Costas del Mar
¿Para qué servirán las
costas del mar después de que son destruidas hasta no dejar morador en su
tierra, tierra de filisteos,…?
“5¡Ay de los que moran en la costa del mar, del pueblo de los cereteos (en hebreo los que cortan o los verdugos)! La palabra
de Jesús es contra vosotros,
oh Canaán, tierra de los filisteos, y te haré destruir hasta no dejar morador.
6Y será la costa del mar praderas para pastores, y corrales de ovejas.
7Será aquel lugar para el
remanente de la casa de Judá; allí
apacentarán; en las casas de
Ascalón dormirán de noche; porque Jesús su Dios los visitará, y levantará su cautiverio.” (Sof. 2:5-7)
¿Quién
llega a poner fin a la soberbia de los filisteos,…? “5Verá Ascalón,
y temerá (aborrecerá
el mal,… Prov. 8:13); Gaza también, y se dolerá en
gran manera; asimismo Ecrón,
porque su esperanza será confundida;
y perecerá el rey de Gaza, y Ascalón no
será habitada. 6Habitará en Asdod (en hebreo fortaleza)
un extranjero, y pondré fin a la soberbia de los filisteos. 7Quitaré
la sangre de su boca, y sus abominaciones de entre sus dientes, y quedará
también un remanente para nuestro Dios, y serán como capitanes en Judá, y Ecrón será como el jebuseo.
8Entonces acamparé alrededor de mi casa como un guarda, para que
ninguno vaya ni venga, y no pasará más
sobre ellos el opresor; porque
ahora miraré con mis ojos. 9Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija
de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y
cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna. 10Y de Efraín destruiré los carros, y los
caballos de Jerusalén, y los arcos de guerra serán quebrados; y hablará paz a las naciones, y su señorío será de mar a mar, y desde el río
hasta los fines de la tierra. 11Y tú también (Efraín) por la sangre de tu pacto serás salva; yo he sacado tus presos
de la cisterna en que no hay agua. 12Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de
esperanza; hoy también os anuncio que os restauraré el doble. 13Porque he entesado para mí a Judá como arco, e hice a Efraín su flecha,
y despertaré a tus hijos, oh Sion,
contra tus hijos, oh Grecia, y te pondré como espada de valiente. 14Y
Jesús será visto sobre ellos, y su
dardo saldrá como relámpago; y Jesús el Señor tocará trompeta, e irá
entre torbellinos del austro.
15Jesús de los ejércitos los amparará, y ellos devorarán, y hollarán las piedras de la honda, y beberán, y harán
estrépito como tomados de vino; y se llenarán como tazón, o como cuernos
del altar. 16Y los
salvará en aquel día Jesús su Dios como rebaño de su pueblo; porque
como piedras de diadema serán enaltecidos en su tierra. 17Porque
¡cuánta es su bondad, y cuánta
su hermosura! El trigo alegrará a los
jóvenes, y el vino a las doncellas.” (Zac. 9:5-17)