¿Cómo poner fin las enemistades

entre

Palestinos y judíos para siempre,…?

 

                Versión Beta 2.0.11

 

Comencemos viendo primeramente cuando y porque se inicio este conflicto,…

 

Este conflicto entre palestinos y judíos comenzó aproximadamente en el año 930 a.c, en  el reinado de Roboam rey de Israel de aquel entonces,... Cuando Roboam asesorado por jóvenes y no por los asesores que tenía el rey Salomón,… puso más impuestos al pueblo de Israel,… Lo que fue una de las causas, para que las 12 tribus de Israel se dividan de la siguiente manera: 2 tribus se fueron con Roboam. Los que  actualmente les conocemos como judíos, y las 10 Tribus restantes se fueron con Jeroboam que actualmente los conocemos como palestinos,… como podemos ver registrado en 1Reyes 12:1-24 veámoslo:

 

1Roboam fue a Siquem, porque todo Israel había venido a Siquem para hacerle rey. 2Y aconteció que cuando lo oyó Jeroboam hijo de Nabat, que aún estaba en Egipto, adonde había huido de delante del rey Salomón, y habitaba en Egipto, 3enviaron a llamarle. Vino, pues, Jeroboam, y toda la congregación de Israel, y hablaron a Roboam, diciendo: 4Tu padre agravó nuestro yugo, mas ahora disminuye algo de la dura servidumbre de tu padre, y del yugo pesado que puso sobre nosotros, y te serviremos. 5Y él les dijo: Idos, y de aquí a tres días volved a . Y el pueblo se fue. 6Entonces el rey Roboam pidió consejo de los ancianos que habían estado delante de Salomón su padre cuando vivía, y dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que responda a este pueblo? 7Y ellos le hablaron diciendo: Si tú fueres hoy siervo de este pueblo y lo sirvieres, y respondiéndoles buenas palabras les hablares, ellos te servirán para siempre. 8Pero él dejó el consejo que los ancianos le habían dado, y pidió consejo de los jóvenes que se habían criado con él, y estaban delante de él. 9Y les dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que respondamos a este pueblo, que me ha hablado diciendo: Disminuye algo del yugo que tu padre puso sobre nosotros? 10Entonces los jóvenes que se habían criado con él le respondieron diciendo: Así hablarás a este pueblo que te ha dicho estas palabras: Tu padre agravó nuestro yugo, mas tú disminúyenos algo; así les hablarás: El menor dedo de los míos es más grueso que los lomos de mi padre. 11Ahora, pues, mi padre os cargó de pesado yugo, mas yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones. 12Al tercer día vino Jeroboam con todo el pueblo a Roboam, según el rey lo había mandado, diciendo: Volved a mí al tercer día. 13Y el rey respondió al pueblo duramente, dejando el consejo que los ancianos le habían dado; 14y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre agravó vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones. 15Y no oyó el rey al pueblo; porque era designio de Jesús para confirmar la palabra que Jesús había hablado por medio de Ahías silonita a Jeroboam hijo de Nabat. 16Cuando todo el pueblo vio que el rey no les había oído, le respondió estas palabras, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos heredad en el hijo de Isaí. ¡Israel, a tus tiendas! ¡Provee ahora en tu casa, David! Entonces Israel se fue a sus tiendas. 17Pero reinó Roboam sobre los hijos de Israel que moraban en las ciudades de Judá. 18Y el rey Roboam envió a Adoram, que estaba sobre los tributos; pero lo apedreó todo Israel, y murió. Entonces el rey Roboam se apresuró a subirse en un carro y huir a Jerusalén. 19Así se apartó Israel de la casa de David hasta hoy. 20Y aconteció que oyendo todo Israel que Jeroboam había vuelto, enviaron a llamarle a la congregación, y le hicieron rey sobre todo Israel, sin quedar tribu alguna que siguiese la casa de David, sino sólo la tribu de Judá. 21Y cuando Roboam vino a Jerusalén, reunió a toda la casa de Judá y a la tribu de Benjamín, ciento ochenta mil hombres, guerreros escogidos, con el fin de hacer guerra a la casa de Israel, y hacer volver el reino a Roboam hijo de Salomón. 22Pero vino palabra de Jesús a Semaías varón de Dios, diciendo: 23Habla a Roboam hijo de Salomón, rey de Judá, y a toda la casa de Judá y de Benjamín, y a los demás del pueblo, diciendo: 24Así ha dicho Jesús: No vayáis, ni peleéis contra vuestros hermanos los hijos de Israel; volveos cada uno a su casa, porque esto lo he hecho yo. Y ellos oyeron la palabra de Dios, y volvieron y se fueron, conforme a la palabra de Jesús.” (1Rey. 12:1-24)

 

Esta separación de las 12 tribus de Israel, que hoy en día a durado cerca de 3000 años, asido el escenario para que poco a poco se vaya cumpliendo lo que profetizo Isaías respecto a Israel diciendo:

 

“…Pero a las dos casas de Israel, Yo Jesús he dado por piedra para tropezar, y por tropezadero para caer, y por lazo y por red al morador de Jerusalén. 15Y muchos tropezarán entre ellos, y caerán, y serán quebrantados; y se enredarán y serán apresados.” (Isa. 8:14-15) Hoy en día podemos ver como esta profecía se ha ido cumpliendo al pie del detalle,… ya que todos los que quieren morar en Jerusalén,… tarde o temprano tropiezan, caen y son quebrantados,…

 

Sería bueno preguntarnos:

 

¿En que han sido enredados los que quieren morar en Jerusalén,… para que tropiecen, caigan, y sean quebrantados,…?

 

Leamos Ezequiel 25:15-17 que nos dará una pauta para ver: En que han sido enlazadas algunas naciones para caer presos,… y que han querido morar en Jerusalén, en el pasado,…

 

15Así ha dicho Jesús el Señor: Por lo que hicieron los filisteos con venganza, cuando se vengaron con despecho de ánimo, destruyendo por antiguas enemistades; 16por tanto, así ha dicho Jesús: He aquí yo extiendo mi mano contra los filisteos, y cortaré a los cereteos, y destruiré el resto que queda en la costa del mar. 17Y haré en ellos grandes venganzas con reprensiones de ira; y sabrán que yo soy Jesús, cuando haga mi venganza en ellos.” (Eze. 25:15-17)

 

Al observar la cita anterior, podemos ver que cuando los filisteos una nación la cual hoy ya no existe como nación quisieron morar en Jerusalén,… lo hicieron con venganza para destruirlos,… Esto ocasiono, que Dios extienda su mano sobre ellos para cortarlos y destruirlos, con su ira,… Pero, esto de querer tomar a Jerusalén con venganza para destruirlo, no es el único caso que podemos ver en la historia,… que podríamos decir de los asirios, Babilónicos, egipcios, romanos, entre otros,… las cuales tarde o temprano Dios los holla en sus montes,… por querer tomar las dos casas de Israel con violencia,… como nos confirman de sobra las siguientes citas de las Sagradas Escrituras:

 

24Jesús de los ejércitos juró diciendo: Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado, y será confirmado como lo he determinado; 25que quebrantaré al asirio en mi tierra, y en mis montes lo hollaré; y su yugo será apartado de ellos, y su carga será quitada de su hombro. 26Este es el consejo que está acordado sobre toda la tierra, y esta, la mano extendida sobre todas las naciones. 27Porque Jesús de los ejércitos lo ha determinado, ¿y quién lo impedirá? Y su mano extendida, ¿quién la hará retroceder? (Isa. 14:24-27) Obsérvese algo muy importante en esta cita que no solo el asirio es hollado en los montes de Dios,… sino todas las naciones a las cuales Dios extiende su mano,…

 

Veamos otras citas que nos confirman que Dios castiga a los que toman a Jerusalén con violencia:

 

17Rebaño descarriado es Israel; leones lo dispersaron; el rey de Asiria lo devoró primero, Nabucodonosor rey de Babilonia lo deshuesó después. 18Por tanto, así ha dicho Jesús de los ejércitos, Dios de Israel: Yo castigo al rey de Babilonia y a su tierra, como castigué al rey de Asiria.” (Jer. 50:17-18)

 

20Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación. 21Porque he aquí que Jesús sale de su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad contra él; y la tierra descubrirá la sangre derramada sobre ella, y no encubrirá ya más a sus muertos.” (Isa. 26:20-21)

 

Si los cantores han leído las citas anteriores, se pueden dar cuenta que lo que han sido enredados las naciones que quieren morar en Jerusalén,… es la violencia,… ocasionándoles tarde o temprano la destrucción de estas naciones,…

 

Por tanto, sería bueno preguntarnos:

 

¿Cómo se puede morar en la morada en el tabernáculo de Dios [o en Jerusalén donde está el tabernáculo de Dios (Sal. 76:2, Jer. 3:17, Isa. 16:4-5, Eze. 37:25-28)],… de tal manera que no se tropiece, ni se caiga, y de tal manera de no ser quebrantador,…? La respuesta lo encontramos en el siguiente salmo:

 

1Jesús, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? 2El que anda en integridad y hace justicia, Y habla verdad en su corazón. 3El que no calumnia con su lengua, Ni hace mal a su prójimo, Ni admite reproche alguno contra su vecino. 4Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado, Pero honra a los que temen a Jesús. El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia; 5Quien su dinero no dio a usura, Ni contra el inocente admitió cohecho. El que hace estas cosas, no resbalará jamás.” (Sal. 15:1-5) Observemos por un momento el párrafo en que termina este salmo que dice:El que hace estas cosas, no resbalará jamásdicho de otra manera pudiéramos decir esta frase: “El que hace estas cosas no tropezará, ni caerá y peor será quebrantado,…”

 

Por tanto, ya sea que hoy en día moren los Israelitas o mañana quieran ocuparlo los palestinos,… si no cumplen este salmo al pie de la letra,… los que tomen Jerusalén,… tristemente tarde o temprano tropezarán, caerán y serán quebrantados,…

 

Debido a la importancia de este salmo, que nos indica quienes pueden moran en el tabernáculo,… sería bueno contestar la siguiente pregunta:

 

¿Llegan a comprender las naciones que quiere morar en el tabernáculo de Dios o en Jerusalén,… tienen que cumplir los que dice el Salmos 15:1-5,… para no ser quebrantados,…?

 

Para contestar esta pregunta, veamos primeramente si los palestinos y los judíos llegan a comprender que no tienen que afligirse entre ellos, para así cumplir en parte el salmo que acabamos de leer:

 

15Vino a mí palabra de Jesús, diciendo: 16Hijo de hombre, toma ahora un palo, y escribe en él: Para Judá, y para los hijos de Israel sus compañeros. Toma después otro palo, y escribe en él: Para José, palo de Efraín, y para toda la casa de Israel sus compañeros. 17Júntalos luego el uno con el otro, para que sean uno solo, y serán uno solo en tu mano. 18Y cuando te pregunten los hijos de tu pueblo, diciendo: ¿No nos enseñarás qué te propones con eso?, 19diles: Así ha dicho Jesús el Señor: He aquí, yo tomo el palo de José que está en la mano de Efraín, y a las tribus de Israel sus compañeros, y los pondré con el palo de Judá, y los haré un solo palo, y serán uno en mi mano. 20Y los palos sobre que escribas estarán en tu mano delante de sus ojos, 21y les dirás: Así ha dicho Jesús el Señor: He aquí, yo tomo a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron, y los recogeré de todas partes, y los traeré a su tierra; 22y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel, y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos. 23Ni se contaminarán ya más con sus ídolos, con sus abominaciones y con todas sus rebeliones; y los salvaré de todas sus rebeliones con las cuales pecaron, y los limpiaré; y me serán por pueblo, y yo a ellos por Dios. 24Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; y andarán en mis preceptos, y mis estatutos guardarán, y los pondrán por obra. 25Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres; en ella habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David será príncipe de ellos para siempre. 26Y haré con ellos pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos; y los estableceré y los multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre. 27Estará en medio de ellos mi tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 28Y sabrán las naciones que yo Jesús santifico a Israel, estando mi santuario en medio de ellos para siempre.” (Eze. 37:1-28)

 

6Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. 7La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. 8Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. 9No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jesús, como las aguas cubren el mar. 10Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa. 11Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que Jesús alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las costas del mar. 12Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra. 13Y se disipará la envidia de Efraín, y los enemigos de Judá serán destruidos. Efraín no tendrá envidia de Judá, ni Judá afligirá a Efraín; 14sino que volarán sobre los hombros de los filisteos al occidente, saquearán también a los de oriente; Edom y Moab les servirán, y los hijos de Amón los obedecerán. 15Y secará Jesús la lengua del mar de Egipto; y levantará su mano con el poder de su espíritu sobre el río, y lo herirá en sus siete brazos, y hará que pasen por él con sandalias. 16Y habrá camino para el remanente de su pueblo, el que quedó de Asiria, de la manera que lo hubo para Israel el día que subió de la tierra de Egipto.” (Isa. 11:6-16)

 

Al leer la cita anterior podemos darnos cuenta que en algún tiempo,… los palestinos y judíos ya no se afligirán el uno al otro,… pero la cita anterior también dice que los de Edom y Moab servirán a los Israelitas, y los hijos de Amón los obedezcan,… hoy en día el querer que los que son como Edom y Moab sirvan a los Israelitas,… seria más fácil convertir el agua en aceite,… por tanto sería bueno preguntarnos, ¿Qué dijo Dios a sus profetas respecto a que hace Dios, para que todos los naciones que luchan contra los judíos lleguen a obedecerlos,…? Veámoslo:

 

1He aquí, el día de Jesús viene, y en medio de ti serán repartidos tus despojos. 2Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto del pueblo no será cortado de la ciudad. 3Después saldrá Jesús y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla. 4Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur. 5Y huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Uzías rey de Judá; y vendrá Jesús mi Dios, y con él todos los santos. 6Y acontecerá que en ese día no habrá luz clara, ni oscura. 7Será un día, el cual es conocido de Jesús, que no será ni día ni noche; pero sucederá que al caer la tarde habrá luz. 8Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno. 9Y Jesús será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jesús será uno, y uno su nombre. 10Toda la tierra se volverá como llanura desde Geba hasta Rimón al sur de Jerusalén; y ésta será enaltecida, y habitada en su lugar desde la puerta de Benjamín hasta el lugar de la puerta primera, hasta la puerta del Angulo, y desde la torre de Hananeel hasta los lagares del rey. 11Y morarán en ella, y no habrá nunca más maldición, sino que Jerusalén será habitada confiadamente. 12Y esta será la plaga con que herirá Jesús a todos los pueblos que pelearon contra Jerusalén: la carne de ellos se corromperá estando ellos sobre sus pies, y se consumirán en las cuencas sus ojos, y la lengua se les deshará en su boca. 13Y acontecerá en aquel día que habrá entre ellos gran pánico enviado por Jesús; y trabará cada uno de la mano de su compañero, y levantará su mano contra la mano de su compañero. 14Y Judá también peleará en Jerusalén. Y serán reunidas las riquezas de todas las naciones de alrededor: oro y plata, y ropas de vestir, en gran abundancia. 15Así también será la plaga de los caballos, de los mulos, de los camellos, de los asnos, y de todas las bestias que estuvieren en aquellos campamentos. 16Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jesús de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos. 17Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, Jesús de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia. 18Y si la familia de Egipto no subiere y no viniere, sobre ellos no habrá lluvia; vendrá la plaga con que Jesús herirá las naciones que no subieren a celebrar la fiesta de los tabernáculos. 19Esta será la pena del pecado de Egipto, y del pecado de todas las naciones que no subieren para celebrar la fiesta de los tabernáculos. 20En aquel día estará grabado sobre las campanillas de los caballos: SANTIDAD A Jesús; y las ollas de la casa de Jesús serán como los tazones del altar. 21Y toda olla en Jerusalén y Judá será consagrada a Jesús de los ejércitos; y todos los que sacrificaren vendrán y tomarán de ellas, y cocerán en ellas; y no habrá en aquel día más mercader en la casa de Jesús de los ejércitos.” (Zac. 14:1-21)

        

         Ahora veamos que cualidades tienen y como le sirven a Israel,…

 

1Vino a mí palabra de Jesús, diciendo: 2Hijo de hombre, notifica a Jerusalén sus abominaciones, 3y di: Así ha dicho Jesús el Señor sobre Jerusalén: Tu origen, tu nacimiento, es de la tierra de Canaán; tu padre fue amorreo, y tu madre hetea. [Observe que el padre de Jerusalén es un amorreo y su madre es una hetea,…] 4Y en cuanto a tu nacimiento, el día que naciste no fue cortado tu ombligo, ni fuiste lavada con aguas para limpiarte, ni salada con sal, ni fuiste envuelta con fajas. 5No hubo ojo que se compadeciese de ti para hacerte algo de esto, teniendo de ti misericordia; sino que fuiste arrojada sobre la faz del campo, con menosprecio de tu vida, en el día que naciste. 6Y yo pasé junto a ti, y te vi sucia en tus sangres, y cuando estabas en tus sangres te dije: ¡Vive! Sí, te dije, cuando estabas en tus sangres: ¡Vive! 7Te hice multiplicar como la hierba del campo; y creciste y te hiciste grande, y llegaste a ser muy hermosa; tus pechos se habían formado, y tu pelo había crecido; pero estabas desnuda y descubierta.  8Y pasé yo otra vez junto a ti, y te miré, y he aquí que tu tiempo era tiempo de amores; y extendí mi manto sobre ti, y cubrí tu desnudez; y te di juramento y entré en pacto contigo, dice Jesús el Señor, y fuiste mía. 9Te lavé con agua, y lavé tus sangres de encima de ti, y te ungí con aceite; 10y te vestí de bordado, te calcé de tejón, te ceñí de lino y te cubrí de seda. 11Te atavié con adornos, y puse brazaletes en tus brazos y collar a tu cuello. 12Puse joyas en tu nariz, y zarcillos en tus orejas, y una hermosa diadema en tu cabeza. 13Así fuiste adornada de oro y de plata, y tu vestido era de lino fino, seda y bordado; comiste flor de harina de trigo, miel y aceite; y fuiste hermoseada en extremo, prosperaste hasta llegar a reinar. 14Y salió tu renombre entre las naciones a causa de tu hermosura; porque era perfecta, a causa de mi hermosura que yo puse sobre ti, dice Jesús el Señor. 15Pero confiaste en tu hermosura, y te prostituiste a causa de tu renombre, y derramaste tus fornicaciones a cuantos pasaron; suya eras. 16Y tomaste de tus vestidos, y te hiciste diversos lugares altos, y fornicaste sobre ellos; cosa semejante nunca había sucedido, ni sucederá más. 17Tomaste asimismo tus hermosas alhajas de oro y de plata que yo te había dado, y te hiciste imágenes de hombre y fornicaste con ellas; 18y tomaste tus vestidos de diversos colores y las cubriste; y mi aceite y mi incienso pusiste delante de ellas. 19Mi pan también, que yo te había dado, la flor de la harina, el aceite y la miel, con que yo te mantuve, pusiste delante de ellas para olor agradable; y fue así, dice Jesús el Señor. 20Además de esto, tomaste tus hijos y tus hijas que habías dado a luz para mí, y los sacrificaste a ellas para que fuesen consumidos. ¿Eran poca cosa tus fornicaciones, 21para que degollases también a mis hijos y los ofrecieras a aquellas imágenes como ofrenda que el fuego consumía? 22Y con todas tus abominaciones y tus fornicaciones no te has acordado de los días de tu juventud, cuando estabas desnuda y descubierta, cuando estabas envuelta en tu sangre. 23Y sucedió que después de toda tu maldad (¡ay, ay de ti! dice Jesús el Señor), 24Te edificaste lugares altos, y te hiciste altar en todas las plazas. 25En toda cabeza de camino edificaste lugar alto, e hiciste abominable tu hermosura, y te ofreciste a cuantos pasaban, y multiplicaste tus fornicaciones. 26Y fornicaste con los hijos de Egipto, tus vecinos, gruesos de carnes; y aumentaste tus fornicaciones para enojarme. 27Por tanto, he aquí que yo extendí contra ti mi mano, y disminuí tu provisión ordinaria, y te entregué a la voluntad de las hijas de los filisteos, que te aborrecen, las cuales se avergüenzan de tu camino deshonesto. 28Fornicaste también con los asirios, por no haberte saciado; y fornicaste con ellos y tampoco te saciaste. 29Multiplicaste asimismo tu fornicación en la tierra de Canaán y de los caldeos, y tampoco con esto te saciaste. 30¡Cuán inconstante es tu corazón, dice Jesús el Señor, habiendo hecho todas estas cosas, obras de una ramera desvergonzada, “31edificando tus lugares altos en toda cabeza de camino, y haciendo tus altares en todas las plazas! Y no fuiste semejante a ramera, en que menospreciaste la paga, 32sino como mujer adúltera, que en lugar de su marido recibe a ajenos. 33A todas las rameras les dan dones; mas tú diste tus dones a todos tus enamorados; y les diste presentes, para que de todas partes se llegasen a ti en tus fornicaciones. 34Y ha sucedido contigo, en tus fornicaciones, lo contrario de las demás mujeres: porque ninguno te ha solicitado para fornicar, y tú das la paga, en lugar de recibirla; por esto has sido diferente. 35Por tanto, ramera, oye palabra de Jesús. 36Así ha dicho Jesús el Señor: Por cuanto han sido descubiertas tus desnudeces en tus fornicaciones, y tu confusión ha sido manifestada a tus enamorados, y a los ídolos de tus abominaciones, y en la sangre de tus hijos, los cuales les diste; 37Por tanto, he aquí que yo reuniré a todos tus enamorados con los cuales tomaste placer, y a todos los que amaste, con todos los que aborreciste; y los reuniré alrededor de ti y les descubriré tu desnudez, y ellos verán toda tu desnudez. 38Y yo te juzgaré por las leyes de las adúlteras, y de las que derraman sangre; y traeré sobre ti sangre de ira y de celos. 39Y te entregaré en manos de ellos; y destruirán tus lugares altos, y derribarán tus altares, y te despojarán de tus ropas, se llevarán tus hermosas alhajas, y te dejarán desnuda y descubierta. 40Y harán subir contra ti muchedumbre de gente, y te apedrearán, y te atravesarán con sus espadas. 41Quemarán tus casas a fuego, y harán en ti juicios en presencia de muchas mujeres; y así haré que dejes de ser ramera, y que ceses de prodigar tus dones. 42Y saciaré mi ira sobre ti, y se apartará de ti mi celo, y descansaré y no me enojaré más. 43Por cuanto no te acordaste de los días de tu juventud, y me provocaste a ira en todo esto, por eso, he aquí yo también traeré tu camino sobre tu cabeza, dice Jesús el Señor; pues ni aun has pensado sobre toda tu lujuria. 44He aquí, todo el que usa de refranes te aplicará a ti el refrán que dice: Cual la madre, tal la hija. 45Hija eres tú de tu madre, que desechó a su marido y a sus hijos; Y hermana eres tú de tus hermanas, que desecharon a sus maridos y a sus hijos; vuestra madre fue hetea, y vuestro padre amorreo. 46Y tu hermana mayor es Samaria, ella y sus hijas, que habitan al norte de ti; Y tu hermana menor es Sodoma con sus hijas, la cual habita al sur de ti. 47Ni aun anduviste en sus caminos, ni hiciste según sus abominaciones; antes, como si esto fuera poco y muy poco, te corrompiste más que ellas en todos tus caminos. 48Vivo yo, dice Jesús el Señor, que Sodoma tu hermana y sus hijas no han hecho como hiciste tú y tus hijas. 49He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del menesteroso. 50Y se llenaron de soberbia, e hicieron abominación delante de , y cuando lo vi las quité. 51Y Samaria no cometió ni la mitad de tus pecados; porque tú multiplicaste tus abominaciones más que ellas, y has justificado a tus hermanas con todas las abominaciones que tú hiciste. 52Tú también, que juzgaste a tus hermanas, lleva tu vergüenza en los pecados que tú hiciste, más abominables que los de ellas; más justas son que ; avergüénzate, pues, también, y lleva tu confusión, por cuanto has justificado a tus hermanas. 53Yo, pues, haré volver a sus cautivos, los cautivos de Sodoma y de sus hijas, y los cautivos de Samaria y de sus hijas, y haré volver los cautivos de tus cautiverios entre ellas, 54para que lleves tu confusión, y te avergüences de todo lo que has hecho, siendo tú motivo de consuelo para ellas. 55Y tus hermanas, Sodoma con sus hijas y Samaria con sus hijas, volverán a su primer estado; tú también y tus hijas volveréis a vuestro primer estado. 56No era tu hermana Sodoma digna de mención en tu boca en el tiempo de tus soberbias, 57antes que tu maldad fuese descubierta. Así también ahora llevas tú la afrenta de las hijas de Siria y de todas las hijas de los filisteos, las cuales por todos lados te desprecian. “58Sufre el castigo de tu lujuria y de tus abominaciones, dice Jesús. 59Pero más ha dicho Jesús el Señor: ¿Haré yo contigo como hiciste, que menospreciaste el juramento para invalidar el pacto? 60Antes yo tendré memoria de mi pacto que concerté contigo en los días de tu juventud, y estableceré contigo un pacto sempiterno. 61Y te acordarás de tus caminos y te avergonzarás, cuando recibas a tus hermanas, las mayores que y las menores que , las cuales yo te daré por hijas, mas no por tu pacto, 62sino por mi pacto que yo confirmaré contigo; y sabrás que yo soy Jesús; 63para que te acuerdes y te avergüences, y nunca más abras la boca, a causa de tu vergüenza, cuando yo perdone todo lo que hiciste, dice Jesús el Señor.” (Eze. 16:1-63) Obsérvese en esta cita que Dios da a Sodoma y Gomorra y Samaria,… por hijas a Jerusalén,… esto implica primeramente que los que son como Edom y Moab,… no le servirán como esclavos sino como hijas,…

 

Para aclarar algo más de las dos citas anteriores, veamos que llegara también el tiempo que las naciones tomaran del manto de un judío para buscar a Dios,… para implorar el favor de Jesús,…

 

20Así ha dicho Jesús de los ejércitos: Aún vendrán pueblos, y habitantes de muchas ciudades; 21y vendrán los habitantes de una ciudad a otra, y dirán: Vamos a implorar el favor de Jesús, y a buscar a Jesús de los ejércitos. Yo también iré. 22Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar a Jesús de los ejércitos en Jerusalén, y a implorar el favor de Jesús. 23Así ha dicho Jesús de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del manto a un judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros.” (Zac. 8:20-23)

 

¿Qué hace Dios para que Sidón y las naciones que rodean a Israel dejen de ser espina desgarradora y aguijón que causa dolor,…?

 

                   20Vino a mí palabra de Jesús, diciendo: 21Hijo de hombre, pon tu rostro hacia Sidón, y profetiza contra ella,” (Eze. 28:20-21)

 

¿Dios hace juicios en Sidón,… para hacerse conocer,…?

 

22y dirás: Así ha dicho Jesús el Señor: He aquí yo estoy contra ti, oh Sidón, y en medio de ti seré glorificado; y sabrán que yo soy Jesús, cuando haga en ella juicios, y en ella me santifique.” (Eze. 28:22)

 

¿Qué envía Dios en las calles de Sidón cuando le juzga,…?

 

23Enviaré a ella pestilencia y sangre en sus calles, y caerán muertos en medio de ella, con espada contra ella por todos lados; y sabrán que yo soy Jesús.” (Eze. 28:23)

 

¿Llega a dejar de ser espina desgarradora,… para la casa de Israel,…?

 

24Y nunca más será a la casa de Israel espina desgarradora, ni aguijón que le dé dolor, en medio de cuantos la rodean y la menosprecian; y sabrán que yo soy Jesús.” (Eze. 28:24)

 

¿Desde cuándo la casa de Israel vivirá seguro en su tierra,…?

 

25Así ha dicho Jesús el Señor: Cuando recoja a la casa de Israel de los pueblos entre los cuales está esparcida, entonces me santificaré en ellos ante los ojos de las naciones, y habitarán en su tierra, la cual di a mi siervo Jacob. 26Y habitarán en ella seguros, y edificarán casas, y plantarán viñas, y vivirán confiadamente, cuando yo haga juicios en todos los que los despojan en sus alrededores; y sabrán que yo soy Jesús su Dios.” (Eze. 28:25-26) Obsérvese que cuando Dios hace juicios en Sidón  y las naciones que le rodean es el inicio para que la casa de Israel viva segura,…

 

Una vez visto que los hombres tomaran del manto de un judío para servir a Dios,… veamos que el hacer esto ocasionara que Dios de sus bendiciones y derrame vida eterna sobre los hombres:

 

1¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía! 2Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, y baja hasta el borde de sus vestiduras; 3Como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion; Porque allí envía Jesús bendición, y vida eterna.” (Sal. 133:1-3)

 

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