La Salvación de Dios,…

 

Versión 2.0.88

 

11Yo, yo Jesús, y fuera de no hay quien salve” (Isa. 43:11)

 

Dedicatoria.

 

Esta porción de las Sagradas Escrituras está dedicado aquellos cantores que ordenan su camino,… porque escrito esta: 22Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios, No sea que os despedace, y no haya quien os libre. 23El que sacrifica alabanza me honrará; y al que ordenare su camino, le mostraré la salvación de Dios.” (Sal. 50:22-23)

 

Ahora veamos que nos dice las Sagradas Escrituras sobre la Salvación:

 

¿Llegaran todos los términos de la tierra a ver la salvación de Dios,…?

 

1Cantad a Jesús cántico nuevo, Porque ha hecho maravillas; Su diestra lo ha salvado, y su santo brazo. 2Jesús ha hecho notoria su salvación; a vista de las naciones ha descubierto su justicia. 3Se ha acordado de su misericordia y de su verdad para con la casa de Israel; Todos los términos de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios. 4Cantad alegres a Jesús, toda la tierra; Levantad la voz, y aplaudid, y cantad salmos. 5Cantad salmos a Jesús con arpa; con arpa y voz de cántico. 6Aclamad con trompetas y sonidos de bocina, delante del rey Jesús. 7Brame el mar y su plenitud, el mundo y los que en él habitan; 8Los ríos batan las manos, los montes todos hagan regocijo 9Delante de Jesús, porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con rectitud.” (Sal. 98:1-9)

 

         ¿A qué se puede comparar la salvación,…?

 

16Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17Y tomad el yelmo [Casco] de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios” (Efe. 6:16-17)

 

         ¿Qué es por poder para salvación y a quienes,…?

 

16Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. 17Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá” (Rom. 1:16-17) Obsérvese que en el evangelio la justicia de Dios,… se revela por fe y para que practiquemos la fe,… así tanto el judío como el griego entre otros,… adquieren la salvación,…

 

         ¿Qué es la palabra de la cruz a los que se salvan,…?

 

18Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.” (1Cor. 1:18)

 

¿Qué es para salvación,…?

 

15Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito” (2Ped. 3:15)

 

18Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén. ” (2Ped. 3:18)

 

         ¿Qué aconteciere si de Sion saliere la salvación para Israel,…?

 

7¡Oh, que de Sion saliera la salvación de Israel! Cuando Jesús hiciere volver a los cautivos de su pueblo, se gozará Jacob, y se alegrará Israel.” (Sal. 14:7 ver también Sal. 53:6)

 

¿Qué acontece cuando de Sion y Jerusalén salga la salvación como una antorcha,…?

 

1Por amor de Sion no callaré, y por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que salga como resplandor su justicia, y su salvación se encienda como una antorcha. 2Entonces verán las gentes tu justicia, y todos los reyes tu gloria; y te será puesto un nombre nuevo, que la boca de Jesús nombrará. 3Y serás corona de gloria en la mano de Jesús, y diadema de reino en la mano del Dios tuyo. 4Nunca más te llamarán Desamparada, ni tu tierra se dirá más Desolada; sino que serás llamada Hefzi-bá, y tu tierra, Beula; porque el amor de Jesús estará en ti, y tu tierra será desposada. 5Pues como el joven se desposa con la virgen, se desposarán contigo tus hijos; y como el gozo del esposo con la esposa, así se gozará contigo el Dios tuyo. 6Sobre tus muros, oh Jerusalén, he puesto guardas; todo el día y toda la noche no callarán jamás. Los que os acordáis de Jesús, no reposéis, 7ni le deis tregua, hasta que restablezca a Jerusalén, y la ponga por alabanza en la tierra. 8Juró Jesús por su mano derecha, y por su poderoso brazo: Que jamás daré tu trigo por comida a tus enemigos, ni beberán los extraños el vino que es fruto de tu trabajo; 9sino que los que lo cosechan lo comerán, y alabarán a Jesús; y los que lo vendimian, lo beberán en los atrios de mi santuario.” (Isa. 62:1-9)

 

¿Qué acontece con las ovejas engordadas y flacas,… cuando Jesús mismo salva a sus ovejas,… cuando rompe las coyuntas de su yugo y los libra de las manos que se sirven de ellas,…?

 

20Por tanto, así les dice Jesús el Señor: He aquí yo, yo juzgaré entre la oveja engordada y la oveja flaca, 21por cuanto empujasteis con el costado y con el hombro, y acorneasteis con vuestros cuernos a todas las débiles, hasta que las echasteis y las dispersasteis. 22Yo salvaré a mis ovejas, y nunca más serán para rapiña; y juzgaré entre oveja y oveja. 23Y levantaré sobre ellas a un pastor, y él las apacentará; a mi siervo David, él las apacentará, y él les será por pastor. 24Yo Jesús les seré por Dios, y mi siervo David príncipe en medio de ellos. Yo Jesús he hablado. 25Y estableceré con ellos pacto de paz, y quitaré de la tierra las fieras; y habitarán en el desierto con seguridad, y dormirán en los bosques. 26Y daré bendición a ellas y a los alrededores de mi collado, y haré descender la lluvia en su tiempo; lluvias de bendición serán. 27Y el árbol del campo dará su fruto, y la tierra dará su fruto, y estarán sobre su tierra con seguridad; y sabrán que yo soy Jesús, cuando rompa las coyundas de su yugo, y los libre de mano de los que se sirven de ellos. 28No serán más por despojo de las naciones, ni las fieras de la tierra las devorarán; sino que habitarán con seguridad, y no habrá quien las espante. 29Y levantaré para ellos una planta de renombre, y no serán ya más consumidos de hambre en la tierra, ni ya más serán avergonzados por las naciones. 30Y sabrán que yo Jesús su Dios estoy con ellos, y ellos son mi pueblo, la casa de Israel, dice Jesús el Señor. 31Y vosotras, ovejas mías, ovejas de mi pasto, hombres sois, y yo vuestro Dios, dice Jesús el Señor.” (Eze. 34:20-31)

 

¿Qué acontece cuando Jesús salva a los hijos de Israel,… de las rebeliones con las cuales pecaron,…? 21y les dirás: Así ha dicho Jesús el Señor: He aquí, yo tomo a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron, y los recogeré de todas partes, y los traeré a su tierra; 22y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel, y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos. 23Ni se contaminarán ya más con sus ídolos, con sus abominaciones y con todas sus rebeliones; y los salvaré de todas sus rebeliones con las cuales pecaron, y los limpiaré; y me serán por pueblo, y yo a ellos por Dios. 24Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; y andarán en mis preceptos, y mis estatutos guardarán, y los pondrán por obra. 25Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres; en ella habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David será príncipe de ellos para siempre. 26Y haré con ellos pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos; y los estableceré y los multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre. 27Estará en medio de ellos mi tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 28Y sabrán las naciones que yo Jesús santifico a Israel, estando mi santuario en medio de ellos para siempre.” (Eze. 37:21-28)

 

¿Qué acontece cuando Jesús salva a su pueblo de la tierra del oriente y de la tierra donde se pone el sol,…?

 

7Así ha dicho Jesús de los ejércitos: He aquí, yo salvo a mi pueblo de la tierra del oriente, y de la tierra donde se pone el sol; 8y los traeré, y habitarán en medio de Jerusalén; y me serán por pueblo, y yo seré a ellos por Dios en verdad y en justicia. 9Así ha dicho Jesús de los ejércitos: Esfuércense vuestras manos, los que oís en estos días estas palabras de la boca de los profetas, desde el día que se echó el cimiento a la casa de Jesús de los ejércitos, para edificar el templo. 10Porque antes de estos días no ha habido paga de hombre ni paga de bestia, ni hubo paz para el que salía ni para el que entraba, a causa del enemigo; y yo dejé a todos los hombres cada cual contra su compañero. 11Mas ahora no lo haré con el remanente de este pueblo como en aquellos días pasados, dice Jesús de los ejércitos. 12Porque habrá simiente de paz; la vid dará su fruto, y dará su producto la tierra, y los cielos darán su rocío; y haré que el remanente de este pueblo posea todo esto. 13Y sucederá que como fuisteis maldición entre las naciones, oh casa de Judá y casa de Israel, así os salvaré y seréis bendición. No temáis, mas esfuércense vuestras manos.” (Zac. 8:7-13)

 

¿Qué envía Dios para salvar de la infamia que le acosan a una persona,…?

 

1Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de ; Porque en ti ha confiado mi alma, y en la sombra de tus alas me ampararé hasta que pasen los quebrantos. 2Clamaré al Dios Altísimo, Al Dios que me favorece. 3El enviará desde los cielos, y me salvará de la infamia del que me acosa; Dios enviará su misericordia y su verdad.” (Sal. 57:1-3)

 

¿Qué podemos pedir a Dios cuando le consideramos como Dios de salvación,…? 

 

3Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido; Serán avergonzados los que se rebelan sin causa. 4Muéstrame, oh Jesús, tus caminos; Enséñame tus sendas. 5Encamíname en tu verdad, y enséñame, Porque tú eres el Dios de mi salvación; En ti he esperado todo el día.” (Sal. 25:3-5)

 

7Oye, oh Jesús, mi voz con que a ti clamo; Ten misericordia de , y respóndeme. 8Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jesús; 9No escondas tu rostro de mí. No apartes con ira a tu siervo; Mi ayuda has sido. No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación.” (Sal. 27:7-9)

 

9Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad; Y pastoréales y susténtales para siempre.” (Sal. 28:9)

 

         ¿Qué debemos hacer antes de pedir salvación de Dios,…?

 

17Pero yo estoy a punto de caer, y mi dolor está delante de continuamente. 18Por tanto, confesaré mi maldad, y me contristaré por mi pecado. 19Porque mis enemigos están vivos y fuertes, y se han aumentado los que me aborrecen sin causa. 20Los que pagan mal por bien me son contrarios, por seguir yo lo bueno. 21No me desampares, oh Jesús; Dios mío, no te alejes de . 22Apresúrate a ayudarme, Oh Señor, mi salvación.” (Sal. 38:17-22)

 

9Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios; Pagaré lo que prometí. La salvación es de Jesús. 0Y mandó Jesús al pez, y vomitó a Jonás en tierra.” (Jon. 2:9) Observe que Jonás quiso cumplir el voto que a Jesús prometió antes que mande Jesús al pez que le vomite,…

 

¿Qué debe hacer Jerusalén para que sea salva,… y si no lo hace que puede acontecer,…?

 

14Lava tu corazón de maldad, oh Jerusalén, para que seas salva. ¿Hasta cuándo permitirás en medio de ti los pensamientos de iniquidad? 15Porque una voz trae las nuevas desde Dan, y hace oír la calamidad desde el monte de Efraín. 16Decid a las naciones: He aquí, haced oír sobre Jerusalén: Guardas vienen de tierra lejana, y lanzarán su voz contra las ciudades de Judá. 17Como guardas de campo estuvieron en derredor de ella, porque se rebeló contra , dice Jesús. 18Tu camino y tus obras te hicieron esto; esta es tu maldad, por lo cual amargura penetrará hasta tu corazón.” (Jer. 4:14-18)

 

¿Qué debemos hacer para ser salvos?

 

¿Hay que perseverar para ser salvos,…?22Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.” (Mat. 10:22 ver también Mat. 24:13) ¿Cómo ser perseverantes,…? 9Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Qué significa esta parábola? 10Y él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan. 11Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios. 12Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven. 13Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan. 14La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto. 15Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.” (Luc. 8:9-15)

 

¿Se tiene que creer en el evangelio y ser bautizado,… para ser salvo,…? 15Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 16El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” (Mar. 16:15-16)

 

¿Hay que entrar por la puerta que es Cristo para ser salvos,…? 9Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.” (Juan 9:9)

 

¿Se debe invocar el nombre de Dios en el día de Jesús para ser salvo,…? “19Y daré prodigios arriba en el cielo, y señales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de humo; 20El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, Antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto; 21Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” (Hech. 2:21) ¿En qué consiste invocar el nombre de Jesús,… para ser salvo,…? 5Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas. 6Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo); 7o, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos). 8Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: 9Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 11Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. 12Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; 13porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” (Rom. 10:5-9)

 

¿Hay que creer en Jesucristo para ser salvo,… y lleva hacer a los que creen en él,…?29El entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas; 30y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? 31Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. 32Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. 33Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos. 34Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios.” (Hech. 16:29-34) Obsérvese aquí que creer en Jesucristo implica bautizarse, regocijarse, y creer en Dios,…

 

¿Los que quieren ser salvos por la justicia que es por la fe,… tienen que tener la palabra en su corazón,… de tal manera que puedan confesar con su boca que Jesús es el Señor, y creer en su corazón que Dios le levantó de los muertos,…?5Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas. 6Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo); 7o, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos). 8Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: 9Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 11Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. 12Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; 13porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” (Rom. 10:5-9)

 

¿Hay que retener la palabra que predican los apóstoles,… para ser salvos,…?1Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; 2por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.” (1Cor. 15:1)

 

¿Hay que persistir en la doctrina para ser salvos,…?11Esto manda y enseña. 12Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. 13Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. 14No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. 15Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. 16Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.” (1Tim. 4:11-16)

 

¿Debemos obedecer a Cristo para ser salvos,…? 7Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. 8Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; 9y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen; 10y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.” (Heb. 5:7-10)

 

¿Hay que acercarse por medio de Cristo a Dios para ser salvos,…? 23Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; 24mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; 25por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.” (Heb. 7:23-25)

 

¿Debemos esperar a Cristo por segunda vez para ser salvos,…?27Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, 28así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.” (Heb. 9:27-28)

 

¿Qué debemos hacer para tener amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo,…?

 

5vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; 6al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; 7a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 8Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. 9Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. 10Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. 11Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.” (2Ped. 1:5-11)

 

         ¿Qué debemos de recibir para ser salvos,…?

 

10y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. 11Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, 12a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.” (2Tes. 2:10-12)

 

¿Qué podemos hacer para salvar un alma de la muerte,…?

 

19Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, 20sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados.” (Sant. 5:19-20)

 

¿Qué tiene que hacer la mujer para ser salva,…?

 

13Porque Adán fue formado primero, después Eva;  14y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión. 15Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.” (1Tim. 2:13-15)

 

¿Qué tiene la gran multitud que es salva por el Cordero y el que está sentado en el trono,…?

 

9Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; 10y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero.” (Apoc. 7:9-10) Observe que la gran multitud que es salva por el Cordero y el que está sentado en el trono,… tienen las vestiduras blancas, y palmas en sus manos,…

 

¿Qué podemos hacer para que el espíritu de los fornicarios,… sea salvo, en el día del Señor Jesús,…?

 

1De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre. 2Y vosotros estáis envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que cometió tal acción? 3Ciertamente yo, como ausente en cuerpo, pero presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que tal cosa ha hecho. 4En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo, 5el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.” (1Cor. 5:1-5)

 

¿Qué utiliza Dios para salvar,…?

 

¿Dios utiliza su diestra para salvar,…?4Has dado a los que te temen bandera que alcen por causa de la verdad. 5Para que se libren tus amados, Salva con tu diestra, y óyeme. 6Dios ha dicho en su santuario: Yo me alegraré; Repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot. 7Mío es Galaad, y mío es Manasés; y Efraín es la fortaleza de mi cabeza; Judá es mi legislador. 8Moab, vasija para lavarme; Sobre Edom echaré mi calzado; Me regocijaré sobre Filistea. (Sal. 60:4-8) “5Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios, y sobre toda la tierra sea enaltecida tu gloria. 6Para que sean librados tus amados, salva con tu diestra y respóndeme.” (Sal. 108:5-6) “3El día que clamé, me respondiste; Me fortaleciste con vigor en mi alma. 4Te alabarán, oh Jesús, todos los reyes de la tierra, porque han oído los dichos de tu boca. 5Y cantarán de los caminos de Jesús, porque la gloria de Jesús es grande. 6Porque Jesús es excelso, y atiende al humilde, más al altivo mira de lejos. 7Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y me salvará tu diestra.” (Sal. 138:3-7)

 

¿Dios utiliza la justicia,… para salvarnos,…?1Tuya es la alabanza en Sion, oh Dios, y a ti se pagarán los votos. 2Tú oyes la oración; A ti vendrá toda carne. 3Las iniquidades prevalecen contra ; Mas nuestras rebeliones tú las perdonarás. 4Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti, Para que habite en tus atrios; Seremos saciados del bien de tu casa, De tu santo templo. 5Con tremendas cosas nos responderás tú en justicia, Oh Dios de nuestra salvación, Esperanza de todos los términos de la tierra, y de los más remotos confines del mar. 6Tú, el que afirma los montes con su poder, Ceñido de valentía; 7El que sosiega el estruendo de los mares, el estruendo de sus ondas, y el alboroto de las naciones. 8Por tanto, los habitantes de los fines de la tierra temen de tus maravillas. Tú haces alegrar las salidas de la mañana y de la tarde. 9Visitas la tierra, y la riegas; En gran manera la enriqueces; Con el río de Dios, lleno de aguas, Preparas el grano de ellos, cuando así la dispones. 10Haces que se empapen sus surcos, Haces descender sus canales; La ablandas con lluvias, Bendices sus renuevos. 11coronas el año con tus bienes, y tus nubes destilan grosura. 12Destilan sobre los pastizales del desierto, y los collados se ciñen de alegría. 13Se visten de manadas los llanos, Y los valles se cubren de grano; Dan voces de júbilo, y aun cantan.” (Sal. 65:1-13)

 

1En ti, oh Jesús, me he refugiado; No sea yo avergonzado jamás. 2Socórreme y líbrame en tu justicia; Inclina tu oído y sálvame. 3Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, Porque tú eres mi roca y mi fortaleza. 4Dios mío, líbrame de la mano del impío, de la mano del perverso y violento. 5Porque tú, oh Señor Jesús, eres mi esperanza, seguridad mía desde mi juventud.” (Sal. 71:1-3)

 

¿Dios utiliza la locura de la predicación para salvar,…?18Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. 19Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé el entendimiento de los entendidos. 20¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? 21Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. 22Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; 23pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; 24mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios. 25Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.” (1Cor. 1:18-21) Observe que la locura de la predicación es Cristo en la cruz,…

 

¿Dios utiliza el fuego para salvar,…? 10Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. 11Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. 12Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, 13la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 14Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 15Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.” (1Cor. 3:10-15) Observe que para ser salvo tiene que edificar sobre Cristo,… ya sea con oro, plata,… etc. A pesar que su obra se queme,…

 

¿Dios utiliza la tristeza que es según Dios, para producir arrepentimiento para salvación,…? 10Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.” (2Cor. 7:10)

 

¿Dios utiliza la gracia por medio de la fe para que seamos salvos,… para practicar en Cristo Jesús buenas obras,…? 5aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, 7para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. 8Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe. 10Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” (Efe. 2:5-10)

 

¿Dios utiliza la fe para salvar,…?15y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.” (2Tim. 3:15) ¿Puede la fe sin obras salvar,…? 14Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? 15Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? 17Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. 18Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. 19Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. 20¿Más quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? 21¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? 22¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? 23Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. 24Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. 25Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? 26Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.” (Sant. 2:14-26)

 

4Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, 5nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, 6el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, 7para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.” (Tit. 3:4-7)

 

¿Dios utiliza espíritus administrados para salvar a los que son herederos de su salvación,…? 10Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. 11Ellos perecerán, mas permaneces; Y todos ellos se envejecerán como una vestidura, 12Y como un vestido los envolverás, y serán mudados; Pero tú eres el mismo, y tus años no acabarán. 13Pues, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? 14¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?” (Heb. 1:10-14)

 

         ¿Qué puede salvar a Israel,…?

 

1Oh Pastor de Israel, escucha; Tú que pastoreas como a ovejas a José, que estás entre querubines, resplandece. 2Despierta tu poder delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés, y ven a salvarnos. 3Oh Dios, restáuranos; Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos. 4Jesús, Dios de los ejércitos, ¿Hasta cuándo mostrarás tu indignación contra la oración de tu pueblo? 5Les diste a comer pan de lágrimas, y a beber lágrimas en gran abundancia. 6Nos pusiste por escarnio a nuestros vecinos, y nuestros enemigos se burlan entre sí. 7Oh Dios de los ejércitos, restáuranos; Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos. 8Hiciste venir una vid de Egipto; Echaste las naciones, y la plantaste. 9Limpiaste sitio delante de ella, E hiciste arraigar sus raíces, y llenó la tierra. 10Los montes fueron cubiertos de su sombra, y con sus sarmientos los cedros de Dios. 11Extendió sus vástagos hasta el mar, y hasta el río sus renuevos. 12¿Por qué aportillaste sus vallados, y la vendimian todos los que pasan por el camino? 13La destroza el puerco montés, y la bestia del campo la devora. 14Oh Dios de los ejércitos, vuelve ahora; Mira desde el cielo, y considera, y visita esta viña, 15La planta que plantó tu diestra, y el renuevo que para ti afirmaste. 16Quemada a fuego está, asolada; Perezcan por la reprensión de tu rostro. 17Sea tu mano sobre el varón de tu diestra, sobre el hijo de hombre que para ti afirmaste. 18Así no nos apartaremos de ti; Vida nos darás, e invocaremos tu nombre. 19¡Oh Jesús, Dios de los ejércitos, restáuranos! Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.” (Sal. 80:1-19)

 

¿Qué puede salvar,…?

 

¿Qué le salvo a la mujer que tenia flujo, en la época de Jesús,…? 20Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; 21porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva. 22Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora.” (Mat. 9:20-22)

 

¿La vida de Cristo nos salva,…?6Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. 7Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. 8Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 9Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. 10Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. 11Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.” (Rom. 5:6-11)

 

¿Qué puede hacer salvo en salvación,…?

 

15y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.” (2Tim. 3:15)

 

¿Qué puede salvar el alma,…?

 

19Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; 20porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. 21Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.” (Sant. 1:19.21)

 

¿Qué hace Dios para que los pueblos contemplen la salvación de él,…?

 

1Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; Haga resplandecer su rostro sobre nosotros; 2Para que sea conocido en la tierra tu camino, en todas las naciones tu salvación. 3Te alaben los pueblos, oh Dios; Todos los pueblos te alaben. 4Alégrense y gócense las naciones, Porque juzgarás los pueblos con equidad, y pastorearás las naciones en la tierra. 5Te alaben los pueblos, oh Dios; Todos los pueblos te alaben. 6La tierra dará su fruto; Nos bendecirá Dios, el Dios nuestro. 7Bendíganos Dios, y témanlo todos los términos de la tierra.” (Sal. 67:1-7)

 

¿Qué hace el Dios de salvación con los hombres,…?

 

15Monte de Dios es el monte de Basán; Monte alto el de Basán. 16¿Por qué observáis, oh montes altos, al monte que deseó Dios para su morada? Ciertamente Jesús habitará en él para siempre. 17Los carros de Dios se cuentan por veintenas de millares de millares; El Señor viene del Sinaí a su santuario. 18Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad, Tomaste dones para los hombres, y también para los rebeldes, para que habite entre ellos JAH Dios. 19Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios el Dios de nuestra salvación. 20Dios, nuestro Dios ha de salvarnos, y de Jesús el Señor es el librar de la muerte. 21Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos, La testa cabelluda del que camina en sus pecados. 22El Señor dijo: De Basán te haré volver; Te haré volver de las profundidades del mar; 23Porque tu pie se enrojecerá de sangre de tus enemigos, y de ella la lengua de tus perros. 24Vieron tus caminos, oh Dios; Los caminos de mi Dios, de mi Rey, en el santuario. 25Los cantores iban delante, los músicos detrás; En medio las doncellas con panderos. 26Bendecid a Dios en las congregaciones; Al Señor, vosotros de la estirpe de Israel. 27Allí estaba el joven Benjamín, señoreador de ellos, Los príncipes de Judá en su congregación, los príncipes de Zabulón, los príncipes de Neftalí. 28Tu Dios ha ordenado tu fuerza; Confirma, oh Dios, lo que has hecho para nosotros. 29Por razón de tu templo en Jerusalén los reyes te ofrecerán dones. 30Reprime la reunión de gentes armadas, La multitud de toros con los becerros de los pueblos, hasta que todos se sometan con sus piezas de plata; Esparce a los pueblos que se complacen en la guerra. 31Vendrán príncipes de Egipto; Etiopía se apresurará a extender sus manos hacia Dios. 32Reinos de la tierra, cantad a Dios, Cantad al Señor; 33Al que cabalga sobre los cielos de los cielos, que son desde la antigüedad; He aquí dará su voz, poderosa voz. 34Atribuid poder a Dios; Sobre Israel es su magnificencia, y su poder está en los cielos. 35Temible eres, oh Dios, desde tus santuarios; El Dios de Israel, él da fuerza y vigor a su pueblo. Bendito sea Dios.” (Sal. 68:15-35)

 

¿Qué hace Jesús para salvar a los mansos de la tierra,…?

 

1Dios es conocido en Judá; En Israel es grande su nombre. 2En Salem está su tabernáculo, y su habitación en Sion. 3Allí quebró las saetas del arco, El escudo, la espada y las armas de guerra. 4Glorioso eres , poderoso más que los montes de caza. 5Los fuertes de corazón fueron despojados, durmieron su sueño; No hizo uso de sus manos ninguno de los varones fuertes. 6A tu reprensión, oh Dios de Jacob, el carro y el caballo fueron entorpecidos. 7Tú, temible eres ; ¿Y quién podrá estar en pie delante de ti cuando se encienda tu ira? 8desde los cielos hiciste oír juicio; La tierra tuvo temor y quedó suspensa 9Cuando te levantaste, oh Dios, para juzgar, Para salvar a todos los mansos de la tierra. 10Ciertamente la ira del hombre te alabará; Tú reprimirás el resto de las iras. 11Prometed, y pagad a Jesús vuestro Dios; Todos los que están alrededor de él, traigan ofrendas al Temible. 12Cortará él el espíritu de los príncipes; Temible es a los reyes de la tierra.” (Sal. 76:1-12)

 

¿Qué hace Dios para salvar a sus escogidos en el tiempo de gran tribulación…?

 

20Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de sábado; 21porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. 22Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados” (Mat. 24:20-22)

 

¿Qué hace al hombre sabio en salvación?

 

15y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” (2Tim. 3:15-17)

 

¿Qué hace crecer en salvación,…?

 

2desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación” (1Ped. 2:2)

 

¿Qué les acontece a los que conocen del Señor y salvador Jesucristo,… pero se enredan de nuevo en la contaminación del mundo,…?

 

20Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero. 21Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. 22Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.” (2Ped. 2:20-22)

 

¿Qué hizo Jesús para que sean salvos los escogidos,…?

 

8Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio, 9en el cual sufro penalidades, hasta prisiones a modo de malhechor; mas la palabra de Dios no está presa. 10Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna. 11Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él; 12Si sufrimos, también reinaremos con él; Si le negáremos, él también nos negará. 13Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo.” (2Tim. 2:8-13)

 

¿Qué papel desempeña el bautismo en la salvación,…?

 

21El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo, 22quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades.” (1Ped. 3:21-22)

 

¿Qué hizo Noé para salvar a su casa,…?

 

7Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.” (Heb. 11:7)

 

¿Qué dijo Cristo para que seamos salvos,…?

 

33Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él dio testimonio de la verdad. 34Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos. 35El era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz. 36Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de , que el Padre me ha enviado. 37También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto, 38ni tenéis su palabra morando en vosotros; porque a quien él envió, vosotros no creéis. 39Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de ; 40y no queréis venir a mí para que tengáis vida. 41Gloria de los hombres no recibo. 42Mas yo os conozco, que no tenéis amor de Dios en vosotros. 43Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis. 44¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único? 45No penséis que yo voy a acusaros delante del Padre; hay quien os acusa, Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. 46Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. 47Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?” (Juan 5:33-46)

 

¿Qué pasa si Jesús visita con su salvación,…?

 

4Acuérdate de mí, oh Jesús, según tu benevolencia para con tu pueblo; Visítame con tu salvación, 5Para que yo vea el bien de tus escogidos, Para que me goce en la alegría de tu nación, Y me gloríe con tu heredad.” (Sal. 106:4-5)

 

¿Qué les salva a los que no mienten,…?

 

7De las misericordias de Jesús haré memoria, de las alabanzas de Jesús, conforme a todo lo que Jesús nos ha dado, y de la grandeza de sus beneficios hacia la casa de Israel, que les ha hecho según sus misericordias, y según la multitud de sus piedades. 8Porque dijo: Ciertamente mi pueblo son, hijos que no mienten; y fue su Salvador. 9En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó; en su amor y en su clemencia los redimió, y los trajo, y los levantó todos los días de la antigüedad.” (Isa. 63:7-9)

 

¿Qué les salva a los enfermos,…?

 

15Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.” (Sant. 5:15)

 

¿Qué le salva el que piza el lagar,…?

 

1¿Quién es éste que viene de Edom, de Bosra, con vestidos rojos? ¿Éste hermoso en su vestido, que marcha en la grandeza de su poder? Yo, el que hablo en justicia, grande para salvar. 2¿Por qué es rojo tu vestido, y tus ropas como del que ha pisado en lagar? 3He pisado yo solo el lagar, y de los pueblos nadie había conmigo; los pisé con mi ira, y los hollé con mi furor; y su sangre salpicó mis vestidos, y manché todas mis ropas.  4Porque el día de la venganza está en mi corazón, y el año de mis redimidos ha llegado. 5Miré, y no había quien ayudara, y me maravillé que no hubiera quien sustentase; y me salvó mi brazo, y me sostuvo mi ira. 6Y con mi ira hollé los pueblos, y los embriagué en mi furor, y derramé en tierra su sangre.” (Isa. 63:1-6)

 

¿Qué se debe hacer para que toda carne vea la salvación de Dios,…?

 

4como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías, que dice: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; Enderezad sus sendas. 5Todo valle se rellenará, y se bajará todo monte y collado; Los caminos torcidos serán enderezados, y los caminos ásperos allanados; 6Y verá toda carne la salvación de Dios. 7Y decía a las multitudes que salían para ser bautizadas por él: ¡Oh generación de víboras!” (Luc. 3:4-7)

 

¿Qué se manifiesta con la aparición de nuestro Señor Jesús?

 

8Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, 9quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, 10pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio” (2Tim. 1:8-10)

 

¿Qué son para Dios los que se salvan,…?

 

14Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. 15Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; 16a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente? 17Pues no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo.” (2Cor. 2:14-17)

 

¿Qué encomendó Dios nuestro salvador al Apóstol Pablo,…? 

 

1Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y el conocimiento de la verdad que es según la piedad, 2en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos, 3y a su debido tiempo manifestó su palabra por medio de la predicación que me fue encomendada por mandato de Dios nuestro Salvador” (Tit. 1:1-3)

 

         ¿Por qué se puede pedir a Dios que salve,…?

 

1Salva, oh Jesús, porque se acabaron los piadosos; Porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres. 2Habla mentira cada uno con su prójimo; Hablan con labios lisonjeros, y con doblez de corazón.” (Sal. 12:1-2)

 

7Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; mas nosotros del nombre de Jesús nuestro Dios tendremos memoria. 8Ellos flaquean y caen, mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie. 9Salva, Jesús; que el Rey nos oiga en el día que lo invoquemos.” (Sal. 20:7-9)

 

4Tú, oh Dios, eres mi rey; Manda salvación a Jacob. 5Por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos; En tu nombre hollaremos a nuestros adversarios. 6Porque no confiaré en mi arco, ni mi espada me salvará; 7Pues tú nos has guardado de nuestros enemigos, y has avergonzado a los que nos aborrecían. 8En Dios nos gloriaremos todo el tiempo, y para siempre alabaremos tu nombre.” (Sal. 44:4-8)

 

4Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza los que me aborrecen sin causa; Se han hecho poderosos mis enemigos, los que me destruyen sin tener por qué. ¿Y he de pagar lo que no robé? 5Dios, tú conoces mi insensatez, y mis pecados no te son ocultos. 6No sean avergonzados por causa mía los que en ti confían, oh Señor Jesús de los ejércitos; No sean confundidos por mí los que te buscan, oh Dios de Israel. 7Porque por amor de ti he sufrido afrenta; Confusión ha cubierto mi rostro. 8Extraño he sido para mis hermanos, y desconocido para los hijos de mi madre. 9Porque me consumió el celo de tu casa; Y los denuestos de los que te vituperaban cayeron sobre . 10Lloré afligiendo con ayuno mi alma, y esto me ha sido por afrenta. 11Puse además cilicio por mi vestido, y vine a serles por proverbio. 12Hablaban contra los que se sentaban a la puerta, y me zaherían en sus canciones los bebedores. 13Pero yo a ti oraba, oh Jesús, al tiempo de tu buena voluntad; Oh Dios, por la abundancia de tu misericordia, por la verdad de tu salvación, escúchame. 14Sácame del lodo, y no sea yo sumergido; Sea yo libertado de los que me aborrecen, y de lo profundo de las aguas. 15No me anegue la corriente de las aguas, ni me trague el abismo, ni el pozo cierre sobre mí su boca.” (Sal. 40:4-14)

 

¿Por qué la salvación está lejos de los impíos,…?

 

155Lejos está de los impíos la salvación, porque no buscan tus estatutos.” (Sal. 119:155)

 

¿Por qué la salvación vino a los gentiles,…?

 

11Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos. 12Y si su transgresión es la riqueza del mundo, y su defección la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más su plena restauración? 13Porque a vosotros hablo, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio, 14por si en alguna manera pueda provocar a celos a los de mi sangre, y hacer salvos a algunos de ellos. 15Porque si su exclusión es la reconciliación del mundo, ¿qué será su admisión, sino vida de entre los muertos? 16Si las primicias son santas, también lo es la masa restante; y si la raíz es santa, también lo son las ramas. 17Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo, 18no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas a la raíz, sino la raíz a ti. 19Pues las ramas, dirás, fueron desgajadas para que yo fuese injertado. 20Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, sino teme. 21Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará. 22Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera también serás cortado. 23Y aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para volverlos a injertar. 24Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo?” (Rom. 11:11-24)

 

¿Por qué hay que decir que Jesús salve a su pueblo,… el remanente de Israel,…?

 

7Porque así ha dicho Jesús: Regocijaos en Jacob con alegría, y dad voces de júbilo a la cabeza de naciones; haced oír, alabad, y decid: Oh Jesús, salva a tu pueblo, el remanente de Israel. 8He aquí yo los hago volver de la tierra del norte, y los reuniré de los fines de la tierra, y entre ellos ciegos y cojos, la mujer que está encinta y la que dio a luz juntamente; en gran compañía volverán acá. 9Irán con lloro, mas con misericordia los haré volver, y los haré andar junto a arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán; porque soy a Israel por padre, y Efraín es mi primogénito. 10Oíd palabra de Jesús, oh naciones, y hacedlo saber en las costas que están lejos, y decid: El que esparció a Israel lo reunirá y guardará, como el pastor a su rebaño. 11Porque Jesús redimió a Jacob, lo redimió de mano del más fuerte que él. 12Y vendrán con gritos de gozo en lo alto de Sion, y correrán al bien de Jesús, al pan, al vino, al aceite, y al ganado de las ovejas y de las vacas; y su alma será como huerto de riego, y nunca más tendrán dolor. 13Entonces la virgen se alegrará en la danza, los jóvenes y los viejos juntamente; y cambiaré su lloro en gozo, y los consolaré, y los alegraré de su dolor. 14Y el alma del sacerdote satisfaré con abundancia, y mi pueblo será saciado de mi bien, dice Jesús.” (Jer. 31:7-14)

 

¿Por qué son salvos los que Dios purifica por la fe,…?

 

6Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto. 7Y después de mucha discusión, Pedro se levantó y les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen. 8Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros; 9y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones. 10Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? 11Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos.” (Hech. 15:6-11)

 

¿Por qué en Cristo podemos hallar salvación,…?

 

 23Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; 24mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; 25por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.” (Heb. 7:23-25)

 

¿Podemos saber,… si podemos salvar a alguien,…?

 

12Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. 13Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. 14Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos. 15Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios. 16Porque ¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?” (1Cor. 7:12-16)

 

         ¿En qué podemos ser salvos,… y como debemos de comportarnos frente a esta salvación,…?

 

22Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; 23y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. 24Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? 25Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.” (Rom. 8:22-25)

        

         ¿Con que se relaciona la salvación,…?

 

9Pero en cuanto a vosotros, oh amados, estamos persuadidos de cosas mejores, y que pertenecen a la salvación, aunque hablamos así. 10Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún. 11Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, 12a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.” (Heb. 6:9-12)

 

¿Podemos considerarle a Dios como nuestro salvador,…?

 

6He dicho a Jesús: Dios mío eres tú; Escucha, oh Jesús, la voz de mis ruegos. 7Jesús Señor, potente salvador mío, Tú pusiste a cubierto mi cabeza en el día de batalla. 8No concedas, oh Jesús, al impío sus deseos; No saques adelante su pensamiento, para que no se ensoberbezca.” (Sal. 140:6-8)

 

         ¿Se puede pedir a Dios que sea fortaleza para salvar,…?

 

1En ti, oh Jesús, he confiado; no sea yo confundido jamás; Líbrame en tu justicia. 2Inclina a mí tu oído, líbrame pronto; Sé tú mi roca fuerte, y fortaleza para salvarme. 3Porque tú eres mi roca y mi castillo; Por tu nombre me guiarás y me encaminarás. 4Sácame de la red que han escondido para mí, Pues tú eres mi refugio. 5En tu mano encomiendo mi espíritu; Tú me has redimido, oh Jesús, Dios de verdad.” (Sal. 31:1-4)

 

¿Se puede pedir a Dios sanidad y salvación,… cuando no se desea calamidad para nadie,…?

 

14Sáname, oh Jesús, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza. 15He aquí que ellos me dicen: ¿Dónde está la palabra de Jesús? ¡Que se cumpla ahora! 16Mas yo no he ido en pos de ti para incitarte a su castigo, ni deseé día de calamidad, tú lo sabes. Lo que de mi boca ha salido, fue en tu presencia. 17No me seas por espanto, pues mi refugio eres en el día malo. 18Averguéncense los que me persiguen, y no me avergüence yo; asómbrense ellos, y yo no me asombre; trae sobre ellos día malo, y quebrántalos con doble quebrantamiento.” (Jer. 17:14-18)

 

¿Se puede pedir a Dios que nos diga al alma que es nuestro Dios de salvación,… cuando hay personas que disputan con nosotros? 

 

1Disputa, oh Jesús, con los que contra contienden; Pelea contra los que me combaten. 2Echa mano al escudo y al pavés, y levántate en mi ayuda. 3Saca la lanza, cierra contra mis perseguidores; Di a mi alma: Yo soy tu salvación.” (Sal. 35:1-3)

 

¿Se puede pedir a Dios que nos vuelva el gozo de su salvación cuando hemos pecado,…?

 

1Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. 2Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado. 3Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí. 4Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio. 5He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre. 6He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. 7Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve. 8Hazme oír gozo y alegría, y se recrearán los huesos que has abatido. 9Esconde tu rostro de mis pecados, y borra todas mis maldades. 10Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. 11No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu santo Espíritu. 12Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente. 13Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, y los pecadores se convertirán a ti. 14Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; Cantará mi lengua tu justicia.” (Sal. 51:1-12)

 

¿Se puede pedir a Dios que ponga a salvo de los que se levantan contra su siervo o su pueblo,… a pesar de haber pecado,…?

 

1Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío; Ponme a salvo de los que se levantan contra mí. 2Líbrame de los que cometen iniquidad, y sálvame de hombres sanguinarios. 3Porque he aquí están acechando mi vida; Se han juntado contra mí poderosos. No por falta mía, ni pecado mío, oh Jesús; 4Sin delito mío corren y se aperciben. Despierta para venir a mi encuentro, y mira. 5Y tú, Jesús Dios de los ejércitos, Dios de Israel, despierta para castigar a todas las naciones; No tengas misericordia de todos los que se rebelan con iniquidad. 6Volverán a la tarde, ladrarán como perros, y rodearán la ciudad. 7He aquí proferirán con su boca; Espadas hay en sus labios, Porque dicen: ¿Quién oye? 8Mas , Jesús, te reirás de ellos; Te burlarás de todas las naciones. 9A causa del poder del enemigo esperaré en ti, Porque Dios es mi defensa. 10El Dios de mi misericordia irá delante de mí; Dios hará que vea en mis enemigos mi deseo. 11No los mates, para que mi pueblo no olvide; Dispérsalos con tu poder, y abátelos, Oh Jesús, escudo nuestro. 12Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios, Sean ellos presos en su soberbia, y por la maldición y mentira que profieren. 13Acábalos con furor, acábalos, para que no sean; y sépase que Dios gobierna en Jacob hasta los fines de la tierra. 14Vuelvan, pues, a la tarde, y ladren como perros, y rodeen la ciudad. 15Anden ellos errantes para hallar qué comer; y si no se sacian, pasen la noche quejándose. 16Pero yo cantaré de tu poder, y alabaré de mañana tu misericordia; Porque has sido mi amparo y refugio en el día de mi angustia. 17Fortaleza mía, a ti cantaré; Porque eres, oh Dios, mi refugio, el Dios de mi misericordia. 6Respóndeme, Jesús, porque benigna es tu misericordia; Mírame conforme a la multitud de tus piedades. 17No escondas de tu siervo tu rostro, Porque estoy angustiado; apresúrate, óyeme. 18Acércate a mi alma, redímela ;Líbrame a causa de mis enemigos. 19Tú sabes mi afrenta, mi confusión y mi oprobio; Delante de ti están todos mis adversarios. 20El escarnio ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado. Esperé quien se compadeciese de , y no lo hubo; Y consoladores, y ninguno hallé. 21Me pusieron además hiel por comida, y en mi sed me dieron a beber vinagre. 22Sea su convite delante de ellos por lazo, y lo que es para bien, por tropiezo. 23Sean oscurecidos sus ojos para que no vean, y haz temblar continuamente sus lomos. 24Derrama sobre ellos tu ira, y el furor de tu enojo los alcance. 25Sea su palacio asolado; En sus tiendas no haya morador. 26Porque persiguieron al que heriste, y cuentan del dolor de los que tú llagaste. 27Pon maldad sobre su maldad, y no entren en tu justicia. 28Sean raídos del libro de los vivientes, y no sean escritos entre los justos. 29Mas a mí, afligido y miserable, Tu salvación, oh Dios, me ponga en alto. 30Alabaré yo el nombre de Dios con cántico, lo exaltaré con alabanza. 31Y agradará a Jesús más que sacrificio de buey, o becerro que tiene cuernos y pezuñas; 32Lo verán los oprimidos, y se gozarán. Buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón, 33Porque Jesús oye a los menesterosos, y no menosprecia a sus prisioneros. 34Alábenle los cielos y la tierra, Los mares, y todo lo que se mueve en ellos. 35Porque Dios salvará a Sion, y reedificará las ciudades de Judá; Y habitarán allí, y la poseerán. 36La descendencia de sus siervos la heredará, y los que aman su nombre habitarán en ella.” (Sal. 59:1-35) 

 

5¿Hasta cuándo, oh Jesús? ¿Estarás airado para siempre? ¿Arderá como fuego tu celo? 6Derrama tu ira sobre las naciones que no te conocen, y sobre los reinos que no invocan tu nombre. 7Porque han consumido a Jacob, y su morada han asolado.8No recuerdes contra nosotros las iniquidades de nuestros antepasados; Vengan pronto tus misericordias a encontrarnos, porque estamos muy abatidos. 9Ayúdanos, oh Dios de nuestra salvación, por la gloria de tu nombre; y líbranos, y perdona nuestros pecados por amor de tu nombre. 10Porque dirán las gentes: ¿Dónde está su Dios? Sea notoria en las gentes, delante de nuestros ojos, la venganza de la sangre de tus siervos que fue derramada. 11Llegue delante de ti el gemido de los presos; Conforme a la grandeza de tu brazo preserva a los sentenciados a muerte, 12Y devuelve a nuestros vecinos en su seno siete tantos de su infamia, con que te han deshonrado, oh Jesús. 13Y nosotros, pueblo tuyo, y ovejas de tu prado, te alabaremos para siempre; De generación en generación cantaremos tus alabanzas.” (Sal. 79:5-13)

 

¿Se puede pedir a Dios que salve,… y que cese su ira,…?

 

4Restáuranos, oh Dios de nuestra salvación, y haz cesar tu ira de sobre nosotros. 5¿Estarás enojado contra nosotros para siempre? ¿Extenderás tu ira de generación en generación? 6¿No volverás a darnos vida, para que tu pueblo se regocije en ti? 7Muéstranos, oh Jesús, tu misericordia, y danos tu salvación.” (Sal. 85:4-7)

 

¿Se puede publicar acerca de la salvación de Dios,…?

 

9He anunciado justicia en grande congregación; He aquí, no refrené mis labios, Jesús, tú lo sabes. 10No encubrí tu justicia dentro de mi corazón; He publicado tu fidelidad y tu salvación; No oculté tu misericordia y tu verdad en grande asamblea.” (Sal. 40:9-10)

 

¿Se puede desear la salvación de Jesús,…?

 

174He deseado tu salvación, oh Jesús, y tu ley es mi delicia. 175Viva mi alma y te alabe, y tus juicios me ayuden. 176Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, porque no me he olvidado de tus mandamientos.” (Sal. 119:174-176)

 

         ¿Se puede contar los hechos de la salvación de Dios,…?

 

15Mi boca publicará tu justicia y tus hechos de salvación todo el día, Aunque no sé su número.” (Sal. 71:15)

 

1Cantad a Jesús cántico nuevo; Cantad a Jesús, toda la tierra. 2Cantad a Jesús, bendecid su nombre; anunciad de día en día su salvación.” (Sal. 96:1-2)

 

¿Se puede salvar la vida en día sábado,…?

 

4Y les dijo: ¿Es lícito en los días de sábado hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban. 5Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana.” (Mar. 3:4-5)

 

¿Se puede olvidar de la salvación de Dios,… a pesar de estar en su presencia,…?

 

19Hicieron becerro en Horeb, se postraron ante una imagen de fundición. 20Así cambiaron su gloria por la imagen de un buey que come hierba. 21Olvidaron al Dios de su salvación, que había hecho grandezas en Egipto,” (Sal. 106:19-21)

 

¿Se puede ver que la fe que salva glorifica a Dios,…?

 

11Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. 12Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos 13y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! 14Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados. 15Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz, 16y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano. 17Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? 18¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? 19Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.” (Luc. 17:11-18)

 

¿Se puede ser atribulado,… para causar salvación a otros,…?

 

6Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación y salvación; o si somos consolados, es para vuestra consolación y salvación, la cual se opera en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos.” (2Cor. 1:6)

 

¿Se tiene que hacer obras de justicia para ser salvos,…?

 

4Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, 5nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, 6el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, 7para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.” (Tit. 3:4-7)

 

¿El que salva también puede hacer perder,…?

 

12Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero , ¿quién eres para que juzgues a otro?” (Sant. 4:12)

 

¿Pueden pedir los siervos que confían en Jesús que les salve,… y señal para bien, para que vean los que les aborrecen,…?

 

1Inclina, oh Jesús, tu oído, y escúchame, porque estoy afligido y menesteroso. 2Guarda mi alma, porque soy piadoso; Salva tú, oh Dios mío, a tu siervo que en ti confía. 3Ten misericordia de mí, oh Jesús; Porque a ti clamo todo el día. 4Alegra el alma de tu siervo, porque a ti, oh Señor, levanto mi alma. 5Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador, y grande en misericordia para con todos los que te invocan. 6Escucha, oh Jesús, mi oración, y está atento a la voz de mis ruegos. 7En el día de mi angustia te llamaré, Porque tú me respondes. 8Oh Señor, ninguno hay como entre los dioses, Ni obras que igualen tus obras. 9Todas las naciones que hiciste vendrán y adorarán delante de ti, Señor, y glorificarán tu nombre. 10Porque eres grande, y hacedor de maravillas; sólo tú eres Dios. 11Enséñame, oh Jesús, tu camino; caminaré yo en tu verdad; Afirma mi corazón para que tema tu nombre. 12Te alabaré, oh Jesús Dios mío, con todo mi corazón, y glorificaré tu nombre para siempre. 13Porque tu misericordia es grande para conmigo, y has librado mi alma de las profundidades del Seol. 14Oh Dios, los soberbios se levantaron contra , y conspiración de violentos ha buscado mi vida, y no te pusieron delante de sí. 15Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, lento para la ira, y grande en misericordia y verdad, 16Mírame, y ten misericordia de mí; da tu poder a tu siervo, y guarda al hijo de tu sierva. 17Haz conmigo señal para bien, y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados; porque tú, Jesús, me ayudaste y me consolaste.” (Sal. 86:1-17)

 

         ¿Puede ocurrir que la salvación de Dios se aleje de uno,… a pesar que a otros Dios si les salvo,…? 

 

1Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor? 2Dios mío, clamo de día, y no respondes; Y de noche, y no hay para mí reposo. 3Pero tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel. 4En ti esperaron nuestros padres; Esperaron, y tú los libraste. 5Clamaron a ti, y fueron librados; Confiaron en ti, y no fueron avergonzados.” (Sal. 22:1-5)

 

1He aquí que no se ha acortado la mano de Jesús para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; 2pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír. 3Porque vuestras manos están contaminadas de sangre, y vuestros dedos de iniquidad; vuestros labios pronuncian mentira, habla maldad vuestra lengua. 4No hay quien clame por la justicia, ni quien juzgue por la verdad; confían en vanidad, y hablan vanidades; conciben maldades, y dan a luz iniquidad. 5Incuban huevos de áspides, y tejen telas de arañas; el que comiere de sus huevos, morirá; y si los apretaren, saldrán víboras. 6Sus telas no servirán para vestir, ni de sus obras serán cubiertos; sus obras son obras de iniquidad, y obra de rapiña está en sus manos. 7Sus pies corren al mal, se apresuran para derramar la sangre inocente; sus pensamientos, pensamientos de iniquidad; destrucción y quebrantamiento hay en sus caminos. 8No conocieron camino de paz, ni hay justicia en sus caminos; sus veredas son torcidas; cualquiera que por ellas fuere, no conocerá paz. 9Por esto se alejó de nosotros la justicia, y no nos alcanzó la rectitud; esperamos luz, y he aquí tinieblas; resplandores, y andamos en oscuridad. 10Palpamos la pared como ciegos, y andamos a tientas como sin ojos; tropezamos a mediodía como de noche; estamos en lugares oscuros como muertos. 11Gruñimos como osos todos nosotros, y gemimos lastimeramente como palomas; esperamos justicia, y no la hay; salvación, y se alejó de nosotros. 12Porque nuestras rebeliones se han multiplicado delante de ti, y nuestros pecados han atestiguado contra nosotros; porque con nosotros están nuestras iniquidades, y conocemos nuestros pecados: 13el prevaricar y mentir contra Jesús, y el apartarse de en pos de nuestro Dios; el hablar calumnia y rebelión, concebir y proferir de corazón palabras de mentira. 14Y el derecho se retiró, y la justicia se puso lejos; porque la verdad tropezó en la plaza, y la equidad no pudo venir.” (Isa. 59:1-14)

 

¿Cuándo no se puede ser salvos por Jesús,… sino ser llevado como la hoja, y por las maldades ser llevados como viento,…? 1¡Oh, sí rompieses los cielos, y descendieras, y a tu presencia se escurriesen los montes, 2como fuego abrasador de fundiciones, fuego que hace hervir las aguas, para que hicieras notorio tu nombre a tus enemigos, y las naciones temblasen a tu presencia! 3Cuando, haciendo cosas terribles cuales nunca esperábamos, descendiste, fluyeron los montes delante de ti. 4Ni nunca oyeron, ni oídos percibieron, ni ojo ha visto a Dios fuera de ti, que hiciese por el que en él espera. 5Saliste al encuentro del que con alegría hacía justicia, de los que se acordaban de ti en tus caminos; he aquí, tú te enojaste porque pecamos; en los pecados hemos perseverado por largo tiempo; ¿podremos acaso ser salvos? 6Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento. 7Nadie hay que invoque tu nombre, que se despierte para apoyarse en ti; por lo cual escondiste de nosotros tu rostro, y nos dejaste marchitar en poder de nuestras maldades.” (Isa. 64:1-7)

 

         ¿Puede ocurrir que los adversarios de una persona piensen que no tiene salvación de Dios,…?

 

1¡Oh Jesús, cuánto se han multiplicado mis adversarios! Muchos son los que se levantan contra . 2Muchos son los que dicen de : No hay para él salvación en Dios. 3Mas tú, Jesús, eres escudo alrededor de ; Mi gloria, y el que levanta mi cabeza. 4Con mi voz clamé a Jesús, Y él me respondió desde su monte santo.” (Sal. 3:1-4)

 

¿Puede Dios salvar,…?

 

14Mi fortaleza y mi cántico es JAH, y él me ha sido por salvación.” (Sal. 118:14)

 

¿Puede Jesús salvar,…?5Será exaltado Jesús, el cual mora en las alturas; llenó a Sion de juicio y de justicia. 6Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y abundancia de salvación; el temor de Jesús será su tesoro. 7He aquí que sus embajadores darán voces afuera; los mensajeros de paz llorarán amargamente. 8Las calzadas están deshechas, cesaron los caminantes; ha anulado el pacto, aborreció las ciudades, tuvo en nada a los hombres. 9Se enlutó, enfermó la tierra; el Líbano se avergonzó, y fue cortado; Sarón se ha vuelto como desierto, y Basán y el Carmelo fueron sacudidos. 10Ahora me levantaré, dice Jesús; ahora seré exaltado, ahora seré engrandecido. 11Concebisteis hojarascas, rastrojo daréis a luz; el soplo de vuestro fuego os consumirá. 12Y los pueblos serán como cal quemada; como espinos cortados serán quemados con fuego. 13Oíd, los que estáis lejos, lo que he hecho; y vosotros los que estáis cerca, conoced mi poder. 14Los pecadores se asombraron en Sion, espanto sobrecogió a los hipócritas. ¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas? 15El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; 16éste habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras. 17Tus ojos verán al Rey en su hermosura; verán la tierra que está lejos. 18Tu corazón imaginará el espanto, y dirá: ¿Qué es del escriba? ¿Qué del pesador del tributo? ¿Qué del que pone en lista las casas más insignes? 19No verás a aquel pueblo orgulloso, pueblo de lengua difícil de entender, de lengua tartamuda que no comprendas. 20Mira a Sion, ciudad de nuestras fiestas solemnes; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota. 21Porque ciertamente allí será Jesús para con nosotros fuerte, lugar de ríos, de arroyos muy anchos, por el cual no andará galera de remos, ni por él pasará gran nave. 22Porque Jesús es nuestro juez, Jesús es nuestro legislador, Jesús es nuestro Rey; él mismo nos salvará. 23Tus cuerdas se aflojaron; no afirmaron su mástil, ni entesaron la vela; se repartirá entonces botín de muchos despojos; los cojos arrebatarán el botín. 24No dirá el morador: Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le será perdonada la iniquidad. (Isa. 33:5-24)

 

¿Puede salvar Dios a los pecadores,… y porque los salva,…?

 

6Pecamos nosotros, como nuestros padres; Hicimos iniquidad, hicimos impiedad. 7Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas; No se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias, sino que se rebelaron junto al mar, el Mar Rojo. 8Pero él los salvó por amor de su nombre, para hacer notorio su poder. 9Reprendió al Mar Rojo y lo secó, y les hizo ir por el abismo como por un desierto. 10Los salvó de mano del enemigo, y los rescató de mano del adversario.” (Sal. 106:6-8)

 

1Alabad a Jesús, porque él es bueno; porque para siempre es su misericordia. 2Díganlo los redimidos de Jesús, los que ha redimido del poder del enemigo, 3Y los ha congregado de las tierras, del oriente y del occidente, del norte y del sur. 4ANDUVIERON PERDIDOS POR EL DESIERTO, POR LA SOLEDAD SIN CAMINO, Sin hallar ciudad en donde vivir. 5Hambrientos y sedientos, su alma desfallecía en ellos. 6Entonces CLAMARON A Jesús en su angustia, y los libró de sus aflicciones. 7Los dirigió por camino derecho, para que viniesen a ciudad habitable. 8Alaben la misericordia de Jesús, y sus maravillas para con los hijos de los hombres. 9Porque sacia al alma menesterosa, y llena de bien al alma hambrienta. 10ALGUNOS MORABAN EN TINIEBLAS Y SOMBRA DE MUERTE, APRISIONADOS EN AFLICCIÓN Y EN HIERROS, 11POR CUANTO FUERON REBELDES A LAS PALABRAS DE Jesús, Y ABORRECIERON EL CONSEJO DEL ALTÍSIMO. 12Por eso quebrantó con el trabajo sus corazones; cayeron, y no hubo quien los ayudase. 13Luego que CLAMARON A Jesús en su angustia, los libró de sus aflicciones; 14Los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte, y rompió sus prisiones. 15Alaben la misericordia de Jesús, y sus maravillas para con los hijos de los hombres. 16Porque quebrantó las puertas de bronce, y desmenuzó los cerrojos de hierro. 17FUERON AFLIGIDOS LOS INSENSATOS, A CAUSA DEL CAMINO DE SU REBELIÓN Y A CAUSA DE SUS MALDADES; 18SU ALMA ABOMINÓ TODO ALIMENTO, Y LLEGARON HASTA LAS PUERTAS DE LA MUERTE. 19Pero CLAMARON A Jesús en su angustia, y los libró de sus aflicciones. 20Envió su palabra, y los sanó, y los libró de su ruina. 21Alaben la misericordia de Jesús, y sus maravillas para con los hijos de los hombres; 22Ofrezcan sacrificios de alabanza, y publiquen sus obras con júbilo.” (Sal. 107:1-21)

 

¿Puede salvar Dios a los pecadores,… pero también los castiga,…? 16La diestra de Jesús es sublime; La diestra de Jesús hace valentías. 17No moriré, sino que viviré, y contaré las obras de JAH. 18Me castigó gravemente JAH, Más no me entregó a la muerte. 19Abridme las puertas de la justicia; Entraré por ellas, alabaré a JAH. 20Esta es puerta de Jesús; Por ella entrarán los justos. 21Te alabaré porque me has oído, y me fuiste por salvación.” (Sal. 118:16-21)

 

¿Puede salvarse una persona que sea ladrona,… y que se arrepienta,…?

 

5Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. 6Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso. 7Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador. 8Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. 9Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. 10Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.” (Luc. 19:5-10)

 

¿Puede acabarse el tiempo de salvación,…?

 

18A causa de mi fuerte dolor, mi corazón desfallece en . 19He aquí voz del clamor de la hija de mi pueblo, que viene de la tierra lejana: ¿No está Jesús en Sion? ¿No está en ella su Rey? ¿Por qué me hicieron airar con sus imágenes de talla, con vanidades ajenas? 20Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos.” (Jer. 8:18-20)

 

¿Puede la fe sin obras salvar,…?

 

14Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? 15Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? 17Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. 18Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. 19Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. 20¿Más quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? 21¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? 22¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? 23Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. 24Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. 25Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? 26Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.” (Sant. 2:14-26)

 

         ¿Quién libra a los justos de los impíos,…? 

 

38Mas los transgresores serán todos a una destruidos; La posteridad de los impíos será extinguida.39Pero la salvación de los justos es de Jesús, y él es su fortaleza en el tiempo de la angustia. 40Jesús los ayudará y los librará; Los libertará de los impíos, y los salvará, por cuanto en él esperaron.” (Sal. 37:39-40)

 

¿Quién es el salvador de Jacob,… que representan sus siervos que él escoge,…?

 

1Ahora, así dice Jesús, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. 2Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. 3Porque yo Jesús, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador; a Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba por ti. 4Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida. 5No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré. 6Diré al norte: Da acá; y al sur: No detengas; trae de lejos mis hijos, y mis hijas de los confines de la tierra, 7todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice. 8Sacad al pueblo ciego que tiene ojos, y a los sordos que tienen oídos. 9Congréguense a una todas las naciones, y júntense todos los pueblos. ¿Quién de ellos hay que nos dé nuevas de esto, y que nos haga oír las cosas primeras? Presenten sus testigos, y justifíquense; oigan, y digan: Verdad es. 10Vosotros sois mis testigos, dice Jesús, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de no fue formado dios, ni lo será después de .” (Isa. 43:1-10)

 

13Cantad alabanzas, oh cielos, y alégrate, tierra; y prorrumpid en alabanzas, oh montes; porque Jesús ha consolado a su pueblo, y de sus pobres tendrá misericordia. 14Pero Sion dijo: Me dejó Jesús, y el Señor se olvidó de . 15¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti. 16He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de están siempre tus muros. 17Tus edificadores vendrán aprisa; tus destruidores y tus asoladores saldrán de ti. 18Alza tus ojos alrededor, y mira: todos estos se han reunido, han venido a ti. Vivo yo, dice Jesús, que de todos, como de vestidura de honra, serás vestida; y de ellos serás ceñida como novia. 19Porque tu tierra devastada, arruinada y desierta, ahora será estrecha por la multitud de los moradores, y tus destruidores serán apartados lejos. 20Aun los hijos de tu orfandad dirán a tus oídos: Estrecho es para este lugar; apártate, para que yo more. 21Y dirás en tu corazón: ¿Quién me engendró éstos? Porque yo había sido privada de hijos y estaba sola, peregrina y desterrada; ¿quién, pues, crió éstos? He aquí yo había sido dejada sola; ¿dónde estaban éstos? 22Así dijo Jesús el Señor: He aquí, yo tenderé mi mano a las naciones, y a los pueblos levantaré mi bandera; y traerán en brazos a tus hijos, y tus hijas serán traídas en hombros. 23Reyes serán tus ayos, y sus reinas tus nodrizas; con el rostro inclinado a tierra te adorarán, y lamerán el polvo de tus pies; y conocerás que yo soy Jesús, que no se avergonzarán los que esperan en . 24¿Será quitado el botín al valiente? ¿Será rescatado el cautivo de un tirano? 25Pero así dice Jesús: Ciertamente el cautivo será rescatado del valiente, y el botín será arrebatado al tirano; y tu pleito yo lo defenderé, y yo salvaré a tus hijos. 26Y a los que te despojaron haré comer sus propias carnes, y con su sangre serán embriagados como con vino; y conocerá todo hombre que yo Jesús soy Salvador tuyo y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob.” (Isa. 49:13-26)

 

¿Quién es el salvador de la iglesia,…?

 

23porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador” (Efe. 5:23)

 

¿Quién es el único que salva,…?

 

11Yo, yo Jesús, y fuera de mí no hay quien salve.” (Isa. 43:11)

 

15Verdaderamente tú eres Dios que te encubres, Dios de Israel, que salvas.” (Isa. 45:15)

 

11Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. 12Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” (Hech. 4:11-12)

 

¿Quién es salvación de la hija de Sion,…?

 

10Pasad, pasad por las puertas; barred el camino al pueblo; allanad, allanad la calzada, quitad las piedras, alzad pendón a los pueblos. 11He aquí que Jesús hizo oír hasta lo último de la tierra: Decid a la hija de Sion: He aquí viene tu Salvador; he aquí su recompensa con él, y delante de él su obra. 12Y les llamarán Pueblo Santo, Redimidos de Jesús; y a ti te llamarán Ciudad Deseada, no desamparada.” (Isa. 62:10-12)

 

¿Quién es el que salva,… y quien es salva por la sangre su pacto,…?

 

9Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna. 10Y de Efraín destruiré los carros, y los caballos de Jerusalén, y los arcos de guerra serán quebrados; y hablará paz a las naciones, y su señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra.11Y tú también por la sangre de tu pacto serás salva; yo he sacado tus presos de la cisterna en que no hay agua. 12Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de esperanza; hoy también os anuncio que os restauraré el doble. 13Porque he entesado para mí a Judá como arco, e hice a Efraín su flecha, y despertaré a tus hijos, oh Sion, contra tus hijos, oh Grecia, y te pondré como espada de valiente.” (Zac. 9:9-13)

 

¿Quién es el salvador de todos los hombres,…?

 

10Que por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen.” (1Tim. 4:10)

 

¿Quién sube a la tierra salvada de la espada,… que sus habitantes moran confiados,… y que les acontece a ellos,…?

 

1Vino a mí palabra de Jesús, diciendo: 2Hijo de hombre, pon tu rostro contra Gog en tierra de Magog, príncipe soberano de Mesec y Tubal, y profetiza contra él, 3y di: Así ha dicho Jesús el Señor: He aquí, yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe soberano de Mesec y Tubal. 4Y te quebrantaré, y pondré garfios en tus quijadas, y te sacaré a ti y a todo tu ejército, caballos y jinetes, de todo en todo equipados, gran multitud con paveses y escudos, teniendo todos ellos espadas; 5Persia, Cus y Fut con ellos; todos ellos con escudo y yelmo; 6Gomer, y todas sus tropas; la casa de Togarma, de los confines del norte, y todas sus tropas; muchos pueblos contigo. 7Prepárate y apercíbete, y toda tu multitud que se ha reunido a ti, y sé tú su guarda. 8De aquí a muchos días serás visitado; al cabo de años vendrás a la tierra salvada de la espada, recogida de muchos pueblos, a los montes de Israel, que siempre fueron una desolación; mas fue sacada de las naciones, y todos ellos morarán confiadamente. 9Subirás tú, y vendrás como tempestad; como nublado para cubrir la tierra serás tú y todas tus tropas, y muchos pueblos contigo. 10Así ha dicho Jesús el Señor: En aquel día subirán palabras en tu corazón, y concebirás mal pensamiento, 11y dirás: Subiré contra una tierra indefensa, iré contra gentes tranquilas que habitan confiadamente; todas ellas habitan sin muros, y no tienen cerrojos ni puertas; 12para arrebatar despojos y para tomar botín, para poner tus manos sobre las tierras desiertas ya pobladas, y sobre el pueblo recogido de entre las naciones, que se hace de ganado y posesiones, que mora en la parte central de la tierra. 13Sabá y Dedán, y los mercaderes de Tarsis y todos sus príncipes, te dirán: ¿Has venido a arrebatar despojos? ¿Has reunido tu multitud para tomar botín, para quitar plata y oro, para tomar ganados y posesiones, para tomar grandes despojos? 14Por tanto, profetiza, hijo de hombre, y di a Gog: Así ha dicho Jesús el Señor: En aquel tiempo, cuando mi pueblo Israel habite con seguridad, ¿no lo sabrás ? 15Vendrás de tu lugar, de las regiones del norte, tú y muchos pueblos contigo, todos ellos a caballo, gran multitud y poderoso ejército, 16y subirás contra mi pueblo Israel como nublado para cubrir la tierra; será al cabo de los días; y te traeré sobre mi tierra, para que las naciones me conozcan, cuando sea santificado en ti, oh Gog, delante de sus ojos. 17Así ha dicho Jesús el Señor: ¿No eres tú aquel de quien hablé yo en tiempos pasados por mis siervos los profetas de Israel, los cuales profetizaron en aquellos tiempos que yo te había de traer sobre ellos? 18En aquel tiempo, cuando venga Gog contra la tierra de Israel, dijo Jesús el Señor, subirá mi ira y mi enojo. 19Porque he hablado en mi celo, y en el fuego de mi ira: Que en aquel tiempo habrá gran temblor sobre la tierra de Israel; 20que los peces del mar, las aves del cielo, las bestias del campo y toda serpiente que se arrastra sobre la tierra, y todos los hombres que están sobre la faz de la tierra, temblarán ante mi presencia; y se desmoronarán los montes, y los vallados caerán, y todo muro caerá a tierra. 21Y en todos mis montes llamaré contra él la espada, dice Jesús el Señor; la espada de cada cual será contra su hermano. 22Y yo litigaré contra él con pestilencia y con sangre; y haré llover sobre él, sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre. 23Y seré engrandecido y santificado, y seré conocido ante los ojos de muchas naciones; y sabrán que yo soy Jesús.” (Eze. 38:1-23)

 

¿Quién puede salvar del poder de los leones,…?

 

25Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan en toda la tierra: Paz os sea multiplicada. 26De parte mía es puesta esta ordenanza: Que en todo el dominio de mi reino todos teman y tiemblen ante la presencia del Dios de Daniel; porque él es el Dios viviente y permanece por todos los siglos, y su reino no será jamás destruido, y su dominio perdurará hasta el fin. 27El salva y libra, y hace señales y maravillas en el cielo y en la tierra; él ha librado a Daniel del poder de los leones. 28Y este Daniel prosperó durante el reinado de Darío y durante el reinado de Ciro el persa.” (Dan. 6:25-28)

 

¿Quién no salva,…?

 

16Confusos y avergonzados serán todos ellos; irán con afrenta todos los fabricadores de imágenes. 17Israel será salvo en Jesús con salvación eterna; no os avergonzaréis ni os afrentaréis, por todos los siglos,… 20Reuníos, y venid; juntaos todos los sobrevivientes de entre las naciones. No tienen conocimiento aquellos que erigen el madero de su ídolo, y los que ruegan a un dios que no salva. 21Proclamad, y hacedlos acercarse, y entren todos en consulta; ¿quién hizo oír esto desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino yo Jesús? Y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de . 22Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más. 23Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua. 24Y se dirá de mí: Ciertamente en Jesús está la justicia y la fuerza; a él vendrán, y todos los que contra él se enardecen serán avergonzados. 25En Jesús será justificada y se gloriará toda la descendencia de Israel.” (Isa. 43:16-25)

 

¿Puede salvar el cabalgar en caballo,… en el día que Jesús actúa,…?  9Yo destruí delante de ellos al amorreo, cuya altura era como la altura de los cedros, y fuerte como una encina; y destruí su fruto arriba y sus raíces abajo. 10Y a vosotros os hice subir de la tierra de Egipto, y os conduje por el desierto cuarenta años, para que entraseis en posesión de la tierra del amorreo. 11Y levanté de vuestros hijos para profetas, y de vuestros jóvenes para que fuesen nazareos. ¿No es esto así, dice Jesús, hijos de Israel? 12Mas vosotros disteis de beber vino a los nazareos, y a los profetas mandasteis diciendo: No profeticéis. 13Pues he aquí, yo os apretaré en vuestro lugar, como se aprieta el carro lleno de gavillas; 14y el ligero no podrá huir, y al fuerte no le ayudará su fuerza, ni el valiente librará su vida. 15El que maneja el arco no resistirá, ni escapará el ligero de pies, ni el que cabalga en caballo salvará su vida. 16El esforzado de entre los valientes huirá desnudo aquel día, dice Jesús.” (Amos. 2:9-16)

 

4Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, 5nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, 6el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, 7para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.” (Tit. 3:4-7)

 

¿Quién no son salvos del poder de las llamas,…?

 

8Oye, pues, ahora esto, mujer voluptuosa, tú que estás sentada confiadamente, qué dices en tu corazón: Yo soy, y fuera de no hay más; no quedaré viuda, ni conoceré orfandad. 9Estas dos cosas te vendrán de repente en un mismo día, orfandad y viudez; en toda su fuerza vendrán sobre ti, a pesar de la multitud de tus hechizos y de tus muchos encantamientos. 10Porque te confiaste en tu maldad, diciendo: Nadie me ve. Tu sabiduría y tú misma ciencia te engañaron, y dijiste en tu corazón: Yo, y nadie más. 11Vendrá, pues, sobre ti mal, cuyo nacimiento no sabrás; caerá sobre ti quebrantamiento, el cual no podrás remediar; y destrucción que no sepas vendrá de repente sobre ti. 12Estate ahora en tus encantamientos y en la multitud de tus hechizos, en los cuales te fatigaste desde tu juventud; quizá podrás mejorarte, quizá te fortalecerás. 13Te has fatigado en tus muchos consejos. Comparezcan ahora y te defiendan los contempladores de los cielos, los que observan las estrellas, los que cuentan los meses, para pronosticar lo que vendrá sobre ti. 14He aquí que serán como tamo; fuego los quemará, no salvarán sus vidas del poder de la llama; no quedará brasa para calentarse, ni lumbre a la cual se sienten. 15Así te serán aquellos con quienes te fatigaste, los que traficaron contigo desde tu juventud; cada uno irá por su camino, no habrá quien te salve.” (Isa. 47:8-15)

 

¿Quién salva a los hijos de Sion,…?

 

13Cantad alabanzas, oh cielos, y alégrate, tierra; y prorrumpid en alabanzas, oh montes; porque Jesús ha consolado a su pueblo, y de sus pobres tendrá misericordia. 14Pero Sion dijo: Me dejó Jesús, y el Señor se olvidó de . 15¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti. 16He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de están siempre tus muros. 17Tus edificadores vendrán aprisa; tus destruidores y tus asoladores saldrán de ti. 18Alza tus ojos alrededor, y mira: todos estos se han reunido, han venido a ti. Vivo yo, dice Jesús, que de todos, como de vestidura de honra, serás vestida; y de ellos serás ceñida como novia. 19Porque tu tierra devastada, arruinada y desierta, ahora será estrecha por la multitud de los moradores, y tus destruidores serán apartados lejos. 20Aun los hijos de tu orfandad dirán a tus oídos: Estrecho es para este lugar; apártate, para que yo more. 21Y dirás en tu corazón: ¿Quién me engendró éstos? Porque yo había sido privada de hijos y estaba sola, peregrina y desterrada; ¿quién, pues, crió éstos? He aquí yo había sido dejada sola; ¿dónde estaban éstos? 22Así dijo Jesús el Señor: He aquí, yo tenderé mi mano a las naciones, y a los pueblos levantaré mi bandera; y traerán en brazos a tus hijos, y tus hijas serán traídas en hombros. 23Reyes serán tus ayos, y sus reinas tus nodrizas; con el rostro inclinado a tierra te adorarán, y lamerán el polvo de tus pies; y conocerás que yo soy Jesús, que no se avergonzarán los que esperan en . 24¿Será quitado el botín al valiente? ¿Será rescatado el cautivo de un tirano? 25Pero así dice Jesús: Ciertamente el cautivo será rescatado del valiente, y el botín será arrebatado al tirano; y tu pleito yo lo defenderé, y yo salvaré a tus hijos. 26Y a los que te despojaron haré comer sus propias carnes, y con su sangre serán embriagados como con vino; y conocerá todo hombre que yo Jesús soy Salvador tuyo y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob.” (Isa. 49:13-26)

 

¿Quién salva al mundo,…?

 

17Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.” (Juan 3:17)

 

42y decían a la mujer: Ya no creemos solamente por tu dicho, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo.” (Juan 4:42)

 

47Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.” (Juan 12:47)

 

14Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo.” (1Juan 4:14)

 

¿Quién llama a sus muros salvación por mandato de Dios,…?

 

1Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jesús ha nacido sobre ti. 2Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jesús, y sobre ti será vista su gloria. 3Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento. 4Alza tus ojos alrededor y mira, todos éstos se han juntado, vinieron a ti; tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán llevadas en brazos. 5Entonces verás, y resplandecerás; se maravillará y ensanchará tu corazón, porque se haya vuelto a ti la multitud del mar, y las riquezas de las naciones hayan venido a ti. 6Multitud de camellos te cubrirá; dromedarios de Madián y de Efa; vendrán todos los de Sabá; traerán oro e incienso, y publicarán alabanzas de Jesús. 7Todo el ganado de Cedar será juntado para ti; carneros de Nebaiot te serán servidos; serán ofrecidos con agrado sobre mi altar, y glorificaré la casa de mi gloria. 8¿Quiénes son éstos que vuelan como nubes, y como palomas a sus ventanas? 9Ciertamente a mí esperarán los de la costa, y las naves de Tarsis desde el principio, para traer tus hijos de lejos, su plata y su oro con ellos, al nombre de Jesús tu Dios, y al Santo de Israel, que te ha glorificado. 10Y extranjeros edificarán tus muros, y sus reyes te servirán; porque en mi ira te castigué, mas en mi buena voluntad tendré de ti misericordia. 11Tus puertas estarán de continuo abiertas; no se cerrarán de día ni de noche, para que a ti sean traídas las riquezas de las naciones, y conducidos a ti sus reyes. 12Porque la nación o el reino que no te sirviere perecerá, y del todo será asolado. 13La gloria del Líbano vendrá a ti, cipreses, pinos y bojes juntamente, para decorar el lugar de mi santuario; y yo honraré el lugar de mis pies. 14Y vendrán a ti humillados los hijos de los que te afligieron, y a las pisadas de tus pies se encorvarán todos los que te escarnecían, y te llamarán Ciudad de Jesús, Sion del Santo de Israel. 15En vez de estar abandonada y aborrecida, tanto que nadie pasaba por ti, haré que seas una gloria eterna, el gozo de todos los siglos. 16Y mamarás la leche de las naciones, el pecho de los reyes mamarás; y conocerás que yo Jesús soy el Salvador tuyo y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob. 17En vez de bronce traeré oro, y por hierro plata, y por madera bronce, y en lugar de piedras hierro; y pondré paz por tu tributo, y justicia por tus opresores. 18Nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción ni quebrantamiento en tu territorio, sino que a tus muros llamarás Salvación, y a tus puertas Alabanza.” (Isa. 60:1-16)

 

¿Quién salva de lejos a Israel,… cuando la tempestad que se prepara sobre la cabeza de los impíos,…?

 

“10Tú, pues, siervo mío Jacob, no temas, dice Jesús, ni te atemorices, Israel; porque he aquí que yo soy el que te salvo de lejos a ti y a tu descendencia de la tierra de cautividad; y Jacob volverá, descansará y vivirá tranquilo, y no habrá quien le espante. 11Porque yo estoy contigo para salvarte, dice Jesús, y destruiré a todas las naciones entre las cuales te esparcí; pero a ti no te destruiré, sino que te castigaré con justicia; de ninguna manera te dejaré sin castigo. 12Porque así ha dicho Jesús: Incurable es tu quebrantamiento, y dolorosa tu llaga. 13No hay quien juzgue tu causa para sanarte; no hay para ti medicamentos eficaces. 14Todos tus enamorados te olvidaron; no te buscan; porque como hiere un enemigo te herí, con azote de adversario cruel, a causa de la magnitud de tu maldad y de la multitud de tus pecados. 15¿Por qué gritas a causa de tu quebrantamiento? Incurable es tu dolor, porque por la grandeza de tu iniquidad y por tus muchos pecados te he hecho esto. 16Pero serán consumidos todos los que te consumen; y todos tus adversarios, todos irán en cautiverio; hollados serán los que te hollaron, y a todos los que hicieron presa de ti daré en presa. 17Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jesús; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda. 18Así ha dicho Jesús: He aquí yo hago volver los cautivos de las tiendas de Jacob, y de sus tiendas tendré misericordia, y la ciudad será edificada sobre su colina, y el templo será asentado según su forma. 19Y saldrá de ellos acción de gracias, y voz de nación que está en regocijo, y los multiplicaré, y no serán disminuidos; los multiplicaré, y no serán menoscabados. 20Y serán sus hijos como antes, y su congregación delante de será confirmada; y castigaré a todos sus opresores. 21De ella saldrá su príncipe, y de en medio de ella saldrá su señoreador; y le haré llegar cerca, y él se acercará a mí; porque ¿quién es aquel que se atreve a acercarse a ? dice Jesús. 22Y me seréis por pueblo, y yo seré vuestro Dios. 23He aquí, la tempestad de Jesús sale con furor; la tempestad que se prepara, sobre la cabeza de los impíos reposará. 24No se calmará el ardor de la ira de Jesús, hasta que haya hecho y cumplido los pensamientos de su corazón; en el fin de los días entenderéis esto.” (Jer. 30:10-24)

 

¿Quién salva a su pueblo de sus pecados,…?

 

21Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. 22Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: 23He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.” (Mat. 1:21-23 ver también Luc. 2:8-14)

 

15Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.” (1Tim. 1:15)

 

¿Quién salva a los hijos de Dios,… y cuál es el promotor de esta salvación,…?

 

10Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos.” (Heb. 2:10)

 

¿Quién puede salvar,…?

 

51Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén. 52Y envió mensajeros delante de él, los cuales fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos. 53Mas no le recibieron, porque su aspecto era como de ir a Jerusalén. 54Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma? 55Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; 56porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.” (Luc. 9:51-56)

 

1Pablo, apóstol de Jesucristo por mandato de Dios nuestro Salvador, y del Señor Jesucristo nuestra esperanza” (1Tim. 1:1) “3Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador” (1Tim. 2:3)

 

4a Tito, verdadero hijo en la común fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo nuestro Salvador.” (Tit. 1:4)

 

1Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra: 2Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús.” (2Ped. 2:1-2)

 

25al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén. ” (Judas 1:25)

 

¿Quién salva lo que se había perdido,…?

 

11Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido.” (Mat. 18:11)

 

¿Quién quiere que todos los hombres se salven,…?

 

3Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, 4el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. 5Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, 6el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo. 7Para esto yo fui constituido predicador y apóstol (digo verdad en Cristo, no miento), y maestro de los gentiles en fe y verdad.” (1Tim. 2:3-7)

 

¿Quién salvo a los primeros cristianos,… y como les llamo,…?

 

8Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, 9quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, 10pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio” (2Tim. 1:8-10)

 

¿Quién se salva con dificultad,…?

 

17Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? 18Y: Si el justo con dificultad se salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador? 19De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador, y hagan el bien.” (1Ped. 4:17-19)

 

¿Quiénes son salvos,…?

 

18El que en integridad camina será salvo; mas el de perversos caminos caerá en alguno.” (Prov. 28:18)

 

¿Quiénes serán salvos con salvación eterna cuando los fabricadores de imágenes sean confundidos y avergonzados,…?

 

16Confusos y avergonzados serán todos ellos; irán con afrenta todos los fabricadores de imágenes. 17Israel será salvo en Jesús con salvación eterna; no os avergonzaréis ni os afrentaréis, por todos los siglos,… 20Reuníos, y venid; juntaos todos los sobrevivientes de entre las naciones. No tienen conocimiento aquellos que erigen el madero de su ídolo, y los que ruegan a un dios que no salva.” (Isa. 43:16-20)

 

¿Quiénes serán salvos de los hijos de Israel,…?

 

27También Isaías clama tocante a Israel: Si fuere el número de los hijos de Israel como la arena del mar, tan sólo el remanente será salvo” (Rom. 9:27) ¿Cuál es el remanente de Israel,…? 13El remanente de Israel no hará injusticia ni dirá mentira, ni en boca de ellos se hallará lengua engañosa; porque ellos serán apacentados, y dormirán, y no habrá quien los atemorice.” (Sof. 3:13)

 

         ¿Quiénes son salvos de Israel,… y por qué son salvos,…?

 

25Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; 26y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, que apartará de Jacob la impiedad, 27Y este será mi pacto con ellos, cuando yo quite sus pecados. 28Así que en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son amados por causa de los padres. 29Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios. 30Pues como vosotros también en otro tiempo erais desobedientes a Dios, pero ahora habéis alcanzado misericordia por la desobediencia de ellos, 31así también éstos ahora han sido desobedientes, para que por la misericordia concedida a vosotros, ellos también alcancen misericordia. 32Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos.” (Rom. 11:25-32) Observe que Israel es salvo porque viene que Sion el libertador,… que hace que de Jacob se aparte la iniquidad,… porque entra en pacto con ellos y quita sus pecados,…

 

¿Quiénes traen salvación sobre sus alas en el día que Jesús actúa,…?

 

1Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jesús de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. 2Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. 3Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho Jesús de los ejércitos.” (Mal. 4:1-3)

 

¿Quiénes anunciaron la salvación de Dios,…?

 

1Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. 2Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, 3¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, 4testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.” (Heb. 2:1-4)

 

¿Quiénes oyen la salvación de Dios,…?

 

23Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales les declaraba y les testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas. 24Y algunos asentían a lo que se decía, pero otros no creían. 25Y como no estuviesen de acuerdo entre sí, al retirarse, les dijo Pablo esta palabra: Bien habló el Espíritu Santo por medio del profeta Isaías a nuestros padres, diciendo: 26Ve a este pueblo, y diles: De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis; 27Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos oyeron pesadamente, y sus ojos han cerrado, para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y entiendan de corazón, y se conviertan, y yo los sane. 28Sabed, pues, que a los gentiles es enviada esta salvación de Dios; y ellos oirán.” (Hech. 28:23-28)

 

¿Quiénes indagaron sobre la salvación que es por fe,…?

 

9Obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas. 10Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, 11escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. 12A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles.” (1Ped. 1:9-12)

 

         ¿A quién salva Jesús,…?

 

10Mi escudo está en Dios, que salva a los rectos de corazón. 11Dios es juez justo, y Dios está airado contra el impío todos los días.” (Sal. 7:10-11) 

 

5Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos, Ahora me levantaré, dice Jesús; Pondré en salvo al que por ello suspira. 6Las palabras de Jesús son palabras limpias, Como plata refinada en horno de tierra, Purificada siete veces. 7Tú, Jesús, los guardarás; De esta generación los preservarás para siempre.” (Sal. 12:5-7)

 

7Muestra tus maravillosas misericordias, tú que salvas a los que se refugian a tu diestra, De los que se levantan contra ellos. 8Guárdame como a la niña de tus ojos; Escóndeme bajo la sombra de tus alas, 9De la vista de los malos que me oprimen, De mis enemigos que buscan mi vida.” (Sal. 17:7-9) 

 

27Porque tú salvarás al pueblo afligido, y humillarás los ojos altivos.” (Sal. 18:27)

 

6Ahora conozco que Jesús salva a su ungido; Lo oirá desde sus santos cielos con la potencia salvadora de su diestra.” (Sal. 20:6) “8Jesús es la fortaleza de su pueblo, Y el refugio salvador de su ungido.” (Sal. 28:8)

 

18Cercano está Jesús a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu. 19Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jesús. 20El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado. 21Matará al malo la maldad, Y los que aborrecen al justo serán condenados. 22Jesús redime el alma de sus siervos, y no serán condenados cuantos en él confían.” (Sal. 34:18-21)

 

34Alábenle los cielos y la tierra, Los mares, y todo lo que se mueve en ellos. 35Porque Dios salvará a Sion, y reedificará las ciudades de Judá; Y habitarán allí, y la poseerán. 36La descendencia de sus siervos la heredará, y los que aman su nombre habitarán en ella.” (Sal. 59:34-36)

 

18Cercano está Jesús a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras. 19Cumplirá el deseo de los que le temen; Oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará. 20Jesús guarda a todos los que le aman, mas destruirá a todos los impíos.” (Sal. 145:18-19)

 

¿Jesús salva al pueblo que no miente,…?7De las misericordias de Jesús haré memoria, de las alabanzas de Jesús, conforme a todo lo que Jesús nos ha dado, y de la grandeza de sus beneficios hacia la casa de Israel, que les ha hecho según sus misericordias, y según la multitud de sus piedades. 8Porque dijo: Ciertamente mi pueblo son, hijos que no mienten; y fue su Salvador.” (Isa. 63:7-8)

 

¿A quién salva Jesús como rebaño de su pueblo,…? 9Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna. 10Y de Efraín destruiré los carros, y los caballos de Jerusalén, y los arcos de guerra serán quebrados; y hablará paz a las naciones, y su señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra.11Y tú también por la sangre de tu pacto serás salva; yo he sacado tus presos de la cisterna en que no hay agua. 12Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de esperanza; hoy también os anuncio que os restauraré el doble. 13Porque he entesado para mí a Judá como arco, e hice a Efraín su flecha, y despertaré a tus hijos, oh Sion, contra tus hijos, oh Grecia, y te pondré como espada de valiente. 14Y Jesús será visto sobre ellos, y su dardo saldrá como relámpago; y Jesús el Señor tocará trompeta, e irá entre torbellinos del austro. 15Jesús de los ejércitos los amparará, y ellos devorarán, y hollarán las piedras de la honda, y beberán, y harán estrépito como tomados de vino; y se llenarán como tazón, o como cuernos del altar. 16Y los salvará en aquel día Jesús su Dios como rebaño de su pueblo; porque como piedras de diadema serán enaltecidos en su tierra. 17Porque ¡cuánta es su bondad, y cuánta su hermosura! El trigo alegrará a los jóvenes, y el vino a las doncellas.” (Zac. 9:9-17)

 

¿A quién Jesús hermosea de salvación,…? 4Porque Jesús tiene contentamiento en su pueblo; Hermoseará a los humildes con la salvación.” (Sal. 149:4)

 

¿A quién sala Cristo,…?

 

27Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, 28así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.” (Heb. 9:27-28)

 

¿A quién se le muestra la salvación de Dios,…?

 

22Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios, No sea que os despedace, y no haya quien os libre. 23El que sacrifica alabanza me honrará; y al que ordenare su camino, Le mostraré la salvación de Dios.” (Sal. 50:22-23)

 

9Porque has puesto a Jesús, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, 10No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. 11Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. 12En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra. 13Sobre el león y el áspid pisarás; Hollarás al cachorro del león y al dragón. 14Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. 15Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré. 16Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salvación.” (Sal. 91:9-15)

 

¿A quién salvará si Dios da los juicios al rey y la justicia al hijo del rey,…?

 

1Oh Dios, da tus juicios al rey, y tu justicia al hijo del rey. 2El juzgará a tu pueblo con justicia, y a tus afligidos con juicio. 3Los montes llevarán paz al pueblo, Y los collados justicia. 4Juzgará a los afligidos del pueblo, Salvará a los hijos del menesteroso, y aplastará al opresor. 5Te temerán mientras duren el sol y la luna, de generación en generación. 6Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada; Como el rocío que destila sobre la tierra. 7Florecerá en sus días justicia, y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna. 8Dominará de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra. 9Ante él se postrarán los moradores del desierto, y sus enemigos lamerán el polvo. 10Los reyes de Tarsis y de las costas traerán presentes; Los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones. 11Todos los reyes se postrarán delante de él; Todas las naciones le servirán. 12Porque él librará al menesteroso que clamare, y al afligido que no tuviere quien le socorra. 13Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso, y salvará la vida de los pobres. 14De engaño y de violencia redimirá sus almas, y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos. 15Vivirá, y se le dará del oro de Sabá, Y se orará por él continuamente; Todo el día se le bendecirá. 16Será echado un puñado de grano en la tierra, en las cumbres de los montes; Su fruto hará ruido como el Líbano, y los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra. 17Será su nombre para siempre, Se perpetuará su nombre mientras dure el sol. Benditas serán en él todas las naciones; Lo llamarán bienaventurado. 18Bendito Jesús Dios, el Dios de Israel, El único que hace maravillas. 19Bendito su nombre glorioso para siempre, y toda la tierra sea llena de su gloria. Amén y Amén. 20Aquí terminan las oraciones de David, hijo de Isaí.” (Sal. 72:1-17)

 

¿A quién tienen que mirar todos los términos de la tierra para ser salvos,…?

 

16Confusos y avergonzados serán todos ellos; irán con afrenta todos los fabricadores de imágenes. 17Israel será salvo en Jesús con salvación eterna; no os avergonzaréis ni os afrentaréis, por todos los siglos,… 20Reuníos, y venid; juntaos todos los sobrevivientes de entre las naciones. No tienen conocimiento aquellos que erigen el madero de su ídolo, y los que ruegan a un dios que no salva. 21Proclamad, y hacedlos acercarse, y entren todos en consulta; ¿quién hizo oír esto desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino yo Jesús? Y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de . 22Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más. 23Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua. 24Y se dirá de mí: Ciertamente en Jesús está la justicia y la fuerza; a él vendrán, y todos los que contra él se enardecen serán avergonzados. 25En Jesús será justificada y se gloriará toda la descendencia de Israel.” (Isa. 43:16-25)

 

¿A quién Jesús viste con vestiduras de salvación,…?

 

“1El Espíritu de Jesús el Señor está sobre mí, porque me ungió Jesús; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; 2a proclamar el año de la buena voluntad de Jesús, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; 3a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jesús, para gloria suya. 4Reedificarán las ruinas antiguas, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones. 5Y extranjeros apacentarán vuestras ovejas, y los extraños serán vuestros labradores y vuestros viñadores. 6Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jesús, ministros de nuestro Dios seréis llamados; comeréis las riquezas de las naciones, y con su gloria seréis sublimes. 7En lugar de vuestra doble confusión y de vuestra deshonra, os alabarán en sus heredades; por lo cual en sus tierras poseerán doble honra, y tendrán perpetuo gozo. 8Porque yo Jesús soy amante del derecho, aborrecedor del latrocinio para holocausto; por tanto, afirmaré en verdad su obra, y haré con ellos pacto perpetuo. 9Y la descendencia de ellos será conocida entre las naciones, y sus renuevos en medio de los pueblos; todos los que los vieren, reconocerán que son linaje bendito de Jesús. 10En gran manera me gozaré en Jesús, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas. 11Porque como la tierra produce su renuevo, y como el huerto hace brotar su semilla, así Jesús el Señor hará brotar justicia y alabanza delante de todas las naciones.” (Isa. 61:1-11)

 

¿A quién Jesús da por luz a las naciones, para que sea la salvación de Jesús hasta lo postrero de la tierra,…?

 

1Oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos. Jesús me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria. 2Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano; y me puso por saeta bruñida, me guardó en su aljaba; 3y me dijo: Mi siervo eres, oh Israel, porque en ti me gloriaré. 4Pero yo dije: Por demás he trabajado, en vano y sin provecho he consumido mis fuerzas; pero mi causa está delante de Jesús, y mi recompensa con mi Dios. 5Ahora pues, dice Jesús, el que me formó desde el vientre para ser su siervo, para hacer volver a él a Jacob y para congregarle a Israel (porque estimado seré en los ojos de Jesús, y el Dios mío será mi fuerza); 6dice: Poco es para que seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures el remanente de Israel; también te di por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra.” (Isa. 49:1-6)

 

¿A quién Dios exalto como príncipe y salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados,…?

 

30El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole en un madero. 31A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.” (Hech. 5:30-31)

 

¿A quién Dios levanto como Salvador de Israel,…?

 

16Entonces Pablo, levantándose, hecha señal de silencio con la mano, dijo: Varones israelitas, y los que teméis a Dios, oíd:17El Dios de este pueblo de Israel escogió a nuestros padres, y enalteció al pueblo, siendo ellos extranjeros en tierra de Egipto, y con brazo levantado los sacó de ella. 18Y por un tiempo como de cuarenta años los soportó en el desierto; 19y habiendo destruido siete naciones en la tierra de Canaán, les dio en herencia su territorio  20Después, como por cuatrocientos cincuenta años, les dio jueces hasta el profeta Samuel. 21Luego pidieron rey, y Dios les dio a Saúl hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín, por cuarenta años. 22Quitado éste, les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero. 23De la descendencia de éste, y conforme a la promesa, Dios levantó a Jesús por Salvador a Israel. 24Antes de su venida, predicó Juan el bautismo de arrepentimiento a todo el pueblo de Israel. 25Mas cuando Juan terminaba su carrera, dijo: ¿Quién pensáis que soy? No soy yo él; mas he aquí viene tras uno de quien no soy digno de desatar el calzado de los pies.” (Hech. 13:16-25)

 

¿A quien puso por salvación el Señor hasta lo último de la tierra,…?

 

46Entonces Pablo y Bernabé, hablando con denuedo, dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles. 47Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, A fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra.” (Hech. 13:46-47)

 

¿A quién la grande multitud atribuyen su salvación,…?

 

9Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; 10y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero.” (Apoc. 7:9-10)

 

¿A quienes se les dice que Dios mismo,… vendrá y los salvará,… y que acontecerá cuando sea comprendido esto con los ciegos y sordos,…?

 

1Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo [estéril,…] se gozará y florecerá como la rosa. 2Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jesús, la hermosura del Dios nuestro. 3Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles. 4Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará. 5Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. 6Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad. 7El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manaderos de aguas; en la morada de chacales, en su guarida, será lugar de cañas y juncos.” (Isa. 35:1-7)

 

¿A luz de quien andarán las naciones que sean salvas,…?

 

22Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero. 23La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera. 24Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella. 25Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche. 26Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella. 27No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.” (Apoc. 21:22-27)

 

¿Son pocos lo que se salvan,…?

 

23Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo: 24Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán. 25Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois. 26Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste. 27Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de todos vosotros, hacedores de maldad. 28Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos. 29Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. 30Y he aquí, hay postreros que serán primeros, y primeros que serán postreros.” (Luc. 13:23-30)

 

¿De qué puede salvar Dios,…?

 

6Jesús guarda a los sencillos; Estaba yo postrado, y me salvó. 7Vuelve, oh alma mía, a tu reposo, porque Jesús te ha hecho bien. 8Pues tú has librado mi alma de la muerte, Mis ojos de lágrimas, Y mis pies de resbalar. 9Andaré delante de Jesús en la tierra de los vivientes.” (Sal. 116:6-7)

 

         ¿De qué puede salvar Cristo,…?

 

¿Cristo puede salvar a su pueblo de los pecados,… a pesar de que sean muchos,… si se tiene fe,…?21Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. 22Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: 23He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.” (Mat. 1:21-23 ver también Mar. 5:24-34) Veamos un ejemplo: 36Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa. 37Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; 38y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume. 39Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora. 40Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro. 41Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; 42y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más? 43Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado. 44Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos. 45No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. 46No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies. 47Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; más aquel a quien se le perdona poco, poco ama. 48Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados. 49Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados? 50Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.” (Luc. 7:36-50)

 

¿Puede salvar Cristo de las enfermedades agudas,…?21Pasando otra vez Jesús en una barca a la otra orilla, se reunió alrededor de él una gran multitud; y él estaba junto al mar. 22Y vino uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se postró a sus pies, 23y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá.” (Mar. 5:21)

 

¿Puede salvar Cristo a un ciego que tiene fe,… para que recobre la vista,…?46Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. 47Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de ! 48Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de ! 49Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. 50El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús. 51Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. 52Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.” (Mar. 10:46-52) “35Aconteció que acercándose Jesús a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando; 36y al oír a la multitud que pasaba, preguntó qué era aquello. 37Y le dijeron que pasaba Jesús nazareno. 38Entonces dio voces, diciendo: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! 39Y los que iban delante le reprendían para que callase; pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí! 40Jesús entonces, deteniéndose, mandó traerle a su presencia; y cuando llegó, le preguntó, 41diciendo: ¿Qué quieres que te haga? Y él dijo: Señor, que reciba la vista. 42Jesús le dijo: Recíbela, tu fe te ha salvado. 43Y luego vio, y le seguía, glorificando a Dios; y todo el pueblo, cuando vio aquello, dio alabanza a Dios.” (Luc. 18:35-43)

 

¿Cristo salva a su pueblo de sus enemigos y de los que les aborrecen,…?67Y Zacarías su padre fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó, diciendo: 68Bendito el Señor Dios de Israel, que ha visitado y redimido a su pueblo, 69Y nos levantó un poderoso Salvador en la casa de David su siervo, 70Como habló por boca de sus santos profetas que fueron desde el principio; 71Salvación de nuestros enemigos, y de la mano de todos los que nos aborrecieron; 72Para hacer misericordia con nuestros padres, y acordarse de su santo pacto;” (Luc. 1:67-72)

 

¿Puede Cristo salvar a una persona de los demonios,…? 34Y los que apacentaban los cerdos, cuando vieron lo que había acontecido, huyeron, y yendo dieron aviso en la ciudad y por los campos. 35Y salieron a ver lo que había sucedido; y vinieron a Jesús, y hallaron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido, y en su cabal juicio; y tuvieron miedo. 36Y los que lo habían visto, les contaron cómo había sido salvado el endemoniado. 37Entonces toda la multitud de la región alrededor de los gadarenos le rogó que se marchase de ellos, pues tenían gran temor. Y Jesús, entrando en la barca, se volvió. 38Y el hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que le dejase estar con él; pero Jesús le despidió, diciendo: 39Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él.” (Luc. 8:34-39)

 

¿Cristo puede salvar a una persona que ya está muerta,… y darle vida, poniendo espíritu en ella,…? 49Estaba hablando aún, cuando vino uno de casa del principal de la sinagoga a decirle: Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro. 50Oyéndolo Jesús, le respondió: No temas; cree solamente, y será salva. 51Entrando en la casa, no dejó entrar a nadie consigo, sino a Pedro, a Jacobo, a Juan, y al padre y a la madre de la niña. 52Y lloraban todos y hacían lamentación por ella. Pero él dijo: No lloréis; no está muerta, sino que duerme. 53Y se burlaban de él, sabiendo que estaba muerta. 54Mas él, tomándola de la mano, clamó diciendo: Muchacha, levántate. 55Entonces su espíritu volvió, e inmediatamente se levantó; y él mandó que se le diese de comer. 56Y sus padres estaban atónitos; pero Jesús les mandó que a nadie dijesen lo que había sucedido.” (Luc. 8:49-56)

 

¿Puede salvar Cristo de la lepra,…?11Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. 12Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos 13y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! 14Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados. 15Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz, 16y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano. 17Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? 18¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? 19Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.” (Luc. 17:11-18)

 

¿Por Cristo somos salvos de la ira,…? 6Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. 7Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. 8Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 9Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. 10Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. 11Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.” (Rom. 5:6-11)

 

         ¿De quién es la salvación,…?

 

8La salvación es de Jesús; Sobre tu pueblo sea tu bendición.” (Sal. 3:7)

 

9Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios; Pagaré lo que prometí. La salvación es de Jesús. 0Y mandó Jesús al pez, y vomitó a Jonás en tierra.” (Jon. 2:9)

 

1Después de esto oí una gran voz de gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro; 2porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella.” (Apoc. 19:1-2)

 

¿De quién está lejos la salvación,…?

 

155Lejos está de los impíos la salvación, porque no buscan tus estatutos.” (Sal. 119:155)

 

¿De quién está cerca la salvación,…?

 

4Jesús el Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado; despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios. 5Jesús el Señor me abrió el oído, y yo no fui rebelde, ni me volví atrás. 6Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos. 7Porque Jesús el Señor me ayudará, por tanto no me avergoncé; por eso puse mi rostro como un pedernal, y sé que no seré avergonzado. 8Cercano está de el que me salva; ¿quién contenderá conmigo? Juntémonos. ¿Quién es el adversario de mi causa? Acérquese a mí. 9He aquí que Jesús el Señor me ayudará; ¿quién hay que me condene? He aquí que todos ellos se envejecerán como ropa de vestir, serán comidos por la polilla.” (Isa. 50:4-9)

 

¿En quién está la salvación de Israel,…?

 

22Convertíos, hijos rebeldes, y sanaré vuestras rebeliones. He aquí nosotros venimos a ti, porque tú eres Jesús nuestro Dios. 23Ciertamente vanidad son los collados, y el bullicio sobre los montes; ciertamente en Jesús nuestro Dios está la salvación de Israel.” (Jer. 22-23)

 

¿Dios puede escoger personas para que se salven,…?

 

13Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad” (2Tes. 2:13)

 

¿Para quién la salvación es más dificultosa que pasar un camello por el ojo de una aguja,… pero no imposible para Dios,…?

 

23Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. 24Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. 25Sus discípulos, oyendo esto, se asombraron en gran manera, diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? 26Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible.” (Mat. 19:23-26)

 

         ¿La salvación de Jesús esta cerca o lejos,…?

 

1Así dijo Jesús: Guardad derecho, y haced justicia; porque cercana está mi salvación para venir, y mi justicia para manifestarse. 2Bienaventurado el hombre que hace esto, y el hijo de hombre que lo abraza; que guarda el día de sábado para no profanarlo, y que guarda su mano de hacer todo mal.” (Isa. 56:1-2)

 

¿Para quienes la salvación esta cercana,…?

 

8Escucharé lo que hablará Jesús Dios; Porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, para que no se vuelvan a la locura. 9Ciertamente cercana está su salvación a los que le temen, para que habite la gloria en nuestra tierra. 10La misericordia y la verdad se encontraron; La justicia y la paz se besaron. 11La verdad brotará de la tierra, y la justicia mirará desde los cielos. 12Jesús dará también el bien, y nuestra tierra dará su fruto. 13La justicia irá delante de él, y sus pasos nos pondrá por camino.” (Sal. 85:8-13)

 

         ¿Cuándo se saca con gozo aguas de las fuentes de salvación,…?

 

11Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que Jesús alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las costas del mar. 12Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra. 13Y se disipará la envidia de Efraín, y los enemigos de Judá serán destruidos. Efraín no tendrá envidia de Judá, ni Judá afligirá a Efraín; 14sino que volarán sobre los hombros de los filisteos al occidente, saquearán también a los de oriente; Edom y Moab les servirán, y los hijos de Amón los obedecerán. 15Y secará Jesús la lengua del mar de Egipto; y levantará su mano con el poder de su espíritu sobre el río, y lo herirá en sus siete brazos, y hará que pasen por él con sandalias. 16Y habrá camino para el remanente de su pueblo, el que quedó de Asiria, de la manera que lo hubo para Israel el día que subió de la tierra de Egipto. 1En aquel día dirás: Cantaré a ti, oh Jesús; pues aunque te enojaste contra , tu indignación se apartó, y me has consolado. 2He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jesús, quien ha sido salvación para mí. 3Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación. 4Y diréis en aquel día: Cantad a Jesús, aclamad su nombre, haced célebres en los pueblos sus obras, recordad que su nombre es engrandecido. 5Cantad salmos a Jesús, porque ha hecho cosas magníficas; sea sabido esto por toda la tierra. 6Regocíjate y canta, oh moradora de Sion; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel.” (Isa. 11:11-16: Isa. 12:1-6)

 

         ¿Cuándo las personas se pueden gozar de la salvación de Dios,…?

 

13Ten misericordia de mí, Jesús; Mira mi aflicción que padezco a causa de los que me aborrecen, Tú que me levantas de las puertas de la muerte, 14Para que cuente yo todas tus alabanzas en las puertas de la hija de Sion, y me goce en tu salvación. 15Se hundieron las naciones en el hoyo que hicieron; En la red que escondieron fue tomado su pie. 16Jesús se ha hecho conocer en el juicio que ejecutó; En la obra de sus manos fue enlazado el malo.” (Sal. 9:13-16)

 

1Disputa, oh Jesús, con los que contra contienden; Pelea contra los que me combaten. 2Echa mano al escudo y al pavés, y levántate en mi ayuda. 3Saca la lanza, cierra contra mis perseguidores; Di a mi alma: Yo soy tu salvación. 4Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi vida; Sean vueltos atrás y avergonzados los que mi mal intentan. 5Sean como el tamo delante del viento, y el ángel de Jesús los acose. 6Sea su camino tenebroso y resbaladizo, y el ángel de Jesús los persiga. 7Porque sin causa escondieron para su red en un hoyo; Sin causa cavaron hoyo para mi alma. 8Véngale el quebrantamiento sin que lo sepa, y la red que él escondió lo prenda; Con quebrantamiento caiga en ella. 9Entonces mi alma se alegrará en Jesús; Se regocijará en su salvación. 10Todos mis huesos dirán: Jesús, ¿quién como , que libras al afligido del más fuerte que él, y al pobre y menesteroso del que le despoja?” (Sal. 35:1-10)

 

6Jesús guarda a los sencillos; Estaba yo postrado, y me salvó. 7Vuelve, oh alma mía, a tu reposo, porque Jesús te ha hecho bien. 8Pues tú has librado mi alma de la muerte, Mis ojos de lágrimas, Y mis pies de resbalar. 9Andaré delante de Jesús en la tierra de los vivientes.” (Sal. 116:6-7)

 

16La diestra de Jesús es sublime; La diestra de Jesús hace valentías. 17No moriré, sino que viviré, y contaré las obras de JAH. 18Me castigó gravemente JAH, Más no me entregó a la muerte. 19Abridme las puertas de la justicia; Entraré por ellas, alabaré a JAH. 20Esta es puerta de Jesús; Por ella entrarán los justos. 21Te alabaré porque me has oído, y me fuiste por salvación.” (Sal. 118:16-21)

 

¿Cuándo Jesús envía salvador a Egipto,… entre otros pueblos,…?

 

1Profecía sobre Egipto. He aquí que Jesús monta sobre una ligera nube, y entrará en Egipto; Y los ídolos de Egipto temblarán delante de él, Y desfallecerá el corazón de los egipcios dentro de ellos. 2Levantaré egipcios contra egipcios, y cada uno peleará contra su hermano, cada uno contra su prójimo; Ciudad contra ciudad, y reino contra reino. 3Y el espíritu de Egipto se desvanecerá en medio de él, y destruiré su consejo; y preguntarán a sus imágenes, A sus hechiceros, a sus evocadores y a sus adivinos. 4Y entregaré a Egipto en manos de señor duro, Y rey violento se enseñoreará de ellos, dice el Señor, Jesús de los ejércitos. 5Y las aguas del mar faltarán y el río se agotará y secará. 6Y se alejarán los ríos, se agotarán y secarán las corrientes de los fosos; La caña y el carrizo serán cortados. 7La pradera de junto al río, de junto a la ribera del río, y toda sementera del río, se secarán, se perderán, y no serán más. 8Los pescadores también se entristecerán; harán duelo todos los que echan anzuelo en el río, y desfallecerán los que extienden red sobre las aguas. 9Los que labran lino fino y los que tejen redes serán confundidos, 10Porque todas sus redes serán rotas; y se entristecerán todos los que hacen viveros para peces. 11Ciertamente son necios los príncipes de Zoán; el consejo de los prudentes consejeros de Faraón se ha desvanecido. ¿Cómo diréis a Faraón: Yo soy hijo de los sabios, e hijo de los reyes antiguos? 12¿Dónde están ahora aquellos tus sabios? Que te digan ahora, o te hagan saber qué es lo que Jesús de los ejércitos ha determinado sobre Egipto. 13Se han desvanecido los príncipes de Zoán, se han engañado los príncipes de Menfis; engañaron a Egipto los que son la piedra angular de sus familias. 14Jesús mezcló espíritu de vértigo en medio de él; e hicieron errar a Egipto en toda su obra, como tambalea el ebrio en su vómito. 15Y no aprovechará a Egipto cosa que haga la cabeza O la cola, La rama o el junco. 16En aquel día los egipcios serán como mujeres; Porque se asombrarán y temerán en la presencia de la mano alta de Jesús de los ejércitos, que él levantará contra ellos. 7Y la tierra de Judá será de espanto a Egipto; Todo hombre que de ella se acordare temerá por causa del consejo que Jesús de los ejércitos acordó sobre aquél. 18En aquel tiempo habrá cinco ciudades en la tierra de Egipto que hablen la lengua de Canaán, y que juren por Jesús de los ejércitos; una será llamada la ciudad de Herez. 19En aquel tiempo habrá altar para Jesús en medio de la tierra de Egipto, y monumento a Jesús junto a su frontera. 20Y será por señal y por testimonio a Jesús de los ejércitos en la tierra de Egipto; porque clamarán a Jesús a causa de sus opresores, y él les enviará salvador y príncipe que los libre.  21Y Jesús será conocido de Egipto, y los de Egipto conocerán a Jesús en aquel día, Y harán sacrificio y oblación; Y harán votos a Jesús, y los cumplirán. 22Y herirá Jesús a Egipto; herirá y sanará, Y se convertirán a Jesús, Y les será clemente y los sanará. 23En aquel tiempo habrá una calzada de Egipto a Asiría, y asirios entrarán en Egipto, Y egipcios en Asiría; Y los egipcios servirán con los asirios a Jesús. 24En aquel tiempo Israel será tercero con Egipto y con Asiria para bendición en medio de la tierra; 25porque Jesús de los ejércitos los bendecirá diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y el asirio obra de mis manos, e Israel mi heredad.” (Isa. 19:1-25)

 

         ¿Cuándo a Jesús los que esperan en él,… confían que Dios les salvará,…?

 

6Y Jesús de los ejércitos hará en este monte [el monte de Sion] a todos los pueblos banquete de manjares suculentos, banquete de vinos refinados, de gruesos tuétanos y de vinos purificados. 7Y destruirá en este monte la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos, y el velo que envuelve a todas las naciones. 8Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jesús el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jesús lo ha dicho. 9Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jesús a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación. 10Porque la mano de Jesús reposará en este monte; pero Moab será hollado en su mismo sitio, como es hollada la paja en el muladar. 11Y extenderá su mano por en medio de él, como la extiende el nadador para nadar; y abatirá su soberbia y la destreza de sus manos. 12Y abatirá la fortaleza de tus altos muros; la humillará y la echará a tierra, hasta el polvo. 1En aquel día cantarán este cántico en tierra de Judá: Fuerte ciudad tenemos; salvación puso Dios por muros y antemuro. 2Abrid las puertas, y entrará la gente justa, guardadora de verdades. 3Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. 4Confiad en Jesús perpetuamente, porque en Jesús el Señor está la fortaleza de los siglos. 5Porque derribó a los que moraban en lugar sublime; humilló a la ciudad exaltada, la humilló hasta la tierra, la derribó hasta el polvo. 6La hollará pie, los pies del afligido, los pasos de los menesterosos.” (Isa. 25:6-12; Isa. 26:1-6)

 

¿Cuándo Jesús desciende a pelear sobre el monte de Sion,… a quien libra, ampara, preserva y salva,…?

 

4Porque Jesús me dijo a mí de esta manera: Como el león y el cachorro de león ruge sobre la presa, y si se reúne cuadrilla de pastores contra él, no lo espantarán sus voces, ni se acobardará por el tropel de ellos; así Jesús de los ejércitos descenderá a pelear sobre el monte de Sion, y sobre su collado. 5Como las aves que vuelan, así amparará Jesús de los ejércitos a Jerusalén, amparando, librando, preservando y salvando. 6Volved a aquel contra quien se rebelaron profundamente los hijos de Israel. 7Porque en aquel día arrojará el hombre sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que para vosotros han hecho vuestras manos pecadoras. 8Entonces caerá Asiria [que en la profecía representa a todo el mundo al que Jesús extiende su mano,…] por espada no de varón, y la consumirá espada no de hombre; y huirá de la presencia de la espada, y sus jóvenes serán tributarios. 9Y de miedo pasará su fortaleza, y sus príncipes, con pavor, dejarán sus banderas, dice Jesús, cuyo fuego está en Sion, y su horno en Jerusalén.” (Isa. 31:4-9)

 

¿Cuándo habrá abundancia de salvación,… y que acontecerá en aquellos días,…?

 

5Será exaltado Jesús, el cual mora en las alturas; llenó a Sion de juicio y de justicia. 6Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y abundancia de salvación; el temor de Jesús será su tesoro. 7He aquí que sus embajadores darán voces afuera; los mensajeros de paz llorarán amargamente. 8Las calzadas están deshechas, cesaron los caminantes; ha anulado el pacto, aborreció las ciudades, tuvo en nada a los hombres. 9Se enlutó, enfermó la tierra; el Líbano se avergonzó, y fue cortado; Sarón se ha vuelto como desierto, y Basán y el Carmelo fueron sacudidos. 10Ahora me levantaré, dice Jesús; ahora seré exaltado, ahora seré engrandecido. 11Concebisteis hojarascas, rastrojo daréis a luz; el soplo de vuestro fuego os consumirá. 12Y los pueblos serán como cal quemada; como espinos cortados serán quemados con fuego. 13Oíd, los que estáis lejos, lo que he hecho; y vosotros los que estáis cerca, conoced mi poder. 14Los pecadores se asombraron en Sion, espanto sobrecogió a los hipócritas. ¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas? 15El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; 16éste habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras. 17Tus ojos verán al Rey en su hermosura; verán la tierra que está lejos. 18Tu corazón imaginará el espanto, y dirá: ¿Qué es del escriba? ¿Qué del pesador del tributo? ¿Qué del que pone en lista las casas más insignes? 19No verás a aquel pueblo orgulloso, pueblo de lengua difícil de entender, de lengua tartamuda que no comprendas. 20Mira a Sion, ciudad de nuestras fiestas solemnes; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota. 21Porque ciertamente allí será Jesús para con nosotros fuerte, lugar de ríos, de arroyos muy anchos, por el cual no andará galera de remos, ni por él pasará gran nave. 22Porque Jesús es nuestro juez, Jesús es nuestro legislador, Jesús es nuestro Rey; él mismo nos salvará. 23Tus cuerdas se aflojaron; no afirmaron su mástil, ni entesaron la vela; se repartirá entonces botín de muchos despojos; los cojos arrebatarán el botín. 24No dirá el morador: Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le será perdonada la iniquidad. (Isa. 33:5-24)

 

¿Cuándo salga la salvación de Jesús,… sus brazos juzgarán los pueblos,…?

 

4Estad atentos a mí, pueblo mío, y oídme, nación mía; porque de mí saldrá la ley, y mi justicia para luz de los pueblos. 5Cercana está mi justicia, ha salido mi salvación, y mis brazos juzgarán a los pueblos; a mí me esperan los de la costa, y en mi brazo ponen su esperanza” (Isa. 51:4-5)

 

¿Cuándo Jesús vuelva a traer a Sion,… todas las naciones verán la salvación de Jesús,…?

 

7Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina! 8¡Voz de tus atalayas! Alzarán la voz, juntamente darán voces de júbilo; porque ojo a ojo verán que Jesús vuelve a traer a Sion. 9Cantad alabanzas, alegraos juntamente, soledades de Jerusalén; porque Jesús ha consolado a su pueblo, a Jerusalén ha redimido. 10Jesús desnudó su santo brazo ante los ojos de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación del Dios nuestro.” (Isa. 52:7-10)

 

¿Cuándo Jesús salva a la que cojea y recoge a la descarriada,…?

 

14Canta, oh hija de Sion; da voces de júbilo, oh Israel; gózate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén. 15Jesús ha apartado tus juicios, ha echado fuera tus enemigos; Jesús es Rey de Israel en medio de ti; nunca más verás el mal. 16En aquel tiempo se dirá a Jerusalén: No temas; Sion, no se debiliten tus manos. 17Jesús está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos. 18Reuniré a los fastidiados por causa del largo tiempo; tuyos fueron, para quienes el oprobio de ella era una carga. 19He aquí, en aquel tiempo yo apremiaré a todos tus opresores; y salvaré a la que cojea, y recogeré la descarriada; y os pondré por alabanza y por renombre en toda la tierra. 20En aquel tiempo yo os traeré, en aquel tiempo os reuniré yo; pues os pondré para renombre y para alabanza entre todos los pueblos de la tierra, cuando levante vuestro cautiverio delante de vuestros ojos, dice Jesús.” (Sof. 3:14-20)

 

¿Cuándo de justicia sean adornados sus siervos y estén lejos de opresión,… de donde viene la salvación para ellos,…?

 

9Porque esto me será como en los días de Noé, cuando juré que nunca más las aguas de Noé pasarían sobre la tierra; así he jurado que no me enojaré contra ti, ni te reñiré. 10Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jesús, el que tiene misericordia de ti. 11Pobrecita, fatigada con tempestad, sin consuelo; he aquí que yo cimentaré tus piedras sobre carbunclo, y sobre zafiros te fundaré. 12Tus ventanas pondré de piedras preciosas, tus puertas de piedras de carbunclo, y toda tu muralla de piedras preciosas. 13Y todos tus hijos serán enseñados por Jesús; y se multiplicará la paz de tus hijos. 14Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión, porque no temerás, y de temor, porque no se acercará a ti. 15Si alguno conspirare contra ti, lo hará sin ; el que contra ti conspirare, delante de ti caerá. 16He aquí que yo hice al herrero que sopla las ascuas en el fuego, y que saca la herramienta para su obra; y yo he creado al destruidor para destruir. 17Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jesús, y su salvación de mí vendrá, dijo Jesús.” (Isa. 54:9-17)

 

¿Cuándo la verdad es detenida, y el que se aparta del mal es puesto en prisión, y lo ve Jesús, y desagrada a sus ojos,… quien le salva el que es puesto en prisión,…?

 

15Y la verdad fue detenida, y el que se apartó del mal fue puesto en prisión; y lo vio Jesús, y desagradó a sus ojos, porque pereció el derecho. 16Y vio que no había hombre, y se maravilló que no hubiera quien se interpusiese; y lo salvó su brazo, y le afirmó su misma justicia. 17Pues de justicia se vistió como de una coraza, con yelmo de salvación en su cabeza; tomó ropas de venganza por vestidura, y se cubrió de celo como de manto, 18como para vindicación, como para retribuir con ira a sus enemigos, y dar el pago a sus adversarios; el pago dará a los de la costa. 19Y temerán desde el occidente el nombre de Jesús, y desde el nacimiento del sol su gloria; porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jesús levantará bandera contra él. 20Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jesús.” (Isa. 59:15-20)

 

¿Cuándo Sion conocerá que Jesús es su salvador,… y por qué a sus puertas les llama alabanza,…?

 

1Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jesús ha nacido sobre ti. 2Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jesús, y sobre ti será vista su gloria. 3Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento. 4Alza tus ojos alrededor y mira, todos éstos se han juntado, vinieron a ti; tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán llevadas en brazos. 5Entonces verás, y resplandecerás; se maravillará y ensanchará tu corazón, porque se haya vuelto a ti la multitud del mar, y las riquezas de las naciones hayan venido a ti. 6Multitud de camellos te cubrirá; dromedarios de Madián y de Efa; vendrán todos los de Sabá; traerán oro e incienso, y publicarán alabanzas de Jesús. 7Todo el ganado de Cedar será juntado para ti; carneros de Nebaiot te serán servidos; serán ofrecidos con agrado sobre mi altar, y glorificaré la casa de mi gloria. 8¿Quiénes son éstos que vuelan como nubes, y como palomas a sus ventanas? 9Ciertamente a mí esperarán los de la costa, y las naves de Tarsis desde el principio, para traer tus hijos de lejos, su plata y su oro con ellos, al nombre de Jesús tu Dios, y al Santo de Israel, que te ha glorificado. 10Y extranjeros edificarán tus muros, y sus reyes te servirán; porque en mi ira te castigué, mas en mi buena voluntad tendré de ti misericordia. 11Tus puertas estarán de continuo abiertas; no se cerrarán de día ni de noche, para que a ti sean traídas las riquezas de las naciones, y conducidos a ti sus reyes. 12Porque la nación o el reino que no te sirviere perecerá, y del todo será asolado. 13La gloria del Líbano vendrá a ti, cipreses, pinos y bojes juntamente, para decorar el lugar de mi santuario; y yo honraré el lugar de mis pies. 14Y vendrán a ti humillados los hijos de los que te afligieron, y a las pisadas de tus pies se encorvarán todos los que te escarnecían, y te llamarán Ciudad de Jesús, Sion del Santo de Israel. 15En vez de estar abandonada y aborrecida, tanto que nadie pasaba por ti, haré que seas una gloria eterna, el gozo de todos los siglos. 16Y mamarás la leche de las naciones, el pecho de los reyes mamarás; y conocerás que yo Jesús soy el Salvador tuyo y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob. 17En vez de bronce traeré oro, y por hierro plata, y por madera bronce, y en lugar de piedras hierro; y pondré paz por tu tributo, y justicia por tus opresores. 18Nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción ni quebrantamiento en tu territorio, sino que a tus muros llamarás Salvación, y a tus puertas Alabanza.” (Isa. 60:1-16)

 

¿Cuándo será salvo Judá e Israel habitará confiado,…?

 

5He aquí que vienen días, dice Jesús, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. 6En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán: Jesús, justicia nuestra.” (Jer. 23:5-6)

 

14He aquí vienen días, dice Jesús, en que yo confirmaré la buena palabra que he hablado a la casa de Israel y a la casa de Judá. 15En aquellos días y en aquel tiempo haré brotar a David un Renuevo de justicia, y hará juicio y justicia en la tierra. 16En aquellos días Judá será salvo, y Jerusalén habitará segura, y se le llamará: Jesús, justicia nuestra.” (Jer. 33:14-16)

 

¿Cuándo lo que uno salva de sus bienes,… lo entrega Dios a la espada,…?

 

9La voz de Jesús clama a la ciudad; es sabio temer a tu nombre. Prestad atención al castigo, y a quien lo establece. 10¿Hay aún en casa del impío tesoros de impiedad, y medida escasa que es detestable? 11¿Daré por inocente al que tiene balanza falsa y bolsa de pesas engañosas? 12Sus ricos se colmaron de rapiña, y sus moradores hablaron mentira, y su lengua es engañosa en su boca. 13Por eso yo también te hice enflaquecer hiriéndote, asolándote por tus pecados. 14Comerás, y no te saciarás, y tu abatimiento estará en medio de ti; recogerás, mas no salvarás, y lo que salvares, lo entregaré yo a la espada.” (Miq. 6:9-14)

 

¿Cuándo es el día de salvación,…?

 

1Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios. 2Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.” (2Cor. 6:1-2)

 

¿Cuándo es manifestada la salvación de Dios,…?

 

5que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.” (1Ped. 3:5)

 

¿Desde cuándo viene la salvación de Dios,…?

 

3También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas; 4y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese. 5Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono. 6Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días. 7Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; 8pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. 9Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. 10Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.” (Apoc. 12:7-10)

 

¿Tiene fin la salvación de Jesús,…?

 

6Alzad a los cielos vuestros ojos, y mirad abajo a la tierra; porque los cielos serán deshechos como humo, y la tierra se envejecerá como ropa de vestir, y de la misma manera perecerán sus moradores; pero mi salvación será para siempre, mi justicia no perecerá. 7Oídme, los que conocéis justicia, pueblo en cuyo corazón está mi ley. No temáis afrenta de hombre, ni desmayéis por sus ultrajes. 8Porque como a vestidura los comerá polilla, como a lana los comerá gusano; pero mi justicia permanecerá perpetuamente, y mi salvación por siglos de siglos.” (Isa. 51:6-8)

 

¿Dónde radica la fuerza de la salvación de las personas,…?

 

1Te amo, oh Jesús, fortaleza mía. 2Jesús, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio. 3Invocaré a Jesús, quien es digno de ser alabado, Y seré salvo de mis enemigos.” (Sal. 18:1-2)

 

¿Dónde puede ser salvo los que son rebeldes, mentirosos y no quieren oír la ley de Jesús,… y cuál es la consecuencia de despreciar esta salvación,…?

 

8Ve, pues, ahora, y escribe esta visión en una tabla delante de ellos, y regístrala en un libro, para que quede hasta el día postrero, eternamente y para siempre. 9Porque este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quisieron oír la ley de Jesús; 10que dicen a los videntes: No veáis; y a los profetas: No nos profeticéis lo recto, decidnos cosas halagüeñas, profetizad mentiras; 11dejad el camino, apartaos de la senda, quitad de nuestra presencia al Santo de Israel. 12Por tanto, el Santo de Israel dice así: Porque desechasteis esta palabra, y confiasteis en violencia y en iniquidad, y en ello os habéis apoyado; 13por tanto, os será este pecado como grieta que amenaza ruina, extendiéndose en una pared elevada, cuya caída viene súbita y repentinamente. 14Y se quebrará como se quiebra un vaso de alfarero, que sin misericordia lo hacen pedazos; tanto, que entre los pedazos no se halla tiesto para traer fuego del hogar, o para sacar agua del pozo. 15Porque así dijo Jesús el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis, 16sino que dijisteis: No, antes huiremos en caballos; por tanto, vosotros huiréis. Sobre corceles veloces cabalgaremos; por tanto, serán veloces vuestros perseguidores. 17Un millar huirá a la amenaza de uno; a la amenaza de cinco huiréis vosotros todos, hasta que quedéis como mástil en la cumbre de un monte, y como bandera sobre una colina. 18Por tanto, Jesús esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros misericordia; porque Jesús es Dios justo; bienaventurados todos los que confían en él. 19Ciertamente el pueblo morará en Sion, en Jerusalén; nunca más llorarás; el que tiene misericordia se apiadará de ti; al oír la voz de tu clamor te responderá. 20Bien que os dará el Señor pan de congoja y agua de angustia, con todo, tus maestros nunca más te serán quitados, sino que tus ojos verán a tus maestros. 21Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda. 22Entonces profanarás la cubierta de tus esculturas de plata, y la vestidura de tus imágenes fundidas de oro; las apartarás como trapo asqueroso; ¡Sal fuera! les dirás. 23Entonces dará el Señor lluvia a tu sementera, cuando siembres la tierra, y dará pan del fruto de la tierra, y será abundante y pingüe; tus ganados en aquel tiempo serán apacentados en espaciosas dehesas. 24Tus bueyes y tus asnos que labran la tierra comerán grano limpio, aventado con pala y criba. 25Y sobre todo monte alto, y sobre todo collado elevado, habrá ríos y corrientes de aguas el día de la gran matanza, cuando caerán las torres. 26Y la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol siete veces mayor, como la luz de siete días, el día que vendare Jesús la herida de su pueblo, y curare la llaga que él causó.” (Isa. 30:8-26)

 

¿Dónde podemos encontrar salvación,…? 

        

32Dios es el que me ciñe de poder, y quien hace perfecto mi camino; 33Quien hace mis pies como de ciervas, y me hace estar firme sobre mis alturas; 34Quien adiestra mis manos para la batalla, Para entesar con mis brazos el arco de bronce. 35Me diste asimismo el escudo de tu salvación; Tu diestra me sustentó, y tu benignidad me ha engrandecido.” (Sal. 18:32-35)

 

6Ahora conozco que Jesús salva a su ungido; Lo oirá desde sus santos cielos con la potencia salvadora de su diestra.” (Sal. 20:6)

 

12Pero Dios es mi rey desde tiempo antiguo; El que obra salvación en medio de la tierra.” (Sal. 74:12)

 

13Tomaré la copa de la salvación, E invocaré el nombre de Jesús.” (Sal. 116:13)

 

15Voz de júbilo y de salvación hay en las tiendas de los justos; la diestra de Jesús hace proezas.” (Sal. 118:15)

 

13Porque Jesús ha elegido a Sion; La quiso por habitación para sí. 14Este es para siempre el lugar de mi reposo; aquí habitaré, porque la he querido. 15Bendeciré abundantemente su provisión; a sus pobres saciaré de pan. 16Asimismo vestiré de salvación a sus sacerdotes, y sus santos darán voces de júbilo. 17Allí haré retoñar el poder de David; He dispuesto lámpara a mi ungido. 18A sus enemigos vestiré de confusión, mas sobre él florecerá su corona.” (Sal. 132:13-18)

 

10Si fueres flojo en el día de trabajo, Tu fuerza será reducida. 11Libra a los que son llevados a la muerte; Salva a los que están en peligro de muerte. 12Porque si dijeres: Ciertamente no lo supimos, ¿Acaso no lo entenderá el que pesa los corazones? El que mira por tu alma, él lo conocerá, y dará al hombre según sus obras.” (Prov. 24:10-12)

 

6Y Jesús de los ejércitos hará en este monte [el monte de Sion] a todos los pueblos banquete de manjares suculentos, banquete de vinos refinados, de gruesos tuétanos y de vinos purificados. 7Y destruirá en este monte la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos, y el velo que envuelve a todas las naciones. 8Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jesús el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jesús lo ha dicho. 9Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jesús a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación. 10Porque la mano de Jesús reposará en este monte; pero Moab será hollado en su mismo sitio, como es hollada la paja en el muladar. 11Y extenderá su mano por en medio de él, como la extiende el nadador para nadar; y abatirá su soberbia y la destreza de sus manos. 12Y abatirá la fortaleza de tus altos muros; la humillará y la echará a tierra, hasta el polvo. 1En aquel día cantarán este cántico en tierra de Judá: Fuerte ciudad tenemos; salvación puso Dios por muros y antemuro. 2Abrid las puertas, y entrará la gente justa, guardadora de verdades. 3Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. 4Confiad en Jesús perpetuamente, porque en Jesús el Señor está la fortaleza de los siglos. 5Porque derribó a los que moraban en lugar sublime; humilló a la ciudad exaltada, la humilló hasta la tierra, la derribó hasta el polvo. 6La hollará pie, los pies del afligido, los pasos de los menesterosos.” (Isa. 25:6-12; Isa. 26:1-6)

 

¿Cuándo Jesús hace que se acerque su justicia,… pone salvación en Sion,…?12Oídme, duros de corazón, que estáis lejos de la justicia: 13Haré que se acerque mi justicia; no se alejará, y mi salvación no se detendrá. Y pondré salvación en Sion, y mi gloria en Israel.” (Isa. 49:12-13)

 

¿En los muros de Sion se puede encontrar salvación,…? 1Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jesús ha nacido sobre ti. 2Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jesús, y sobre ti será vista su gloria. 3Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento. 4Alza tus ojos alrededor y mira, todos éstos se han juntado, vinieron a ti; tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán llevadas en brazos. 5Entonces verás, y resplandecerás; se maravillará y ensanchará tu corazón, porque se haya vuelto a ti la multitud del mar, y las riquezas de las naciones hayan venido a ti. 6Multitud de camellos te cubrirá; dromedarios de Madián y de Efa; vendrán todos los de Sabá; traerán oro e incienso, y publicarán alabanzas de Jesús. 7Todo el ganado de Cedar será juntado para ti; carneros de Nebaiot te serán servidos; serán ofrecidos con agrado sobre mi altar, y glorificaré la casa de mi gloria. 8¿Quiénes son éstos que vuelan como nubes, y como palomas a sus ventanas? 9Ciertamente a mí esperarán los de la costa, y las naves de Tarsis desde el principio, para traer tus hijos de lejos, su plata y su oro con ellos, al nombre de Jesús tu Dios, y al Santo de Israel, que te ha glorificado. 10Y extranjeros edificarán tus muros, y sus reyes te servirán; porque en mi ira te castigué, mas en mi buena voluntad tendré de ti misericordia. 11Tus puertas estarán de continuo abiertas; no se cerrarán de día ni de noche, para que a ti sean traídas las riquezas de las naciones, y conducidos a ti sus reyes. 12Porque la nación o el reino que no te sirviere perecerá, y del todo será asolado. 13La gloria del Líbano vendrá a ti, cipreses, pinos y bojes juntamente, para decorar el lugar de mi santuario; y yo honraré el lugar de mis pies. 14Y vendrán a ti humillados los hijos de los que te afligieron, y a las pisadas de tus pies se encorvarán todos los que te escarnecían, y te llamarán Ciudad de Jesús, Sion del Santo de Israel. 15En vez de estar abandonada y aborrecida, tanto que nadie pasaba por ti, haré que seas una gloria eterna, el gozo de todos los siglos. 16Y mamarás la leche de las naciones, el pecho de los reyes mamarás; y conocerás que yo Jesús soy el Salvador tuyo y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob. 17En vez de bronce traeré oro, y por hierro plata, y por madera bronce, y en lugar de piedras hierro; y pondré paz por tu tributo, y justicia por tus opresores. 18Nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción ni quebrantamiento en tu territorio, sino que a tus muros llamarás Salvación, y a tus puertas Alabanza.” (Isa. 60:1-18)

 

¿En donde hay salvación cuando viene el día grande y espantoso de Jesús,…?30Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo. 31El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jesús. 32Y todo aquel que invocare el nombre de Jesús será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jesús, y entre el remanente al cual él habrá llamado.” (Joel 2:30-32) ¿En qué consiste invocar el nombre de Jesús,… para ser salvo,…? 5Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas. 6Pero la justicia que es por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a Cristo); 7o, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos). 8Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: 9Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 11Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. 12Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; 13porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” (Rom. 10:5-9)

 

         ¿Dónde no pueden encontrar salvación las personas,…?

 

¿Dónde los reyes no pueden encontrar salvación,…? 16El rey no se salva por la multitud del ejército, Ni escapa el valiente por la mucha fuerza. 17Vano para salvarse es el caballo; La grandeza de su fuerza a nadie podrá librar. 18He aquí el ojo de Jesús sobre los que le temen, Sobre los que esperan en su misericordia, 19Para librar sus almas de la muerte, y para darles vida en tiempo de hambre.” (Sal. 33:16-19)

 

3No confiéis en los príncipes, ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación. 4Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; En ese mismo día perecen sus pensamientos.” (Sal. 143:3)

 

11Por tanto, así ha dicho Jesús: He aquí yo traigo sobre ellos mal del que no podrán salir; y clamarán a mí, y no los oiré. 12E irán las ciudades de Judá y los moradores de Jerusalén, y clamarán a los dioses a quienes queman ellos incienso, los cuales no los podrán salvar en el tiempo de su mal. 13Porque según el número de tus ciudades fueron tus dioses, oh Judá; y según el número de tus calles, oh Jerusalén, pusiste los altares de ignominia, altares para ofrecer incienso a Baal.” (Jer. 11:11-13)

 

¿Dónde tiene que estar la salvación del hombre,… y en quien tienen que esperar en todo tiempo los pueblos,…?

 

1En Dios solamente está acallada mi alma; De él viene mi salvación. 2El solamente es mi roca y mi salvación; Es mi refugio, no resbalaré mucho. 3¿Hasta cuándo maquinaréis contra un hombre, tratando todos vosotros de aplastarle como pared desplomada y como cerca derribada? 4Solamente consultan para arrojarle de su grandeza. Aman la mentira; Con su boca bendicen, pero maldicen en su corazón. 5Alma mía, en Dios solamente reposa, Porque de él es mi esperanza. 6El solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré. 7En Dios está mi salvación y mi gloria; En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio. 8Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio. 9Por cierto, vanidad son los hijos de los hombres, mentira los hijos de varón; Pesándolos a todos igualmente en la balanza, serán menos que nada. 10No confiéis en la violencia, Ni en la rapiña; no os envanezcáis; Si se aumentan las riquezas, no pongáis el corazón en ellas. 11Una vez habló Dios; Dos veces he oído esto: Que de Dios es el poder, 12Y tuya, oh Señor, es la misericordia; Porque tú pagas a cada uno conforme a su obra.” (Sal. 62:1-12)

 

¿Dónde habrá un remanente que se salve en el día de Jesús que tiene preparado sobre todas las naciones,…?

 

15Porque cercano está el día de Jesús sobre todas las naciones; como tú hiciste se hará contigo; tu recompensa volverá sobre tu cabeza. 16De la manera que vosotros bebisteis en mi santo monte, beberán continuamente todas las naciones; beberán, y engullirán, y serán como si no hubieran sido. 17Mas en el monte de Sion habrá un remanente que se salve; y será santo, y la casa de Jacob recuperará sus posesiones. 18La casa de Jacob será fuego, y la casa de José será llama, y la casa de Esaú estopa, y los quemarán y los consumirán; ni aun resto quedará de la casa de Esaú, porque Jesús lo ha dicho. 19Y los del Neguev poseerán el monte de Esaú, y los de la Sefela a los filisteos; poseerán también los campos de Efraín, y los campos de Samaria; y Benjamín a Galaad. 20Y los cautivos de este ejército de los hijos de Israel poseerán lo de los cananeos hasta Sarepta; y los cautivos de Jerusalén que están en Sefarad poseerán las ciudades del Neguev. 21Y subirán salvadores al monte de Sion para juzgar al monte de Esaú; y el reino será de Jesús.” (Abd. 1:15-21)

 

¿De dónde proviene un remanente que se salve,…?

 

32Porque de Jerusalén saldrá un remanente, y del monte de Sion los que se salven. El celo de Jesús de los ejércitos hará esto.” (Isa. 37:32)

 

¿De dónde hoy en día esperamos al salvador,…?

 

17Hermanos, sed imitadores de , y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros. 18Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; 19el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal. 20Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; 21el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.” (Fil. 3:17-21)

 

¿De dónde salva Jesús a su sirvo Jacob y a Israel,…?

 

27Y tú no temas, siervo mío Jacob, ni desmayes, Israel; porque he aquí yo te salvaré de lejos, y a tu descendencia de la tierra de su cautividad. Y volverá Jacob, y descansará y será prosperado, y no habrá quién lo atemorice. 28Tú, siervo mío Jacob, no temas, dice Jesús, porque yo estoy contigo; porque destruiré a todas las naciones entre las cuales te he dispersado; pero a ti no te destruiré del todo, sino que te castigaré con justicia; de ninguna manera te dejaré sin castigo.” (Jer. 46:27-28)

 

¿De dónde tiene que salir el pueblo de Dios,… para salvar su vida del ardor de la ira de Jesús?

 

44Y juzgaré a Bel en Babilonia, y sacaré de su boca lo que se ha tragado; y no vendrán más naciones a él, y el muro de Babilonia caerá. 45Salid de en medio de ella, pueblo mío, y salvad cada uno su vida del ardor de la ira de Jesús.” (Jer. 51:44-45)

 

¿En donde el Señor añadía cada día para que sean salvos,…?

 

46Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, 47alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.” (Hech. 2:46-47)

 

¿En donde se encuentra escrito sobre la salvación,…?

 

13En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, 14que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.” (Efe. 1:13-14)

 

¿Hay alguien que puede librar de la mano de Jesús,…?

 

11Yo, yo Jesús, y fuera de mí no hay quien salve. 12Yo anuncié, y salvé, e hice oír, y no hubo entre vosotros dios ajeno. Vosotros, pues, sois mis testigos, dice Jesús, que yo soy Dios. 13Aun antes que hubiera día, yo era; y no hay quien de mi mano libre. Lo que hago yo, ¿quién lo estorbará?” (Isa. 43:12-13)

 

¿Hay que enaltecer a Dios que nos salva,…?

 

46Viva Jesús, y bendita sea mi roca, y enaltecido sea el Dios de mi salvación; 47El Dios que venga mis agravios, y somete pueblos debajo de ; 48El que me libra de mis enemigos, y aun me eleva sobre los que se levantan contra ; Me libraste de varón violento.” (Sal. 18:46-48)

 

¿Hay que publicar la salvación de Jesús,…?

 

7Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina! 8¡Voz de tus atalayas! Alzarán la voz, juntamente darán voces de júbilo; porque ojo a ojo verán que Jesús vuelve a traer a Sion.” (Isa. 52:7-8)

 

¿Hay que salvar a personas arrebatándoles del fuego,…?

 

22A algunos que dudan, convencedlos. 23A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.” (Judas 1:22-23)

 

¿Podemos alegrarnos en la salvación de Dios,…?

 

5Nosotros nos alegraremos en tu salvación, y alzaremos pendón en el nombre de nuestro Dios; Conceda Jesús todas tus peticiones.” (Sal. 20:5)

 

¿Cómo podemos ser salvos de los enemigos,…?

 

1Te amo, oh Jesús, fortaleza mía. 2Jesús, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio. 3Invocaré a Jesús, quien es digno de ser alabado, y seré salvo de mis enemigos.” (Sal. 18:1-3)

 

22No digas: Yo me vengaré; Espera a Jesús, y él te salvará.” (Prov. 20:22)

 

¿Cómo podemos ser salvos por Dios,…?

 

117Sosténme, y seré salvo, y me regocijaré siempre en tus estatutos. 118Hollaste a todos los que se desvían de tus estatutos, porque su astucia es falsedad. 119Como escorias hiciste consumir a todos los impíos de la tierra; Por tanto, yo he amado tus testimonios.” (Sal. 119:117-119)

 

6¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? 7¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano? 8Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jesús será tu retaguardia.” (Isa. 58:6-8)

 

9Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios; Pagaré lo que prometí. La salvación es de Jesús. 0Y mandó Jesús al pez, y vomitó a Jonás en tierra.” (Jon. 2:9) Observe que Jonás quiso cumplir el voto que a Jesús prometió antes que mande Jesús al pez que le vomite,…

 

¿Cómo podemos actuar cuando esperamos en la salvación de Dios,…? 

 

1Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. 2Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios? 3Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios? 4Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de ; De cómo yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios, Entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta. 5¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío. 6Dios mío, mi alma está abatida en mí; Me acordaré, por tanto, de ti desde la tierra del Jordán, Y de los hermonitas, desde el monte de Mizar. 7Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas; Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre . 8Pero de día mandará Jesús su misericordia, y de noche su cántico estará conmigo, y mi oración al Dios de mi vida. 9Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de ? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo? 10Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan, Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios? 11¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.” (Sal. 42:1-11)

 

1Júzgame, oh Dios, y defiende mi causa; Líbrame de gente impía, y del hombre engañoso e inicuo. 2Pues que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo? 3Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán; Me conducirán a tu santo monte, Y a tus moradas. 4Entraré al altar de Dios, Al Dios de mi alegría y de mi gozo; Y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío. 5¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de ? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.” (Sal. 43:1-5)

 

12Porque no me afrentó un enemigo, Lo cual habría soportado; Ni se alzó contra el que me aborrecía, Porque me hubiera ocultado de él; 13Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío, Mi guía, y mi familiar; 14Que juntos comunicábamos dulcemente los secretos, y andábamos en amistad en la casa de Dios. 15Que la muerte les sorprenda; Desciendan vivos al Seol, Porque hay maldades en sus moradas, en medio de ellos. 16En cuanto a , a Dios clamaré; y Jesús me salvará. 17Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, y él oirá mi voz. 18El redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí, Aunque contra mí haya muchos. 19Dios oirá, y los quebrantará luego, El que permanece desde la antigüedad; Por cuanto no cambian, ni temen a Dios. 20Extendió el inicuo sus manos contra los que estaban en paz con él; Violó su pacto. 21Los dichos de su boca son más blandos que mantequilla, Pero guerra hay en su corazón; Suaviza sus palabras más que el aceite, Mas ellas son espadas desnudas. 22Echa sobre Jesús tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo. 23Mas tú, oh Dios, harás descender aquéllos al pozo de perdición. Los hombres sanguinarios y engañadores no llegarán a la mitad de sus días; Pero yo en ti confiaré.” (Sal. 55:12-23)

 

81Desfallece mi alma por tu salvación, mas espero en tu palabra. 82Desfallecieron mis ojos por tu palabra, Diciendo: ¿Cuándo me consolarás? 83Porque estoy como el odre al humo; Pero no he olvidado tus estatutos. 84¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen? 85Los soberbios me han cavado hoyos; mas no proceden según tu ley. 86Todos tus mandamientos son verdad; Sin causa me persiguen; ayúdame. 87Casi me han echado por tierra, pero no he dejado tus mandamientos. 88Vivifícame conforme a tu misericordia, y guardaré los testimonios de tu boca.” (Sal. 119:81-87)

 

123Mis ojos desfallecieron por tu salvación, y por la palabra de tu justicia. 124Haz con tu siervo según tu misericordia, y enséñame tus estatutos. 125Tu siervo soy yo, dame entendimiento para conocer tus testimonios. 126Tiempo es de actuar, oh Jesús, porque han invalidado tu ley. 127Por eso he amado tus mandamientos más que el oro, y más que oro muy puro. 128Por eso estimé rectos todos tus mandamientos sobre todas las cosas, y aborrecí todo camino de mentira.” (Sal. 119:123-128)

 

166Tu salvación he esperado, oh Jesús, y tus mandamientos he puesto por obra. 167Mi alma ha guardado tus testimonios, y los he amado en gran manera. 168He guardado tus mandamientos y tus testimonios, porque todos mis caminos están delante de ti.” (Sal. 119:166-168)

 

26Bueno es esperar en silencio la salvación de Jesús.” (Lam. 3:26)

 

¿Cómo podemos pedir la salvación de Dios,… y que votos podemos hacer,…?

 

41Venga a mí tu misericordia, oh Jesús; Tu salvación, conforme a tu dicho. 42Y daré por respuesta a mi avergonzador, que en tu palabra he confiado. 43No quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad, porque en tus juicios espero. 44Guardaré tu ley siempre, Para siempre y eternamente. 45Y andaré en libertad, Porque busqué tus mandamientos. 46Hablaré de tus testimonios delante de los reyes, y no me avergonzaré; 47Y me regocijaré en tus mandamientos, Los cuales he amado. 48Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé, y meditaré en tus estatutos. 49Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar. 50Ella es mi consuelo en mi aflicción, porque tu dicho me ha vivificado. 51Los soberbios se burlaron mucho de mí, más no me he apartado de tu ley. 52Me acordé, oh Jesús, de tus juicios antiguos, y me consolé. 53Horror se apoderó de a causa de los inicuos que dejan tu ley. 54Cánticos fueron para tus estatutos en la casa en donde fui extranjero. 55Me acordé en la noche de tu nombre, oh Jesús, y guardé tu ley. 56Estas bendiciones tuve porque guardé tus mandamientos.” (Sal. 119:41-54)

 

¿Cómo tienen que actuar los que aman la salvación de Dios,…?

 

16Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan, y digan siempre los que aman tu salvación: Jesús sea enaltecido.” (Sal. 40:16 ver también Sal. 70:4)

 

¿Cómo tienen que actuar los que tienen a Jesús por roca de salvación,…?

 

1Venid, aclamemos alegremente a Jesús; Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. 2Lleguemos ante su presencia con alabanza; aclamémosle con cánticos. 3Porque Jesús es Dios grande, y Rey grande sobre todos los dioses. 4Porque en su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas de los montes son suyas. 5Suyo también el mar, pues él lo hizo; y sus manos formaron la tierra seca. 6Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jesús nuestro Hacedor. 7Porque él es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si oyereis hoy su voz, 8No endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba, como en el día de Masah en el desierto, 9Donde me tentaron vuestros padres, Me probaron, y vieron mis obras. 10Cuarenta años estuve disgustado con la nación, y dije: Pueblo es que divaga de corazón, y no han conocido mis caminos. 11Por tanto, juré en mi furor que no entrarían en mi reposo.” (Sal. 95:1-11)

 

¿Cómo tienen que actuar los que se acercan a la salvación de Dios,…?

 

11Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. 12La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. 13Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, 14sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne. 1Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. 2Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. 3El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido. 4¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme. 5Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. 6El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios. 7Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. 8Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. 9Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven.” (Rom. 13:11-14; Rom. 14:1-9)

 

27Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio, 28y en nada intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para vosotros de salvación; y esto de Dios. 29Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él, 30teniendo el mismo conflicto que habéis visto en y ahora oís que hay en .” (Fil. 1:27-29)

 

¿Cómo responde Dios de salvación,…?

 

1Tuya es la alabanza en Sion, oh Dios, y a ti se pagarán los votos. 2Tú oyes la oración; A ti vendrá toda carne. 3Las iniquidades prevalecen contra ; Mas nuestras rebeliones tú las perdonarás. 4Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti, Para que habite en tus atrios; Seremos saciados del bien de tu casa, De tu santo templo. 5Con tremendas cosas nos responderás tú en justicia, Oh Dios de nuestra salvación, Esperanza de todos los términos de la tierra, y de los más remotos confines del mar. 6Tú, el que afirma los montes con su poder, Ceñido de valentía; 7El que sosiega el estruendo de los mares, el estruendo de sus ondas, y el alboroto de las naciones. 8Por tanto, los habitantes de los fines de la tierra temen de tus maravillas. Tú haces alegrar las salidas de la mañana y de la tarde. 9Visitas la tierra, y la riegas; En gran manera la enriqueces; Con el río de Dios, lleno de aguas, Preparas el grano de ellos, cuando así la dispones. 10Haces que se empapen sus surcos, Haces descender sus canales; La ablandas con lluvias, Bendices sus renuevos. 11coronas el año con tus bienes, y tus nubes destilan grosura. 12Destilan sobre los pastizales del desierto, y los collados se ciñen de alegría. 13Se visten de manadas los llanos, Y los valles se cubren de grano; Dan voces de júbilo, y aun cantan.” (Sal. 65:1-13)

 

¿Cómo se produce la salvación de Jesús,…?

 

8Rociad, cielos, de arriba, y las nubes destilen la justicia; ábrase la tierra, y prodúzcanse la salvación y la justicia; háganse brotar juntamente. Yo Jesús lo he creado.” (Isa. 45:8)

 

¿Cómo salvar el alma de la muerte,…?

 

19Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, 20sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados.” (Sant. 5:19-20)

 

9Obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.” (1Ped. 1:5)

 

¿Cómo pudo encontrar en Jesús salvación una mujer que sufría de flujo de sangre,…?

 

20Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; 21porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva. 22Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora.” (Mat. 9:20-22)

 

¿Cómo salva Jesús a la casa de Judá,…?

 

6Concibió ella otra vez, y dio a luz una hija. Y le dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ruhama, porque no me compadeceré más de la casa de Israel, sino que los quitaré del todo. 7Mas de la casa de Judá tendré misericordia, y los salvaré por Jesús su Dios; y no los salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni jinetes.” (Oseas 1:6-7)

 

¿Cómo salva Jesús a la casa de Judá y a la casa de Israel,…?

 

7Así ha dicho Jesús de los ejércitos: He aquí, yo salvo a mi pueblo de la tierra del oriente, y de la tierra donde se pone el sol; 8y los traeré, y habitarán en medio de Jerusalén; y me serán por pueblo, y yo seré a ellos por Dios en verdad y en justicia. 9Así ha dicho Jesús de los ejércitos: Esfuércense vuestras manos, los que oís en estos días estas palabras de la boca de los profetas, desde el día que se echó el cimiento a la casa de Jesús de los ejércitos, para edificar el templo. 10Porque antes de estos días no ha habido paga de hombre ni paga de bestia, ni hubo paz para el que salía ni para el que entraba, a causa del enemigo; y yo dejé a todos los hombres cada cual contra su compañero. 11Mas ahora no lo haré con el remanente de este pueblo como en aquellos días pasados, dice Jesús de los ejércitos. 12Porque habrá simiente de paz; la vid dará su fruto, y dará su producto la tierra, y los cielos darán su rocío; y haré que el remanente de este pueblo posea todo esto. 13Y sucederá que como fuisteis maldición entre las naciones, oh casa de Judá y casa de Israel, así os salvaré y seréis bendición. No temáis, mas esfuércense vuestras manos.” (Zac. 8:7-13)

 

¿Cómo debemos de comportarnos frente a la salvación que es por esperanza,…?

 

22Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; 23y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. 24Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? 25Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.” (Rom. 8:22-25) ¿Cómo aguardar con paciencia esta salvación,…? 12Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.” (Apoc. 14:12) Observe que la paciencia de los santos radica en guardar los mandamientos y tener la fe de Jesús,… ahora veamos ¿Por qué debemos vestirnos de la esperanza de salvación,…? 8Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo. 9Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, 10quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él. 11Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis.” (1Tes. 5:3)

 

         ¿Cómo debemos de buscar la salvación de Dios,…?

 

12Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, 13porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.” (Fil. 2:12-13)

 

         ¿Cómo podemos comportarnos para salvar a las personas,…?

 

22Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos. 23Y esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él.” (1Cor. 9:22-23)

 

32No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios; 33como también yo en todas las cosas agrado a todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos.” (1Cor. 10:32-33)

 

¿Cómo podemos adornar la doctrina de nuestro Salvador,…?

 

1Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina. 2Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia. 3Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; 4que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, 5a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada. 6Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; 7presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, 8palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros. 9Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean respondones; 10no defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador.” (Tit. 2:1-10)

 

¿Cómo se manifiesta la gracia a todos los hombres para salvación,…?

 

11Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, 12enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, 13aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, 14quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.” (Tit. 2:11-14)

 

Precauciones frente a la salvación

 

¿Dios no siempre salva,…? 40Has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas, para que yo destruya a los que me aborrecen. 41Clamaron, y no hubo quien salvase; Aun a Jesús, pero no los oyó. 42Y los molí como polvo delante del viento; Los eché fuera como lodo de las calles.” (Sal. 18:40-41)

 

¿Siempre Dios salva,… a pesar de que no nos apartemos de sus caminos,…?4Tú, oh Dios, eres mi rey; Manda salvación a Jacob. 5Por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos; En tu nombre hollaremos a nuestros adversarios. 6Porque no confiaré en mi arco, ni mi espada me salvará; 7Pues tú nos has guardado de nuestros enemigos, y has avergonzado a los que nos aborrecían. 8En Dios nos gloriaremos todo el tiempo, y para siempre alabaremos tu nombre. 9Pero nos has desechado, y nos has hecho avergonzar; y no sales con nuestros ejércitos. 10Nos hiciste retroceder delante del enemigo, y nos saquean para sí los que nos aborrecen. 11Nos entregas como ovejas al matadero, y nos has esparcido entre las naciones. 12Has vendido a tu pueblo de balde; No exigiste ningún precio. 13Nos pones por afrenta de nuestros vecinos, Por escarnio y por burla de los que nos rodean. 14Nos pusiste por proverbio entre las naciones; Todos al vernos menean la cabeza. 15Cada día mi vergüenza está delante de mí, y la confusión de mi rostro me cubre, 16Por la voz del que me vitupera y deshonra, Por razón del enemigo y del vengativo. 17Todo esto nos ha venido, y no nos hemos olvidado de ti, y no hemos faltado a tu pacto. 18No se ha vuelto atrás nuestro corazón, Ni se han apartado de tus caminos nuestros pasos, 19Para que nos quebrantases en el lugar de chacales, Y nos cubrieses con sombra de muerte. 20Si nos hubiésemos olvidado del nombre de nuestro Dios, O alzado nuestras manos a dios ajeno, 21¿No demandaría Dios esto? Porque él conoce los secretos del corazón. 22Pero por causa de ti nos matan cada día; Somos contados como ovejas para el matadero. 23Despierta; ¿por qué duermes, Señor? Despierta, no te alejes para siempre. 24¿Por qué escondes tu rostro, y te olvidas de nuestra aflicción, y de la opresión nuestra? 25Porque nuestra alma está agobiada hasta el polvo, y nuestro cuerpo está postrado hasta la tierra. 26Levántate para ayudarnos, y redímenos por causa de tu misericordia.” (Sal. 44:4-26)

 

¿No es suficiente considerar a Dios nuestra salvación y clamar a él para ser salvos,…?1Oh Jesús, Dios de mi salvación, Día y noche clamo delante de ti. 2Llegue mi oración a tu presencia; Inclina tu oído a mi clamor. 3Porque mi alma está hastiada de males, y mi vida cercana al Seol. 4Soy contado entre los que descienden al sepulcro; Soy como hombre sin fuerza, 5Abandonado entre los muertos, como los pasados a espada que yacen en el sepulcro, de quienes no te acuerdas ya, y que fueron arrebatados de tu mano. 6Me has puesto en el hoyo profundo, en tinieblas, en lugares profundos. 7Sobre mí reposa tu ira, y me has afligido con todas tus ondas. 8Has alejado de mí mis conocidos; Me has puesto por abominación a ellos; Encerrado estoy, y no puedo salir. 9Mis ojos enfermaron a causa de mi aflicción; Te he llamado, oh Jesús, cada día; He extendido a ti mis manos. 10¿Manifestarás tus maravillas a los muertos? ¿Se levantarán los muertos para alabarte? 11¿Será contada en el sepulcro tu misericordia, O tu verdad en el Abadón? 12¿Serán reconocidas en las tinieblas tus maravillas, y tu justicia en la tierra del olvido? 13Mas yo a ti he clamado, oh Jesús, y de mañana mi oración se presentará delante de ti. 14¿Por qué, oh Jesús, desechas mi alma? ¿Por qué escondes de mí tu rostro? 15Yo estoy afligido y menesteroso; Desde la juventud he llevado tus terrores, he estado medroso. 16Sobre mí han pasado tus iras, y me oprimen tus terrores. 17Me han rodeado como aguas continuamente; a una me han cercado. 18Has alejado de mí al amigo y al compañero, y a mis conocidos has puesto en tinieblas.” (Sal. 88:1-18)

 

¿Por qué no debemos buscar salvar nuestra vida,…?25Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.” (Mat. 16:25) “35Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de y del evangelio, la salvará. 36Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? 37¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? 38Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.” (Mar. 8:25-38)

 

¿Puede el diablo quitar la palabra,… para que no crean y sean salvos,…?9Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Qué significa esta parábola? 10Y él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan. 11Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios. 12Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven.” (Luc. 8:9-11)

 

¿Cuándo los que son salvos pueden de dejarlo de serlo,…? 11Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos. 12Y si su transgresión es la riqueza del mundo, y su defección la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más su plena restauración? 13Porque a vosotros hablo, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio, 14por si en alguna manera pueda provocar a celos a los de mi sangre, y hacer salvos a algunos de ellos. 15Porque si su exclusión es la reconciliación del mundo, ¿qué será su admisión, sino vida de entre los muertos? 16Si las primicias son santas, también lo es la masa restante; y si la raíz es santa, también lo son las ramas. 17Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo, 18no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas a la raíz, sino la raíz a ti. 19Pues las ramas, dirás, fueron desgajadas para que yo fuese injertado. 20Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, sino teme. 21Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará. 22Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado.” (Rom. 11:11-22)

 

¿Hay hombres que al no entender sobre la salvación, la fe y gracia,… convierten en libertinaje la gracia de Dios,…?3Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. 4Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.” (Judas 1:3-4)

 

         Consecuencias de la Salvación de Dios

 

¿La salvación de Dios puede dar alegría,…? 5Mas yo en tu misericordia he confiado; Mi corazón se alegrará en tu salvación.” (Sal. 13:5) 

 

¿La salvación de Dios puede dar alegría a los rey,…? 1El rey se alegra en tu poder, oh Jesús; Y en tu salvación, ¡cómo se goza! 2Le has concedido el deseo de su corazón, Y no le negaste la petición de sus labios. 3Porque le has salido al encuentro con bendiciones de bien; Corona de oro fino has puesto sobre su cabeza. 4Vida te demandó, y se la diste; Largura de días eternamente y para siempre. 5Grande es su gloria en tu salvación; Honra y majestad has puesto sobre él. 6Porque lo has bendecido para siempre; Lo llenaste de alegría con tu presencia. 7Por cuanto el rey confía en Jesús, Y en la misericordia del Altísimo, no será conmovido.” (Sal. 21:1-7)

 

¿Cuándo Cristo es por salvación no hay que temer,…?1Jesús es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jesús es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?” (Sal. 27:1)

 

Consecuencias de no confiar en la salvación de Dios,…

 

21Por tanto, oyó Jesús, y se indignó; Se encendió el fuego contra Jacob, y el furor subió también contra Israel, 22Por cuanto no habían creído a Dios, ni habían confiado en su salvación.” (Sal. 78:21-22)

 

Consecuencias de olvidarse de la salvación de Dios,…

 

1Profecía sobre Damasco. He aquí que Damasco dejará de ser ciudad, y será montón de ruinas. 2Las ciudades de Aroer están desamparadas, en majadas se convertirán; dormirán allí, y no habrá quien los espante. 3Y cesará el socorro de Efraín, y el reino de Damasco; y lo que quede de Siria será como la gloria de los hijos de Israel, dice Jesús de los ejércitos. 4En aquel tiempo la gloria de Jacob se atenuará, y se enflaquecerá la grosura de su carne. 5Y será como cuando el segador recoge la mies, y con su brazo siega las espigas; será también como el que recoge espigas en el valle de Refaim. 6Y quedarán en él rebuscos, como cuando sacuden el olivo; dos o tres frutos en la punta de la rama, cuatro o cinco en sus ramas más fructíferas, dice Jesús Dios de Israel. 7En aquel día mirará el hombre a su Hacedor, y sus ojos contemplarán al Santo de Israel. 8Y no mirará a los altares que hicieron sus manos, ni mirará a lo que hicieron sus dedos, ni a los símbolos de Asera, ni a las imágenes del sol. 9En aquel día sus ciudades fortificadas serán como los frutos que quedan en los renuevos y en las ramas, los cuales fueron dejados a causa de los hijos de Israel; y habrá desolación. 10Porque te olvidaste del Dios de tu salvación, y no te acordaste de la roca de tu refugio; por tanto, sembrarás plantas hermosas, y plantarás sarmiento extraño. 11El día que las plantes, las harás crecer, y harás que su simiente brote de mañana; pero la cosecha será arrebatada en el día de la angustia, y del dolor desesperado. 12¡Ay! multitud de muchos pueblos que harán ruido como estruendo del mar, y murmullo de naciones que harán alboroto como bramido de muchas aguas. 13Los pueblos harán estrépito como de ruido de muchas aguas; pero Dios los reprenderá, y huirán lejos; serán ahuyentados como el tamo de los montes delante del viento, y como el polvo delante del torbellino. 14Al tiempo de la tarde, he aquí la turbación, pero antes de la mañana el enemigo ya no existe. Esta es la parte de los que nos aplastan, y la suerte de los que nos saquean.” (Isa. 17:7-14)

 

Consecuencias de impedir que llegue la salvación a las personas,…

 

15los cuales mataron al Señor Jesús y a sus propios profetas, y a nosotros nos expulsaron; y no agradan a Dios, y se oponen a todos los hombres, 16impidiéndonos hablar a los gentiles para que éstos se salven; así colman ellos siempre la medida de sus pecados, pues vino sobre ellos la ira hasta el extremo.” (1Tes. 2:15-16)

 

Consecuencias de tener a Dios como roca de salvación,…

 

19Entonces hablaste en visión a tu santo, y dijiste: He puesto el socorro sobre uno que es poderoso; He exaltado a un escogido de mi pueblo. 20Hallé a David mi siervo; Lo ungí con mi santa unción. 21Mi mano estará siempre con él, Mi brazo también lo fortalecerá. 22No lo sorprenderá el enemigo, ni hijo de iniquidad lo quebrantará; 23Sino que quebrantaré delante de él a sus enemigos, y heriré a los que le aborrecen. 24Mi verdad y mi misericordia estarán con él, y en mi nombre será exaltado su poder. 25Asimismo pondré su mano sobre el mar, y sobre los ríos su diestra. 26El me clamará: Mi padre eres tú, Mi Dios, y la roca de mi salvación. 27Yo también le pondré por primogénito, el más excelso de los reyes de la tierra. 28Para siempre le conservaré mi misericordia, y mi pacto será firme con él. 29Pondré su descendencia para siempre, y su trono como los días de los cielos. 30Si dejaren sus hijos mi ley, y no anduvieren en mis juicios, 31Si profanaren mis estatutos, y no guardaren mis mandamientos, 32Entonces castigaré con vara su rebelión, y con azotes sus iniquidades. 33Mas no quitaré de él mi misericordia, ni falsearé mi verdad. 34No olvidaré mi pacto, ni mudaré lo que ha salido de mis labios. 35Una vez he jurado por mi santidad, y no mentiré a David. 36Su descendencia será para siempre, y su trono como el sol delante de mí. 37Como la luna será firme para siempre, y como un testigo fiel en el cielo.” (Sal. 89:19-27)

 

Consecuencias de esperar la salvación de Dios,…

 

123Mis ojos desfallecieron por tu salvación, y por la palabra de tu justicia.” (Sal. 119:123)

 

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