Desfallecerá el corazón de los egipcios
¿En el día de Jesús toda mano se debilita, y desfallece
todo corazón de hombre,…?
“6Aullad,
porque cerca está el día de Jesús;
vendrá como asolamiento del Todopoderoso. 7Por tanto, toda mano se debilitará, y desfallecerá todo corazón de hombre, 8y se llenarán de terror; angustias
y dolores se apoderarán de ellos; tendrán dolores como mujer de parto; se asombrará cada cual al mirar a
su compañero; sus rostros, rostros de llamas. 9He aquí el día de Jesús viene, terrible, y de
indignación y ardor de ira, para
convertir la tierra en soledad, y raer de ella a sus pecadores. 10Por
lo cual las estrellas de los cielos y
sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor. 11Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré
la altivez
de los fuertes. 12Haré más
precioso que el oro fino al varón, y más que el oro de
Ofir al hombre.
13Porque haré estremecer los cielos,
y la tierra se moverá de su lugar, en
la indignación de Jesús de los ejércitos, y en
el día del ardor de su ira. 14Y como gacela perseguida, y
como oveja sin pastor, cada cual mirará hacia su
pueblo, y cada uno huirá a su
tierra. 15Cualquiera que sea hallado será alanceado; y cualquiera
que por ellos sea tomado, caerá a espada. 16Sus niños serán
estrellados delante de ellos; sus casas
serán saqueadas, y violadas sus mujeres.
17He aquí que yo despierto contra ellos a
los medos, que no se ocuparán de la plata, ni codiciarán oro.
18Con arco tirarán a los niños, y no tendrán misericordia del fruto del
vientre, ni su ojo perdonará a los hijos. 19Y Babilonia, hermosura de reinos y ornamento de la grandeza de los
caldeos, será como Sodoma y Gomorra, a las que trastornó Dios. 20Nunca
más será habitada, ni se morará en ella de generación en generación; ni levantará allí tienda el árabe, ni pastores tendrán allí majada; 21sino
que dormirán allí las fieras del desierto, y sus casas se llenarán de hurones; allí habitarán avestruces, y allí saltarán las cabras salvajes. 22En sus palacios aullarán hienas,
y chacales en sus casas de deleite; y cercano a llegar está su tiempo, y sus días no se alargarán.” (Isa.
13:6-8) ¿Quién es probado y saldrá como oro? “10Mas él
conoce mi camino; Me probará, y
saldré como oro. 11Mis pies han seguido sus pisadas; Guardé su camino, y no me
aparté. 12Del mandamiento de sus labios nunca me separé; Guardé las palabras de su boca más
que mi comida.” (Job. 3:10-12) ¿Cómo
hay que comportarse cuando el corazón desfallece? “26Mi carne y mi corazón desfallecen;
Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre. 27Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán;
Tú destruirás a
todo aquel que de ti se aparta.
28Pero en cuanto a mí, el acercarme a
Dios es el bien; He puesto en Jesús el Señor
mi esperanza, Para contar todas tus
obras.” (Sal. 73:26-28)
¿En el
día que Judá y Jerusalén y la hija de su pueblo,… es visitada por
quebrantamiento del norte,… el corazón del rey y de los príncipes
desfallece,…?
“5Anunciad en Judá, y
proclamad en Jerusalén, y decid:
Tocad trompeta en la tierra; pregonad, juntaos, y decid: Reuníos, y entrémonos
en las ciudades fortificadas. 6Alzad bandera en Sion,
huid, no os detengáis; porque yo hago venir mal
del norte,
y quebrantamiento grande. 7El león
sube de la espesura, y el destruidor de naciones está en marcha, y ha salido de su lugar para poner tu tierra en desolación;
tus ciudades quedarán asoladas y sin morador. 8Por esto vestíos de
cilicio, endechad y aullad; porque la ira de Jesús no se ha
apartado de nosotros. 9En
aquel día, dice Jesús, desfallecerá el corazón
del rey y el corazón de los príncipes, y los
sacerdotes estarán atónitos, y se maravillarán los profetas. 10Y dije: ¡Ay, ay, Jesús
Dios! Verdaderamente en gran manera has engañado
a este pueblo y a Jerusalén, diciendo: Paz
tendréis; pues la espada ha venido hasta el alma. 11En aquel tiempo se dirá a este pueblo y a
Jerusalén: Viento seco de
las alturas del desierto vino a la hija
de mi pueblo, no para aventar, ni para limpiar.
12Viento más vehemente que este vendrá a mí; y ahora yo pronunciaré
juicios contra ellos.” (Jer. 4:5-12)
¿Cuando
Jesús restaure la gloria de Jacob así como la gloria de Israel,… el escudo de sus valientes estarán enrojecidos,…
entonces la reina ira
cautiva,… porque así cómo en Nínive huyeron sus habitantes con el corazón desfallecido,… por llenar
sus casas de robo,… así la misma suerte le toca a león y la leona,…
ya que por llenar de presa sus cavernas, y de robo sus guaridas, Jesús esta
en contra de ellos y enciende y reduciré a humo sus carros, y espada devorará
sus leoncillos; y además corta de la tierra su robo, y nunca más se oirá la voz
de sus mensajeros?
“1Subió
destruidor contra ti; guarda la
fortaleza, vigila el camino, cíñete
los lomos, refuerza mucho tu poder. 2Porque Jesús restaurará la gloria
de Jacob como la gloria de Israel; porque saqueadores los saquearon, y estropearon sus mugrones. 3El escudo de sus valientes
estará enrojecido, los varones de su ejército vestidos de grana; el carro
como fuego de antorchas; el día que se prepare, temblarán las hayas. 4Los carros se precipitarán a las plazas, con estruendo rodarán por las calles; su
aspecto será como antorchas
encendidas, correrán como relámpagos. 5Se acordará él de sus valientes; se atropellarán en su marcha; se apresurarán a su muro, y la defensa se preparará. 6Las
puertas de los ríos se abrirán, y el palacio será destruido. 7Y la reina será
cautiva; mandarán que suba, y sus criadas
la llevarán gimiendo como palomas, golpeándose
sus pechos. 8Fue Nínive de tiempo antiguo como estanque de aguas; pero ellos huyen. Dicen: ¡Deteneos,
deteneos!; pero ninguno mira. 9Saquead
plata,
saquead oro;
no hay fin de las riquezas y suntuosidad de toda clase de efectos codiciables.
10Vacía,
agotada y desolada está, y el corazón desfallecido; temblor
de rodillas,
dolor en las entrañas, rostros demudados. 11¿Qué es de la
guarida de los leones,
y de la majada de los cachorros de los leones, donde se recogía el león y la leona, y los cachorros del
león, y no había quien los espantase?
12El león arrebataba en
abundancia para sus cachorros, y
ahogaba para sus leonas, y llenaba de presa sus cavernas, y de robo
sus guaridas. 13Heme aquí
contra ti, dice Jesús de los ejércitos. Encenderé y reduciré a humo tus carros,
y espada devorará tus leoncillos; y
cortaré de la tierra tu robo,
y nunca más se oirá la voz de tus mensajeros.”
(Nah. 2:1-13)
¿De
quienes desfalleció el alma y clamaron a Jesús en su angustia y los libro de
sus aflicciones...?
“2Díganlo los redimidos de Jesús, Los que ha redimido del poder del enemigo, 3Y
los ha congregado de las tierras, Del oriente y del occidente, Del norte y del sur.
4Anduvieron perdidos por el desierto, por la
soledad sin camino, Sin hallar ciudad en donde vivir. 5Hambrientos y
sedientos, Su alma desfallecía en
ellos. 6Entonces clamaron
a Jesús en su angustia, Y los
libró de sus aflicciones. 7Los
dirigió por camino derecho, Para que viniesen a ciudad
habitable. 8Alaben la
misericordia de Jesús, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres. 9Porque
sacia al alma menesterosa, Y llena de
bien al alma hambrienta.” (Sal.
107:2-9)