La suerte que les espera a los Ladrones
“11Como la perdiz que cubre lo que no puso, es el que
injustamente amontona riquezas; en la mitad de sus días las dejará, y en su postrimería será insensato.” (Jer. 17:11)
“1Profecía sobre Damasco. He aquí que Damasco dejará de ser ciudad, y será montón de ruinas. 2Las
ciudades de Aroer están desamparadas, en majadas se convertirán; dormirán allí,
y no habrá quien los espante. 3Y cesará el socorro de Efraín, y el reino de Damasco; y lo que quede de Siria será como la gloria de los hijos de Israel, dice Jesús de los ejércitos. 4En aquel tiempo la gloria de Jacob se atenuará, y se
enflaquecerá la grosura de su carne. 5Y será
como cuando el segador recoge la mies, y con su brazo siega las espigas; será también como el
que recoge espigas en el valle de Refaim. 6Y quedarán en él rebuscos, como cuando sacuden
el olivo; dos o tres frutos en la punta de la rama, cuatro o cinco en
sus ramas más fructíferas, dice Jesús Dios de Israel. 7En aquel día mirará el hombre a su Hacedor, y sus ojos
contemplarán al Santo de Israel. 8Y no mirará a los altares que
hicieron sus manos, ni mirará a lo que hicieron sus dedos, ni a los símbolos de
Asera, ni a las imágenes del sol. 9En aquel día sus ciudades fortificadas serán como los frutos que quedan en los
renuevos y
en las ramas,
los cuales fueron dejados a causa de los hijos
de Israel; y habrá desolación.
10Porque te olvidaste del Dios de tu salvación, y no te
acordaste de la roca de tu refugio; por tanto, sembrarás plantas hermosas, y
plantarás sarmiento extraño. 11El día que las plantes, las harás crecer, y harás que su simiente brote de mañana; pero la cosecha será arrebatada
en el día de
la angustia,
y del dolor desesperado. 12¡Ay! multitud de muchos pueblos que
harán ruido como estruendo del mar, y murmullo de naciones que harán alboroto
como bramido de muchas aguas. 13Los pueblos harán estrépito como de
ruido de muchas aguas; pero Dios los reprenderá, y huirán lejos; serán
ahuyentados como el tamo de los montes delante del viento, y como el polvo
delante del torbellino. 14Al tiempo de la tarde, he aquí la turbación, pero antes de la mañana
[es decir antes que
brote la simiente (Isa. 17:11)] el enemigo ya no existe. Esta es
la parte de los que nos aplastan, y la suerte de los que nos saquean.” (Isa. 17:1-14)
“1¡Ay de los que en sus camas piensan iniquidad y maquinan el mal, y cuando llega la mañana lo ejecutan, porque tienen en su mano el poder! 2Codician las heredades, y las roban; y casas, y las toman; oprimen al hombre y a su casa, al hombre y a su heredad. 3Por tanto, así ha dicho Jesús: He aquí, yo pienso contra esta familia un mal del cual no sacaréis vuestros cuellos, ni andaréis erguidos; porque el tiempo será malo. 4En aquel tiempo levantarán sobre vosotros refrán, y se hará endecha de lamentación, diciendo: Del todo fuimos destruidos; él ha cambiado la porción de mi pueblo. ¡Cómo nos quitó nuestros campos! Los dio y los repartió a otros. 5Por tanto, no habrá quien a suerte reparta heredades en la congregación de Jesús.” (Miq. 2.1–5)
“9¡Ay del que codicia injusta ganancia para su casa, para poner en alto su nido, para escaparse del poder del mal! 10Tomaste consejo vergonzoso para tu casa, asolaste muchos pueblos, y has pecado contra tu vida. 11Porque la piedra clamará desde el muro, y la tabla del enmaderado le responderá. 12¡Ay del que edifica la ciudad con sangre, y del que funda una ciudad con iniquidad! 13¿No es esto de Jesús de los ejércitos? Los pueblos, pues, trabajarán para el fuego, y las naciones se fatigarán en vano. 14Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jesús, como las aguas cubren el mar.” (Habacuc 2.9–14)
“19Por cuanto quebrantó y
desamparó a los pobres, Robó casas, y no las edificó; 20Por
tanto, no tendrá sosiego en su vientre, Ni salvará nada de lo
que codiciaba. 21No quedó nada que no comiese; Por tanto, su bienestar no será duradero. 22En
el colmo de su abundancia padecerá estrechez; La mano de todos los malvados vendrá sobre él. 23Cuando se pusiere a llenar su
vientre, Dios enviará sobre él el ardor de su ira, Y la hará llover sobre él y
sobre su comida.” (Job. 20:19-23)
“1¡Ay de ti, ciudad
sanguinaria, toda llena de mentira y de rapiña, sin apartarte del pillaje! 2Chasquido de látigo, y fragor de
ruedas, caballo atropellador, y carro que salta; 3jinete enhiesto, y
resplandor de espada, y resplandor de lanza; y multitud de muertos, y multitud de
cadáveres; cadáveres sin fin, y en sus cadáveres tropezarán, 4a
causa de la multitud de las fornicaciones de la ramera de hermosa gracia,
maestra en hechizos, que seduce a las naciones con sus fornicaciones, y a los
pueblos con sus hechizos. 5Heme aquí contra ti, dice Jesús de los ejércitos, y descubriré tus faldas en tu rostro, y mostraré a las naciones tu desnudez, y a los reinos tu vergüenza. 6Y
echaré sobre ti inmundicias, y te afrentaré, y te pondré como estiércol. 7Todos los que te vieren se apartarán de ti, y dirán: Nínive es asolada;
¿quién se compadecerá de ella? ¿Dónde te buscaré consoladores?” (Nah. 3:1-7 RVR60)
“6¿No
han de levantar todos éstos refrán sobre él, y sarcasmos contra él? Dirán: ¡Ay del que multiplicó lo que no era suyo!
¿Hasta cuándo había de acumular sobre sí prenda tras prenda? 7¿No se levantarán de repente tus deudores, y se
despertarán los que te harán temblar, y serás despojo para ellos? 8Por cuanto tú has despojado a muchas naciones, todos los
otros pueblos te despojarán, a causa de la sangre de los hombres, y de los robos de la tierra, de las ciudades y de todos los que habitan en ellas.”
(Hab. 2:1-8 RVR60)
“9 ¡Ay del que
codicia injusta ganancia para su casa, para poner en alto su nido, para escaparse del poder del mal! 10Tomaste
consejo vergonzoso
para tu casa,
asolaste muchos pueblos, y has pecado contra tu vida. 11Porque la piedra
clamará desde el muro, y la tabla del enmaderado le
responderá.” (Hab. 2:9-11 RVR60)
“14 No entres por la
vereda de los impíos, Ni vayas por el
camino de los malos. 15 Déjala, no pases por ella;
Apártate de ella, pasa. 16 Porque no
duermen ellos si no han hecho mal, Y pierden el sueño si no han hecho caer a
alguno. 17 Porque comen pan de maldad, y beben vino de robos;” (Prov. 4:14:17- RVR60)
“29El pueblo de la tierra usaba de opresión y cometía robo, al afligido y menesteroso hacía violencia, y al extranjero oprimía sin derecho. 30Y
busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante
de mí, a
favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé.
31Por
tanto, derramé sobre ellos mi ira; con el ardor de mi ira
los consumí; hice volver el camino de ellos sobre su propia cabeza, dice Jesús el Señor.” (Eze.
22:29-31 RVR60)
“11 ¿Qué es de la
guarida de los leones, y de la majada de los cachorros
de los leones, donde se recogía el león
y la leona, y los cachorros del león, y no había quien los espantase? 12El león arrebataba en
abundancia para sus cachorros, y ahogaba para sus leonas, y llenaba de presa sus cavernas, y de robo sus guaridas.
13Heme
aquí contra ti, dice Jesús de los ejércitos. Encenderé y reduciré a humo
tus carros, y espada devorará tus leoncillos; y cortaré de la tierra
tu robo, y nunca más se oirá la voz
de tus mensajeros.” (Nah. 2:11-13 RVR60)