mucha jactancia; y bramarán sus olas, y como sonido de muchas aguas será la voz de ellos. 56Porque vino
destruidor contra ella, contra Babilonia, y sus valientes fueron apresados; el arco de ellos fue quebrado; porque Jesús, Dios de retribuciones,
dará la paga. 57Y embriagaré a sus príncipes y a sus sabios, a sus capitanes, a sus nobles y a sus fuertes; y
dormirán sueño
eterno y no despertarán, dice el Rey, cuyo nombre es Jesús de los ejércitos. 58Así ha dicho Jesús de los ejércitos: El
muro ancho de Babilonia será derribado
enteramente, y sus altas puertas serán quemadas a fuego; en vano trabajaron los pueblos, y las naciones se cansaron sólo para el fuego.” (Jer.
51:6-49)
¿Qué acontece a la casa de Israel en juicio,… por no andar en los estatutos
de Jesús, ni obedecido los decretos de Jesús y hacer las costumbres de las
naciones que les rodean,…?
“5Y vino sobre mí el Espíritu de Jesús, y me dijo: Di: Así
ha dicho Jesús:
Así habéis hablado, oh casa de Israel, y las cosas que suben a vuestro espíritu, yo las he entendido. 6Habéis
multiplicado vuestros muertos en esta ciudad, y habéis llenado de muertos sus calles. 7Por tanto, así ha dicho Jesús el Señor: Vuestros muertos que habéis puesto
en medio de ella, ellos son la carne, y ella es la olla; mas yo os sacaré a vosotros de en medio de ella. 8Espada habéis temido, y espada traeré sobre vosotros, dice Jesús el Señor. 9Y
os sacaré de en medio de ella, y os entregaré en manos de extraños, y haré juicios entre vosotros. 10A espada caeréis; en los límites de Israel os juzgaré, y
sabréis que yo soy Jesús. 11La ciudad no os será por olla, ni vosotros seréis en
medio de ella la carne; en los límites de Israel os juzgaré. 12Y sabréis que yo
soy Jesús;
porque no habéis andado en mis estatutos, ni habéis obedecido mis decretos, sino según las costumbres de las naciones que os rodean
habéis hecho.” (Eze. 11:5-12)
¿Qué juicio pronuncio
Jesús contra la hija de su pueblo y a Jerusalén,… cuando viene viento seco de
las alturas del desierto,… y que acontecerá con los cielos y la tierra en
aquellos días,…?
“11En aquel tiempo se dirá a este pueblo y a Jerusalén: Viento seco de las alturas del desierto vino a
la hija de mi pueblo, no para aventar, ni
para limpiar.
12Viento más vehemente que este vendrá a mí; y ahora yo pronunciaré juicios contra ellos. 13He
aquí que subirá como nube, y su carro como torbellino; más ligeros son sus caballos que las águilas. ¡Ay de nosotros, porque entregados somos a despojo! 14Lava
tu corazón de maldad, oh Jerusalén, para que seas
salva. ¿Hasta cuándo permitirás en medio de ti los pensamientos de iniquidad? 15Porque
una voz trae
las nuevas desde Dan, y hace oír la calamidad desde el monte de Efraín.
16Decid a las naciones: He aquí, haced oír sobre Jerusalén: Guardas vienen de tierra lejana, y lanzarán su voz contra las ciudades de Judá. 17Como guardas de campo estuvieron en
derredor de ella, porque se rebeló contra mí, dice Jesús. 18Tu
camino y tus obras te hicieron esto;
esta es tu maldad, por lo cual amargura penetrará hasta tu corazón. 19¡Mis entrañas, mis entrañas! Me duelen las fibras de mi corazón; mi corazón se agita dentro de mí; no callaré; porque sonido de trompeta has oído, oh alma
mía, pregón de guerra. 20Quebrantamiento sobre
quebrantamiento es anunciado; porque toda la tierra es destruida; de repente son destruidas mis tiendas, en un momento mis cortinas. 21¿Hasta
cuándo he de ver bandera, he de oír sonido de trompeta? 22Porque mi pueblo es necio, no me
conocieron; son hijos ignorantes y no son entendidos; sabios para hacer el mal, pero hacer el bien no
supieron. 23Miré a la tierra, y he aquí que estaba asolada y
vacía; y a los cielos, y no había en ellos luz. 24Miré a los montes, y he aquí que
temblaban, y todos los collados fueron destruidos. 25Miré, y no
había hombre,
y todas las aves del cielo se habían ido. 26Miré, y he aquí el
campo fértil
era un desierto,
y todas sus ciudades eran asoladas delante de Jesús, delante del ardor de su ira. 27Porque
así dijo Jesús:
Toda la tierra
será asolada; pero no la destruiré del todo. 28Por
esto se enlutará la tierra, y los cielos arriba se oscurecerán, porque hablé, lo pensé, y no me
arrepentí, ni desistiré de ello. 29Al estruendo de
la gente de a caballo y de los flecheros huyó toda la ciudad; entraron en las
espesuras de los bosques, y subieron a los peñascos; todas las ciudades fueron abandonadas, y no quedó en ellas morador alguno.
30Y tú, destruida, ¿qué harás? Aunque te vistas de grana, aunque te adornes
con atavíos de
oro, aunque
pintes con antimonio tus ojos, en vano te engalanas; te menospreciarán tus amantes, buscarán tu vida. 31Porque
oí una voz
como de mujer
que está de parto, angustia como de primeriza; voz de la hija de Sion que lamenta y
extiende sus manos, diciendo: ¡Ay ahora de mí! que mi alma desmaya a causa de
los asesinos.” (Jer. 4:11-31)
¿Qué
puede ocasionar los juicios de Dios,…?
“119Como escorias hiciste consumir a
todos los impíos de la tierra; Por tanto, yo he amado tus testimonios. 120Mi carne se ha estremecido por temor de ti, y de tus juicios tengo miedo.” (Sal. 119:119-120)
“175Viva mi alma y te alabe, y tus juicios me ayuden.” (Sal. 119:175) Observe
que los juicios de Dios pueden dar ayuda,…
¿Cuándo
hay juicios de Dios en la tierra los moradores de la tierra aprenden
justicia,…? “9Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me
dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia. 10Se
mostrará piedad
al malvado, y
no aprenderá justicia; en tierra de rectitud hará iniquidad, y no mirará a la majestad de Jesús. 11Jesús, tu mano está alzada, pero
ellos no ven; verán al fin, y se avergonzarán los que envidian a tu pueblo; y a tus enemigos fuego los
consumirá.” (Isa. 26:9-11)
¿Qué
pasa cuando Jesús ajusta el juicio a cordel,…? “16por tanto, Jesús el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada,
angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure. 17Y
ajustaré el juicio a cordel, y a nivel la justicia; y granizo barrerá el refugio de la mentira, y aguas arrollarán el escondrijo. 18Y
será anulado vuestro pacto con la muerte, y vuestro convenio con el Seol no será firme; cuando pase el turbión del azote, seréis de él
pisoteados. 19Luego que comience a pasar, él os arrebatará; porque de
mañana en mañana pasará, de día y de noche; y será ciertamente
espanto el entender lo oído. 20La cama será corta para poder
estirarse, y la manta estrecha para poder envolverse. 21Porque
Jesús se
levantará como en el monte Perazim, como en el valle de Gabaón se enojará; para hacer su obra, su extraña obra, y para hacer su operación, su extraña operación. 22Ahora,
pues, no os burléis, para que no se aprieten más vuestras ataduras; porque destrucción
ya determinada sobre toda la tierra he oído del Señor, Jesús de los ejércitos. 23Estad atentos, y oíd mi voz; atended, y oíd mi
dicho. 24El que ara para sembrar, ¿arará todo el día? ¿Romperá y quebrará los terrones de la tierra? 25Cuando
ha igualado su superficie, ¿no derrama el eneldo, siembra el comino, pone el trigo en hileras, y la cebada en el lugar señalado, y la avena en su borde apropiado? 26Porque
su Dios le
instruye, y le enseña lo recto; 27que el eneldo no se trilla con trillo, ni sobre el comino se pasa rueda de carreta; sino que con un palo se sacude el eneldo, y el comino con una vara. 28El
grano se trilla;
pero no lo trillará para siempre, ni lo comprime con la rueda de su carreta, ni lo quebranta
con los dientes
de su trillo.
29También esto salió de Jesús de los ejércitos, para hacer maravilloso el consejo y engrandecer la sabiduría.”
(Isa. 28:16-29)
¿Qué juicio esta decretado para los reyes de los pueblos,…?
“4Porque Jesús tiene contentamiento
en su pueblo;
Hermoseará a los humildes con la salvación. 5Regocíjense los santos por su gloria, y canten aun sobre
sus camas. 6Exalten
a Dios con sus
gargantas, y espadas de dos filos en sus manos, 7Para
ejecutar venganza entre las naciones, y castigo entre los pueblos; 8Para aprisionar a sus reyes con grillos, Y a sus nobles con cadenas de hierro; 9Para
ejecutar en ellos el juicio decretado; Gloria será esto para todos sus santos. Aleluya.” (Sal.
149:4-9)
¿Qué puede ocasionar los juicios de Dios en los hombres,…?
“75Conozco,
oh Jesús, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.” (Sal. 119:75)
“149Oye mi voz
conforme a tu misericordia; Oh Jesús, vivifícame conforme a tu juicio.”
(Sal. 119:149) “156Muchas son tus misericordias, oh Jesús; Vivifícame conforme
a tus juicios.” (Sal. 119:156)
¿Qué le causa a la hija de Sion los juicios de Dios,…?
“9Nos acordamos
de tu misericordia, oh Dios, En medio de tu templo. 10Conforme a tu nombre, oh Dios, Así es tu loor hasta los fines de la tierra; De justicia está llena tu diestra. 11Se
alegrará el monte de Sion; Se gozarán las hijas de Judá por tus juicios. 12Andad alrededor de Sion, y rodeadla; Contad
sus torres.
13Considerad atentamente su antemuro, mirad sus palacios; para que lo contéis a la generación venidera. 14Porque
este Dios
es Dios nuestro
eternamente y para siempre; El nos guiará aun más allá de la muerte.” (Sal. 48:9-10) ¿Por qué
la hija de Judá que es Sion los juicios de Dios le causa alegría,…? “1Jesús reina; regocíjese la tierra, Alégrense las muchas costas. 2Nubes y oscuridad alrededor de él; Justicia y juicio son el cimiento de su trono. 3Fuego irá delante de él, y abrasará a sus enemigos
alrededor. 4Sus relámpagos alumbraron el
mundo; La tierra vio y se
estremeció. 5Los montes se derritieron como cera delante de Jesús, delante del Señor de toda la tierra. 6Los cielos anunciaron su justicia, y todos los pueblos vieron su gloria. 7Averguéncense
todos los que sirven a las imágenes de talla, los que se glorían en los ídolos. Póstrense a él
todos los dioses. 8Oyó Sion, y se alegró; Y las hijas de Judá, Oh Jesús, se gozaron por
tus juicios.
9Porque tú, Jesús, eres excelso sobre toda la tierra; Eres muy
exaltado sobre todos los dioses. 10Los
que amáis a
Jesús,
aborreced el mal; El guarda las almas de sus santos; De mano de los impíos los libra. 11Luz está sembrada para el justo, y alegría para los rectos de corazón. 12Alegraos, justos, en Jesús, Y alabad la memoria de su santidad.” (Sal. 97:1-12)
¿Qué trato tienen las ovejas en el juicio,… pero que pasará
con los ojos de los altivos,… y los campos de los ricos,…?
“15Y el hombre será humillado, y el varón será abatido, y serán bajados los ojos de los altivos.
16Pero Jesús de los ejércitos será exaltado en juicio, y el Dios Santo será santificado con justicia. 17Y los corderos serán apacentados
según su costumbre; y extraños devorarán los campos desolados de los ricos.”
(Isa. 5:15-17)
¿Qué les causa el juicio a los que hacen iniquidad,…?
“15Alegría es para el justo el hacer juicio; Mas destrucción a los que hacen iniquidad.” (Prov. 21:15)
¿Qué les dice Jesús cuando entra en juicio con las costas y los pueblos,…
y que les causa temor,…?
“1Escuchadme, costas, y esfuércense los pueblos; acérquense, y entonces hablen; estemos juntamente a juicio. 2¿Quién
despertó del oriente al justo, lo llamó para que le siguiese, entregó delante de él naciones, y le hizo
enseñorear de reyes; los entregó a su espada como polvo, como hojarasca que su arco arrebata? 3Los siguió, pasó en paz por camino por donde sus pies nunca habían entrado.
4¿Quién hizo y realizó esto? ¿Quién llama las generaciones desde el principio? Yo Jesús, el primero, y yo
mismo con los postreros. 5Las costas vieron, y tuvieron temor; los confines de la tierra se espantaron; se
congregaron, y vinieron. 6Cada cual ayudó a su vecino, y a su hermano dijo: Esfuérzate.
7El carpintero animó al platero, y el que alisaba con martillo al que batía en el yunque, diciendo: Buena está
la soldadura;
y lo afirmó con clavos, para que no se moviese. 8Pero
tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí,
descendencia de Abraham mi amigo. 9Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y
te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché. 10No
temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo;
siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. 11He
aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada
y perecerán los que contienden contigo. 12Buscarás
a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como
cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra. 13Porque yo Jesús soy tu Dios, quien te sostiene de
tu mano derecha,
y te dice: No temas, yo te ayudo. 14No
temas, gusano
de Jacob, oh vosotros los pocos de Israel; yo soy tu socorro,
dice Jesús;
el Santo de Israel es tu Redentor.
15He aquí que yo te he puesto por trillo,
trillo nuevo, lleno de dientes; trillarás montes y los molerás, y
collados reducirás a tamo. 16Los aventarás, y los
llevará el viento, y los esparcirá el torbellino; pero tú te regocijarás en Jesús, te gloriarás en el Santo de Israel,… 21Alegad por
vuestra causa, dice Jesús; presentad vuestras pruebas, dice el Rey de Jacob. 22Traigan,
anúnciennos lo que ha de venir; dígannos lo que ha pasado desde el principio, y pondremos
nuestro corazón
en ello; sepamos también su postrimería, y hacednos entender lo que ha de
venir. 23Dadnos nuevas de lo que ha de ser después,
para que sepamos que vosotros sois dioses; o a lo menos haced bien, o mal, para que tengamos qué
contar, y juntamente nos maravillemos. 24He aquí que
vosotros sois nada, y vuestras obras vanidad; abominación es el que os escogió.
25Del norte levanté a uno, y vendrá; del nacimiento del sol invocará mi nombre; y pisoteará
príncipes como lodo, y como pisa el barro el alfarero. 26¿Quién lo anunció desde el principio, para que sepamos;
o de tiempo atrás, y diremos: Es justo? Cierto, no hay quien anuncie; sí, no hay quien enseñe;
ciertamente no hay quien oiga vuestras palabras. 27Yo soy el primero que he
enseñado estas cosas a Sion, y a Jerusalén daré un mensajero de alegres nuevas. 28Miré, y no había
ninguno; y pregunté de estas cosas, y ningún consejero hubo; les pregunté, y no respondieron palabra. 29He
aquí, todos son vanidad, y las obras de ellos nada; viento y vanidad son sus imágenes fundidas.”
(Isa. 41:1-29)
¿Qué puede ayudarnos a recibir los juicios de Dios,…?
“1Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel. 2Para
entender sabiduría y doctrina, para conocer razones prudentes, 3Para recibir el consejo de prudencia, Justicia, juicio y equidad;” (Prov. 1:1-3)
¿Qué
utiliza Jesús en su juicio para juzgar a los que cometen injusticias, entre
otras,…?
“10Decid entre las naciones: Jesús reina.
También afirmó el mundo, no será conmovido; Juzgará a los pueblos en justicia. 11Alégrense
los cielos, y
gócese la tierra; Brame el mar y su plenitud. 12Regocíjese el campo, y todo lo que en él
está; Entonces todos los árboles del bosque rebosarán de contento, 13Delante de Jesús que vino; Porque
vino a juzgar
la tierra.
Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con su verdad.”
(Sal. 96:10-12) Veamos otras cita que complementa con que
juzga Jesús,… “7Brame el mar y su plenitud, El mundo y los que en él habitan; 8Los ríos batan las manos, Los montes todos hagan
regocijo 9Delante de Jesús, porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con rectitud.” (Sal. 98:7-8) “28Y como ellos no
aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; 29estando
atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad,
avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; 30murmuradores, detractores,
aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios,
altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, 31necios, desleales, sin
afecto natural, implacables, sin misericordia; 32quienes habiendo entendido el
juicio de Dios,
que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que
las practican 1Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que
seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que
juzgas haces lo mismo. 2Mas sabemos que el juicio de Dios contra los
que practican tales cosas es según verdad.”
(Rom. 1:28-32; Rom. 2:1-2) Observe que utiliza en el juicio la
verdad,…
¿Qué utiliza Jesús para juzgar a todos los hombres,…?
“12Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad.” (Sant. 2:12)
“11Y vi un gran trono blanco y al que estaba
sentado en él,
de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. 12Y
vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.”
(Apoc. 20:11-12)
“7Pero Jesús permanecerá para siempre; Ha dispuesto su trono para juicio.” (Sal. 9:7)
“15Porque he aquí que Jesús vendrá con fuego, y sus carros como torbellino, para descargar
su ira con
furor, y su reprensión con llama de fuego. 16Porque Jesús juzgará con fuego y con su espada a todo hombre; y los muertos de Jesús serán multiplicados.”
(Isa. 66:15-16)
¿Qué juzga
Jesús,…?
“22No robes al pobre, porque es pobre, Ni
quebrantes en la puerta al afligido; 23Porque Jesús juzgará la causa de
ellos, y despojará el alma de aquellos que los despojaren.” (Prov.
22:22-23)
“10No traspases el lindero antiguo, Ni entres
en la heredad
de los huérfanos; 11Porque el defensor de ellos es el Fuerte, El cual juzgará la causa de ellos contra ti.”
(Prov. 23:10-11)
“9Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de
tus ojos; pero
sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios.”
(Ecle. 11:9)
“13El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto
es el todo del hombre. 14Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda
cosa encubierta,
sea buena o
sea mala.” (Ecle. 12:13-14)
¿Qué
vence al juicio,…?
“13Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre
el juicio.” (Sant. 2:13)
¿Qué
produce el castigo antes de que venga la condenación,…?
“31Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no
seríamos juzgados; 32mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.” (1Cor. 11:31)
¿Qué se
predica cuando llega el juicio de Dios,…?
“6Vi volar por en medio
del cielo a
otro ángel,
que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, 7diciendo
a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.” (Apoc. 14:6)
¿Qué es el Juicio de
Cristo?
“15Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie. 16Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo
solo, sino yo y el que me envió, el Padre.”
(Juan 8:15-16)
¿Qué quita el juicio,…?
“11Fornicación,
vino y mosto quitan el juicio.”
(Oseas 4:11)
¿Qué pide Dios para hacer justo juicio en su pueblo,…?
“1Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado. 2Que me buscan cada día, y quieren saber mis caminos, como gente que
hubiese hecho justicia, y que no hubiese dejado la ley de su Dios; me piden justos juicios, y quieren acercarse a Dios.
3¿Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso;
humillamos nuestras almas, y no te diste por entendido? He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro
propio gusto, y oprimís a todos vuestros trabajadores. 4He aquí que para contiendas y debates ayunáis y para
herir con el puño inicuamente; no ayunéis como hoy, para que vuestra voz sea oída en lo alto.
5¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que incline su cabeza como junco, y haga cama de cilicio y de ceniza? ¿Llamaréis esto ayuno, y día agradable a Jesús? 6¿No es más bien el ayuno que yo escogí,
desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis
todo yugo?
7¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano? 8Entonces
nacerá tu luz
como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jesús será tu retaguardia.
9Entonces invocarás, y te oirá Jesús; clamarás, y dirá
él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad; 10y si dieres tu pan al hambriento, y
saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía. 11Jesús te pastoreará
siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan.
12Y los tuyos edificarán las ruinas
antiguas; los cimientos de generación y
generación levantarás, y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar.”
(Isa. 58:1-2)
¿Qué concejo da Jesús a los que convierten el juicio en ajenjo,…?
“6Buscad a Jesús, y vivid; no sea que
acometa como fuego a la casa de José y la consuma, sin haber en Bet-el quien lo apague. 7Los que
convertís en ajenjo el juicio, y la justicia la echáis por tierra, 8buscad al que hace las Pléyades y el Orión, y vuelve las tinieblas en mañana, y hace oscurecer el
día como
noche; el que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la faz de la tierra; Jesús es su nombre; 9que da esfuerzo al despojador sobre el fuerte, y hace que el despojador venga sobre la fortaleza. 10Ellos
aborrecieron al reprensor en la puerta de la ciudad, y al que hablaba lo recto abominaron. 11Por tanto, puesto que
vejáis al pobre
y recibís de él carga de trigo, edificasteis casas de piedra labrada, mas no las habitaréis; plantasteis hermosas viñas, mas no
beberéis el vino de ellas. 12Porque yo sé de vuestras muchas rebeliones, y de vuestros
grandes pecados;
sé que afligís al justo, y recibís cohecho, y en los tribunales hacéis perder su causa a los pobres. 13Por
tanto, el prudente en tal tiempo calla, porque el tiempo es malo.
14Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viváis;
porque así Jesús Dios de los ejércitos estará con vosotros, como decís. 15Aborreced el mal, y amad el bien, y estableced la justicia en juicio; quizá Jesús Dios de los ejércitos tendrá piedad del remanente de José. 16Por
tanto, así ha dicho Jesús, Dios de los ejércitos: En todas las plazas habrá llanto, y en todas las calles dirán: ¡Ay! ¡Ay!, y al labrador llamarán a lloro, y a endecha a los que sepan endechar. 17Y en
todas las viñas
habrá llanto;
porque pasaré en medio de ti, dice Jesús. 18¡Ay de los que desean el día de Jesús! ¿Para qué queréis
este día de Jesús? Será de tinieblas, y no de luz; 19como el que huye de delante
del león, y se
encuentra con el oso; o como si entrare en casa y apoyare su mano en la pared, y le muerde una culebra. 20¿No será el día de Jesús tinieblas, y no luz; oscuridad, que no tiene
resplandor? 21Aborrecí, abominé vuestras solemnidades, y no me
complaceré en vuestras asambleas. 22Y si me ofreciereis vuestros holocaustos y vuestras ofrendas, no los recibiré,
ni miraré a las ofrendas de paz de vuestros animales engordados. 23Quita de mí la multitud de tus cantares, pues no escucharé
las salmodias
de tus instrumentos. 24Pero corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso
arroyo.” (Amos 5:6-17)
¿Qué juicios son como la luz que sale,…?
“4¿Qué haré a ti, Efraín? ¿Qué haré a ti, oh Judá? La piedad vuestra es como nube de la mañana, y como el rocío de la madrugada, que se desvanece. 5Por
esta causa los corté por medio de los profetas, con las palabras de mi boca los maté; y tus juicios serán como luz que sale. 6Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos.” (Oseas 6:4-5)
¿Para que
utiliza Jesús el juicio,…?
¿Dios
utiliza espíritu de juicio para limpiar las iniquidades de las hijas de Sion,…? “2En aquel tiempo el renuevo de Jesús será para hermosura y gloria, y el fruto de la tierra para grandeza y
honra, a los sobrevivientes de Israel. 3Y acontecerá que el que
quedare en Sion,
y el que fuere dejado en Jerusalén, será llamado santo; todos los que en Jerusalén
estén registrados entre los vivientes,
4cuando el Señor lave las inmundicias de las hijas de Sion, y limpie la sangre de Jerusalén de en medio de ella, con espíritu de juicio y con espíritu de devastación.
5Y creará Jesús sobre toda la morada del monte
de Sion, y sobre los lugares de sus
convocaciones, nube y oscuridad de día, y de noche resplandor de fuego que eche llamas; porque sobre toda gloria habrá un dosel, 6y
habrá un abrigo
para sombra contra el calor del día, para refugio y escondedero contra el turbión y contra el aguacero.”
(Isa. 4:2-6)
¿Por qué los que ponen por obra el juicio tienen que buscar a Jesús,…?
“3Buscad a Jesús todos los humildes de la tierra, los que pusisteis por obra su juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre; quizá seréis
guardados en el día del enojo de Jesús. 4Porque Gaza será desamparada, y Ascalón asolada; saquearán a Asdod [heb. *Ashdôd, "fortaleza” “baluarte”] en pleno día, y Ecrón [el resto de los filisteos (Amos 1:6)] será desarraigada. 5¡Ay de los que moran en la costa del mar, del pueblo de los cereteos.! [heb. kerêthî, "los que cortan", "verdugos"] La palabra de Jesús es contra vosotros, oh Canaán, tierra de los filisteos, y te haré destruir hasta no
dejar morador. 6Y será la costa del mar praderas para pastores, y corrales de ovejas. 7Será
aquel lugar para el remanente de la casa de Judá; allí apacentarán; en las casas de Ascalón dormirán de noche; porque Jesús su Dios los visitará, y levantará su cautiverio.” (Sof. 2:3-7)
¿De qué dan cuenta los hombres en el día del juicio?
“36Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen
los hombres,
de ella darán cuenta en el día del juicio. 37Porque por tus palabras serás justificado,
y por tus palabras serás condenado.” (Mat. 12:36-37)
“17Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos
en temor todo
el tiempo de
vuestra peregrinación” (1Ped. 1:17)
¿De qué
forma parte el Juicio,…?
“14Justicia y juicio son el cimiento de tu trono; Misericordia y verdad van delante de tu rostro.
15Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte; Andará, oh Jesús, a la luz de tu rostro.”
(Sal. 89:14-15)
¿En que
se demuestra el justo juicio de Dios,…?
“5Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis
tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis. 6Porque
es justo
delante de Dios
pagar con tribulación a los que os atribulan, 7y a
vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor
Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, 8en llama
de fuego, para dar retribución a los
que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor
Jesucristo; 9los
cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, 10cuando
venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto
nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros).” (2Tes. 1:5-10)
¿Puede existir perdón de pecados en el juicio de Dios,…?
“25Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me
acordaré de tus pecados. 26Hazme recordar, entremos en juicio juntamente; habla tú
para justificarte. 27Tu primer padre pecó, y tus
enseñadores prevaricaron contra mí. 28Por tanto, yo
profané los príncipes del santuario, y puse por anatema a Jacob y por oprobio a Israel.”
(Isa. 43:25-28)
¿Dónde
están las sillas del juicio,…?
“1Yo me alegré con los
que me decían: A la casa de Jesús iremos. 2Nuestros pies estuvieron dentro de tus puertas, oh Jerusalén. 3Jerusalén, que se ha
edificado como una ciudad que está bien unida entre sí. 4Y allá subieron
las tribus,
las tribus de JAH, Conforme al testimonio dado a Israel, Para alabar el nombre de Jesús. 5Porque
allá están las sillas del juicio, los tronos de la casa de David.”
(Sal.122:1-5)
¿Dónde se sienta Jesús para juzgar a todas las
naciones,…? “1Porque he aquí que en aquellos días, y en aquel tiempo en que haré volver la cautividad de Judá y de Jerusalén, 2reuniré
a todas las naciones, y las haré descender al valle de Josafat, y allí entraré
en juicio con ellas a
causa de mi pueblo, y de Israel mi heredad, a quien ellas esparcieron
entre las naciones, y repartieron mi tierra; 3y echaron suertes sobre mi pueblo, y dieron los niños por una ramera, y vendieron las niñas por vino para beber. 4Y
también, ¿qué tengo yo con vosotras, Tiro y Sidón, y todo el territorio de Filistea? ¿Queréis vengaros de mí? Y si de mí os vengáis,
bien pronto haré yo recaer la paga sobre vuestra cabeza. 5Porque habéis llevado mi plata y mi oro, y mis cosas preciosas y hermosas metisteis en
vuestros templos; 6y vendisteis los hijos de Judá y los hijos de Jerusalén a los hijos de los griegos, para alejarlos de
su tierra.
7He aquí yo los levantaré del lugar donde los vendisteis, y
volveré vuestra paga sobre vuestra cabeza; 8y venderé vuestros hijos y vuestras hijas a los hijos de Judá, y ellos los venderán
a los sabeos, nación lejana; porque Jesús ha hablado. 9Proclamad
esto entre las naciones, proclamad guerra, despertad a los valientes, acérquense, vengan todos los hombres de guerra. 10Forjad
espadas de
vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces; diga el débil: Fuerte soy. 11Juntaos
y venid, naciones todas de alrededor, y congregaos; haz venir allí, oh Jesús, a tus fuertes.
12Despiértense las naciones, y suban al valle de Josafat; porque allí me sentaré para juzgar a todas las naciones de alrededor.
13Echad la hoz, porque la mies está ya madura. Venid, descended, porque el
lagar está
lleno, rebosan las cubas; porque mucha es la maldad
de ellos. 14Muchos pueblos en el valle de la decisión;
porque cercano está el día de Jesús en el valle de la decisión. 15El sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su
resplandor.” (Joel 3:1-15)
¿Dónde están los juicios de Dios,…?
“7El es Jesús nuestro Dios; En toda la tierra están sus juicios.” (Sal. 105:7)
¿Dónde
llena Jesús de juicio y de justicia y que acontece en aquellos tiempos,…?
“5Será exaltado
Jesús, el
cual mora en las alturas; llenó a Sion de juicio y de justicia. 6Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y abundancia de
salvación; el temor de Jesús será su tesoro. 7He aquí que sus
embajadores
darán voces afuera; los mensajeros de paz llorarán amargamente. 8Las calzadas están deshechas,
cesaron los caminantes; ha anulado el pacto, aborreció las ciudades, tuvo en nada a los hombres. 9Se enlutó, enfermó la tierra; el Líbano se avergonzó, y fue
cortado; Sarón
se ha vuelto como desierto, y Basán y el Carmelo fueron sacudidos. 10Ahora me
levantaré, dice Jesús; ahora seré exaltado, ahora seré engrandecido.
11Concebisteis hojarascas, rastrojo daréis a luz; el soplo de vuestro fuego os consumirá. 12Y los pueblos serán como cal quemada; como espinos cortados serán
quemados con fuego. 13Oíd, los que estáis lejos, lo
que he hecho; y vosotros los que estáis cerca, conoced mi poder. 14Los
pecadores se
asombraron en Sion, espanto sobrecogió a los hipócritas. ¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de
nosotros habitará con las llamas eternas? 15El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la
ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver
cosa mala;
16éste habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán
seguras. 17Tus ojos verán al Rey en su hermosura; verán
la tierra que está lejos. 18Tu corazón imaginará el espanto, y dirá: ¿Qué es
del escriba?
¿Qué del pesador del tributo? ¿Qué del que pone en lista las casas más insignes?
19No verás a aquel pueblo orgulloso, pueblo de lengua difícil de entender, de lengua tartamuda que no comprendas. 20Mira
a Sion, ciudad
de nuestras fiestas solemnes; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán
arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota. 21Porque ciertamente
allí será Jesús para con nosotros fuerte, lugar de ríos, de arroyos muy anchos, por el cual no andará galera de
remos, ni por él pasará gran nave. 22Porque Jesús es nuestro juez, Jesús es nuestro
legislador, Jesús es nuestro Rey; él mismo nos salvará. 23Tus cuerdas se aflojaron; no
afirmaron su mástil, ni entesaron la vela; se repartirá entonces botín de muchos despojos;
los cojos
arrebatarán el botín. 24No dirá el morador: Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le
será perdonada la iniquidad.” (Isa.
33:5-24)
¿Dónde ha hecho y hace Jesús juicio,…?
“4Y la gloria del rey ama el juicio; Tú confirmas la rectitud; Tú has hecho
en Jacob juicio y justicia.” (Sal. 99:2)
“8Así ha dicho Jesús el Señor: Por cuanto dijo Moab y Seir: He aquí la casa de Judá es como todas las naciones; 9por tanto, he aquí yo abro el
lado de Moab
desde las ciudades, desde sus ciudades que están en su confín, las tierras
deseables de Bet-jesimot, Baal-meón y Quiriataim, 10a los hijos del oriente contra
los hijos de Amón; y la entregaré por heredad, para que no haya
más memoria de
los hijos de Amón entre las naciones. 11También
en Moab haré
juicios, y sabrán que yo soy Jesús.”
(Eze. 25:8-11)
¿Jesús
hace juicio a todas las naciones que despojan a la casa de Israel,…
especialmente sobre Sidón,… estos juicios se hacen cuando Jesús coje a la
casa de Israel de entre los pueblos,…? “20Vino a mí palabra de Jesús, diciendo: 21Hijo de hombre, pon tu rostro hacia Sidón, y profetiza contra ella, 22y
dirás: Así ha dicho Jesús el Señor: He aquí yo estoy contra ti, oh Sidón, y en medio de ti
seré glorificado; y sabrán que yo soy Jesús, cuando haga en ella juicios, y en ella me santifique. 23Enviaré
a ella pestilencia y sangre en sus calles, y caerán muertos en medio de ella, con espada contra ella por
todos lados; y sabrán que yo soy Jesús. 24Y nunca más será a la casa de Israel espina desgarradora, ni aguijón que le dé dolor,
en medio de cuantos la rodean y la menosprecian; y sabrán que yo soy Jesús. 25Así ha dicho Jesús el Señor: Cuando recoja a
la casa de Israel de los pueblos entre los cuales
está esparcida, entonces me santificaré en ellos ante los ojos de las naciones, y habitarán en
su tierra,
la cual di a mi siervo Jacob. 26Y habitarán en ella
seguros, y edificarán casas, y plantarán viñas, y vivirán confiadamente, cuando yo haga juicios en todos los que
los despojan en sus alrededores; y sabrán que yo soy Jesús su Dios.” (Eze.
28:20-26)
¿Dónde se ve que Jesús está en juicio con la casa rebelde,… que rompe el
pacto de Dios,…?
“11Y vino a mí palabra de Jesús, diciendo: 12Di
ahora a la casa
rebelde: ¿No habéis entendido qué significan estas cosas? Diles: He aquí que
el rey de Babilonia vino a Jerusalén, y tomó a tu rey y a sus príncipes, y los llevó
consigo a Babilonia. 13Tomó también a uno de la
descendencia real e hizo pacto con él, y le hizo prestar juramento; y se llevó consigo a los poderosos de la tierra, 14para
que el reino
fuese abatido y no se levantase, a fin de que guardando el pacto, permaneciese en pie. 15Pero
se rebeló contra él, enviando embajadores a Egipto para que le diese caballos y mucha gente. ¿Será prosperado, escapará el que estas cosas hizo? El que rompió
el pacto,
¿podrá escapar? 16Vivo yo, dice Jesús el Señor, que morirá en medio de Babilonia, en el lugar
donde habita el rey que le hizo reinar, cuyo juramento menospreció, y cuyo pacto hecho con él rompió. 17Y
ni con gran ejército ni con mucha compañía hará Faraón nada por él en la batalla, cuando se levanten vallados y se edifiquen torres para cortar muchas vidas. 18Por
cuanto menospreció el juramento y quebrantó el pacto, cuando he aquí que había dado su mano, y ha hecho todas
estas cosas,
no escapará. 19Por tanto, así ha dicho Jesús el Señor: Vivo yo, que el juramento
mío que menospreció, y mi pacto que ha quebrantado, lo traeré sobre su misma cabeza. 20Extenderé
sobre él mi red, y será preso en mi lazo, y lo haré venir a Babilonia, y allí entraré en juicio con él por su prevaricación con que contra mí se ha revelado. 21Y todos sus fugitivos, con todas sus tropas, caerán a espada, y los que queden
serán esparcidos a todos los vientos; y sabréis que yo Jesús he hablado. 22Así ha dicho Jesús el Señor: Tomaré yo del cogollo de aquel alto cedro, y lo plantaré; del principal de sus renuevos cortaré un tallo, y lo plantaré sobre
el monte alto
y sublime. 23En el monte alto de Israel lo plantaré, y alzará ramas, y dará fruto, y se hará magnífico cedro; y habitarán debajo de él todas las aves de toda especie; a la sombra de sus ramas habitarán. 24Y sabrán todos los árboles del campo que yo Jesús abatí el árbol sublime, levanté el árbol bajo, hice secar el árbol verde, e hice
reverdecer el árbol seco. Yo Jesús lo he dicho, y lo haré.” (Eze. 17:11-24)
¿Dónde entra en juicio
Jesús con todas las naciones,… y cuando será este juicio,… y por que causa
entra en juicio,…?
“1Porque
he aquí que en aquellos días, y en aquel tiempo en que haré volver la cautividad de Judá y de Jerusalén, 2reuniré
a todas las naciones, y las haré descender al valle de Josafat, y allí entraré
en juicio con ellas a
causa de mi pueblo, y de Israel mi heredad, a quien ellas esparcieron
entre las naciones, y repartieron mi tierra; 3y echaron suertes sobre mi pueblo, y dieron los niños por una ramera, y vendieron las niñas por vino para beber. 4Y
también, ¿qué tengo yo con vosotras, Tiro y Sidón, y todo el territorio de Filistea? ¿Queréis vengaros de mí? Y si de mí os vengáis,
bien pronto haré yo recaer la paga sobre vuestra cabeza. 5Porque habéis llevado mi plata y mi oro, y mis cosas preciosas y hermosas metisteis en
vuestros templos; 6y vendisteis los hijos de Judá y los hijos de Jerusalén a los hijos de los griegos, para alejarlos de
su tierra.
7He aquí yo los levantaré del lugar donde los vendisteis, y
volveré vuestra paga sobre vuestra cabeza; 8y venderé vuestros hijos y vuestras hijas a los hijos de Judá, y ellos los venderán
a los sabeos, nación lejana; porque Jesús ha hablado. 9Proclamad
esto entre las naciones, proclamad guerra, despertad a los valientes, acérquense, vengan todos los hombres de guerra. 10Forjad
espadas de
vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces; diga el débil: Fuerte soy. 11Juntaos
y venid, naciones todas de alrededor, y congregaos; haz venir allí, oh Jesús, a tus fuertes.
12Despiértense las naciones, y suban al valle de Josafat; porque allí me sentaré para juzgar a todas las naciones de alrededor.
13Echad la hoz, porque la mies está ya madura. Venid, descended, porque el
lagar está
lleno, rebosan las cubas; porque mucha es la maldad
de ellos. 14Muchos pueblos en el valle de la decisión;
porque cercano está el día de Jesús en el valle de la decisión. 15El sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su
resplandor.” (Joel 3:1-15)
¿Cuándo descendió los juicios Jesús sobre Egipto en el día
cercano de Jesús,… que ciudades fueron destruidas de Egipto,…?
“1Vino a mí palabra de Jesús, diciendo: 2Hijo de hombre, profetiza, y di:
Así ha dicho Jesús el Señor: Lamentad: ¡Ay de aquel día! 3Porque cerca está el día, cerca está el día de Jesús; día de nublado,
día de castigo
de las naciones
será. 4Y vendrá espada a Egipto, y habrá miedo en Etiopía, cuando caigan heridos en Egipto; y tomarán sus riquezas, y
serán destruidos sus fundamentos. 5Etiopía, Fut, Lud, toda Arabia, Libia, y los
hijos de las tierras aliadas, caerán con ellos a filo de espada. 6Así
ha dicho Jesús:
También caerán los que sostienen a Egipto, y la altivez de su poderío caerá; desde Migdol hasta Sevene caerán en él a
filo de espada, dice Jesús el Señor. 7Y serán
asolados entre las tierras asoladas, y sus ciudades serán entre las ciudades desiertas. 8Y sabrán que yo
soy Jesús,
cuando ponga fuego a Egipto, y sean quebrantados todos sus ayudadores. 9En
aquel tiempo saldrán mensajeros de delante de mí en naves, para espantar a Etiopía la confiada, y
tendrán espanto
como en el día
de Egipto;
porque he aquí viene. 10Así ha dicho Jesús el Señor: Destruiré las riquezas de Egipto por mano de Nabucodonosor rey de Babilonia.
11El, y con él su pueblo, los más fuertes de las naciones, serán traídos para destruir la tierra; y desenvainarán
sus espadas
sobre Egipto,
y llenarán de muertos la tierra. 12Y secaré los ríos, y entregaré la tierra en manos de malos, y por mano de extranjeros destruiré la
tierra y
cuanto en ella hay. Yo Jesús he hablado. 13Así ha dicho Jesús el Señor: Destruiré también
las imágenes,
y destruiré los ídolos de Menfis; y no habrá más príncipe de la tierra de Egipto, y en la tierra de Egipto pondré temor.
14Asolaré a Patros, y pondré fuego a Zoán, y haré juicios en Tebas. 15Y derramaré mi ira sobre Sin, fortaleza de Egipto, y exterminaré a
la multitud de Tebas. 16Y pondré fuego a Egipto;
Sin tendrá gran dolor, y Tebas será destrozada, y Menfis tendrá
continuas angustias. 17Los jóvenes de Avén y de Pibeset caerán a filo de
espada, y
las mujeres irán en cautiverio. 18Y en Tafnes se oscurecerá el día, cuando quebrante yo
allí el poder de Egipto, y cesará en ella la soberbia de su poderío; tiniebla la
cubrirá, y los moradores de sus aldeas irán en cautiverio. 19Haré,
pues, juicios
en Egipto,
y sabrán que yo soy Jesús. 20Aconteció en el año undécimo, en el mes primero, a los siete
días del
mes, que vino a mí palabra de Jesús, diciendo: 21Hijo de hombre, he quebrado el brazo de Faraón rey de Egipto; y he aquí que no ha sido vendado poniéndole medicinas, ni poniéndole
faja para
ligarlo, a fin de fortalecerlo para que pueda sostener la espada. 22Por
tanto, así ha dicho Jesús el Señor: Heme aquí contra Faraón
rey de Egipto, y quebraré sus brazos, el fuerte y el fracturado, y haré que la espada se le caiga de la
mano.
23Y esparciré a los egipcios entre las naciones, y los dispersaré por las tierras. 24Y
fortaleceré los brazos del rey de Babilonia, y pondré mi espada en su mano; mas quebraré los brazos
de Faraón, y delante de aquél gemirá con gemidos de herido de muerte.
25Fortaleceré, pues, los brazos del rey de Babilonia, y los brazos de Faraón caerán; y sabrán que yo soy Jesús, cuando yo ponga
mi espada
en la mano del rey de Babilonia, y él la extienda contra la tierra de Egipto. 26Y
esparciré a los egipcios entre las naciones, y los dispersaré por las tierras; y sabrán que yo soy Jesús.” (Eze. 30:1-26)
¿Desde
donde hace oír juicio Dios,…?
“7Tú, temible eres tú; ¿Y quién podrá estar en pie delante de ti cuando se encienda tu ira? 8Desde
los cielos
hiciste oír juicio; La tierra tuvo temor y quedó suspensa 9Cuando te levantaste, oh Dios, para juzgar, para salvar a
todos los mansos de la tierra. 10Ciertamente la
ira del hombre te alabará; Tú
reprimirás el resto de las iras.”
(Sal. 76:7-9)
¿De dónde viene el juicio,…?
“26Muchos buscan el
favor del príncipe; mas de Jesús viene el juicio de cada uno.” (Prov. 29:26)
¿En el juicio de Dios beben la copa de vino del furor,… las
naciones,… y en qué orden beben la copa,…?
“15Porque así me dijo Jesús Dios de Israel: Toma de mi mano la copa del vino de este furor, y da a
beber de él a todas las naciones a las cuales yo te envío. 16Y beberán,
y temblarán y enloquecerán, a causa de la espada que yo envío entre ellas. 17Y
tomé la copa
de la mano de Jesús, y di de beber a
todas las naciones, a las cuales me envió Jesús: 18a Jerusalén, a las ciudades
de Judá y a
sus reyes, y a
sus príncipes,
para ponerlos en ruinas, en escarnio y en burla y en maldición, como hasta hoy;
19a Faraón rey de Egipto, a sus siervos, a sus príncipes y a todo su pueblo; 20y a toda la mezcla de naciones, a todos los reyes de tierra de Uz, y a todos los reyes de la tierra de Filistea, a Ascalón, a Gaza, a Ecrón y al remanente de Asdod; 21a
Edom, a Moab y a los hijos de Amón; 22a
todos los reyes
de Tiro, a
todos los reyes
de Sidón, a
los reyes de
las costas que
están de ese lado del mar; 23a Dedán, a Tema y a Buz, y a todos los que se
rapan las sienes; 24a todos los reyes de Arabia, a todos los reyes de pueblos mezclados que habitan en el desierto; 25a
todos los reyes
de Zimri, a
todos los reyes
de Elam, a
todos los reyes
de Media;
26a todos los reyes del norte, los de cerca y los de lejos, los unos con los otros, y a
todos los reinos del mundo que están sobre la faz de la tierra; y el rey de Babilonia beberá después de ellos. 27Les
dirás, pues: Así ha dicho Jesús de los ejércitos, Dios de Israel: Bebed, y embriagaos, y vomitad, y caed, y no os levantéis,
a causa de la espada que yo envío entre vosotros. 28Y si no quieren tomar la copa de tu mano para beber,
les dirás tú: Así ha dicho Jesús de los ejércitos: Tenéis que beber. 29Porque he
aquí que a la ciudad en la cual es invocado mi nombre yo comienzo a hacer mal; ¿y vosotros seréis absueltos? No seréis absueltos; porque espada traigo sobre todos
los moradores de la tierra, dice Jesús de los ejércitos. 30Tú, pues, profetizarás contra
ellos todas estas palabras y les dirás: Jesús rugirá desde lo alto, y desde su morada santa dará su voz;
rugirá fuertemente contra su morada; canción de lagareros cantará contra todos los moradores de la tierra. 31Llegará
el estruendo hasta el fin de la tierra, porque Jesús tiene juicio contra las naciones; él es el Juez de toda carne; entregará los impíos a espada, dice Jesús. 32Así ha dicho Jesús de los ejércitos: He aquí que el mal irá de nación en nación, y grande tempestad se levantará de
los fines de
la tierra.
33Y yacerán los muertos de Jesús en aquel día desde un extremo de la tierra hasta el otro; no se endecharán ni se recogerán ni serán
enterrados; como estiércol quedarán sobre la faz de la tierra. 34Aullad, pastores, y clamad; revolcaos
en el polvo, mayorales del rebaño; porque cumplidos
son vuestros días para que seáis degollados y esparcidos, y caeréis como vaso precioso.
35Y se acabará la huida de los pastores, y el escape de los mayorales del rebaño. 36¡Voz
de la gritería de los pastores, y aullido de los mayorales del rebaño! porque Jesús asoló sus pastos. 37Y los pastos delicados serán
destruidos por el ardor de la ira de Jesús. 38Dejó cual leoncillo su guarida; pues
asolada fue la tierra de ellos por la ira del opresor, y por el furor de su saña.” (Jer. 25:15-31)
¿Por qué
vino el juicio,…?
“16Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el
juicio vino a
causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación.” (Rom. 5:16)
¿Por qué el juicio no sale según la verdad,…?
“3¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia?
Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan. 4Por lo
cual la ley es
debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia.”
(Hab. 1:3-4)
¿Quiénes son dignos de
muerte en el juicio de Dios,…?
“28Y como ellos no
aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; 29estando
atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad,
avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; 30murmuradores, detractores,
aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios,
altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, 31necios, desleales, sin
afecto natural, implacables, sin misericordia; 32quienes habiendo entendido el
juicio de Dios,
que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los
que las practican.” (Rom. 1:28-32)
¿A
quienes el juicio les devora el fuego,…? “26Porque si pecáremos voluntariamente después de haber
recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, 27sino
una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. 28El que viola la ley de Moisés, por el
testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. 29¿Cuánto
mayor castigo
pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? 30Pues conocemos al
que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. 31¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo! ”
(Heb. 10:26-29)
¿Quiénes
no tienen perdón en el día del juicio,…?
“29pero cualquiera que
blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio
eterno. 30Porque
ellos habían dicho: Tiene espíritu inmundo. 30Porque
ellos habían dicho: Tiene espíritu inmundo.” (Mar. 3:29-30)
¿Quiénes
están involucrados en el juicio de Dios?
“19Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que
están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios” (Rom.
3:19)
¿Los ángeles
caídos están reservados en oscuridad para el juicio,…? “4Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad,
para ser reservados al juicio; 5y si no perdonó al mundo antiguo, sino que
guardó a Noé,
pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos; 6y
si condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente” (2Ped.
2:4-6) “6Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado
bajo oscuridad,
en prisiones
eternas, para el juicio del gran día.”
(Judas 1:6)
¿Quiénes
no se levantan en el juicio,…?
“4No así los malos, que son como el tamo que arrebata el viento. 5Por
tanto, no se levantarán los malos en el juicio, ni los pecadores en la congregación de los justos. 6Porque Jesús conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá.” (Sal. 1:4-6)
¿Quiénes
han anunciado sobre el juicio,…?
“15Sabiendo esto Jesús, se apartó de allí; y
le siguió mucha gente, y sanaba a todos, 16y les encargaba rigurosamente
que no le descubriesen; 17para que se cumpliese lo
dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: 18He aquí mi siervo, a quien he
escogido; Mi Amado, en quien se agrada mi alma; Pondré mi Espíritu sobre él, y a los gentiles anunciará juicio.
19No
contenderá, ni voceará, ni nadie oirá en las calles su voz. 20La caña cascada no quebrará, y el pábilo que humea no apagará, hasta que saque a victoria el juicio.” (Mat. 12:15-20)
¿Quiénes
juzgan al mundo,… y a los ángeles,…?
“1¿Osa alguno de vosotros, cuando tiene
algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los
santos? 2¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo?
Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de
juzgar cosas
muy pequeñas? ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida? 4Si,
pues, tenéis juicios sobre cosas de esta vida, ¿ponéis para juzgar a los que son de menor estima en la iglesia? 5Para
avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que
pueda juzgar
entre sus hermanos, 6sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los
incrédulos?” (1Cor. 6:1-6)
“15En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.
16Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente
de Cristo.” (1Cor. 2:15)
“4Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me
juzga es el Señor.” (1Cor. 4:4)
¿Quiénes
juzgaran a la generación mala y adultera,… y la condenarán? “38Entonces respondieron
algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal. 39El respondió y les dijo: La
generación mala
y adúltera
demanda señal;
pero señal no
le será dada, sino la señal del profeta Jonás. 40Porque como estuvo Jonás en el vientre del
gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches. 41Los
hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la
predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar. 42La reina del Sur se levantará en el juicio con esta generación,
y la condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar.” (Mat. 12:38-42)
“8Jesús juzgará a los pueblos; Júzgame, oh Jesús, conforme a mi justicia, y conforme a mi integridad.”
(Sal. 7:8)
“17Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se
quiere y para todo lo que se hace.” (Ecle. 3:17)
“6Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. 7Lo
dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para
siempre. El celo de Jesús de los ejércitos hará esto.” (Isa. 9:6-7)
¿Jesús
hace juicio,… en la tierra,…? “23Así dijo Jesús: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. 24Mas
alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo
soy Jesús,
que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jesús.” (Jer. 923-24)
¿El
renuevo justo,… hace juicio y justicia en la tierra,… y en sus días será salvo
Judá? “5He
aquí que vienen días, dice Jesús, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso,
y hará juicio
y justicia en
la tierra.
6En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le
llamarán: Jesús, justicia nuestra. 7Por
tanto, he aquí que vienen días, dice Jesús, en que no dirán más: Vive Jesús que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto, 8sino: Vive Jesús que hizo subir y
trajo la descendencia de la casa de Israel de tierra del norte, y de todas las tierras adonde yo los había echado; y habitarán en su tierra.” (Jer. 22:5-8 ver también Jer.
33:12-26)
¿Quiénes juzgan a Aholiba,… para que de ella cese su lujuria
y su fornicación,…?
“22Por tanto, Aholiba, así ha dicho Jesús el Señor: He aquí que yo
suscitaré contra ti a tus amantes, de los cuales se hastió tu alma, y les haré venir contra ti en derredor; 23los de Babilonia, y todos los caldeos, los de Pecod, Soa y Coa, y todos los de Asiria con ellos; jóvenes codiciables, gobernadores y capitanes, nobles y varones de renombre, que
montan a caballo todos ellos. 24Y vendrán contra ti carros, carretas y ruedas, y multitud de pueblos. Escudos, paveses y yelmos pondrán contra ti en derredor; y yo pondré
delante de ellos el juicio, y por sus leyes te juzgarán. 25Y pondré mi celo contra ti, y procederán contigo
con furor; te
quitarán tu nariz y tus orejas, y lo que te quedare caerá a espada. Ellos tomarán a tus hijos y a tus hijas, y tu remanente será
consumido por el fuego. 26Y te despojarán de tus vestidos, y te arrebatarán
todos los adornos de tu hermosura. 27Y haré cesar de ti tu lujuria, y tu fornicación de la tierra de Egipto; y no levantarás ya
más a ellos tus ojos, ni nunca más te acordarás de Egipto. 28Porque así
ha dicho Jesús
el Señor: He
aquí, yo te
entrego en mano
de aquellos que aborreciste, en mano de aquellos de los cuales se hastió tu alma; 29los
cuales procederán contigo con odio, y tomarán todo el fruto de tu labor, y te dejarán desnuda y descubierta; y se descubrirá la inmundicia de tus fornicaciones, y tu lujuria y tu prostitución. 30Estas cosas se harán contigo
porque fornicaste en pos de las naciones, con las cuales te contaminaste en sus ídolos. 31En
el camino de
tu hermana
anduviste; yo, pues, pondré su cáliz en tu mano. 32Así ha dicho Jesús el Señor: Beberás el hondo y ancho cáliz de tu hermana, que es de gran capacidad; de ti se mofarán las naciones, y te
escarnecerán. 33Serás llena de embriaguez y de dolor por el cáliz de soledad y de desolación, por el cáliz de tu hermana Samaria. 34Lo
beberás, pues, y lo agotarás, y quebrarás sus tiestos; y rasgarás tus pechos, porque yo he hablado, dice Jesús el Señor. 35Por tanto, así ha dicho Jesús el Señor: Por cuanto te has
olvidado de mí,
y me has echado tras tus espaldas, por eso, lleva tú también tu lujuria y tus fornicaciones.”
(Eze. 23:22-35)
¿Quiénes condenarán toda lengua que se levanta contra ellos en juico,…?
“11Pobrecita, fatigada
con tempestad,
sin consuelo; he aquí que yo cimentaré tus piedras sobre carbunclo, y sobre zafiros te fundaré. 12Tus ventanas pondré de piedras preciosas, tus puertas de piedras de carbunclo, y toda tu muralla de piedras preciosas. 13Y
todos tus hijos
serán enseñados por Jesús; y se multiplicará la paz de tus hijos. 14Con justicia serás adornada;
estarás lejos de opresión, porque no temerás, y de temor, porque no se
acercará a ti. 15Si alguno conspirare contra ti, lo hará sin mí; el que
contra ti conspirare, delante de ti caerá. 16He aquí que yo hice al herrero que sopla las
ascuas en el fuego, y que saca la herramienta para su obra; y yo he creado al
destruidor para destruir. 17Ninguna arma forjada contra ti
prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jesús, y su salvación de mí vendrá, dijo Jesús.”
(Isa. 54:11-17)
¿Quiénes
son condenados por su propio juicio?
“9Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin
provecho. 10Al hombre que cause divisiones, después de una
y otra amonestación deséchalo, 11sabiendo que el tal
se ha pervertido, y peca
y está condenado por su propio juicio.”
(Tit. 3:9-10)
¿Quiénes
son culpables de juicio,…?
“22Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que
diga: Necio, a
su hermano,
será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.” (Mat. 5:22)
¿Quiénes
son castigados en el día del juicio,… y antes del juicio…?
“9sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio”
(2Ped. 2:9)
“31Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no
seríamos juzgados; 32mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.” (1Cor. 11:31)
“11Mas en cualquier ciudad o aldea donde entréis,
informaos quién en ella sea digno, y posad allí hasta que salgáis.
12Y al entrar en la casa, saludadla. 13Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas
si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros. 14Y si alguno no os recibiere,
ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies. 15De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable
el castigo
para la tierra
de Sodoma y de
Gomorra,
que para aquella ciudad.” (Mat.
10:11-15)
“13¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! que si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo a que sentadas en cilicio y ceniza, se habrían arrepentido. 14Por
tanto, en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón, que para vosotras. 15Y tú, Capernaum, que hasta los cielos eres levantada,
hasta el Hades
serás abatida.” (Luc. 10:13-15)
“11Efraín es vejado,
quebrantado en juicio, porque quiso andar en pos de vanidades.” (Oseas 5:11)
¿Quiénes
son de ejemplo en el juicio, para los que viven impíamente,…?
“4Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad,
para ser reservados al juicio; 5y si no perdonó al mundo antiguo, sino que
guardó a Noé,
pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos; 6y
si condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente” (2Ped.
2:4-6)
¿Quiénes
son juzgados por la ley en el día que Dios juzga los secretos de los hombres y
que pasa con los que no son juzgados por la ley,…?
“12Porque todos los que
sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y
todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados; 13porque no son
los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados. 14Porque
cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, 15mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio
su conciencia,
y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, 16en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de
los hombres,
conforme a mi evangelio.” (Rom. 2:12-16)
¿Quiénes
tienen muy lejos los juicios de Jesús,…?
“4El malo, por la altivez de
su rostro, no busca a Dios; No hay Dios en ninguno de sus pensamientos. 5Sus caminos son torcidos en todo tiempo; tus juicios los tiene muy lejos de su vista; A todos sus adversarios desprecia.”
(Sal. 10:4-5)
¿Quiénes
no entienden el juicio,…?
“5Los hombres malos no entienden el juicio; mas los que buscan a Jesús entienden todas las cosas.”
(Prov. 28:5)
“7Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Jesús.”
(Jer. 8:7)
¿Quiénes
tropiezan en el juicio,… y cuál es la causa,…?
“2He aquí, Jesús tiene uno que es fuerte y poderoso; como turbión de granizo y como torbellino trastornador,
como ímpetu de recias aguas que inundan, con fuerza derriba a tierra. 3Con
los pies será
pisoteada la corona de soberbia de los ebrios de Efraín. 4Y
será la flor
caduca de la hermosura de su gloria que está sobre la cabeza del valle fértil, como la fruta temprana, la primera del verano, la cual, apenas la ve el que la mira, se la traga tan
luego como la tiene a mano. 5En aquel día Jesús de los ejércitos
será por corona
de gloria y
diadema de hermosura al remanente de su pueblo; 6y por espíritu de juicio al que se sienta en juicio, y por fuerzas a los que rechacen
la batalla en
la puerta. 7Pero
también éstos erraron con el vino, y con sidra se entontecieron; el sacerdote y el profeta erraron con sidra, fueron trastornados por el vino; se aturdieron con la sidra, erraron en la visión, tropezaron en el juicio.
8Porque toda mesa está llena de vómito y suciedad, hasta no haber lugar limpio.”
(Isa. 28:2-8)
¿Quiénes
disciernen el tiempo y el juicio,…?
“5El que guarda el mandamiento no
experimentará mal; y el corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio.”
(Ecle. 8:5)
¿Quién viene para juicio,… y es pronto testigo contra los hechiceros,
adúlteros, los que juran mentira, y defraudan en su salario al jornalero,… ?
“1He aquí, yo envío mi mensajero, el cual
preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jesús de los ejércitos. 2¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿O quién podrá
estar en pie
cuando él se
manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores. 3Y se sentará para
afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jesús ofrenda en justicia. 4Y será grata a Jesús la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, y como en los
años antiguos.
5Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que
juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jesús de los ejércitos.”
(Mal. 3:1-5)
¿Quiénes son justificados en el día del juicio,…?
“12Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los
que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados;
13porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados. 14Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no
tengan ley,
son ley para
sí mismos, 15mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio
su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos,
16en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.” (Rom. 2:12-13)
¿Quién
juzga con justicia y pelea,…?
“11Entonces vi el cielo abierto; y he
aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia
juzga y pelea. 12Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno
conocía sino él mismo. 13Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS.
14Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. 15De
su boca sale
una espada
aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. 16Y
en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.” (Apoc. 19:11-16)
¿Quién
saca a victoria el juicio,…?
“15Sabiendo esto Jesús, se apartó de allí; y
le siguió mucha gente, y sanaba a todos, 16y les encargaba rigurosamente
que no le descubriesen; 17para que se cumpliese lo
dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: 18He aquí mi siervo, a quien he
escogido; Mi Amado, en quien se agrada mi alma; Pondré mi Espíritu sobre él, y a los gentiles anunciará juicio.
19No
contenderá, ni voceará, ni nadie oirá en las calles su voz. 20La caña cascada no quebrará, y el pábilo que humea no apagará, hasta que saque a victoria el juicio.” (Mat. 12:15-20)
¿Quién
guarda las veredas del juicio,…?
“6Porque Jesús da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. 7El
provee de sana sabiduría a los rectos; Es escudo a los que caminan rectamente. 8Es el que guarda
las veredas del juicio, Y preserva el camino de sus santos.” (Prov. 2:6-8)
¿Quién nos puede encaminar en las sendas del
juicio,…?
“12Yo, la sabiduría, habito con la cordura, y hallo la ciencia de los consejos,… 19Mejor es mi fruto que el oro, y que el oro refinado; Y mi rédito mejor
que la plata escogida. 20Por
vereda de justicia guiaré, Por en medio de sendas de juicio,”
(Prov. 8:12-20)
¿Quién juzgara no según la vista de sus
ojos,… y con justicia juzga los pobres,…?
“1Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. 2Y
reposará sobre él el Espíritu de Jesús; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jesús. 3Y
le hará entender diligente en el temor de Jesús. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan
sus oídos; 4sino
que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los
mansos de la tierra; y
herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. 5Y será la
justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura.”
(Isa. 11:1-5)
¿Quién juzgara a muchos pueblos y corregirá a
naciones,… y que acontecerá con las espadas de aquellos pueblos en aquellos
días,… y a quien consagrará su botín,…?
“1Acontecerá en los
postreros tiempos que el monte de la casa de Jesús será establecido por cabecera
de montes, y
más alto que los collados, y correrán a él los pueblos. 2Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y
subamos al monte de Jesús, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en
sus caminos, y
andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jesús. 3Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta
muy lejos; y
martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra. 4Y se
sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente; porque la boca de Jesús de los ejércitos lo ha hablado. 5Aunque
todos los pueblos anden cada uno en el nombre de su dios, nosotros con todo
andaremos en el nombre de Jesús nuestro Dios eternamente y para siempre. 6En aquel día, dice Jesús, juntaré la que cojea, y recogeré la descarriada, y a la que afligí; 7y
pondré a la coja como remanente, y a la descarriada como nación robusta; y Jesús reinará sobre ellos en el monte
de Sion desde ahora y para siempre. 8Y
tú, oh torre
del rebaño,
fortaleza de la hija de Sion, hasta ti vendrá el señorío primero, el reino de la hija de Jerusalén. 9Ahora,
¿por qué gritas tanto? ¿No hay rey en ti? ¿Pereció tu consejero, que te ha tomado dolor como de mujer de parto? 10Duélete y gime, hija de Sion, como mujer que está de parto; porque ahora saldrás
de la ciudad y
morarás en el campo, y llegarás hasta Babilonia; allí serás librada, allí te redimirá Jesús de la mano de tus enemigos. 11Pero
ahora se han juntado muchas naciones contra ti, y dicen: Sea profanada, y vean nuestros ojos su deseo en Sion. 12Mas
ellos no conocieron los pensamientos de Jesús, ni entendieron su consejo; por lo cual los juntó como gavillas en la era. 13Levántate y trilla, hija de Sion, porque haré
tu cuerno como
de hierro, y
tus uñas de bronce, y desmenuzarás a
muchos pueblos;
y consagrarás a Jesús su botín, y sus riquezas al Señor de toda la tierra.”
(Miq. 4:1-13)
¿Quién
habla en juicio contra el pobre,…?
“1He aquí que para justicia reinará un rey, y príncipes presidirán en juicio. 2Y será aquel varón como escondedero contra
el viento, y
como refugio
contra el turbión; como arroyos de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa. 3No se ofuscarán
entonces los ojos de los que ven, y los oídos de los oyentes oirán atentos. 4Y
el corazón de los
necios
entenderá para saber, y la lengua de los tartamudos hablará rápida y claramente. 5El
ruin nunca más
será llamado generoso, ni el tramposo será llamado espléndido. 6Porque
el ruin
hablará ruindades, y su corazón fabricará iniquidad, para cometer impiedad y para hablar
escarnio contra Jesús, dejando vacía el alma hambrienta, y quitando la bebida al sediento. 7Las armas del tramposo son malas; trama
intrigas inicuas para enredar a los simples con palabras mentirosas, y para hablar en juicio contra el pobre. 8Pero
el generoso pensará generosidades, y por generosidades será exaltado.”
(Isa. 32:1-8)
¿Por
quienes comienza el juicio,…?
“17Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? 18Y:
Si el justo con dificultad se salva, ¿En dónde aparecerá
el impío y el pecador?” (1Ped.
4:17-18)
¿Para
quienes están preparados juicio,…?
“29Preparados están juicios para los escarnecedores, Y azotes para las espaldas de los necios.”
(Prov. 19:29)
¿Para
quienes es Jesús por espíritu de juicio,…?
“2He aquí, Jesús tiene uno que es fuerte y poderoso; como turbión de granizo y como torbellino trastornador, como
ímpetu de recias aguas que inundan, con fuerza derriba a tierra. 3Con
los pies será
pisoteada la corona de soberbia de los ebrios de Efraín. 4Y
será la flor
caduca de la hermosura de su gloria que está sobre la cabeza del valle fértil, como la fruta temprana, la primera del verano, la cual, apenas la ve el que la mira, se la traga tan
luego como la tiene a mano. 5En aquel día Jesús de los ejércitos
será por corona
de gloria y
diadema de hermosura al remanente de su pueblo; 6y por espíritu de juicio al que se sienta en juicio, y por fuerzas a los que rechacen
la batalla en
la puerta. 7Pero
también éstos erraron con el vino, y con sidra se entontecieron; el sacerdote y el profeta erraron con sidra, fueron trastornados por el vino; se aturdieron con la sidra, erraron en la visión, tropezaron en el juicio.
8Porque toda mesa está llena de vómito y suciedad, hasta no haber lugar limpio.”
(Isa. 28:2-8)
¿Para
quienes el juicio se les convierten en ajenjo,… y dirán a los montes cubridnos
y a los collados caed sobre nosotros,…?
“3Seguramente dirán
ahora: No tenemos rey, porque no temimos a Jesús; ¿y qué haría el rey por nosotros? 4Han hablado palabras jurando en vano al
hacer pacto;
por tanto, el juicio florecerá como ajenjo en los surcos del campo. 5Por las becerras de Bet-avén serán atemorizados
los moradores
de Samaria;
porque su pueblo lamentará a causa del becerro, y sus sacerdotes que en él se regocijaban por su gloria, la cual será
disipada. 6Aun será él llevado a Asiria como presente al rey Jareb; Efraín será avergonzado, e Israel se avergonzará de su
consejo. 7De
Samaria fue
cortado su rey
como espuma
sobre la superficie de las aguas. 8Y los lugares altos de Avén serán destruidos, el pecado de Israel; crecerá sobre sus
altares espino
y cardo. Y
dirán a los montes: Cubridnos; y a los collados: Caed sobre nosotros.
9Desde los días de Gabaa has pecado, oh Israel; allí estuvieron; no los tomó la batalla en Gabaa contra los inicuos. 10Y
los castigaré
cuando lo desee; y pueblos se juntarán sobre ellos cuando sean atados por su doble crimen. 11Efraín es novilla domada, que le
gusta trillar,
más yo pasaré sobre su lozana cerviz; haré llevar yugo a Efraín; arará Judá, quebrará sus terrones
Jacob. 12Sembrad
para vosotros
en justicia,
segad para vosotros en misericordia; haced para vosotros barbecho; porque es el tiempo de buscar a Jesús, hasta que venga y os enseñe justicia. 13Habéis arado
impiedad, y
segasteis iniquidad; comeréis fruto de mentira, porque confiaste en tu camino y en la multitud de tus valientes. 14Por tanto,
en tus pueblos
se levantará alboroto, y todas tus fortalezas serán destruidas, como destruyó Salmán a Bet-arbel en el día de la batalla, cuando la madre fue destrozada con los hijos. 15Así
hará a vosotros Bet-el, por causa de vuestra gran maldad; a la mañana será del todo cortado el rey de Israel.” (Oseas 10:3-12) Observe
que los que hablando palabras juran en vano al hacer pacto,… el juicio para
ellos florece como ajenjo,…
¿Qué concejo da Jesús a los que convierten el juicio en
ajenjo,…? “6Buscad a Jesús, y vivid; no sea que acometa como fuego a la casa de José y la consuma, sin
haber en Bet-el
quien lo apague. 7Los que convertís en ajenjo el juicio, y la justicia la echáis por tierra, 8buscad
al que hace las Pléyades y el Orión, y vuelve las tinieblas en mañana, y hace oscurecer el día como noche; el que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la
faz de la tierra; Jesús es su nombre; 9que
da esfuerzo al
despojador
sobre el fuerte,
y hace que el despojador venga sobre la fortaleza. 10Ellos aborrecieron al
reprensor en la puerta de la ciudad, y al que hablaba lo recto abominaron. 11Por tanto, puesto
que vejáis al pobre y recibís de él carga de trigo, edificasteis casas de piedra labrada, mas no las habitaréis; plantasteis hermosas viñas, mas no
beberéis el vino de ellas. 12Porque yo sé de vuestras muchas rebeliones, y de vuestros
grandes pecados;
sé que afligís al justo, y recibís cohecho, y en los tribunales hacéis perder su causa a los pobres. 13Por
tanto, el prudente en tal tiempo calla, porque el tiempo es malo.
14Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viváis;
porque así Jesús Dios de los ejércitos estará con vosotros, como decís. 15Aborreced el mal, y amad el bien, y estableced la justicia en juicio; quizá Jesús Dios de los ejércitos tendrá piedad del remanente de José. 16Por
tanto, así ha dicho Jesús, Dios de los ejércitos: En todas las plazas habrá llanto, y en todas las calles dirán: ¡Ay! ¡Ay!, y al labrador llamarán a lloro, y a endecha a los que sepan endechar. 17Y en
todas las viñas
habrá llanto;
porque pasaré en medio de ti, dice Jesús. 18¡Ay de los que desean el día de Jesús! ¿Para qué queréis
este día de Jesús? Será de tinieblas, y no de luz; 19como el que huye de delante
del león, y se
encuentra con el oso; o como si entrare en casa y apoyare su mano en la pared, y le muerde una culebra. 20¿No será el día de Jesús tinieblas, y no luz; oscuridad, que no tiene resplandor?
21Aborrecí, abominé vuestras solemnidades, y no me
complaceré en vuestras asambleas. 22Y si me ofreciereis vuestros holocaustos y vuestras ofrendas, no los recibiré,
ni miraré a las ofrendas de paz de vuestros animales engordados. 23Quita de mí la multitud de tus cantares, pues no escucharé
las salmodias
de tus instrumentos. 24Pero corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso
arroyo.” (Amos 5:6-17)
¿Para quién
es la ira en el juicio de Dios,…?
“3¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los
que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios? 4¿O
menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? 5Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido,
atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios. 6el cual pagará a cada uno conforme a sus obras:
7vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad,
8pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; 9tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y
también el griego, 10pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y
también al griego; 11porque no hay acepción de personas para con Dios.” (Rom. 2:3-5)
¿Para quienes es el juicio,… por ser lazo en Mizpa y red tendida sobre
Tabor, y haciendo victimas han bajado hasta lo profundo,…?
“1Sacerdotes,
oíd esto, y estad atentos, casa de Israel, y casa del rey, escuchad; porque para vosotros es el juicio, pues habéis sido lazo en Mizpa, y red tendida sobre Tabor. 2Y haciendo víctimas han bajado hasta lo
profundo; por tanto, yo castigaré a todos ellos. 3Yo conozco a Efraín, e Israel no me es
desconocido; porque ahora, oh Efraín, te has prostituido, y se ha contaminado Israel. 4No
piensan en convertirse a su Dios, porque espíritu de fornicación está en medio de ellos, y no conocen a Jesús. 5La soberbia de Israel le desmentirá en su cara; Israel y Efraín tropezarán en su pecado, y Judá tropezará también con
ellos. 6Con sus ovejas y con sus vacas andarán buscando a Jesús, y no le hallarán; se apartó de ellos. 7Contra
Jesús
prevaricaron, porque han engendrado hijos extraños; ahora en un solo mes serán consumidos ellos y sus heredades.” (Oseas
5:1-7)
¿A quién
se le hará juicio sin misericordia,…?
“13Porque juicio sin misericordia se hará con
aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio.”
(Sant. 2:13)
¿A
quienes Jesús encamina por el juicio,…?
“8Bueno y recto es Jesús; Por tanto, él
enseñará a los pecadores el camino. 9Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los
mansos su
carrera.” (Sal. 25:8-9)
¿A quienes se les da el juicio cuando viene el anciano de días,…?
“21Y veía yo
que este cuerno hacía guerra contra los santos, y los vencía, 22hasta que vino el Anciano de días, y se dio el juicio a los santos del Altísimo; y llegó el tiempo, y los santos recibieron el reino. 23Dijo
así: La cuarta bestia será un cuarto reino en la tierra, el cual será diferente
de todos los otros reinos, y a toda la tierra devorará, trillará y despedazará.
24Y los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán
diez reyes; y tras ellos se levantará otro, el cual será diferente de los
primeros, y a tres reyes derribará. 25Y hablará
palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará
en cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y
tiempos, y medio tiempo. 26Pero se sentará el Juez, y le quitarán su dominio para que sea
destruido y arruinado hasta el fin, 27y que el reino, y el dominio y la majestad de
los reinos
debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán.” (Dan. 7:21-27)
¿A quién
Jesús juzga y de él tiene misericordia,…?
“13Oh Jesús, eterno es tu nombre; Tu memoria, oh Jesús, de generación en
generación. 14Porque Jesús juzgará a su pueblo, y se compadecerá de sus siervos.” (Sal.135:13-14)
¿A favor
de quienes hay que ponerse en el juicio,…?
“8Abre tu boca por el mudo en el juicio de todos los desvalidos. 9Abre tu boca, juzga con justicia, y defiende la causa del pobre y del menesteroso.” (Prov. 31:8)
¿De quién
toma venganza Dios en el juicio,…?
“1Después de esto oí
una gran voz
de gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro; 2porque sus juicios son verdaderos y
justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado
la sangre de
sus siervos de
la mano de
ella.” (Apoc. 19:1-2)
¿Con
quién está el buen juicio,…?
“12Yo, la sabiduría, habito con la cordura, y hallo la ciencia de los consejos. 13El temor de Jesús es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, y la boca perversa, aborrezco. 14Conmigo
está el consejo
y el buen juicio; Yo soy la inteligencia; mío es el poder.” (Prov. 8:12-14)
¿Con
quién Jesús se desposa en juicio y en justicia,…?
“13Y la castigaré por los días en que incensaba a los baales, y se adornaba de sus zarcillos
y de sus joyeles, y se iba tras sus amantes y se olvidaba de mí, dice Jesús. 14Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón. 15Y
le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto. 16En aquel tiempo, dice Jesús, me llamarás Ishi, y nunca más me
llamarás Baali. 17Porque
quitaré de su boca los nombres de los baales, y nunca más se mencionarán sus nombres. 18En
aquel tiempo haré para ti pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra; y quitaré de la tierra arco y espada y guerra, y te haré dormir segura. 19Y te
desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio,
benignidad y misericordia. 20Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jesús. 21En
aquel tiempo
responderé, dice Jesús, yo responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra. 22Y la tierra responderá al trigo, al vino y al aceite, y ellos responderán
a Jezreel.
23Y la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi: Tú eres pueblo mío, y él dirá: Dios mío.”
(Oseas 2:13-23)
¿Cuál
es el juicio que hacen a la ramera Israel,... para que deje de ser ramera,…?
“35Por tanto, ramera, oye palabra de Jesús. 36Así ha dicho Jesús el Señor: Por cuanto han sido
descubiertas tus desnudeces en tus fornicaciones, y tu confusión ha sido manifestada a tus enamorados, y a los ídolos de tus abominaciones, y en la sangre de tus hijos, los cuales les
diste; 37por tanto, he aquí que yo reuniré a todos
tus enamorados
con los cuales tomaste placer, y a todos los que amaste, con todos los que aborreciste; y los reuniré
alrededor de ti
y les descubriré tu desnudez, y ellos verán toda tu desnudez. 38Y yo te juzgaré por las leyes de las adúlteras, y de las que
derraman sangre;
y traeré sobre ti sangre de ira y de celos. 39Y te entregaré en manos de ellos; y
destruirán tus lugares altos, y derribarán tus altares, y te despojarán de tus ropas, se llevarán tus hermosas alhajas, y te dejarán desnuda y descubierta. 40Y
harán subir contra ti muchedumbre de gente, y te apedrearán, y te atravesarán con sus espadas. 41Quemarán
tus casas a fuego, y harán en ti juicios en presencia de muchas mujeres; y así haré que dejes de ser ramera, y que ceses de prodigar tus dones. 42Y
saciaré mi ira
sobre ti, y se
apartará de ti mi celo, y descansaré y no me enojaré más. 43Por
cuanto no te acordaste de los días de tu juventud, y me provocaste a ira en todo esto, por eso, he aquí yo también traeré tu camino sobre tu cabeza, dice Jesús el Señor; pues ni aun has
pensado sobre toda tu lujuria. 44He aquí, todo el que usa de refranes te aplicará a ti
el refrán que dice: Cual la madre, tal la hija. 45Hija eres tú de tu madre, que desechó a su marido y a sus hijos; y hermana eres tú de tus hermanas, que desecharon a
sus maridos y
a sus hijos;
vuestra madre
fue hetea, y
vuestro padre amorreo. 46Y
tu hermana
mayor es Samaria, ella y sus hijas, que habitan al norte de ti; y tu hermana menor es Sodoma con sus hijas, la cual habita al sur de ti. 47Ni aun anduviste en sus caminos, ni hiciste según
sus abominaciones; antes, como si esto fuera poco y muy poco, te corrompiste más que ellas en todos tus caminos. 48Vivo
yo, dice Jesús
el Señor, que Sodoma tu hermana y sus hijas no han hecho como
hiciste tú y
tus hijas.
49He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del menesteroso. 50Y se llenaron de soberbia, e hicieron
abominación delante de mí, y cuando lo vi las quité. 51Y Samaria no cometió ni la
mitad de tus pecados; porque tú multiplicaste tus abominaciones más que ellas, y has
justificado a tus hermanas con todas las abominaciones que tú hiciste. 52Tú también,
que juzgaste a
tus hermanas,
lleva tu vergüenza en los pecados que tú hiciste, más abominables que los de ellas; más justas son que tú; avergüénzate, pues, tú también, y lleva tu
confusión, por cuanto has justificado a tus hermanas. 53Yo, pues, haré volver a sus cautivos, los cautivos de Sodoma y de sus hijas, y los cautivos de Samaria y de sus hijas, y haré volver los cautivos de tus cautiverios entre ellas,
54para que lleves tu confusión, y te avergüences de todo lo que has hecho, siendo tú
motivo de consuelo para ellas. 55Y tus hermanas, Sodoma con sus hijas y Samaria con sus hijas, volverán a su primer
estado; tú
también y tus hijas volveréis a vuestro primer estado. 56No era tu hermana Sodoma digna de
mención en tu boca en el tiempo de tus soberbias, 57antes que tu
maldad fuese
descubierta. Así también ahora llevas tú la afrenta de las hijas de Siria y de todas las hijas de los filisteos, las cuales por
todos lados te desprecian. 58Sufre tú el castigo de tu lujuria y de tus
abominaciones, dice Jesús. 59Pero más ha dicho Jesús el Señor: ¿Haré yo contigo
como tú hiciste, que menospreciaste el juramento para invalidar el pacto? 60Antes
yo tendré memoria de mi pacto que concerté contigo en los días de tu juventud, y estableceré contigo un pacto sempiterno. 61Y te acordarás de
tus caminos y te avergonzarás, cuando recibas a tus hermanas, las mayores que
tú y las menores que tú, las cuales yo te daré por hijas, mas no por tu pacto,
62sino por mi pacto que yo confirmaré contigo; y sabrás que yo
soy Jesús; 63para que te acuerdes y te avergüences,
y nunca más abras la boca, a causa de tu vergüenza, cuando yo perdone todo lo que hiciste, dice Jesús el Señor.” (Eze. 16:35-63)
¿Cuáles son los cuatro juicios terribles que ha enviado Jesús
a Jerusalén,…?
“21Por lo cual así ha
dicho Jesús
el Señor:
¿Cuánto más cuando yo enviare contra Jerusalén mis cuatro juicios terribles, espada, hambre,
fieras y pestilencia, para cortar de ella hombres y bestias? 22Sin embargo, he aquí quedará en
ella un remanente, hijos e hijas, que serán llevados fuera; he aquí que ellos vendrán a vosotros, y veréis su camino y sus hechos, y
seréis consolados del mal que hice venir sobre Jerusalén, de todas las cosas que traje sobre ella. 23Y
os consolarán cuando viereis su camino y sus hechos, y conoceréis que no sin causa hice todo lo
que he hecho en ella, dice Jesús el Señor.”
(Eze. 14:21-23)
¿Cuándo
se puede caer bajo juicio,…?
“27De manera que
cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. 28Por
tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. 29Porque
el que come y bebe indignamente, sin
discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. 30Por lo cual hay
muchos enfermos
y debilitados entre vosotros, y muchos duermen. 31Si, pues,
nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; 32más siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos
condenados con el mundo. 33Así que, hermanos míos, cuando os
reunís a comer,
esperaos unos a otros. 34Si alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os
reunáis para juicio. Las demás cosas las pondré en orden cuando yo fuere.”
(1Cor. 11:27-34)
“1No juzguéis, para que no seáis juzgados. 2Porque
con el juicio
con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. 3¿Y por qué miras la paja
que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? 4¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? 5¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien
para sacar la paja del ojo de tu hermano.” (Mat. 7:1-4)
¿Cuándo hay
maldad en una ciudad,… dejan a Jesús e inciensan a dioses extraños y adoran a
la obra de sus manos anuncia juicios contra ellos,… pronuncia Jesús juicios
en contra de ellos,…? “15Porque he
aquí que yo convoco a todas las familias de los reinos del norte, dice Jesús; y vendrán, y pondrá cada uno su campamento a la entrada de
las puertas de
Jerusalén, y
junto a todos sus muros en derredor, y contra todas las ciudades de Judá. 16Y
a causa de toda su maldad, proferiré mis juicios contra los que me dejaron, e incensaron a dioses extraños, y la obra de sus manos adoraron.”
(Jer. 1:15-16)
¿Cuándo
se dice que no se ha pecado,… entra Dios en juicio con aquella persona,… y Dios
no les prospera? “33¿Por qué adornas tu camino para hallar amor? Aun a las malvadas enseñaste tus caminos. 34Aun en tus faldas se halló la
sangre de los pobres, de los inocentes.
No los hallaste en ningún delito; sin embargo, en todas estas cosas dices: 35Soy
inocente, de cierto su ira se apartó de mí. He aquí yo entraré en juicio contigo, porque dijiste: No he pecado. 36¿Para
qué discurres tanto, cambiando tus caminos? También serás avergonzada de Egipto, como fuiste
avergonzada de Asiria. 37También de allí saldrás con
tus manos sobre
tu cabeza,
porque Jesús
desechó a aquellos en quienes tú confiabas, y no prosperarás por ellos.” (Jer. 2:33-37)
¿Cuándo
se habrán manifestado los juicios de Dios,…?
“1Vi en el cielo otra señal, grande y admirable: siete ángeles que tenían las siete plagas postreras; porque en ellas se consumaba la ira de Dios. 2Vi
también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios. 3Y
cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso;
justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos. 4¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual todas
las naciones vendrán
y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado.” (Apoc. 15:1-4)
¿Cuándo Jesús saca su juicio,…?
“1¡Ay de la ciudad
rebelde y contaminada y opresora!
2No escuchó la voz, ni recibió la corrección; no confió en Jesús, no se acercó a su Dios. 3Sus
príncipes en
medio de ella son leones rugientes; sus jueces, lobos nocturnos que no dejan hueso para la mañana. 4Sus profetas son livianos, hombres prevaricadores; sus
sacerdotes contaminaron
el santuario,
falsearon la ley. 5Jesús en medio de ella es justo, no hará iniquidad; de mañana sacará a luz su juicio, nunca faltará; pero
el perverso no conoce la vergüenza.”
(Sof. 3:1-5)
¿Cuándo el
hombre se dará cuenta que Dios juzga en la tierra,…?
“9Antes que vuestras ollas sientan la llama de los espinos, Así vivos, así
airados, los arrebatará él con tempestad.
10Se alegrará el justo cuando viere la venganza; Sus pies lavarán en la sangre del impío. 11Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay galardón para el justo; Ciertamente hay Dios que juzga en la tierra.” (Sal. 58:10-11)
¿Cuándo todas las naciones verán el juicio de Jesús,…?
“1Tú pues, hijo de hombre, profetiza contra Gog, y di: Así ha dicho Jesús el Señor: He aquí yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe soberano
de Mesec y Tubal. 2Y
te quebrantaré, y te conduciré y te haré subir
de las partes del norte, y te traeré sobre los montes
de Israel; 3y
sacaré tu arco
de tu mano izquierda, y derribaré tus saetas de tu mano derecha. 4Sobre los montes de Israel caerás tú y todas tus tropas, y los pueblos que fueron
contigo; a aves
de rapiña de toda especie, y a las fieras del campo, te he dado por comida. 5Sobre
la faz del campo caerás; porque yo
he hablado, dice Jesús el Señor. 6Y enviaré fuego sobre Magog, y sobre los que
moran con seguridad en las costas; y sabrán que yo soy Jesús. 7Y
haré notorio mi santo nombre en medio de mi pueblo
Israel, y nunca más dejaré profanar mi santo nombre; y sabrán las naciones que yo soy Jesús, el Santo en Israel. 8He
aquí viene, y se cumplirá, dice Jesús el Señor; este es el día del cual he hablado. 9Y los moradores de las ciudades de Israel saldrán, y
encenderán y quemarán armas, escudos, paveses,
arcos y saetas, dardos de mano y lanzas; y los quemarán
en el fuego por siete años. 10No traerán leña del campo, ni cortarán de
los bosques,
sino quemarán las armas en el fuego; y despojarán a sus
despojadores,
y robarán a los que les robaron, dice Jesús el Señor. 11En aquel tiempo yo daré a Gog lugar para sepultura
allí en Israel,
el valle de los que pasan al oriente del mar; y obstruirá el paso a los transeúntes, pues allí
enterrarán a Gog y a toda su multitud; y lo llamarán el Valle de Hamón-gog [La
tierra de Hamón es tierra de Aser y Neftalí en la ciudad de Jesús-Sama que en
el cantico de los 144.000 es tierra de Manases y José, pero físicamente se
encuentra en tierras de Isacar,… que como puede ver en el cántico es por donde
entran los pueblos al monte de Sión,… (Josué 19.28; 1 Cron. 6.76; Deut
33:18-19)] . 12Y
la casa de Israel los estará
enterrando por siete meses, para limpiar la tierra. 13Los enterrará todo el pueblo de la tierra; y será para
ellos célebre el día en que yo sea glorificado, dice Jesús el Señor. 14Y
tomarán hombres
a jornal
que vayan por el país con los que viajen, para enterrar a los que queden sobre la faz de la tierra, a fin de limpiarla; al
cabo de siete meses harán el reconocimiento. 15Y
pasarán los que irán por el país, y el que vea los huesos de algún hombre pondrá junto a ellos una señal, hasta que los entierren
los sepultureros en el valle de Hamón-gog. 16Y también el nombre de la ciudad será Hamona [En Hebreo es multitud]; y limpiarán la tierra. 17Y tú, hijo de hombre, así ha dicho Jesús el Señor: Di a las aves de toda especie, y a toda fiera del campo: Juntaos, y venid;
reuníos de todas partes a mi víctima que sacrifico para vosotros, un sacrificio
grande sobre los montes de Israel; y comeréis carne y beberéis sangre. 18Comeréis
carne de fuertes, y beberéis sangre de príncipes de la tierra; de carneros, de corderos, de machos cabríos, de bueyes y de toros, engordados todos
en Basán [Tierras de Manases (Deut. 3:12-13) Observe además que Dan en la
profecía salta desde Basan (Deut. 33.22)]. 19Comeréis grosura hasta saciaros, y beberéis hasta embriagaros de sangre de las víctimas que para vosotros sacrifiqué. 20Y
os saciaréis sobre mi mesa, de caballos y de jinetes fuertes y de todos los hombres de guerra, dice Jesús el Señor. 21Y pondré mi gloria entre las naciones, y todas las naciones verán mi juicio que habré hecho, y mi mano que sobre ellos puse. 22Y de
aquel día en adelante
sabrá la casa de Israel que yo soy Jesús su Dios. 23Y sabrán las naciones que la casa de Israel fue llevada
cautiva por su pecado, por cuanto
se rebelaron contra mí, y yo escondí de ellos mi rostro, y los entregué en manos de sus enemigos, y cayeron todos a espada. 24Conforme
a su inmundicia y conforme a sus rebeliones hice con ellos, y de ellos escondí mi rostro. 25Por
tanto, así ha dicho Jesús el Señor: Ahora volveré la cautividad de Jacob, y tendré misericordia de toda la casa de Israel, y me mostraré celoso por mi santo nombre.
26Y ellos sentirán su vergüenza, y toda su rebelión con que prevaricaron contra mí, cuando habiten en su tierra con seguridad, y no haya quien
los espante; 27cuando los saque de entre los pueblos, y los reúna de la tierra de sus enemigos, y sea santificado en ellos
ante los ojos de muchas naciones. 28Y sabrán que yo soy Jesús su Dios, cuando después de haberlos
llevado al cautiverio entre las naciones, los reúna sobre su tierra, sin dejar allí a ninguno de ellos. 29Ni
esconderé más de ellos mi rostro; porque habré derramado de mi Espíritu sobre la casa de Israel, dice Jesús el Señor.” (Eze. 39:1-29)
¿Cuándo en los juicios de Dios no hay misericordia,… sino
furor e indignación,…?
“7Por tanto, así ha
dicho Jesús:
¿Por haberos multiplicado más que las naciones que están alrededor de vosotros, no habéis andado en mis mandamientos, ni habéis guardado mis leyes? Ni aun según las leyes de las naciones que están alrededor de vosotros habéis andado. 8Así, pues, ha
dicho Jesús
el Señor: He
aquí yo estoy contra ti; sí, yo, y haré juicios en medio de ti ante los ojos de las naciones. 9Y haré en ti lo que nunca
hice, ni jamás haré cosa semejante, a causa de todas tus abominaciones.
10Por eso los padres comerán a los hijos en medio de ti, y los hijos comerán a sus padres; y haré en ti juicios, y esparciré a todos los vientos
todo lo que quedare de ti. 11Por
tanto, vivo yo, dice Jesús el Señor, ciertamente por haber profanado mi santuario con todas tus abominaciones, te
quebrantaré yo también; mi ojo no perdonará, ni tampoco tendré yo misericordia. 12Una
tercera parte de ti morirá de pestilencia y será consumida de hambre en medio de ti; y una tercera parte
caerá a espada
alrededor de ti;
y una tercera parte esparciré a todos los vientos, y tras ellos desenvainaré espada. 13Y se cumplirá mi furor y saciaré en ellos mi
enojo, y
tomaré satisfacción; y sabrán que yo Jesús he hablado en mi celo, cuando cumpla en ellos mi enojo. 14Y te convertiré en soledad y en oprobio entre
las naciones
que están alrededor de ti, a los ojos de todo transeúnte. 15Y serás oprobio y escarnio y
escarmiento y espanto a las naciones que están alrededor de ti, cuando yo haga en ti juicios con furor e indignación, y en reprensiones de ira. Yo Jesús he hablado. 16Cuando
arroje yo sobre ellos las perniciosas saetas del hambre, que serán para destrucción, las cuales enviaré para
destruiros, entonces aumentaré el hambre sobre vosotros, y quebrantaré entre vosotros el sustento del pan. 17Enviaré, pues, sobre vosotros
hambre, y bestias feroces que te
destruyan; y pestilencia y sangre pasarán por en medio de ti, y enviaré sobre ti espada. Yo Jesús he hablado.” (Eze. 5:7-17)
¿Desde
cuándo es el juicio para el hombre,…?
“27Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola
vez, y después
de esto el juicio” (Heb. 9:27)
¿Desde cuándo aparta Jesús los juicios sobre Sion,…?
“1¡Ay de la ciudad
rebelde y contaminada y opresora!
2No escuchó la voz, ni recibió la corrección; no confió en Jesús, no se acercó a su Dios. 3Sus
príncipes en
medio de ella son leones rugientes; sus jueces, lobos nocturnos que no dejan hueso para la mañana. 4Sus profetas son livianos, hombres prevaricadores; sus
sacerdotes contaminaron
el santuario,
falsearon la ley. 5Jesús en medio de ella es justo, no hará iniquidad; de mañana sacará a luz su juicio, nunca faltará; pero
el perverso no conoce la vergüenza.
6Hice destruir naciones; sus habitaciones están asoladas; hice desiertas sus calles, hasta no quedar
quien pase; sus ciudades están asoladas hasta no quedar hombre, hasta no quedar
habitante. 7Dije: Ciertamente me temerá; recibirá corrección, y no será
destruida su morada según todo aquello por lo cual la castigué. Más ellos se apresuraron a
corromper todos sus hechos. 8Por tanto, esperadme, dice Jesús, hasta el día que me
levante para juzgaros; porque mi determinación es reunir las naciones, juntar los reinos, para derramar sobre
ellos mi enojo,
todo el ardor de mi ira; por el fuego de mi celo será consumida toda la tierra.
9En aquel tiempo devolveré yo a los pueblos pureza de labios, para que todos invoquen el nombre
de Jesús, para que le sirvan de común
consentimiento. 10De la región más allá de los ríos de Etiopía me suplicarán; la hija de mis esparcidos
traerá mi ofrenda. 11En aquel día no serás avergonzada
por ninguna de tus obras con que te rebelaste contra mí; porque entonces quitaré de en medio de ti a los que se alegran en
tu soberbia, y
nunca más te ensoberbecerás en mi santo monte. 12Y dejaré en medio de ti un pueblo humilde y pobre, el cual confiará en
el nombre de Jesús. 13El
remanente de Israel no hará injusticia
ni dirá mentira,
ni en boca de
ellos se hallará lengua engañosa; porque ellos serán apacentados, y dormirán, y no
habrá quien los atemorice. 14Canta, oh hija de Sion; da voces de júbilo, oh Israel; gózate y regocíjate
de todo corazón,
hija de Jerusalén. 15Jesús
ha apartado tus juicios, ha echado fuera tus enemigos; Jesús es Rey de Israel en medio de ti; nunca más verás el mal. 16En aquel tiempo se dirá a Jerusalén: No temas; Sion, no se debiliten tus manos. 17Jesús está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos. 18Reuniré
a los fastidiados por causa del largo tiempo; tuyos fueron, para quienes el oprobio de ella era una carga. 19He
aquí, en aquel tiempo yo apremiaré a todos tus opresores; y salvaré a la que cojea, y recogeré la descarriada; y os pondré por alabanza y por renombre en
toda la tierra.
20En aquel tiempo yo os traeré, en aquel tiempo os reuniré yo; pues os pondré para renombre y para alabanza entre todos los pueblos de la tierra, cuando levante
vuestro cautiverio delante de vuestros ojos, dice Jesús. ”
(Sof. 3:1-20)
¿Hay que
buscar el juicio,…?
“17aprended a hacer
el bien;
buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda.” (Isa. 1:17)
¿Hay que hacer de mañana juicio, librando al oprimido,… para que la ira de
Jesús no se encienda sobre nosotros,… como lo hizo sobre la casa de Judá,…?
“11Y a la casa del rey de Judá dirás: Oíd palabra de Jesús: 12Casa de David, así dijo Jesús: Haced de mañana juicio, y librad al oprimido de mano del opresor, para que mi ira no salga como fuego, y se encienda y no haya quien lo apague, por la maldad de vuestras obras.” (Jer. 21:11-12)
“3Así ha dicho Jesús: Haced juicio y justicia, y librad al oprimido de mano del opresor, y no engañéis ni robéis al extranjero, ni al huérfano ni a la viuda, ni derraméis sangre inocente en este
lugar. 4Porque si efectivamente obedeciereis esta palabra, los reyes que en lugar de David se sientan sobre su trono, entrarán montados en
carros y en caballos por las puertas de
esta casa;
ellos, y sus criados y su pueblo. 5Mas si no oyereis estas palabras, por mí mismo he
jurado, dice Jesús, que esta casa será desierta.” (Jer. 22:3-5)
¿Hay que
juzgar,…?
“37No juzguéis, y no
seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.”
(Luc. 6:37)
“9Abre tu boca, juzga con justicia, y defiende la causa del pobre y del menesteroso.” (Prov. 21:9)
¿Tienen
que los príncipes de Israel hacer juicio,…? “9Así
ha dicho Jesús el Señor: ¡Basta ya, oh príncipes de Israel! Dejad la violencia y la rapiña. Haced juicio y justicia; quitad vuestras imposiciones
de sobre mi pueblo, dice Jesús el Señor. 10Balanzas
justas, efa justo, y bato justo tendréis. 11El efa y el bato serán de una misma medida: que
el bato tenga la décima
parte del homer, y la décima
parte del homer el efa; la medida de ellos será según el homer. 12Y el siclo será de veinte geras. Veinte siclos, veinticinco siclos, quince siclos, os serán una mina.” (Eze. 45:9-12)
¿Hay que
hacer justicia,…?
“17aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al
agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda.” (Isa. 1:17)
¿Hay que
guardar juicio,…?
“6Tú, pues, vuélvete
a tu Dios;
guarda misericordia y juicio, y en tu Dios confía siempre.” (Oseas 12:6)
¿Hay que
ir tras el juicio de Dios,…?
“14Porque no
abandonará Jesús a su pueblo, Ni desamparará su heredad, 15Sino que el juicio será vuelto a la justicia, y en pos de
ella irán todos los rectos de corazón.”
(Sal. 94:14-15)
¿Pueden escapar del juicio de Dios los que juzgan,… pero pecan,…?
“3¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los
que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios? 4¿O
menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? 5Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido,
atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios” (Rom. 2:3-5)
“31Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.” (Juan 12:31)
¿Dios ama
el juicio,…?
“4Porque recta es
la palabra
de Jesús,
y toda su obra
es hecha con fidelidad. 5El ama justicia y juicio; De la misericordia de Jesús está llena la tierra.”
(Sal. 33:4-5)
¿Dios está en el juicio,… y como debemos de actuar frente a ello,… para que
las naciones sean benditas por Jesús,…?
“1Si te volvieres, oh Israel, dice Jesús, vuélvete a mí. Y si quitares de
delante de mí tus abominaciones, y no anduvieres de acá para allá, 2y
jurares: Vive Jesús, en verdad, en juicio y en justicia, entonces las naciones serán benditas en él, y en él se gloriarán. 3Porque así dice Jesús a todo varón de Judá y de Jerusalén: Arad campo para vosotros, y no sembréis
entre espinos.
4Circuncidaos a Jesús, y quitad el prepucio de vuestro corazón, varones de Judá y moradores de Jerusalén; no sea que mi ira salga como fuego, y se encienda y no
haya quien la apague, por la maldad de vuestras obras.”
(Jer. 4:1-4)
¿Siempre el
juicio descubre los pecados,…?
“24Los pecados de algunos hombres se hacen patentes antes que ellos vengan a juicio, mas a otros se les
descubren después.” (1Tim. 5:24)
¿Cómo
podemos tener confianza en el día del juicio,…?
“15Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios
permanece en él,
y él en Dios. 16Y
nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. 17En
esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo.” (1Juan 4:15-17)
¿Cómo tienen que practicar los reyes y los que
juzgan el juicio,…?
“10Oráculo hay en los labios del rey; En juicio no prevaricará su boca.” (Prov. 16:8)
“8El rey que se sienta en
el trono de juicio, Con su mirar disipa todo mal.” (Prov. 20:8)
“4El rey con el juicio afirma la tierra; Mas el que exige presentes la destruye.”
(Prov. 29:4)
“14Del rey que juzga con verdad a los pobres, el trono será firme para siempre.”
(Prov. 29:14)
¿Hay que juzgar por recompensa,…? “1¡Ay de mí! porque estoy como cuando han recogido los frutos del verano, como cuando han
rebuscado después de la vendimia, y no queda racimo para comer; mi alma deseó los primeros frutos. 2Faltó el misericordioso de la tierra, y ninguno hay recto entre los hombres; todos acechan por sangre; cada cual arma red a su hermano. 3Para
completar la maldad con sus manos, el príncipe demanda, y el juez juzga por recompensa; y el grande habla el antojo de su alma, y lo confirman.
4El mejor de ellos es como el espino; el más recto, como zarzal; el día de tu castigo viene, el que anunciaron tus atalayas; ahora será su confusión. 5No
creáis en amigo, ni confiéis en príncipe; de la que duerme a tu lado cuídate, no abras tu boca. 6Porque
el hijo
deshonra al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre son los de su casa. 7Mas yo a Jesús miraré, esperaré al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirá.” (Miq. 7:1-7)
¿Cómo hay que portarse ante el juicio de Dios,…?
A continuación ponemos
ejemplos de cómo hombres se comportaron delante de los juicios de Dios,… y
alcanzaron misericordia y perdón,…
“21Porque yo he
guardado los caminos de Jesús, Y no me aparté impíamente de mi Dios. 22Pues
todos sus juicios estuvieron delante de mí, Y no me he apartado de sus estatutos.
23Fui
recto para con
él, y me he
guardado de mi maldad, 24Por lo cual me ha recompensado Jesús conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos delante de su vista. 25Con
el misericordioso te mostrarás misericordioso, y recto para con el hombre íntegro. 26Limpio te mostrarás para con el limpio, y
severo serás para con el perverso.”
(Sal. 18:21-22)
“3Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante
de mí. 4Contra
ti, contra ti
solo he pecado,
y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro
en tu juicio. 5He
aquí, en maldad
he sido formado, y en pecado me concibió mi madre. 6He aquí, tú
amas la verdad
en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. 7Purifícame con hisopo, y seré limpio;
Lávame, y seré más blanco que la nieve. 8Hazme oír gozo y alegría, y se recrearán los huesos que has abatido. 9Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas
mis maldades. 10Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu
recto dentro de mí. 11No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu
santo Espíritu.
12Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente. 13Entonces
enseñaré a los transgresores tus caminos, y los pecadores se convertirán a ti. 14Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación;
cantará mi lengua tu justicia.”
(Sal. 51:3-12)
“7Te alabaré con rectitud de corazón cuando aprendiere
tus justos juicios.” (Sal. 119:7) “164Siete veces al día te alabo a causa de tus justos
juicios.” (Sal. 119:164)
“13Con mis labios he contado todos los
juicios de tu boca.” (Sal. 119:13)
“30Escogí el camino de la verdad; He puesto tus juicios delante de mí.” (Sal. 119:30)
“43No quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad, Porque en tus juicios espero.”
(Sal. 119:43)
“62A medianoche me levanto para
alabarte por tus justos juicios.”
(Sal. 119:62)
“101De todo mal camino contuve mis pies, para guardar tu palabra. 102No
me aparté de tus juicios, porque tú me enseñaste. 103¡Cuán
dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca. 104De tus mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.” (Sal. 119:101-104)
“106Juré y ratifiqué
que guardaré tus justos juicios. 107Afligido estoy en gran manera; Vivifícame,
oh Jesús,
conforme a tu palabra. 108Te ruego, oh Jesús, que te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca, y me enseñes tus juicios.”
(Sal. 119:106-108)
“2Y no entres en juicio con tu siervo; porque no se
justificará delante de ti ningún ser humano.”
(Sal. 142:2)
¿Qué
debemos de hacer con los que son desterrados y hay juicio,…?“1Enviad cordero al señor de la tierra, desde Sela del desierto al monte de la hija de Sion. 2Y
cual ave espantada que
huye de su nido, así serán las hijas de Moab en los vados de Arnón. 3Reúne
consejo, haz juicio; pon tu sombra
en medio del día como la noche; esconde a los desterrados, no entregues a
los que andan errantes. 4Moren contigo mis
desterrados, oh Moab; sé para ellos escondedero de la presencia del devastador; porque el atormentador fenecerá, el
devastador tendrá fin, el pisoteador será consumido de sobre la tierra. 5Y se dispondrá el trono en misericordia; y sobre él se
sentará firmemente, en el tabernáculo de David, quien juzgue y
busque el juicio, y apresure la justicia.” (Isa. 16:1-5)
¿Cómo
debemos de actuar frente al juicio,… para que las naciones sean benditas por
Jesús,…? “1Si te volvieres, oh Israel, dice Jesús, vuélvete a mí. Y si quitares de delante de mí tus abominaciones, y no anduvieres de acá para allá, 2y
jurares: Vive Jesús, en verdad, en juicio y en justicia, entonces las naciones serán benditas en él, y en él se gloriarán. 3Porque así dice Jesús a todo varón de Judá y de Jerusalén: Arad campo para vosotros, y no sembréis
entre espinos.
4Circuncidaos a Jesús, y quitad el prepucio de vuestro corazón, varones de Judá y moradores de Jerusalén; no sea que mi ira salga como fuego, y se encienda y no
haya quien la apague, por la maldad de vuestras obras.”
(Jer. 4:1-4)
“24Castígame, oh Jesús, mas con juicio; no con tu furor, para que no me aniquiles.” (Jer. 10:24)
¿Cómo son
juzgados los muertos,…?
“6Porque por esto
también ha sido predicado el evangelio a los muertos, para que sean juzgados en carne según los hombres, pero vivan en espíritu según Dios.”
(1Ped. 4:6)
¿Cómo juzga Dios a los perversos,…?
“1¡Ay de la ciudad
rebelde y contaminada y opresora!
2No escuchó la voz, ni recibió la corrección; no confió en Jesús, no se acercó a su Dios. 3Sus
príncipes en
medio de ella son leones rugientes; sus jueces, lobos nocturnos que no dejan hueso para la mañana. 4Sus profetas son livianos, hombres prevaricadores; sus
sacerdotes contaminaron
el santuario,
falsearon la ley. 5Jesús en medio de ella es justo, no hará iniquidad; de mañana sacará a luz su juicio, nunca faltará; pero
el perverso no conoce la vergüenza.
6Hice destruir naciones; sus habitaciones están asoladas; hice desiertas sus calles, hasta no quedar
quien pase; sus ciudades están asoladas hasta no quedar hombre, hasta no quedar
habitante. 7Dije: Ciertamente me temerá; recibirá corrección, y no será
destruida su morada según todo aquello por lo cual la castigué. Más ellos se apresuraron a
corromper todos sus hechos. 8Por tanto, esperadme, dice Jesús, hasta el día que me
levante para juzgaros; porque mi determinación es reunir las naciones, juntar los reinos, para derramar sobre
ellos mi enojo,
todo el ardor de mi ira; por el fuego de mi celo será consumida toda la tierra.
9En aquel tiempo devolveré yo a los pueblos pureza de labios, para que todos invoquen el nombre
de Jesús, para que le sirvan de común
consentimiento. 10De la región más allá de los ríos de Etiopía me suplicarán; la hija de mis esparcidos
traerá mi ofrenda. 11En aquel día no serás avergonzada
por ninguna de tus obras con que te rebelaste contra mí; porque entonces quitaré de en medio de ti a los que se alegran en
tu soberbia, y
nunca más te ensoberbecerás en mi santo monte. 12Y dejaré en medio de ti un pueblo humilde y pobre, el cual confiará en
el nombre de Jesús. 13El
remanente de Israel no hará injusticia
ni dirá mentira,
ni en boca de
ellos se hallará lengua engañosa; porque ellos serán apacentados, y dormirán, y no
habrá quien los atemorice.” (Sof. 3:1-13)
¿Cómo
juzga Cristo y su Padre,…?
“30No puedo yo hacer
nada por mí
mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió,
la del Padre.” (Juan 5:30)
“7Pero Jesús permanecerá para
siempre; ha dispuesto su trono para juicio.
8El juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con rectitud.”
(Sal. 9:7-8)
¿Cómo
Juzga Jesús cuando el reina,…? “10Decid entre las naciones:
Jesús reina. También afirmó el mundo, no será conmovido;
Juzgará a los pueblos en justicia. 11Alégrense los cielos, y gócese la tierra; Brame el mar y su plenitud. 12Regocíjese el campo, y todo lo que en él
está; Entonces todos los árboles del bosque rebosarán de contento, 13Delante de Jesús que vino; Porque
vino a juzgar
la tierra.
Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con su verdad.”
(Sal. 96:10-12) “7Brame
el mar y su
plenitud, El mundo y los que en él habitan; 8Los ríos batan las manos, Los montes todos hagan
regocijo 9Delante de Jesús, porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con rectitud.” (Sal. 98:7-8)
“16por tanto, Jesús el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada,
angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure. 17Y
ajustaré el juicio a cordel, y a nivel la justicia; y granizo barrerá el refugio de la mentira, y aguas arrollarán el escondrijo. 18Y
será anulado vuestro pacto con la muerte, y vuestro convenio con el Seol no será firme; cuando pase el turbión del azote, seréis de él
pisoteados. 19Luego que comience a pasar, él os arrebatará; porque de
mañana en mañana pasará, de día y de noche; y será ciertamente
espanto el entender lo oído. 20La cama será corta para poder
estirarse, y la manta estrecha para poder envolverse. 21Porque
Jesús se
levantará como en el monte Perazim, como en el valle de Gabaón se enojará; para hacer su obra, su extraña obra, y para hacer su operación, su extraña operación. 22Ahora,
pues, no os burléis, para que no se aprieten más vuestras ataduras; porque
destrucción ya determinada sobre toda la tierra he oído del Señor, Jesús de los ejércitos. 23Estad atentos, y oíd mi voz; atended, y oíd mi
dicho. 24El que ara para sembrar, ¿arará todo el día? ¿Romperá y quebrará los terrones de la tierra? 25Cuando
ha igualado su superficie, ¿no derrama el eneldo, siembra el comino, pone el trigo en hileras, y la cebada en el lugar señalado, y la avena en su borde apropiado? 26Porque
su Dios le
instruye, y le enseña lo recto; 27que el eneldo no se trilla con trillo, ni sobre el comino se pasa rueda de carreta; sino que con un palo se sacude el eneldo, y el comino con una vara. 28El
grano se trilla;
pero no lo trillará para siempre, ni lo comprime con la rueda de su carreta, ni lo quebranta
con los dientes
de su trillo.
29También esto salió de Jesús de los ejércitos, para hacer maravilloso el consejo y engrandecer la sabiduría.”
(Isa. 28:16-29)
¿Cómo juzga
Jesús a sus ovejas,…?
“17Mas en cuanto
a vosotras,
ovejas
mías, así ha dicho Jesús el Señor: He aquí yo juzgo entre oveja y oveja, entre carneros y machos cabríos. 18¿Os es poco que comáis los
buenos pastos,
sino que también holláis con vuestros pies lo que de vuestros pastos queda; y que bebiendo las aguas claras, enturbiáis además con
vuestros pies
las que quedan? 19Y mis ovejas comen lo hollado
de vuestros pies, y beben lo que con vuestros pies habéis enturbiado. 20Por
tanto, así les dice Jesús el Señor: He aquí yo, yo juzgaré entre la oveja engordada y la oveja flaca, 21por cuanto
empujasteis con el costado y con el hombro, y acorneasteis con vuestros cuernos a todas las
débiles, hasta que las echasteis y las dispersasteis. 22Yo
salvaré a mis ovejas, y nunca más serán para rapiña; y juzgaré entre oveja y oveja. 23Y levantaré sobre ellas a
un pastor,
y él las apacentará; a mi siervo David, él las apacentará, y él les será por pastor. 24Yo
Jesús les seré por Dios, y mi siervo David príncipe en medio de ellos. Yo Jesús he hablado. 25Y
estableceré con ellos pacto de paz, y quitaré de la tierra las fieras; y habitarán en el desierto con seguridad, y dormirán en los bosques. 26Y
daré bendición a ellas y a los alrededores de mi collado, y haré descender la lluvia en su tiempo; lluvias de bendición
serán. 27Y el árbol del campo dará su fruto, y la tierra dará su fruto, y estarán sobre su tierra con seguridad; y sabrán que yo soy Jesús, cuando rompa las
coyundas de
su yugo, y
los libre de mano de los que se sirven de ellos. 28No
serán más por despojo de las naciones, ni las fieras de la tierra las devorarán; sino que habitarán con seguridad, y no
habrá quien las espante. 29Y levantaré para ellos
una planta
de renombre, y no serán ya más consumidos de hambre
en la tierra, ni ya más serán avergonzados por las naciones. 30Y
sabrán que yo Jesús su Dios estoy con ellos, y ellos son mi pueblo, la casa de Israel, dice Jesús el Señor. 31Y
vosotras, ovejas mías, ovejas de mi pasto, hombres sois, y yo vuestro Dios, dice Jesús el Señor.”
(Eze. 34:17-24)
¿Cómo aplica
el juicio Cristo,…?
“39Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados.” (Juan 9:39) ¿Cuándo
Cristo vino en la antigüedad vino a juzgar el mundo,…? “47Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.” (Juan 12:14)
¿Cómo juzga Jesús a los pueblos,… cuando la tierra está llena de delitos
de sangre y la ciudad llena de violencia,…?
“23Haz una cadena, porque la tierra está llena de
delitos de sangre, y la ciudad está llena de violencia. 24Traeré, por tanto, los más perversos de las naciones, los cuales
poseerán las casas de ellos; y haré cesar la soberbia de los poderosos, y sus santuarios serán profanados. 25Destrucción
viene; y buscarán la paz, y no la habrá. 26Quebrantamiento vendrá
sobre quebrantamiento, y habrá rumor sobre rumor; y buscarán respuesta del profeta, mas la ley se alejará del sacerdote, y de los ancianos el consejo. 27El rey se enlutará, y el príncipe se vestirá de tristeza, y las manos del pueblo de la tierra temblarán; según su camino haré con ellos, y
con los juicios de ellos los juzgaré; y sabrán que yo soy Jesús.” (Eze. 7:23)
¿Cómo tienen que portarse los que ponen por obra el juicio de Jesús,…?
“3Buscad a Jesús todos los humildes de la tierra, los que pusisteis por obra su juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre; quizá seréis guardados en el día del enojo de Jesús. 4Porque
Gaza será
desamparada, y Ascalón asolada; saquearán a Asdod
en pleno día, y Ecrón será desarraigada.” (Sof. 2:3-4)
¿Cómo llegar a entender acerca del juicio,…?
“1Hijo mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti, 2Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia, 3Si clamares a la inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz; 4Si
como a la plata la buscares, y
la escudriñares como a tesoros, 5Entonces entenderás el temor de Jesús, y hallarás el conocimiento de Dios. 6Porque Jesús da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. 7El
provee de sana sabiduría a los rectos; Es escudo a los
que caminan rectamente. 8Es el que guarda las veredas del juicio, y preserva el camino de sus santos. 9Entonces entenderás
justicia, juicio y equidad, y todo buen camino.”
(Prov. 2:1-9)
Precauciones
que hay que tener frente al juicio,… y al juzgar
“1No juzguéis, para que no seáis juzgados. 2Porque
con el juicio
con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. 3¿Y por qué miras la paja
que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? 4¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? 5¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien
para sacar la paja del ojo de tu hermano.” (Mat. 7:1-4)
¿Cómo
hay que juzgar,…? “24No juzguéis según
las apariencias, sino juzgad con justo juicio.”
(Juan 7:24) “23También estos son dichos de los sabios: Hacer acepción de
personas en el juicio no es bueno.” (Prov. 24:22)
¿El juicio no debe estar
basado en la carne,…? “15Vosotros juzgáis
según la carne;
yo no juzgo a
nadie. 16Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo
solo, sino yo y el que me envió, el Padre.”
(Juan 8:15-16)
¿Los
juicios de Dios no siempre son conocidos por las personas,…? “19Ha manifestado sus palabras a Jacob, Sus estatutos y sus juicios a Israel. 20No ha
hecho así con ninguna otra de las naciones; Y en cuanto a sus juicios, no los conocieron. Aleluya.”
(Sal. 147:19-20)
“16Vi más debajo del sol: en lugar del juicio, allí impiedad; y en
lugar de la justicia, allí iniquidad.” (Ecle. 3:16)
¿Qué
acontece a los que dictan leyes injustas y prescriben tiranía,… para apartar
del juicio a los pobres,…? “1¡Ay de los que dictan leyes injustas, y prescriben tiranía, 2para apartar del juicio a los pobres, y para quitar el derecho a los afligidos de
mi pueblo;
para despojar a las viudas, y robar a los huérfanos! 3¿Y qué haréis en el día del castigo? ¿A quién
os acogeréis para que os ayude, cuando venga de lejos el asolamiento? ¿En dónde
dejaréis vuestra gloria? 4Sin mí se inclinarán entre los
presos, y
entre los muertos caerán. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.”
(Isa. 10:1-4)
¿Qué
puede ocasionar que se tropiece en juicio,…? “2He aquí, Jesús tiene uno que es fuerte y poderoso; como turbión de granizo y como torbellino trastornador,
como ímpetu de recias aguas que inundan, con fuerza derriba a tierra. 3Con
los pies será
pisoteada la corona de soberbia de los ebrios de Efraín. 4Y
será la flor
caduca de la hermosura de su gloria que está sobre la cabeza del valle fértil, como la fruta temprana, la primera del verano, la cual, apenas la ve el que la mira, se la traga tan
luego como la tiene a mano. 5En aquel día Jesús de los ejércitos
será por corona
de gloria y
diadema de hermosura al remanente de su pueblo; 6y por espíritu de juicio al que se sienta en juicio, y por fuerzas a los que rechacen
la batalla en
la puerta. 7Pero
también éstos erraron con el vino, y con sidra se entontecieron; el sacerdote y el profeta erraron con sidra, fueron trastornados por el vino; se aturdieron con la sidra, erraron en la visión, tropezaron en el juicio.
8Porque toda mesa está llena de vómito y suciedad, hasta no haber lugar limpio.”
(Isa. 28:2-8)
¿Qué quita el juicio,…? “11Fornicación, vino y mosto quitan el juicio.”
(Oseas 4:11)
¿Quién es quebrantado en
juicio y por que causa,…? “11Efraín es vejado, quebrantado en juicio, porque quiso andar en pos de vanidades.” (Oseas 5:11)
No
convierta el juicio en veneno para que Jesús no levante nación en contra de
usted y le destruya como ocurrió con Israel,… veamos: “11Porque he aquí, Jesús mandará, y herirá
con hendiduras la casa mayor, y la casa menor con aberturas. 12¿Correrán
los caballos
por las peñas?
¿Ararán en ellas con bueyes? ¿Por qué habéis vosotros convertido el juicio en veneno, y el fruto de justicia en ajenjo? 13Vosotros
que os alegráis en nada, que decís: ¿No hemos adquirido poder con nuestra fuerza? 14Pues
he aquí, oh casa de Israel, dice Jesús Dios de los ejércitos, levantaré yo sobre vosotros a una nación que os oprimirá
desde la entrada de Hamat hasta el arroyo del Arabá.”
(Amos 6:11-14)
Consecuencias del juicio
“16Jesús se ha hecho conocer en el juicio que ejecutó; en la obra de sus manos fue enlazado el malo.” (Sal. 9:16) Observe
que en el juicio se hace conocer Jesús,…
“15Alegría es para el justo el hacer juicio; Mas destrucción a los que hacen iniquidad.” (Prov. 21:15)
¿Cuál
será el efecto de la justicia cuando el juicio habita en el desierto,…? “14Porque los palacios quedarán desiertos, la multitud de la ciudad cesará; las torres y fortalezas se volverán cuevas para siempre, donde descansen asnos monteses, y ganados hagan majada;
15hasta que sobre nosotros sea derramado el Espíritu de lo alto, y el desierto se convierta en campo fértil, y el campo fértil sea estimado por bosque. 16Y habitará el juicio en el desierto, y en el campo fértil morará la justicia. 17Y
el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre. 18Y
mi pueblo habitará
en morada de paz, en habitaciones
seguras, y en recreos de reposo. 19Y cuando caiga granizo, caerá en los montes; y la ciudad será del todo
abatida. 20Dichosos vosotros los que sembráis junto a todas las aguas, y dejáis libres al buey y al asno.” (Isa. 32:14-20)
¿Cuál es
la herencia de los siervos de Jesús en el juicio,…? “11Pobrecita, fatigada
con tempestad,
sin consuelo; he aquí que yo cimentaré tus piedras sobre carbunclo, y sobre zafiros te fundaré. 12Tus ventanas
pondré de piedras preciosas, tus puertas de piedras de carbunclo, y toda tu muralla de piedras preciosas. 13Y todos tus hijos serán enseñados por Jesús; y se multiplicará
la paz de tus hijos. 14Con
justicia serás
adornada; estarás lejos de opresión, porque no temerás, y de temor, porque no se acercará a ti. 15Si
alguno conspirare contra ti, lo hará sin mí; el que contra ti conspirare, delante de ti caerá. 16He aquí que yo hice al herrero que sopla las ascuas en el fuego, y que saca la
herramienta para su obra; y yo he creado al destruidor para destruir. 17Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás
toda lengua
que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jesús, y su salvación de mí vendrá, dijo Jesús.”
(Isa. 54:11-17)
Consecuencias de hacer juicio entre otras cosas,…
“13¡Ay del que edifica su casa sin justicia, y sus salas sin equidad,
sirviéndose de su prójimo de balde, y no dándole el salario de su trabajo! 14Que dice: Edificaré para mí casa espaciosa, y salas airosas; y le abre ventanas, y la cubre de cedro, y la pinta
de bermellón. 15¿Reinarás,
porque te rodeas de cedro? ¿No comió y bebió tu padre, e hizo juicio y justicia, y entonces le fue bien? 16El juzgó la causa del afligido
y del menesteroso, y entonces estuvo bien. ¿No es esto conocerme a mí? dice Jesús.” (Jer. 22:15-16)
“5Y el hombre que fuere justo, e hiciere según el derecho y la justicia; 6que no comiere sobre los montes, ni alzare sus ojos a los ídolos de la casa de Israel, ni violare la mujer de su prójimo, ni se llegare a la
mujer menstruosa, 7ni oprimiere a ninguno; que al deudor devolviere su prenda, que no cometiere robo, y que diere de su pan al hambriento y cubriere al desnudo con vestido,
8que no prestare a interés ni tomare usura; que de la maldad retrajere su mano, e hiciere juicio verdadero entre hombre y hombre, 9en mis ordenanzas caminare, y
guardare mis decretos para hacer rectamente, éste es justo; éste vivirá,
dice Jesús el
Señor.” (Eze. 18:5-9)
Consecuencias de dejar los juicios de Dios
“30Si dejaren sus
hijos mi ley, y no anduvieren en
mis juicios,
31Si profanaren mis estatutos, y no guardaren mis mandamientos, 32Entonces castigaré con vara su rebelión, y con
azotes sus iniquidades.” (Sal.
89:30-32)
Consecuencias de guardar el Juicio de Dios
“3Dichosos los que guardan juicio, los que hacen justicia en todo tiempo.” (Sal. 106:3)
Consecuencias
de ser falto de juicio,…
“23En el barbecho de los pobres hay mucho pan; mas se pierde por falta de juicio.” (Prov. 13:22)
Consecuencias
de no hacer juicio
“7La rapiña de los impíos los destruirá, por cuanto no quisieron hacer juicio.” (Prov. 21:7)
¿Cuáles
son las consecuencias de abominar el juicio y pervertir el derecho,…? “8Mas yo estoy
lleno de poder del Espíritu de Jesús, y de juicio y de fuerza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado. 9Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob, y capitanes de la casa de Israel, que abomináis el juicio, y pervertís todo el
derecho;
10que edificáis a Sion con sangre, y a Jerusalén con injusticia. 11Sus jefes juzgan por cohecho, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en Jesús, diciendo: ¿No está Jesús entre nosotros? No
vendrá mal sobre
nosotros.
12Por tanto, a causa de vosotros Sion será arada como campo, y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas, y el monte de la casa como cumbres de bosque.” (Miq. 3:8-12)
Consecuencias
de convertir el juicio en veneno
“11Porque he aquí, Jesús mandará, y herirá
con hendiduras la casa mayor, y la casa menor con aberturas. 12¿Correrán
los caballos
por las peñas?
¿Ararán en ellas con bueyes? ¿Por qué habéis vosotros convertido el juicio en veneno, y el fruto de justicia en ajenjo? 13Vosotros
que os alegráis en nada, que decís: ¿No hemos adquirido poder con nuestra fuerza? 14Pues
he aquí, oh casa de Israel, dice Jesús Dios de los ejércitos, levantaré yo sobre vosotros a una nación que os oprimirá
desde la entrada de Hamat hasta el arroyo del Arabá.”
(Amos 6:11-14)
Consecuencia de hacer un justo juicio entre las naciones,…
“1Acontecerá en los
postreros tiempos que el monte de la casa de Jesús será establecido por cabecera
de montes, y
más alto que los collados, y correrán a él los pueblos. 2Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y
subamos al monte de Jesús, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en
sus caminos, y
andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jesús. 3Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta
muy lejos; y
martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra. 4Y se
sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente; porque la boca de Jesús de los ejércitos lo ha hablado. 5Aunque
todos los pueblos anden cada uno en el nombre de su dios, nosotros con todo
andaremos en el nombre de Jesús nuestro Dios eternamente y para siempre. 6En aquel día, dice Jesús, juntaré la que cojea, y recogeré la descarriada, y a la que afligí; 7y
pondré a la coja como remanente, y a la descarriada como nación robusta; y Jesús reinará sobre ellos en el monte
de Sion desde ahora y para siempre. 8Y
tú, oh torre
del rebaño,
fortaleza de la hija de Sion, hasta ti vendrá el señorío primero, el reino de la hija de Jerusalén. 9Ahora,
¿por qué gritas tanto? ¿No hay rey en ti? ¿Pereció tu consejero, que te ha tomado dolor como de mujer de parto? 10Duélete y gime, hija de Sion, como mujer que está de parto; porque ahora saldrás
de la ciudad y
morarás en el campo, y llegarás hasta Babilonia; allí serás librada, allí te redimirá Jesús de la mano de tus enemigos. 11Pero
ahora se han juntado muchas naciones contra ti, y dicen: Sea profanada, y vean nuestros ojos su deseo en Sion. 12Mas
ellos no conocieron los pensamientos de Jesús, ni entendieron su consejo; por lo cual los juntó como gavillas en la era. 13Levántate y trilla, hija de Sion, porque haré
tu cuerno como
de hierro, y
tus uñas de bronce, y desmenuzarás a
muchos pueblos;
y consagrarás a Jesús su botín, y sus riquezas al Señor de toda la tierra.”
(Miq. 4:1-13)
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