Meteré en el fuego la tercera parte
¿Por
qué Jesús mete a la tercera parte de Jerusalén en el fuego?
“1Y tú, hijo de
hombre, tómate un cuchillo agudo,
toma una navaja de barbero, y hazla
pasar sobre tu cabeza y tu barba;
toma después una balanza de pesar y
divide los cabellos. 2Una tercera parte quemarás a fuego en medio de la ciudad, cuando se cumplan los días del asedio; y
tomarás una
tercera parte y la cortarás con
espada alrededor de la ciudad; y una
tercera parte esparcirás al viento,
y yo desenvainaré espada en pos de ellos.
3Tomarás también de allí unos pocos en
número, y los atarás en la falda
de tu manto. 4Y tomarás
otra vez de ellos, y los echarás en medio del fuego, y en el
fuego los quemarás; de allí saldrá el fuego
a toda
la casa de Israel. 5Así
ha dicho Jesús el Señor: Esta es Jerusalén;
la puse en medio de las naciones y de
las tierras alrededor de ella. 6Y ella cambió
mis decretos
y mis ordenanzas en impiedad más que las naciones, y más que las
tierras que están alrededor de ella; porque desecharon mis decretos y mis mandamientos, y
no anduvieron en ellos.” (Eze. 5:1-6 ver
además Eze. 5.7-17)
¿Jesús sopla sobre la casa de Israel fuego en su
furor,… para fundir lo que es escoria,…?
“17Vino a mí palabra de Jesús, diciendo: 18Hijo de hombre, la casa de Israel se me ha convertido en escoria; todos ellos son bronce y estaño y hierro y plomo en medio del horno; y en escorias de plata se convirtieron. 19Por tanto, así ha dicho Jesús el Señor: Por cuanto todos vosotros os habéis convertido en escorias, por tanto, he aquí que yo os reuniré en medio de Jerusalén. 20Como quien junta plata y bronce y hierro y plomo y estaño en medio del horno, para encender fuego en él para fundirlos, así os juntaré en mi furor y en mi ira, y os pondré allí, y os fundiré. 21Yo os juntaré y soplaré sobre vosotros en el fuego de mi furor, y en medio de él seréis fundidos. 22Como se funde la plata en medio del horno, así seréis fundidos en medio de él; y sabréis que yo Jesús habré derramado mi enojo sobre vosotros.” (Eze. 22:17-22)
¿En
el toque de las trompetas de los cuatro de los siete ángeles del Apocalipsis
8:6-3 se ve fuego y cae sobre la tercera parte de los árboles, hierba y mar?
“7El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo
[que sirve para barrer “el refugio de la
mentira” (Isa. 28:17)] y fuego [“la luz de
Israel es por fuego, y su Santo por llama que abrasa y consuma en un día
sus cardos y sus espinos” (Isa. 10:17)] mezclados con sangre [“la vida
de la carne” (Gén 9:5; Deut 12.23)],
que fueron lanzados sobre la tierra;
y la tercera parte de los árboles se quemó [la luz de Israel es por fuego, y su Santo por llama que abrasa
y consuma en un día sus cardos y sus espinos…y los árboles que queden en su
bosque serán en número que un niño los pueda contar” (Isa. 10:17-20)], y se quemó toda la
hierba verde. 8El segundo
ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en
fuego [“el
monte de Sion o Sion tiene fuego” (Isa. 31:9;
Joel 3:17-18) “que representa un reino que
jamás será destruido, este reino no será dejado a otro pueblo; desmenuzará y
consumirá a todos los otros reinos” (Dan 2:35-45; Isa. 51:16; Isa. 60:1-14)] fue precipitada en el mar; y la
tercera parte del mar se convirtió en sangre
[“la vida de la carne” (Gén 9:5; Deut
12.23)]. 9Y murió la tercera
parte de los seres vivientes que estaban en el
mar, y la tercera parte de
las naves
fue destruida. [“Y un ángel poderoso
tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó en
el mar, diciendo: Con el mismo ímpetu será derribada Babilonia, la gran
ciudad, y nunca más será hallada” (Apoc. 18:21; en esta trompeta el pueblo de Dios saca de su vida como
trapo asqueroso sus ídolos,… (Isa. 30:1-26)] 10El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran
estrella, ardiendo como
una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los
ríos, y sobre las fuentes de las aguas. 11Y el nombre de la estrella es Ajenjo [tienen que
buscar a Jesús los que convierten el juicio en ajenjo (Amos 5:7-8 ver además
Amos 5:4-27; Amos 6:11-14; ¿Por que no hay que convertir el juicio en ajenjo?
Efe. 4:31-32; Heb. 12:14-17)].
Y la tercera parte de las aguas [pueblos,
muchedumbres, naciones y lenguas (Apoc 17:15)] se convirtió en ajenjo [la
historia nos dice que cuando “Jesús da de comer ajenjo a Israel los esparce
entre naciones que ni ellos ni sus padres conocieron; y envía espada en pos de
ellos, hasta que los acaba” (Jer. 9:14; Oseas 10:1-8)]; y muchos hombres murieron a
causa de esas aguas, porque se hicieron amargas. [“7Se perdió el vino, enfermó la vid, gimieron
todos los que eran alegres de corazón. 8Cesó el regocijo de
los panderos, se acabó el estruendo de los que se alegran, cesó la alegría del
arpa. 9No beberán vino con cantar; la sidra les será
amarga a los que la bebieren. 10Quebrantada está la ciudad
por la vanidad; toda casa se ha cerrado, para que no entre nadie… 17Terror,
foso y red sobre ti, oh morador de la tierra. 18Y acontecerá que el
que huyere de la voz del terror caerá en el foso; y el que
saliere de en medio del foso será preso en la red; porque de lo alto se
abrirán ventanas, y temblarán los cimientos de la tierra. 19Será
quebrantada del todo la tierra, enteramente desmenuzada será la tierra, en
gran manera será la tierra conmovida. 20Temblará la tierra como
un ebrio, y será removida como una choza; y se agravará sobre
ella su pecado, y caerá, y nunca más se levantará. 21Acontecerá
en aquel día, que Jesús castigará al ejército de los cielos en lo
alto, y a los reyes de la tierra sobre la tierra. 22Y serán
amontonados como se amontona a los encarcelados en mazmorra, y en
prisión quedarán encerrados, y serán castigados después de muchos días.” (Isa.
24:7-22; Eze. 27:1-36. para ver que es amargo dejar a Jesús y faltar su temor
ver Jer. 2:19; Jer. 4:14-18 Para ver que el día de Jesús es amargo ver Sof.
1:14-18)] 12El cuarto ángel
tocó la trompeta, y fue herida la tercera
parte del
sol, y la tercera parte de la luna, y la
tercera parte de las estrellas, para
que se oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del
día [“4Oíd esto, los
que explotáis a los menesterosos, y arruináis a los pobres de la tierra,.. 7Jesús
juró por la gloria de Jacob: No me olvidaré jamás de todas sus obras. 8¿No
se estremecerá la tierra sobre esto? ¿No llorará todo habitante de ella?
Subirá toda, como un río, y crecerá y mermará como el río de Egipto. 9Acontecerá
en aquel día, dice Jesús el Señor, que haré que se ponga el sol a mediodía,
y cubriré de tinieblas la tierra en el día claro. 10Y cambiaré
vuestras fiestas en lloro, y todos vuestros cantares en lamentaciones; y
haré poner cilicio sobre todo lomo, y que se rape toda cabeza; y la volveré
como en llanto de unigénito, y su postrimería como día amargo… 11He
aquí vienen días, dice Jesús el Señor, en los cuales enviaré hambre a la
tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jesús.
12E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente
discurrirán buscando palabra de Jesús, y no la hallarán. 13En aquel
tiempo las doncellas hermosas y los jóvenes desmayarán de sed. 14Los
que juran por el pecado de Samaria, y dicen: Por tu Dios, oh Dan, y: Por el
camino de Beerseba, caerán, y nunca más se levantarán.” (Amos 8:4-14)], y asimismo de la noche.
[“23La luna se avergonzará, y el sol se
confundirá, cuando Jesús de los ejércitos reine en el monte de Sion y
en Jerusalén, y delante de sus ancianos sea glorioso.” (Isa.
24:23)] 13Y miré, y oí a un ángel volar por en medio del
cielo, diciendo a gran voz: ¡Ay, ay, ay, de los
que moran en la tierra, a causa de los otros toques de trompeta que están para
sonar los tres ángeles!” (Apoc. 8:6-13)
¿En
el toque del sexto ángel se ve fuego, zafiro y azufre,… que produce la muerte
de la tercera parte de los hombres?
“13El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de
entre los cuatro cuernos del altar de oro
que estaba delante de Dios, 14diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Eufrates. 15Y fueron desatados
los cuatro ángeles que estaban preparados
para la hora, día, mes y año, a fin de matar a
la tercera parte de los hombres. 16Y el número de los
ejércitos de los jinetes era doscientos millones.
Yo oí su número. 17Así vi en visión los
caballos y a sus jinetes,
los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas
de leones; y de su boca salían
fuego, humo y azufre. 18Por
estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres;
por el fuego, el humo y el azufre que
salían de su boca. 19Pues el poder de
los caballos estaba en su boca y en sus colas; porque sus colas, semejantes a
serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban. 20Y los
otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se
arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de
oro, de plata, de w, de
piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni
oír, ni andar; 21y no se arrepintieron
de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos.”
(Apoc. 9:13-21)