Los Mandamientos de Dios

 

13El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.” (Ecle. 12:13)

 

¿Qué son los mandamientos de Dios,…?

 

8Los mandamientos de Jesús son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jesús es puro, que alumbra los ojos.” (Sal. 119:8) “128Por eso estimé rectos todos tus mandamientos sobre todas las cosas, y aborrecí todo camino de mentira.” (Sal. 119:128)

 

7Las obras de sus manos son verdad y juicio; Fieles son todos sus mandamientos, 8Afirmados eternamente y para siempre, Hechos en verdad y en rectitud.” (Sal. 111:7-8)

 

86Todos tus mandamientos son verdad; Sin causa me persiguen; ayúdame.” (Sal. 119:86) “151Cercano estás , oh Jesús, y todos tus mandamientos son verdad.” (Sal. 119:151)

 

96A toda perfección he visto fin; Amplio sobremanera es tu mandamiento.” (Sal. 119:96)

 

172Hablará mi lengua tus dichos, porque todos tus mandamientos son justicia.” (Sal. 119:172)

 

23Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz, y camino de vida las reprensiones que te instruyen” (Prov. 6:23)

 

49Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar. 50Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho.” (Juan 12:49-50)

 

8Mas el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley el pecado está muerto. 9Y yo sin la ley vivía en un tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí. 10Y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte; 11porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató. 12De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno.” (Rom. 7:8-12)

 

¿Qué no son los mandamientos de Dios,…?

 

¿Los mandamientos de Dios no son gravosos,…?2En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. 3Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. 4Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. 5¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?” (1Juan 5:2-3)

 

¿Qué mandamientos dio Dios,…?

 

17Y guardaréis la fiesta de los panes sin levadura, porque en este mismo día saqué vuestras huestes de la tierra de Egipto; por tanto, guardaréis este mandamiento en vuestras generaciones por costumbre perpetua.” (Exo. 12:17)

 

28Y Jesús dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes? 29Mirad que Jesús os dio el día de sábado, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estese, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día. 30Así el pueblo reposó el séptimo día.” (Exo. 16:28-30)

 

3No tendrás dioses ajenos delante de . 4No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 5No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jesús tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 6y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. 7No tomarás el nombre de Jesús tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jesús al que tomare su nombre en vano. 8Acuérdate del día de sábado para santificarlo. 9Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; 10mas el séptimo día es sábado para Jesús tu Dios; no hagas en él obra alguna, , ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. 11Porque en seis días hizo Jesús los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jesús bendijo el día de sábado y lo santificó. 12Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jesús tu Dios te da. 13No matarás. 14No cometerás adulterio. 15No hurtarás. 16No hablarás contra tu prójimo falso testimonio. 17No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.” (Exo. 20:28) “7No tendrás dioses ajenos delante de .8No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 9No te inclinarás a ellas ni las servirás; porque yo soy Jesús tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 10y que hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. 11No tomarás el nombre de Jesús tu Dios en vano; porque Jesús no dará por inocente al que tome su nombre en vano. 12Guardarás el día de sábado para santificarlo, como Jesús tu Dios te ha mandado. 13Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; 14mas el séptimo día es sábado a Jesús tu Dios; ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu siervo y tu sierva como . 15Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jesús tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jesús tu Dios te ha mandado que guardes el día de sábado. 16Honra a tu padre y a tu madre, como Jesús tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jesús tu Dios te da. 17No matarás. 18No cometerás adulterio. 19No hurtarás. 20No dirás falso testimonio contra tu prójimo. 21No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.” (Deut. 5:7-21)

 

¿Qué mandamiento da Dios en contra de los sacerdotes que no son como Leví,…?1Ahora, pues, oh sacerdotes, para vosotros es este mandamiento. 2Si no oyereis, y si no decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ha dicho Jesús de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones; y aun las he maldecido, porque no os habéis decidido de corazón. 3He aquí, yo os dañaré la sementera, y os echaré al rostro el estiércol, el estiércol de vuestros animales sacrificados, y seréis arrojados juntamente con él. 4Y sabréis que yo os envié este mandamiento, para que fuese mi pacto con Leví, ha dicho Jesús de los ejércitos. 5Mi pacto con él fue de vida y de paz, las cuales cosas yo le di para que me temiera; y tuvo temor de , y delante de mi nombre estuvo humillado. 6La ley de verdad estuvo en su boca, e iniquidad no fue hallada en sus labios; en paz y en justicia anduvo conmigo, y a muchos hizo apartar de la iniquidad. 7Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley; porque mensajero es de Jesús de los ejércitos. 8Más vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Leví, dice Jesús de los ejércitos. 9Por tanto, yo también os he hecho viles y bajos ante todo el pueblo, así como vosotros no habéis guardado mis caminos, y en la ley hacéis acepción de personas.” (Mal. 2:1-9)

 

23Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado” (1Juan 3:23)

 

20Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? 21Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.” (1Juan 4:20-21)

 

¿Qué tienen los mandamientos,…?

 

¿Los mandamientos de Dios tienen caminos,…?27Hazme entender el camino de tus mandamientos, para que medite en tus maravillas.” (Sal. 119:27) “32Por el camino de tus mandamientos correré, cuando ensanches mi corazón.” (Sal. 119:32)

 

¿Los mandamientos de Dios tienen la palabra de Dios,…?9¿A quién se enseñará ciencia, o a quién se hará entender doctrina? ¿A los destetados? ¿A los arrancados de los pechos? 10Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; 11porque en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo, 12a los cuales él dijo: Este es el reposo; dad reposo al cansado; y este es el refrigerio; mas no quisieron oír. 13La palabra, pues, de Jesús les será mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; hasta que vayan y caigan de espaldas, y sean quebrantados, enlazados y presos.” (Isa. 28:9-13)

 

¿Qué se debía hacer cuando los hijos de Israel pecaren por yerro en alguno de los mandamientos de Jesús,…?

 

1Habló Jesús a Moisés, diciendo: 2Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguna persona pecare por yerro en alguno de los mandamientos de Jesús sobre cosas que no se han de hacer, e hiciere alguna de ellas; 3si el sacerdote ungido pecare según el pecado del pueblo, ofrecerá a Jesús, por su pecado que habrá cometido, un becerro sin defecto para expiación. 4Traerá el becerro a la puerta del tabernáculo de reunión delante de Jesús, y pondrá su mano sobre la cabeza del becerro, y lo degollará delante de Jesús. 5Y el sacerdote ungido tomará de la sangre del becerro, y la traerá al tabernáculo de reunión; 6y mojará el sacerdote su dedo en la sangre, y rociará de aquella sangre siete veces delante de Jesús, hacia el velo del santuario. 7Y el sacerdote pondrá de esa sangre sobre los cuernos del altar del incienso aromático, que está en el tabernáculo de reunión delante de Jesús; y echará el resto de la sangre del becerro al pie del altar del holocausto, que está a la puerta del tabernáculo de reunión. 8Y tomará del becerro para la expiación toda su grosura, la que cubre los intestinos, y la que está sobre las entrañas, 9los dos riñones, la grosura que está sobre ellos, y la que está sobre los ijares; y con los riñones quitará la grosura de sobre el hígado, 10de la manera que se quita del buey del sacrificio de paz; y el sacerdote la hará arder sobre el altar del holocausto. 11Y la piel del becerro, y toda su carne, con su cabeza, sus piernas, sus intestinos y su estiércol, 12en fin, todo el becerro sacará fuera del campamento a un lugar limpio, donde se echan las cenizas, y lo quemará al fuego sobre la leña; en donde se echan las cenizas será quemado.” (Lev. 4:1-12)

 

¿Qué se debía hacer cuando la congregación de Israel pecaba por yerro en alguno de los mandamientos de Jesús,… y fuera culpable,…?

 

13Si toda la congregación de Israel hubiere errado, y el yerro estuviere oculto a los ojos del pueblo, y hubieren hecho algo contra alguno de los mandamientos de Jesús en cosas que no se han de hacer, y fueren culpables; 14luego que llegue a ser conocido el pecado que cometieren, la congregación ofrecerá un becerro por expiación, y lo traerán delante del tabernáculo de reunión. 15Y los ancianos de la congregación pondrán sus manos sobre la cabeza del becerro delante de Jesús, y en presencia de Jesús degollarán aquel becerro. 16Y el sacerdote ungido meterá de la sangre del becerro en el tabernáculo de reunión, 17y mojará el sacerdote su dedo en la misma sangre, y rociará siete veces delante de Jesús hacia el velo. 18Y de aquella sangre pondrá sobre los cuernos del altar que está delante de Jesús en el tabernáculo de reunión, y derramará el resto de la sangre al pie del altar del holocausto, que está a la puerta del tabernáculo de reunión. 19Y le quitará toda la grosura y la hará arder sobre el altar. 20Y hará de aquel becerro como hizo con el becerro de la expiación; lo mismo hará de él; así hará el sacerdote expiación por ellos, y obtendrán perdón. 21Y sacará el becerro fuera del campamento, y lo quemará como quemó el primer becerro; expiación es por la congregación.” (Lev. 4:13-21)

 

22Y cuando errareis, y no hiciereis todos estos mandamientos que Jesús ha dicho a Moisés, 23todas las cosas que Jesús os ha mandado por medio de Moisés, desde el día que Jesús lo mandó, y en adelante por vuestras edades, 24si el pecado fue hecho por yerro con ignorancia de la congregación, toda la congregación ofrecerá un novillo por holocausto en olor grato a Jesús, con su ofrenda y su libación conforme a la ley, y un macho cabrío en expiación.” (Núm. 15:22-24)

 

¿Qué se debía hacer cuando la congregación de Israel pecaba por yerro en alguno de los mandamientos de Jesús,… y fuera culpable,…?

 

22Cuando pecare un jefe, e hiciere por yerro algo contra alguno de todos los mandamientos de Jesús su Dios sobre cosas que no se han de hacer, y pecare; 23luego que conociere su pecado que cometió, presentará por su ofrenda un macho cabrío sin defecto. 24Y pondrá su mano sobre la cabeza del macho cabrío, y lo degollará en el lugar donde se degüella el holocausto, delante de Jesús; es expiación. 25Y con su dedo el sacerdote tomará de la sangre de la expiación, y la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y derramará el resto de la sangre al pie del altar del holocausto, 26y quemará toda su grosura sobre el altar, como la grosura del sacrificio de paz; así el sacerdote hará por él la expiación de su pecado, y tendrá perdón.” (Lev. 4:22-26)

 

¿Qué se debía hacer cuando una persona del pueblo pecaba por yerro en alguno de los mandamientos de Jesús,…?

 

27Si alguna persona del pueblo pecare por yerro, haciendo algo contra alguno de los mandamientos de Jesús en cosas que no se han de hacer, y delinquiere; 28luego que conociere su pecado que cometió, traerá por su ofrenda una cabra, una cabra sin defecto, por su pecado que cometió. 29Y pondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda de la expiación, y la degollará en el lugar del holocausto. 30Luego con su dedo el sacerdote tomará de la sangre, y la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y derramará el resto de la sangre al pie del altar. 31Y le quitará toda su grosura, de la manera que fue quitada la grosura del sacrificio de paz; y el sacerdote la hará arder sobre el altar en olor grato a Jesús; así hará el sacerdote expiación por él, y será perdonado.32Y si por su ofrenda por el pecado trajere cordero, hembra sin defecto traerá. 33Y pondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda de expiación, y la degollará por expiación en el lugar donde se degüella el holocausto. 34Después con su dedo el sacerdote tomará de la sangre de la expiación, y la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y derramará el resto de la sangre al pie del altar. 35Y le quitará toda su grosura, como fue quitada la grosura del sacrificio de paz, y el sacerdote la hará arder en el altar sobre la ofrenda encendida a Jesús; y le hará el sacerdote expiación de su pecado que habrá cometido, y será perdonado.” (Lev. 4:27-31)

 

¿Qué se debía hacer cuando una persona pecaba en alguno de los mandamientos de Jesús a sabiendas,…?

 

17Finalmente, si una persona pecare, o hiciere alguna de todas aquellas cosas que por mandamiento de Jesús no se han de hacer, aun sin hacerlo a sabiendas, es culpable, y llevará su pecado. 18Traerá, pues, al sacerdote para expiación, según tú lo estimes, un carnero sin defecto de los rebaños; y el sacerdote le hará expiación por el yerro que cometió por ignorancia, y será perdonado. 19Es infracción, y ciertamente delinquió contra Jesús.” (Lev. 5:17-19)

 

¿Qué se puede pedir a Dios si guardamos sus mandamientos,…?

 

¿Se puede pedir cualquier cosa a Dios si guardamos sus mandamientos,…?21Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios; 22y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él.” (1Juan 3:21-22)

 

¿Qué dijo Dios a Moisés que hagan los Israelitas para que se acuerden de los mandamientos de Dios,…?

 

37Y Jesús habló a Moisés, diciendo: 38Habla a los hijos de Israel, y diles que se hagan franjas en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones; y pongan en cada franja de los bordes un cordón de azul. 39Y os servirá de franja, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos de Jesús, para ponerlos por obra; y no miréis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los cuales os prostituyáis. 40Para que os acordéis, y hagáis todos mis mandamientos, y seáis santos a vuestro Dios. 41Yo Jesús vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para ser vuestro Dios. Yo Jesús vuestro Dios.” (Núm. 15:37-41)

 

¿Qué dijo Dios que hay que hacer para que se pueda guardar los mandamientos,… o que debemos hacer para guardar los mandamientos de Dios,…?

 

            2No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jesús vuestro Dios que yo os ordeno.” (Deut. 4:2)

 

1Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jesús tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jesús tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.” (Deut. 28:1)

 

¿Hay que amar a Jesús para cumplir sus mandamientos,…?11Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos. 12No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos? 13Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos? 14Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas. 15Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; 16porque yo te mando hoy que ames a Jesús tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jesús tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.” (Deut. 30:11-16)

 

¿Hay que amar a Dios y ser diligentes para cumplir los mandamientos de Dios,…?5Solamente que con diligencia cuidéis de cumplir el mandamiento y la ley que Moisés siervo de Jesús os ordenó: que améis a Jesús vuestro Dios, y andéis en todos sus caminos; que guardéis sus mandamientos, y le sigáis a él, y le sirváis de todo vuestro corazón y de toda vuestra alma.” (Jos. 22:5)

 

¿Hay que pedir a Dios que nuestro corazón este inclinado hacia él para poder guardar sus mandamientos,…?56Bendito sea Jesús, que ha dado paz a su pueblo Israel, conforme a todo lo que él había dicho; ninguna palabra de todas sus promesas que expresó por Moisés su siervo, ha faltado. 57Esté con nosotros Jesús nuestro Dios, como estuvo con nuestros padres, y no nos desampare ni nos deje. 58Incline nuestro corazón hacia él, para que andemos en todos sus caminos, y guardemos sus mandamientos y sus estatutos y sus decretos, los cuales mandó a nuestros padres.” (1Rey. 8:56-58)

 

115Apartaos de mí, malignos, pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.” (Sal. 119:115)

 

¿Qué función tiene el mandamiento cuando pecamos,…?

 

¿El mandamiento hace que el pecado reviva,…?8Mas el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley el pecado está muerto. 9Y yo sin la ley vivía en un tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí. 10Y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte; 11porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató. 12De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno. 13¿Luego lo que es bueno, vino a ser muerte para ? En ninguna manera; sino que el pecado, para mostrarse pecado, produjo en mí la muerte por medio de lo que es bueno, a fin de que por el mandamiento el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso.” (Rom. 7:8-13)

 

¿Qué dijo Dios que se tiene que hacer a profeta o soñador que contradiga a los mandamientos de Dios,…?

 

1Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, 2y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; 3no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jesús vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jesús vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma. 4En pos de Jesús vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis. 5Tal profeta o soñador de sueños ha de ser muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra Jesús vuestro Dios que te sacó de tierra de Egipto y te rescató de casa de servidumbre, y trató de apartarte del camino por el cual Jesús tu Dios te mandó que anduvieses; y así quitarás el mal de en medio de ti.” (Deut. 13:1-5)

 

¿Qué dijo Dios que tienen que actuar cundo una persona infringe el mandamiento que dice no mataras,…?

 

1Cuando Jesús tu Dios destruya a las naciones cuya tierra Jesús tu Dios te da a ti, y tú las heredes, y habites en sus ciudades, y en sus casas; 2te apartarás tres ciudades en medio de la tierra que Jesús tu Dios te da para que la poseas. 3Arreglarás los caminos, y dividirás en tres partes la tierra que Jesús tu Dios te dará en heredad, y será para que todo homicida huya allí. 4Y este es el caso del homicida que huirá allí, y vivirá: aquel que hiriere a su prójimo sin intención y sin haber tenido enemistad con él anteriormente; 5como el que fuere con su prójimo al monte a cortar leña, y al dar su mano el golpe con el hacha para cortar algún leño, saltare el hierro del cabo, y diere contra su prójimo y éste muriere; aquél huirá a una de estas ciudades, y vivirá; 6no sea que el vengador de la sangre, enfurecido, persiga al homicida, y le alcance por ser largo el camino, y le hiera de muerte, no debiendo ser condenado a muerte por cuanto no tenía enemistad con su prójimo anteriormente. 7Por tanto yo te mando, diciendo: Separarás tres ciudades. 8Y si Jesús tu Dios ensanchare tu territorio, como lo juró a tus padres, y te diere toda la tierra que prometió dar a tus padres, 9siempre y cuando guardares todos estos mandamientos que yo te prescribo hoy, para ponerlos por obra; que ames a Jesús tu Dios y andes en sus caminos todos los días; entonces añadirás tres ciudades más a estas tres, 10para que no sea derramada sangre inocente en medio de la tierra que Jesús tu Dios te da por heredad, y no seas culpado de derramamiento de sangre. 11Pero si hubiere alguno que aborreciere a su prójimo y lo acechare, y se levantare contra él y lo hiriere de muerte, y muriere; si huyere a alguna de estas ciudades, 12entonces los ancianos de su ciudad enviarán y lo sacarán de allí, y lo entregarán en mano del vengador de la sangre para que muera. 13No le compadecerás; y quitarás de Israel la sangre inocente, y te irá bien. 14En la heredad que poseas en la tierra que Jesús tu Dios te da, no reducirás los límites de la propiedad de tu prójimo, que fijaron los antiguos.” (Deut. 19:1-14)

 

¿Qué hizo Dios para que Israel los mandamientos de Dios,…?

 

5El estableció testimonio en Jacob, y puso ley en Israel, la cual mandó a nuestros padres que la notificasen a sus hijos; 6Para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán; Y los que se levantarán lo cuenten a sus hijos, 7A fin de que pongan en Dios su confianza, y no se olviden de las obras de Dios; Que guarden sus mandamientos, 8Y no sean como sus padres, Generación contumaz y rebelde;” (Sal. 78:5-8)

 

¿Qué hace Dios con los que se desvían de sus mandamientos,…?

 

21Reprendiste a los soberbios, los malditos, que se desvían de tus mandamientos.” (Sal. 119:21)

 

¿Qué dijo Dios que haría con los hijos de David si no guardaban los mandamientos de Dios,…?

 

30Si dejaren sus hijos mi ley, y no anduvieren en mis juicios, 31Si profanaren mis estatutos, y no guardaren mis mandamientos, 32Entonces castigaré con vara su rebelión, y con azotes sus iniquidades. 33Mas no quitaré de él mi misericordia, ni falsearé mi verdad. 34No olvidaré mi pacto, ni mudaré lo que ha salido de mis labios. 35Una vez he jurado por mi santidad, y no mentiré a David.” (Sal. 89:30-35)

 

¿Qué utiliza Dios para hacer sus mandamientos,…?

 

7Las obras de sus manos son verdad y juicio; Fieles son todos sus mandamientos, 8Afirmados eternamente y para siempre, Hechos en verdad y en rectitud.” (Sal. 111:7-8)

 

¿Qué hay que pedir a Dios para caminar por los caminos de los mandamientos de Dios,…?

 

32Por el camino de tus mandamientos correré, cuando ensanches mi corazón.” (Sal. 119:32)

 

¿Qué hubiera pasado si el pueblo de Israel atendía a los mandamientos de Dios,…?

 

17Así ha dicho Jesús, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jesús Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir. 18¡Oh, si hubieras atendido a mis mandamientos! Fuera entonces tu paz como un río, y tu justicia como las ondas del mar. 19Fuera como la arena tu descendencia, y los renuevos de tus entrañas como los granos de arena; nunca su nombre sería cortado, ni raído de mi presencia.” (Isa. 48:17-19)

 

¿Qué mandamiento de todos es el más grande en la ley,…?

 

34Entonces los fariseos, oyendo que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a una. 35Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: 36Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? 37Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38Este es el primero y grande mandamiento. 39Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 40De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.” (Mat. 22:34-39)

 

28Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? 29Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. 30Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. 31Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. 32Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; 33y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios. 34Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle.” (Mar. 12:28-34)

 

¿Qué mandamiento recibió Jesús departe de su Padre,…?

 

            18Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.” (Juan 10:18)

 

¿Qué mandamiento dio Cristo,…?

 

34Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. 35En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.” (Juan 13:34-35)

 

12Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. 13Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. 14Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.” (Juan 15:12-14)

 

¿Qué mandamientos se abolieron Jesucristo en su carne,…?

 

14Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, 15aboliendo en su carne las enemistades, La ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, 16y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. 17Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; 18porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. 19Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, 20edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, 21en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; 22en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.” (Efe. 2:14-18)

 

1Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo, 2a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz; 3sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre. 4Considerad, pues, cuán grande era éste, a quien aun Abraham el patriarca dio diezmos del botín. 5Ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es decir, de sus hermanos, aunque éstos también hayan salido de los lomos de Abraham. 6Pero aquel cuya genealogía no es contada de entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía las promesas. 7Y sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor. 8Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales; pero allí, uno de quien se da testimonio de que vive. 9Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo también Leví, que recibe los diezmos; 10porque aún estaba en los lomos de su padre cuando Melquisedec le salió al encuentro. 11Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio levítico (porque bajo él recibió el pueblo la ley), ¿qué necesidad habría aún de que se levantase otro sacerdote, según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón? 12Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley; 13y aquel de quien se dice esto, es de otra tribu, de la cual nadie sirvió al altar. 14Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio. 15Y esto es aun más manifiesto, si a semejanza de Melquisedec se levanta un sacerdote distinto, 16no constituido conforme a la ley del mandamiento acerca de la descendencia, sino según el poder de una vida indestructible. 17Pues se da testimonio de él: Tú eres sacerdote para siempre, Según el orden de Melquisedec. 18Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia 19(pues nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios. 20Y esto no fue hecho sin juramento; 21porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes; pero éste, con el juramento del que le dijo: Juró el Señor, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec. 22Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto. 23Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; 24mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; 25por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. 26Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos; 27que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. 28Porque la ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres; pero la palabra del juramento, posterior a la ley, al Hijo, hecho perfecto para siempre.” (Heb. 7:1-28)

 

1Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, 2ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre. 3Porque todo sumo sacerdote está constituido para presentar ofrendas y sacrificios; por lo cual es necesario que también éste tenga algo que ofrecer. 4Así que, si estuviese sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo aún sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley; 5los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte. 6Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. 7Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo. 8Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el Señor, En que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto; 9No como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; Porque ellos no permanecieron en mi pacto, y yo me desentendí de ellos, dice el Señor. 10Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; Y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo; 11Y ninguno enseñará a su prójimo, Ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; Porque todos me conocerán, desde el menor hasta el mayor de ellos. 12Porque seré propicio a sus injusticias, y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades. 13Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer.” (Heb. 8:1-13)

 

1Ahora bien, aun el primer pacto tenía ordenanzas de culto y un santuario terrenal. 2Porque el tabernáculo estaba dispuesto así: en la primera parte, llamada el Lugar Santo, estaban el candelabro, la mesa y los panes de la proposición. 3Tras el segundo velo estaba la parte del tabernáculo llamada el Lugar Santísimo, 4el cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto; 5y sobre ella los querubines de gloria que cubrían el propiciatorio;  de las cuales cosas no se puede ahora hablar en detalle. 6Y así dispuestas estas cosas, en la primera parte del tabernáculo entran los sacerdotes continuamente para cumplir los oficios del culto; 7pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una vez al año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo; 8dando el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo, entre tanto que la primera parte del tabernáculo estuviese en pie. 9Lo cual es símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto, 10ya que consiste sólo de comidas y bebidas, de diversas abluciones, y ordenanzas acerca de la carne, impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas. 11Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, 12y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención. 13Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne, 14¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo? 15Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto,  para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna. 16Porque donde hay testamento, es necesario que intervenga muerte del testador. 17Porque el testamento con la muerte se confirma; pues no es válido entre tanto que el testador vive. 18De donde ni aun el primer pacto fue instituido sin sangre. 19Porque habiendo anunciado Moisés todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el mismo libro y también a todo el pueblo, 20diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os ha mandado. 21Y además de esto, roció también con la sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio. 22Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión. 23Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos. 24Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios; 25y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. 26De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado. 27Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, 28así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.” (Heb. 9:1-28)

 

1Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan. 2De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. 3Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados; 4porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados. 5Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo. 6Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. 7Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, Como en el rollo del libro está escrito de .  8Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), 9y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último. 10En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. 11Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; 12pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, 13de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies; 14porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. 15Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho: 16Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las escribiré, 17añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones. 18Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado. 19Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, 20por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, 21y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, 22acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. 23Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. 24Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 25no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. 26Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, 27sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. 28El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. 29¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? 30Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. 31¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!” (Heb. 10:1-30) Observe que de la ley de Moisés se elimina los sacrificios, ofrendas, holocaustos y expiaciones,… (Heb. 10:6-12) el resto de la ley o está eliminada ya que el versículo de Hebreos 10:26-28 es claro en decir: “Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, 27sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente” (Heb. 10:26-28)

 

¿Qué mandamiento es con promesa,…?

 

1Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. 2Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; 3para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.” (Efe. 5:1-3)

 

¿Para qué da Dios mandamientos a los hombres,…?

 

¿Los mandamientos de Dios salvan,…?3Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, Porque tú eres mi roca y mi fortaleza.” (Sal. 71:3)

 

¿Para que utiliza Dios sus mandamientos,…?

 

¿Dios utiliza sus mandamientos para vivificar a los hombres,…?93Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos, porque con ellos me has vivificado.” (Sal. 119:93)

 

¿Dios utiliza sus mandamientos para hacer sabio a las personas,…?98Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, porque siempre están conmigo.” (Sal. 119:98)

 

¿Dios utiliza los mandamientos para poner orden,…?22Jesús me poseía en el principio, ya de antiguo, antes de sus obras. 23Eternamente tuve el principado, desde el principio, antes de la tierra. 24Antes de los abismos fui engendrada; Antes que fuesen las fuentes de las muchas aguas. 25Antes que los montes fuesen formados, antes de los collados, ya había sido yo engendrada; 26No había aún hecho la tierra, ni los campos, ni el principio del polvo del mundo. 27Cuando formaba los cielos, allí estaba yo; Cuando trazaba el círculo sobre la faz del abismo; 28Cuando afirmaba los cielos arriba, cuando afirmaba las fuentes del abismo; 29Cuando ponía al mar su estatuto, para que las aguas no traspasasen su mandamiento; Cuando establecía los fundamentos de la tierra, 30Con él estaba yo ordenándolo todo, y era su delicia de día en día, teniendo solaz delante de él en todo tiempo. 31Me regocijo en la parte habitable de su tierra; y mis delicias son con los hijos de los hombres.” (Prov. 8:22-31)

 

¿Los mandamientos de Dios sirven para darse a conocer,…?25Y al que puede confirmaros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos, 26pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe, 27al único y sabio Dios, sea gloria mediante Jesucristo para siempre. Amén.” (Rom. 16:25-27)

 

¿Para qué sirve los mandamientos de Dios,…?

 

104De tus mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.” (Sal. 119:104)

 

¿Cuál es el mandamiento que resume toda la ley,…?

 

8No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. 9Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 10El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.” (Rom. 13:8-10)

 

¿Dónde escribió dio los diez mandamientos cuando le dio a Moisés,…?

 

27Y Jesús dijo a Moisés: Escribe tú estas palabras; porque conforme a estas palabras he hecho pacto contigo y con Israel. 28Y él estuvo allí con Jesús cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos.” (Exo. 34:27-28)

 

13Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra; los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra.” (Deut. 4:13)

 

3E hice un arca de madera de acacia, y labré dos tablas de piedra como las primeras, y subí al monte con las dos tablas en mi mano. 4Y escribió en las tablas conforme a la primera escritura, los diez mandamientos que Jesús os había hablado en el monte de en medio del fuego, el día de la asamblea; y me las dio Jesús. 5Y volví y descendí del monte, y puse las tablas en el arca que había hecho; y allí están, como Jesús me mandó.” (Deut. 10:3-5)

 

¿Dónde se encuentran registrados los mandamientos de Dios que Jesús ordeno a Moisés para los hijos de Israel,…?

 

¿En el libro de Levíticos se encuentra los mandamientos que ordeno Jesús a Moisés para los hijos de Israel,…?34Estos son los mandamientos que ordenó Jesús a Moisés para los hijos de Israel, en el monte de Sinaí.” (Lev. 27:34)

 

¿En el libro de Números se encuentra los mandamientos que ordeno Jesús a Moisés para los hijos de Israel,…?13Estos son los mandamientos y los estatutos que mandó Jesús por medio de Moisés a los hijos de Israel en los campos de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó.” (Núm. 36:13)

 

¿Tiene valor para Dios que guardemos sus mandamientos,…?

 

            19La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios.” (1Cor. 7:19)

 

¿Hay que guardar los mandamientos de Dios para que él sea santificado en medio de los hijos de Israel,…?

 

31Guardad, pues, mis mandamientos, y cumplidlos. Yo Jesús. 32Y no profanéis mi santo nombre, para que yo sea santificado en medio de los hijos de Israel. Yo Jesús que os santifico, 33que os saqué de la tierra de Egipto, para ser vuestro Dios. Yo Jesús.” (Lev. 22:31-33)

 

¿Hay que guardar los mandamientos de Dios para entrar en la vida,…?

 

16Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? 17El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Más si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. 18Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. 19Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 20El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? 21Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. 22Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.” (Mat. 19:16-22)

 

17Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? 18Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. 19Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. 20El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. 21Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.” (Mar. 10:17-21)

 

18Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? 19Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo Dios. 20Los mandamientos sabes: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre. 21Él dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. 22Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. 23Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico. 24Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! 25Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. 26Y los que oyeron esto dijeron: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? 27Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. 28Entonces Pedro dijo: He aquí, nosotros hemos dejado nuestras posesiones y te hemos seguido. 29Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios, 30que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna.” (Luc. 18:18-30)

 

¿Hay que guardar los mandamientos de Dios para que la bendición que da Dios a nuestros padres pase también a nosotros,…?

 

11Y vino palabra de Jesús a Salomón, diciendo: 12Con relación a esta casa que tú edificas, si anduvieres en mis estatutos e hicieres mis decretos, y guardares todos mis mandamientos andando en ellos, yo cumpliré contigo mi palabra que hablé a David tu padre; 13y habitaré en ella en medio de los hijos de Israel, y no dejaré a mi pueblo Israel.” (1Rey. 6:11-13)

           

¿Hay dificultad en cumplir mandamiento de Dios,…?

 

11Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos. 12No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos? 13Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos? 14Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas. 15Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; 16porque yo te mando hoy que ames a Jesús tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jesús tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.” (Deut. 30:11-16)

 

¿Hay que apartarse de los malignos para guardar los mandamientos de Dios,…?

 

115Apartaos de mí, malignos, pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.” (Sal. 119:115)

 

¿No hay que olvidarse de los mandamientos de Dios a pesar de ser pequeños,…?

 

141Pequeño soy yo, y desechado, mas no me he olvidado de tus mandamientos.” (Sal. 119:141)

 

¿Cuándo los Israelitas quebrantaban la ley de Dios,… perdían las batallas con sus enemigos,…?

 

39Y Moisés dijo estas cosas a todos los hijos de Israel, y el pueblo se enlutó mucho. 40Y se levantaron por la mañana y subieron a la cumbre del monte, diciendo: Henos aquí para subir al lugar del cual ha hablado Jesús; porque hemos pecado. 41Y dijo Moisés: ¿Por qué quebrantáis el mandamiento de Jesús? Esto tampoco os saldrá bien. 42No subáis, porque Jesús no está en medio de vosotros, no seáis heridos delante de vuestros enemigos. 43Porque el amalecita y el cananeo están allí delante de vosotros, y caeréis a espada; pues por cuanto os habéis negado a seguir a Jesús, por eso no estará Jesús con vosotros. 44Sin embargo, se obstinaron en subir a la cima del monte; pero el arca del pacto de Jesús, y Moisés, no se apartaron de en medio del campamento. 45Y descendieron el amalecita y el cananeo que habitaban en aquel monte, y los hirieron y los derrotaron, persiguiéndolos hasta Horma.” (Núm. 14:39-45)

 

¿Cuándo se diezma el año tercero Dios dijo que se debía recalcar que no se ha transgredido los mandamientos de Dios,…?

 

12Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda; y comerán en tus aldeas, y se saciarán. 13Y dirás delante de Jesús tu Dios: He sacado lo consagrado de mi casa, y también lo he dado al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda, conforme a todo lo que me has mandado; no he transgredido tus mandamientos, ni me he olvidado de ellos. 14No he comido de ello en mi luto, ni he gastado de ello estando yo inmundo, ni de ello he ofrecido a los muertos; he obedecido a la voz de Jesús mi Dios, he hecho conforme a todo lo que me has mandado. 15Mira desde tu morada santa, desde el cielo, y bendice a tu pueblo Israel, y a la tierra que nos has dado, como juraste a nuestros padres, tierra que fluye leche y miel.” (Deut. 26:12-15)

 

¿Cuándo un rey deja los mandamientos de Jesús turba a su pueblo,…?

 

17Cuando Acab vio a Elías, le dijo: ¿Eres el que turbas a Israel? 18Y él respondió: Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jesús, y siguiendo a los baales. 19Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel.” (1Rey. 18:17-19)

 

¿Cuándo un rey hace pacto con Jesús de guardar los mandamientos,… con todo su corazón,… la ira de Jesús se aparta de su reino,… a pesar que estén sentenciados a perecer,…?

 

1Entonces el rey mandó reunir con él a todos los ancianos de Judá y de Jerusalén. 2Y subió el rey a la casa de Jesús con todos los varones de Judá, y con todos los moradores de Jerusalén, con los sacerdotes y profetas y con todo el pueblo, desde el más chico hasta el más grande; y leyó, oyéndolo ellos, todas las palabras del libro del pacto que había sido hallado en la casa de Jesús. 3Y poniéndose el rey en pie junto a la columna, hizo pacto delante de Jesús, de que irían en pos de Jesús, y guardarían sus mandamientos, sus testimonios y sus estatutos, con todo el corazón y con toda el alma, y que cumplirían las palabras del pacto que estaban escritas en aquel libro. Y todo el pueblo confirmó el pacto,… 25No hubo otro rey antes de él, que se convirtiese a Jesús de todo su corazón, de toda su alma y de todas sus fuerzas, conforme a toda la ley de Moisés; ni después de él nació otro igual. 26Con todo eso, Jesús no desistió del ardor con que su gran ira se había encendido contra Judá, por todas las provocaciones con que Manasés le había irritado. 27Y dijo Jesús: También quitaré de mi presencia a Judá, como quité a Israel, y desecharé a esta ciudad que había escogido, a Jerusalén, y a la casa de la cual había yo dicho: Mi nombre estará allí.” (2Rey. 23:1-27)

 

9Entonces el rey envió y reunió a todos los ancianos de Judá y de Jerusalén. 30Y subió el rey a la casa de Jesús, y con él todos los varones de Judá, y los moradores de Jerusalén, los sacerdotes, los levitas y todo el pueblo, desde el mayor hasta el más pequeño; y leyó a oídos de ellos todas las palabras del libro del pacto que había sido hallado en la casa de Jesús. 31Y estando el rey en pie en su sitio, hizo delante de Jesús pacto de caminar en pos de Jesús y de guardar sus mandamientos, sus testimonios y sus estatutos, con todo su corazón y con toda su alma, poniendo por obra las palabras del pacto que estaban escritas en aquel libro. 32E hizo que se obligaran a ello todos los que estaban en Jerusalén y en Benjamín; y los moradores de Jerusalén hicieron conforme al pacto de Dios, del Dios de sus padres. 33Y quitó Josías todas las abominaciones de toda la tierra de los hijos de Israel, e hizo que todos los que se hallaban en Israel sirviesen a Jesús su Dios. No se apartaron de en pos de Jesús el Dios de sus padres, todo el tiempo que él vivió.” (2Cro. 34:9-33)       

 

¿Cuándo ponemos los mandamientos de Dios por obra, podemos esperar en la salvación de Dios,…?

 

166Tu salvación he esperado, oh Jesús, Y tus mandamientos he puesto por obra.” (Sal. 119:166)

 

¿Cuándo nuestros caminos están delante de Dios guardamos sus mandamientos,…?

 

168He guardado tus mandamientos y tus testimonios, porque todos mis caminos están delante de ti.” (Sal. 119:168)

 

¿Cuándo guardamos los mandamientos de Dios sabemos si amamos a los hijos de Dios,…?

 

2En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. 3Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.” (1Juan 5:2-3)

 

¿Existe mandamiento nuevo,…?

 

7Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio. 8Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra. 9El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. 10El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. 11Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.” (1Juan 2:7-11)

 

4Mucho me regocijé porque he hallado a algunos de tus hijos andando en la verdad, conforme al mandamiento que recibimos del Padre. 5Y ahora te ruego, señora, no como escribiéndote un nuevo mandamiento, sino el que hemos tenido desde el principio, que nos amemos unos a otros. 6Y este es el amor, que andemos según sus mandamientos. Este es el mandamiento: que andéis en amor, como vosotros habéis oído desde el principio.” (2Juan 1:4-6)

 

¿Existía en los días de Jesús hombres que eran irreprensibles en los mandamientos de Dios,…?

 

5Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías; su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet. 6Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor.” (Luc. 1:5-6)

 

¿Existe prueba de Dios para ver si se guarda los mandamientos de Dios o no,…?

 

1Cuidaréis de poner por obra todo mandamiento que yo os ordeno hoy, para que viváis, y seáis multiplicados, y entréis y poseáis la tierra que Jesús prometió con juramento a vuestros padres. 2Y te acordarás de todo el camino por donde te ha  Jesús tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.” (Deut. 8:1-2)

 

1Estas, pues, son las naciones que dejó Jesús para probar con ellas a Israel, a todos aquellos que no habían conocido todas las guerras de Canaán; 2solamente para que el linaje de los hijos de Israel conociese la guerra, para que la enseñasen a los que antes no la habían conocido: 3los cinco príncipes de los filisteos, todos los cananeos, los sidonios, y los heveos que habitaban en el monte Líbano, desde el monte de Baal-hermón hasta llegar a Hamat. 4Y fueron para probar con ellos a Israel, para saber si obedecerían a los mandamientos de Jesús, que él había dado a sus padres por mano de Moisés. 5Así los hijos de Israel habitaban entre los cananeos, heteos, amorreos, ferezeos, heveos y jebuseos. 6Y tomaron de sus hijas por mujeres, y dieron sus hijas a los hijos de ellos, y sirvieron a sus dioses. 7Hicieron, pues, los hijos de Israel lo malo ante los ojos de Jesús, y olvidaron a Jesús su Dios, y sirvieron a los baales y a las imágenes de Asera. 8Y la ira de Jesús se encendió contra Israel, y los vendió en manos de Cusan-risataim rey de Mesopotamia; y sirvieron los hijos de Israel a Cusan-risataim ocho años.” (Jue. 3:1-6)

 

¿Existe bendición y maldición se no se guarda los mandamientos de Dios,…?

 

26He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: 27la bendición, si oyereis los mandamientos de Jesús vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, 28y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jesús vuestro Dios, y os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido.” (Deut. 11:26-28)

 

¿Existen mandamientos de Dios que sirven para destrucción,…?

 

17Sion extendió sus manos; no tiene quien la consuele; Jesús dio mandamiento contra Jacob, que sus vecinos fuesen sus enemigos; Jerusalén fue objeto de abominación entre ellos.” (Lam. 1:17)

 

¿Existieron reyes en Israel que pusieron por obra los mandamientos de Dios,…?

 

1Durmió Abías con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de David; y reinó en su lugar su hijo Asa, en cuyos días tuvo sosiego el país por diez años. 2E hizo Asa lo bueno y lo recto ante los ojos de Jesús su Dios. 3Porque quitó los altares del culto extraño, y los lugares altos; quebró las imágenes, y destruyó los símbolos de Asera; 4y mandó a Judá que buscase a Jesús el Dios de sus padres, y pusiese por obra la ley y sus mandamientos. 5Quitó asimismo de todas las ciudades de Judá los lugares altos y las imágenes; y estuvo el reino en paz bajo su reinado.” (2Cro. 14:1-5)

 

1Reinó en su lugar Josafat su hijo, el cual se hizo fuerte contra Israel. 2Puso ejércitos en todas las ciudades fortificadas de Judá, y colocó gente de guarnición en tierra de Judá, y asimismo en las ciudades de Efraín que su padre Asa había tomado. 3Y Jesús estuvo con Josafat, porque anduvo en los primeros caminos de David su padre, y no buscó a los baales, 4sino que buscó al Dios de su padre, y anduvo en sus mandamientos, y no según las obras de Israel. 5Jesús, por tanto, confirmó el reino en su mano, y todo Judá dio a Josafat presentes; y tuvo riquezas y gloria en abundancia. 6Y se animó su corazón en los caminos de Jesús, y quitó los lugares altos y las imágenes de Asera de en medio de Judá.” (2Cro. 17:1-6)

 

20De esta manera hizo Ezequías en todo Judá; y ejecutó lo bueno, recto y verdadero delante de Jesús su Dios. 21En todo cuanto emprendió en el servicio de la casa de Dios, de acuerdo con la ley y los mandamientos, buscó a su Dios, lo hizo de todo corazón, y fue prosperado.” (2Cro. 31:20-21)

 

¿Cuánto tiempo hay que guardar los mandamientos de Dios,…?

 

            1Amarás, pues, a Jesús tu Dios, y guardarás sus ordenanzas, sus estatutos, sus decretos y sus mandamientos, todos los días.” (Deut. 11:1)

 

¿Es complicado guardar los mandamientos de Dios por largo tiempo,…?

 

1Entonces Josué llamó a los rubenitas, a los gaditas, y a la media tribu de Manasés, 2y les dijo: Vosotros habéis guardado todo lo que Moisés siervo de Jesús os mandó, y habéis obedecido a mi voz en todo lo que os he mandado. 3No habéis dejado a vuestros hermanos en este largo tiempo hasta el día de hoy, sino que os habéis cuidado de guardar los mandamientos de Jesús vuestro Dios. 4Ahora, pues, que Jesús vuestro Dios ha dado reposo a vuestros hermanos, como lo había prometido, volved, regresad a vuestras tiendas, a la tierra de vuestras posesiones, que Moisés siervo de Jesús os dio al otro lado del Jordán. 5Solamente que con diligencia cuidéis de cumplir el mandamiento y la ley que Moisés siervo de Jesús os ordenó: que améis a Jesús vuestro Dios, y andéis en todos sus caminos; que guardéis sus mandamientos, y le sigáis a él, y le sirváis de todo vuestro corazón y de toda vuestra alma. 6Y bendiciéndolos, Josué los despidió, y se fueron a sus tiendas.” (Josué 22:1-6)

 

¿Se siguió guardando los mandamientos de Dios después de la muerte de Cristo,…?

 

54Era día de la preparación, y estaba para comenzar el día de sábado. 55Y las mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron también, y vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. 56Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de sábado, conforme al mandamiento” (Luc. 23:54-56)

 

4Mucho me regocijé porque he hallado a algunos de tus hijos andando en la verdad, conforme al mandamiento que recibimos del Padre.” (2Juan 1:4)

 

¿Se puede ser perfecto,… en guardar los mandamientos de Dios,…?

 

            61Sea, pues, perfecto vuestro corazón para con Jesús nuestro Dios, andando en sus estatutos y guardando sus mandamientos, como en el día de hoy.” (1Rey. 8:57)

 

¿Se puede pedir a Dios que a nuestros hijos que Dios les de corazón perfecto, para que guarden sus mandamientos,…?

 

19Asimismo da a mi hijo Salomón corazón perfecto, para que guarde tus mandamientos, tus testimonios y tus estatutos, y para que haga todas las cosas, y te edifique la casa para la cual yo he hecho preparativos.” (1Cro. 29:19)

 

¿Se puede pedir a Dios que no nos deje desviarnos de sus mandamientos,…?

 

9¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. 10Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos.” (Sal. 119:9-10)

 

¿Se puede pedir a Dios que no encubra sus mandamientos de nosotros,…?

 

19Forastero soy yo en la tierra; No encubras de mí tus mandamientos.” (Sal. 119:19)

 

¿Se puede pedir a Dios que nos guie por las sendas de sus mandamientos,…?

 

35Guíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo mi voluntad.” (Sal. 119:35)

 

¿Se puede pedir a Dios que nos vivifique cuando anhelamos o amamos sus mandamientos,…?

 

40He aquí yo he anhelado tus mandamientos; Vivifícame en tu justicia.” (Sal. 119:40)

 

159Mira, oh Jesús, que amo tus mandamientos; Vivifícame conforme a tu misericordia.” (Sal. 119:159)

 

¿Se puede pedir a Dios que nos enseñe sabiduría y buen sentido cuando creemos en sus mandamientos,…?

 

66Enséñame buen sentido y sabiduría, porque tus mandamientos he creído.” (Sal. 119:66)

 

¿Se puede pedir a Dios que nos libre de la violencia de los hombres para guardar sus mandamientos,…?

 

134Líbrame de la violencia de los hombres, y guardaré tus mandamientos.” (Sal. 119:134)

 

¿Se puede pedir a Dios que este pronto a socorrernos cuando hemos escogido sus mandamientos,…?

 

173Esté tu mano pronta para socorrerme, porque tus mandamientos he escogido.” (Sal. 119:173)

 

¿Se puede pedir a Dios que nos busque cuando no nos olvidado de sus mandamientos,… y somos sus siervos,…?

 

176Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, porque no me he olvidado de tus mandamientos.” (Sal. 119:176)

 

¿Se puede desear los mandamientos de Dios,…?

 

131Mi boca abrí y suspiré, porque deseaba tus mandamientos.” (Sal. 119:131)

 

¿Se debe pedir a Dios entendimiento para aprender sus mandamientos,…?

 

73Tus manos me hicieron y me formaron; Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.” (Sal. 119:73)

 

¿Se debe pedir a Dios que nos salve cuando hemos buscado sus mandamientos,…?

 

94Tuyo soy yo, sálvame, porque he buscado tus mandamientos.” (Sal. 119:94)

 

¿Quién recibe los mandamientos,…?

 

8El sabio de corazón recibirá los mandamientos; Mas el necio de labios caerá.” (Prov. 10:8)

 

¿Quién le daba mandamientos a Cristo,…?

 

49Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar. 50Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho.” (Juan 12:49-50)

 

¿Quién escribió los mandamientos del Señor,…?

 

            37Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor.” (1Cor. 14:37)

 

¿Quién guarda los mandamientos de Dios y tiene la fe de Jesús tiene la paciencia de los santos,…?

 

            12Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.” (Apoc. 14:12)

 

¿A quién dio Dios los mandamientos,… para que los guardemos?

 

            12Entonces Jesús dijo a Moisés: Sube a mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarles.” (Exo. 24:12)

 

9Y Moisés, con los sacerdotes levitas, habló a todo Israel, diciendo: Guarda silencio y escucha, oh Israel; hoy has venido a ser pueblo de Jesús tu Dios. 10Oirás, pues, la voz de Jesús tu Dios, y cumplirás sus mandamientos y sus estatutos, que yo te ordeno hoy.” (Deut. 27:9-10)

 

¿A quienes la palabra de Jesús es por mandamiento,…?

 

 9¿A quién se enseñará ciencia, o a quién se hará entender doctrina? ¿A los destetados? ¿A los arrancados de los pechos? 10Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; 11porque en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo, 12a los cuales él dijo: Este es el reposo; dad reposo al cansado; y este es el refrigerio; mas no quisieron oír. 13La palabra, pues, de Jesús les será mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá; hasta que vayan y caigan de espaldas, y sean quebrantados, enlazados y presos.” (Isa. 28:9-13)

 

¿A quién dio inicialmente el Señor,… sus mandamientos,…?

 

1Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento, 2para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles” (2Ped. 3:1-2)

 

¿Con quienes se comparan los que se vuelven atrás después de conocer el santo mandamiento,…?

 

20Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero. 21Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. 22Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.” (2Ped. 2:20-22)

 

¿Una forma de amar a Cristo es guardar sus mandamientos,…?

 

            15Si me amáis, guardad mis mandamientos.” (Juan 14:15)

 

21El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. 22Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo? 23Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. 24El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.” (Juan 14:21-24)

 

10Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. 11Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.” (Juan 15:10-11)

 

¿El dragón hace guerra a los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo,…?

 

17Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.” (Apoc. 12:17)

 

¿Cómo hacer que la ira de Dios se aparte cuando se infringido los mandamientos de Dios,…?

 

12Si oyeres que se dice de alguna de tus ciudades que Jesús tu Dios te da para vivir en ellas, 13que han salido de en medio de ti hombres impíos que han instigado a los moradores de su ciudad, diciendo: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que vosotros no conocisteis; 14tú inquirirás, y buscarás y preguntarás con diligencia; y si pareciere verdad, cosa cierta, que tal abominación se hizo en medio de ti, 15irremisiblemente herirás a filo de espada a los moradores de aquella ciudad, destruyéndola con todo lo que en ella hubiere, y también matarás sus ganados a filo de espada. 16Y juntarás todo su botín en medio de la plaza, y consumirás con fuego la ciudad y todo su botín, todo ello, como holocausto a Jesús tu Dios, y llegará a ser un montón de ruinas para siempre; nunca más será edificada. 17Y no se pegará a tu mano nada del anatema, para que Jesús se aparte del ardor de su ira, y tenga de ti misericordia, y tenga compasión de ti, y te multiplique, como lo juró a tus padres, 18cuando obedecieres a la voz de Jesús tu Dios, guardando todos sus mandamientos que yo te mando hoy, para hacer lo recto ante los ojos de Jesús tu Dios.” (Deut. 13:12-18)

 

¿Cómo comportarnos con los mandamientos de Dios,…?

 

1Bienaventurados los perfectos de camino, Los que andan en la ley de Jesús. 2Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan; 3Pues no hacen iniquidad los que andan en sus caminos. 4Tú encargaste que sean muy guardados tus mandamientos. 5¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos para guardar tus estatutos! 6Entonces no sería yo avergonzado, cuando atendiese a todos tus mandamientos. 7Te alabaré con rectitud de corazón cuando aprendiere tus justos juicios. 8Tus estatutos guardaré; No me dejes enteramente.” (Sal. 119:1-8)

 

13Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca. 14Me he gozado en el camino de tus testimonios más que de toda riqueza. 15En tus mandamientos meditaré; Consideraré tus caminos. 16Me regocijaré en tus estatutos; No me olvidaré de tus palabras.” (Sal. 119:13-16)

 

46Hablaré de tus testimonios delante de los reyes, y no me avergonzaré; 47Y me regocijaré en tus mandamientos, los cuales he amado. 48Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé, y meditaré en tus estatutos.” (Sal. 119:46-48)

 

60Me apresuré y no me retardé en guardar tus mandamientos.” (Sal. 119:60)

 

¿No hay que dejar de guardar los mandamientos de Dios de todo corazón a pesar que soberbios mientan contra nosotros,…?69Contra mí forjaron mentira los soberbios, mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.” (Sal. 119:69) “78Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado; Pero yo meditaré en tus mandamientos.” (Sal. 119:78)

 

87Casi me han echado por tierra, pero no he dejado tus mandamientos.” (Sal. 119:87)

 

110Me pusieron lazo los impíos, pero yo no me desvié de tus mandamientos.” (Sal. 119:110)

 

¿No hay que olvidarse de los mandamientos de Dios a pesar de ser pequeños,…? 141Pequeño soy yo, y desechado, mas no me he olvidado de tus mandamientos.” (Sal. 119:141)

 

¿Tienen que ser los mandamientos de Dios nuestra delicia a pesar de que estemos en aflicción y angustia,…?143Aflicción y angustia se han apoderado de , Mas tus mandamientos fueron mi delicia.” (Sal. 143:139)

 

14que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo” (1Tim. 6:14)

 

¿Cómo comportarnos con los que guardan los mandamientos de Dios,…?

 

63Compañero soy yo de todos los que te temen y guardan tus mandamientos.” (Sal. 119:63)

 

¿Cómo recibía Jesús los mandamientos,…?

 

1En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, 2hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido” (Hech. 1:1-2)

 

Precauciones que hay que tener presente frente a los mandamientos de Dios

 

¿Puede suceder que al aumentar los bienes Dios,… se olviden de los mandamientos de Dios,…?11Cuídate de no olvidarte de Jesús tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; 12no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites, 13y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; 14y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jesús tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre; 15que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había agua, y él te sacó agua de la roca del pedernal; 16que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien; 17y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza. 18Sino acuérdate de Jesús tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día. 19Mas si llegares a olvidarte de Jesús tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. 20Como las naciones que Jesús destruirá delante de vosotros, así pereceréis, por cuanto no habréis atendido a la voz de Jesús vuestro Dios.” (Deut. 8:11-20)

 

¿Pueden las tradiciones hacer que quebrantemos los mandamientos de Dios,…?3Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? 4Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. 5Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte, 6ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. 7Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: 8Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de . 9Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.” (Mat. 15:3-8) “6Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, Mas su corazón está lejos de . 7Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. 8Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes. 9Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición. 10Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. 11Pero vosotros decís: Basta que diga un hombre al padre o a la madre: Es Corbán (que quiere decir, mi ofrenda a Dios) todo aquello con que pudiera ayudarte, 12y no le dejáis hacer más por su padre o por su madre, 13invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido. Y muchas cosas hacéis semejantes a estas. 14Y llamando a sí a toda la multitud, les dijo: Oídme todos, y entended: 15Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre. 16Si alguno tiene oídos para oír, oiga.” (Mar. 7:6-9)

 

¿Son condicionales las bendiciones que Dios da a los que guardan los mandamientos de Dios,…?6Mas si obstinadamente os apartareis de mí vosotros y vuestros hijos, y no guardareis mis mandamientos y mis estatutos que yo he puesto delante de vosotros, sino que fuereis y sirviereis a dioses ajenos, y los adorareis; 7yo cortaré a Israel de sobre la faz de la tierra que les he entregado; y esta casa que he santificado a mi nombre, yo la echaré de delante de , e Israel será por proverbio y refrán a todos los pueblos; 8y esta casa, que estaba en estima, cualquiera que pase por ella se asombrará, y se burlará, y dirá: ¿Por qué ha hecho así Jesús a esta tierra y a esta casa? 9Y dirán: Por cuanto dejaron a Jesús su Dios, que había sacado a sus padres de tierra de Egipto, y echaron mano a dioses ajenos, y los adoraron y los sirvieron; por eso ha traído Jesús sobre ellos todo este mal.” (1Rey. 9:6-9)

 

Consecuencias de oír los mandamientos de Dios,…

 

26y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jesús tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jesús tu sanador.” (Exo. 15:26)

 

Consecuencia de guardar los mandamientos de Dios,…

 

4Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente, 5por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.” (Gén. 26:4-5)

 

¿Dios hace misericordia a los que guardan los mandamientos,…?6y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.” (Exo. 20:6) “9Conoce, pues, que Jesús tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones; 10y que da el pago en persona al que le aborrece, destruyéndolo; y no se demora con el que le odia, en persona le dará el pago. 11Guarda, por tanto, los mandamientos, estatutos y decretos que yo te mando hoy que cumplas.” (Deut. 7:9-11)

 

39Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jesús es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro. 40Y guarda sus estatutos y sus mandamientos, los cuales yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra que Jesús tu Dios te da para siempre.” (Deut. 4:39-40)

 

1Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jesús vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla; 2para que temas a Jesús tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados. 3Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jesús el Dios de tus padres.” (Deut. 6:1-3)

 

16No tentaréis a Jesús vuestro Dios, como lo tentasteis en Masah. 17Guardad cuidadosamente los mandamientos de Jesús vuestro Dios, y sus testimonios y sus estatutos que te ha mandado. 18Y haz lo recto y bueno ante los ojos de Jesús, para que te vaya bien, y entres y poseas la buena tierra que Jesús juró a tus padres; 19para que él arroje a tus enemigos de delante de ti, como Jesús ha dicho.” (Deut. 6:16-19)

 

12Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jesús tu Dios de ti, sino que temas a Jesús tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jesús tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; 13que guardes los mandamientos de Jesús y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?” (Deut. 10:12-13)

 

8Guardad, pues, todos los mandamientos que yo os prescribo hoy, para que seáis fortalecidos, y entréis y poseáis la tierra a la cual pasáis para tomarla; 9y para que os sean prolongados los días sobre la tierra, de la cual juró Jesús a vuestros padres, que había de darla a ellos y a su descendencia, tierra que fluye leche y miel.” (Deut. 11:8-9)

 

5si escuchares fielmente la voz de Jesús tu Dios, para guardar y cumplir todos estos mandamientos que yo te ordeno hoy. 6Ya que Jesús tu Dios te habrá bendecido, como te ha dicho, prestarás entonces a muchas naciones, mas no tomarás prestado; tendrás dominio sobre muchas naciones, pero sobre ti no tendrán dominio.” (Deut. 15:5-6)

 

16Jesús tu Dios te manda hoy que cumplas estos estatutos y decretos; cuida, pues, de ponerlos por obra con todo tu corazón y con toda tu alma. 17Has declarado solemnemente hoy que Jesús es tu Dios, y que andarás en sus caminos, y guardarás sus estatutos, sus mandamientos y sus decretos, y que escucharás su voz. 18Y Jesús ha declarado hoy que tú eres pueblo suyo, de su exclusiva posesión, como te lo ha prometido, para que guardes todos sus mandamientos; 19a fin de exaltarte sobre todas las naciones que hizo, para loor y fama y gloria, y para que seas un pueblo santo a Jesús tu Dios, como él ha dicho.” (Deut. 26:16-19)

 

56Estas bendiciones tuve porque guardé tus mandamientos.” (Sal. 119:56)

 

¿El guardar los mandamientos de Dios nos da entendimiento,…?100Más que los viejos he entendido, porque he guardado tus mandamientos” (Sal. 119:100)

 

1Hijo mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti, 2Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia, 3Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz; 4Si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros, 5Entonces entenderás el temor de Jesús, y hallarás el conocimiento de Dios.” (Prov. 2:1-5)

 

1Hijo mío, no te olvides de mi ley, y tu corazón guarde mis mandamientos; 2Porque largura de días y años de vida y paz te aumentarán.” (Prov. 3:1-2)

 

4Y él me enseñaba, y me decía: retenga tu corazón mis razones, guarda mis mandamientos, y vivirás.” (Prov. 4:4) “1Hijo mío, guarda mis razones, y atesora contigo mis mandamientos. 2Guarda mis mandamientos y vivirás, y mi ley como las niñas de tus ojos.” (Prov. 7:1-2)

 

16El que guarda el mandamiento guarda su alma; Mas el que menosprecia sus caminos morirá.” (Prov. 19:16)

 

5El que guarda el mandamiento no experimentará mal; y el corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio.” (Ecle. 8:5)

 

¿El que guarda sus mandamientos es el que conoce a Dios,…?1Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 2Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. 3Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.” (1Juan 2:1-3)

 

23Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado, 24Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.” (1Juan 3:23)

 

2En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. 3Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.” (1Juan 5:2-3)

 

Consecuencias de buscar los mandamientos de Dios,…

 

45Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos.” (Sal. 119:45)

 

Consecuencias de acordarse de los mandamientos para ponerlos por obra,…

 

17Mas la misericordia de Jesús es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos; 18Sobre los que guardan su pacto, y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.” (Sal. 103:17-18)

 

Consecuencias de guardar los mandamientos de Dios y ponerlos por obra,…

 

3Si anduviereis en mis decretos y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, 4yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra rendirá sus productos, y el árbol del campo dará su fruto. 5Vuestra trilla alcanzará a la vendimia, y la vendimia alcanzará a la sementera, y comeréis vuestro pan hasta saciaros, y habitaréis seguros en vuestra tierra. 6Y yo daré paz en la tierra, y dormiréis, y no habrá quien os espante; y haré quitar de vuestra tierra las malas bestias, y la espada no pasará por vuestro país. 7Y perseguiréis a vuestros enemigos, y caerán a espada delante de vosotros. 8Cinco de vosotros perseguirán a ciento, y ciento de vosotros perseguirán a diez mil, y vuestros enemigos caerán a filo de espada delante de vosotros. 9Porque yo me volveré a vosotros, y os haré crecer, y os multiplicaré, y afirmaré mi pacto con vosotros. 10Comeréis lo añejo de mucho tiempo, y pondréis fuera lo añejo para guardar lo nuevo. 11Y pondré mi morada en medio de vosotros, y mi alma no os abominará; 12y andaré entre vosotros, y yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo. 13Yo Jesús vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para que no fueseis sus siervos, y rompí las coyundas de vuestro yugo, y os he hecho andar con el rostro erguido.” (Lev. 26:3-13)

 

1Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jesús tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jesús tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. 2Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jesús tu Dios. 3Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. 4Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas. 5Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar. 6Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir. 7Jesús derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti. 8Jesús te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jesús tu Dios te da. 9Te confirmará Jesús por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jesús tu Dios, y anduvieres en sus caminos. 10Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jesús es invocado sobre ti, y te temerán. 11Y te hará Jesús sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que Jesús juró a tus padres que te había de dar. 12Te abrirá Jesús su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado. 13Te pondrá Jesús por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jesús tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas, 14y si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles.” (Deut. 28:1-14)

 

1Sucederá que cuando hubieren venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y te arrepintieres en medio de todas las naciones adonde te hubiere arrojado Jesús tu Dios, 2y te convirtieres a Jesús tu Dios, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma, 3entonces Jesús hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde te hubiere esparcido Jesús tu Dios. 4Aun cuando tus desterrados estuvieren en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá Jesús tu Dios, y de allá te tomará; 5y te hará volver Jesús tu Dios a la tierra que heredaron tus padres, y será tuya; y te hará bien, y te multiplicará más que a tus padres. 6Y circuncidará Jesús tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a Jesús tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas. 7Y pondrá Jesús tu Dios todas estas maldiciones sobre tus enemigos, y sobre tus aborrecedores que te persiguieron. 8Y tú volverás, y oirás la voz de Jesús, y pondrás por obra todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy. 9Y te hará Jesús tu Dios abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, para bien; porque Jesús volverá a gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres, 10cuando obedecieres a la voz de Jesús tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres a Jesús tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.” (Deut. 30:1-10)

 

Consecuencias de guardar cuidadosamente los mandamientos de Dios

 

22Porque si guardareis cuidadosamente todos estos mandamientos que yo os prescribo para que los cumpláis, y si amareis a Jesús vuestro Dios, andando en todos sus caminos, y siguiéndole a él, 23Jesús también echará de delante de vosotros a todas estas naciones, y desposeeréis naciones grandes y más poderosas que vosotros. 24Todo lugar que pisare la planta de vuestro pie será vuestro; desde el desierto hasta el Líbano, desde el río Eufrates hasta el mar occidental será vuestro territorio. 25Nadie se sostendrá delante de vosotros; miedo y temor de vosotros pondrá Jesús vuestro Dios sobre toda la tierra que pisareis, como él os ha dicho.” (Deut. 11:22-25)

 

20De esta manera hizo Ezequías en todo Judá; y ejecutó lo bueno, recto y verdadero delante de Jesús su Dios. 21En todo cuanto emprendió en el servicio de la casa de Dios, de acuerdo con la ley y los mandamientos, buscó a su Dios, lo hizo de todo corazón, y fue prosperado.” (2Cro. 31:20-21)

 

Consecuencias de poner por obra los mandamientos de Dios,…

 

25Y tendremos justicia cuando cuidemos de poner por obra todos estos mandamientos delante de Jesús nuestro Dios, como él nos ha mandado.” (Deut. 6:25)

 

1Reinó en su lugar Josafat su hijo, el cual se hizo fuerte contra Israel. 2Puso ejércitos en todas las ciudades fortificadas de Judá, y colocó gente de guarnición en tierra de Judá, y asimismo en las ciudades de Efraín que su padre Asa había tomado. 3Y Jesús estuvo con Josafat, porque anduvo en los primeros caminos de David su padre, y no buscó a los baales, 4sino que buscó al Dios de su padre, y anduvo en sus mandamientos, y no según las obras de Israel. 5Jesús, por tanto, confirmó el reino en su mano, y todo Judá dio a Josafat presentes; y tuvo riquezas y gloria en abundancia. 6Y se animó su corazón en los caminos de Jesús, y quitó los lugares altos y las imágenes de Asera de en medio de Judá.” (2Cro. 17:1-6)

 

10El principio de la sabiduría es el temor de Jesús; Buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; Su loor permanece para siempre.” (Sal. 111:10)

 

Consecuencias de obedecer cuidadosamente los mandamientos de Dios

 

13Si obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando a Jesús vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma, 14yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite. 15Daré también hierba en tu campo para tus ganados; y comerás, y te saciarás.” (Deut. 11:13)

 

Consecuencia deleitarse en los mandamientos de Dios,…

 

1Bienaventurado el hombre que teme a Jesús, y en sus mandamientos se deleita en gran manera. 2Su descendencia será poderosa en la tierra; La generación de los rectos será bendita. 3Bienes y riquezas hay en su casa, y su justicia permanece para siempre.” (Sal. 112:1-3)

 

Consecuencia de temer a los mandamientos,…

 

13El que menosprecia el precepto perecerá por ello; Mas el que teme el mandamiento será recompensado.” (Prov. 13:13)

 

Consecuencias de no guardar los mandamientos de Dios,…

 

4El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; 5pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. 6El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.” (1Juan 2:4-6)

 

Consecuencias de que un rey no se aparte a diestra ni siniestra de los mandamientos de Dios,…                   

 

18Y cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribirá para sí en un libro una copia de esta ley, del original que está al cuidado de los sacerdotes levitas; 19y lo tendrá consigo, y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Jesús su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra; 20para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos, ni se aparte del mandamiento a diestra ni a siniestra; a fin de que prolongue sus días en su reino, él y sus hijos, en medio de Israel.” (Deut. 17:18-20)

 

1En el tercer año de Oseas hijo de Ela, rey de Israel, comenzó a reinar Ezequías hijo de Acaz rey de Judá. 2Cuando comenzó a reinar era de veinticinco años, y reinó en Jerusalén veintinueve años. El nombre de su madre fue Abi hija de Zacarías. 3Hizo       lo recto ante los ojos de Jesús, conforme a todas las cosas que había hecho David su padre. 4El quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y la llamó Nehustán. 5En Jesús Dios de Israel puso su esperanza; ni después ni antes de él hubo otro como él entre todos los reyes de Judá. 6Porque siguió a Jesús, y no se apartó de él, sino que guardó los mandamientos que Jesús prescribió a Moisés. 7Y Jesús estaba con él; y adondequiera que salía, prosperaba. El se rebeló contra el rey de Asiria, y no le sirvió. 8Hirió también a los filisteos hasta Gaza y sus fronteras, desde las torres de las atalayas hasta la ciudad fortificada.” (2Rey. 18:1-8)

 

Consecuencias de que un rey que le pone Dios que reine no guarda los mandamientos de Dios,…

 

7Ve y di a Jeroboam: Así dijo Jesús Dios de Israel: Por cuanto yo te levanté de en medio del pueblo, y te hice príncipe sobre mi pueblo Israel, 8y rompí el reino de la casa de David y te lo entregué a ti; y tú no has sido como David mi siervo, que guardó mis mandamientos y anduvo en pos de mí con todo su corazón, haciendo solamente lo recto delante de mis ojos, 9sino que hiciste lo malo sobre todos los que han sido antes de ti, pues fuiste y te hiciste dioses ajenos e imágenes de fundición para enojarme, y a mí me echaste tras tus espaldas; 10por tanto, he aquí que yo traigo mal sobre la casa de Jeroboam, y destruiré de Jeroboam todo varón, así el siervo como el libre en Israel; y barreré la posteridad de la casa de Jeroboam como se barre el estiércol, hasta que sea acabada. 11El que muera de los de Jeroboam en la ciudad, lo comerán los perros, y el que muera en el campo, lo comerán las aves del cielo; porque Jesús lo ha dicho.” (1Rey. 14:7-10)

 

Consecuencias de que un profeta no guarde los mandamientos de Dios,…

 

20Y aconteció que estando ellos en la mesa, vino palabra de Jesús al profeta que le había hecho volver. 21Y clamó al varón de Dios que había venido de Judá, diciendo: Así dijo Jesús: Por cuanto has sido rebelde al mandato de Jesús, y no guardaste el mandamiento que Jesús tu Dios te había prescrito, 22sino que volviste, y comiste pan y bebiste agua en el lugar donde Jesús te había dicho que no comieses pan ni bebieses agua, no entrará tu cuerpo en el sepulcro de tus padres. 23Cuando había comido pan y bebido, el que le había hecho volver le ensilló el asno. 24Y yéndose, le topó un león en el camino, y le mató; y su cuerpo estaba echado en el camino, y el asno junto a él, y el león también junto al cuerpo. 25Y he aquí unos que pasaban, y vieron el cuerpo que estaba echado en el camino, y el león que estaba junto al cuerpo; y vinieron y lo dijeron en la ciudad donde el viejo profeta habitaba. 26Oyéndolo el profeta que le había hecho volver del camino, dijo: El varón de Dios es, que fue rebelde al mandato de Jesús; por tanto, Jesús le ha entregado al león, que le ha quebrantado y matado, conforme a la palabra de Jesús que él le dijo. 27Y habló a sus hijos, y les dijo: Ensilladme un asno. Y ellos se lo ensillaron. 28Y él fue, y halló el cuerpo tendido en el camino, y el asno y el león que estaban junto al cuerpo; el león no había comido el cuerpo, ni dañado al asno.” (1Rey. 13:20-28)

 

Consecuencias de no oír los mandamientos de Dios y no ponerlos por obra,…

 

14Pero si no me oyereis, ni hiciereis todos estos mis mandamientos, 15y si desdeñareis mis decretos, y vuestra alma menospreciare mis estatutos, no ejecutando todos mis mandamientos, e invalidando mi pacto, 16yo también haré con vosotros esto: enviaré sobre vosotros terror, extenuación y calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma; y sembraréis en vano vuestra semilla, porque vuestros enemigos la comerán. 17Pondré mi rostro contra vosotros, y seréis heridos delante de vuestros enemigos; y los que os aborrecen se enseñorearán de vosotros, y huiréis sin que haya quien os persiga. 18Y si aun con estas cosas no me oyereis, yo volveré a castigaros siete veces más por vuestros pecados. 19Y quebrantaré la soberbia de vuestro orgullo, y haré vuestro cielo como hierro, y vuestra tierra como bronce. 20Vuestra fuerza se consumirá en vano, porque vuestra tierra no dará su producto, y los árboles de la tierra no darán su fruto. 21Si anduviereis conmigo en oposición, y no me quisiereis oír, yo añadiré sobre vosotros siete veces más plagas según vuestros pecados. 22Enviaré también contra vosotros bestias fieras que os arrebaten vuestros hijos, y destruyan vuestro ganado, y os reduzcan en número, y vuestros caminos sean desiertos. 23Y si con estas cosas no fuereis corregidos, sino que anduviereis conmigo en oposición, 24yo también procederé en contra de vosotros, y os heriré aún siete veces por vuestros pecados. 25Traeré sobre vosotros espada vengadora, en vindicación del pacto; y si buscareis refugio en vuestras ciudades, yo enviaré pestilencia entre vosotros, y seréis entregados en mano del enemigo. 26Cuando yo os quebrante el sustento del pan, cocerán diez mujeres vuestro pan en un horno, y os devolverán vuestro pan por peso; y comeréis, y no os saciaréis. 27Si aun con esto no me oyereis, sino que procediereis conmigo en oposición, 28yo procederé en contra de vosotros con ira, y os castigaré aún siete veces por vuestros pecados. 29Y comeréis la carne de vuestros hijos, y comeréis la carne de vuestras hijas. 30Destruiré vuestros lugares altos, y derribaré vuestras imágenes, y pondré vuestros cuerpos muertos sobre los cuerpos muertos de vuestros ídolos, y mi alma os abominará. 31Haré desiertas vuestras ciudades, y asolaré vuestros santuarios, y no oleré la fragancia de vuestro suave perfume. 32Asolaré también la tierra, y se pasmarán por ello vuestros enemigos que en ella moren; 33y a vosotros os esparciré entre las naciones, y desenvainaré espada en pos de vosotros; y vuestra tierra estará asolada, y desiertas vuestras ciudades. 34Entonces la tierra gozará sus días de reposo, todos los días que esté asolada, mientras vosotros estéis en la tierra de vuestros enemigos; la tierra descansará entonces y gozará sus días de reposo. 35Todo el tiempo que esté asolada, descansará por lo que no reposó en los días de reposo cuando habitabais en ella. 36Y a los que queden de vosotros infundiré en sus corazones tal cobardía, en la tierra de sus enemigos, que el sonido de una hoja que se mueva los perseguirá, y huirán como ante la espada, y caerán sin que nadie los persiga. 37Tropezarán los unos con los otros como si huyeran ante la espada, aunque nadie los persiga; y no podréis resistir delante de vuestros enemigos. 38Y pereceréis entre las naciones, y la tierra de vuestros enemigos os consumirá. 39Y los que queden de vosotros decaerán en las tierras de vuestros enemigos por su iniquidad; y por la iniquidad de sus padres decaerán con ellos. 40Y confesarán su iniquidad, y la iniquidad de sus padres, por su prevaricación con que prevaricaron contra ; y también porque anduvieron conmigo en oposición, 41yo también habré andado en contra de ellos, y los habré hecho entrar en la tierra de sus enemigos; y entonces se humillará su corazón incircunciso, y reconocerán su pecado. 42Entonces yo me acordaré de mi pacto con Jacob, y asimismo de mi pacto con Isaac, y también de mi pacto con Abraham me acordaré, y haré memoria de la tierra. 43Pero la tierra será abandonada por ellos, y gozará sus días de reposo, estando desierta a causa de ellos; y entonces se someterán al castigo de sus iniquidades; por cuanto menospreciaron mis ordenanzas, y su alma tuvo fastidio de mis estatutos. 44Y aun con todo esto, estando ellos en tierra de sus enemigos, yo no los desecharé, ni los abominaré para consumirlos, invalidando mi pacto con ellos; porque yo Jesús soy su Dios. 45Antes me acordaré de ellos por el pacto antiguo, cuando los saqué de la tierra de Egipto a los ojos de las naciones, para ser su Dios. Yo Jesús.” (Lev. 6:14-45)

 

1Llegaron los días en que David había de morir, y ordenó a Salomón su hijo, diciendo: 2Yo sigo el camino de todos en la tierra; esfuérzate, y sé hombre. 3Guarda los preceptos de Jesús tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y en todo aquello que emprendas; 4para que confirme Jesús la palabra que me habló, diciendo: Si tus hijos guardaren mi camino, andando delante de con verdad, de todo su corazón y de toda su alma, jamás, dice, faltará a ti varón en el trono de Israel.” (1Rey. 2:1-4) “5Y se le apareció Jesús a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé. 6Y Salomón dijo: Tú hiciste gran misericordia a tu siervo David mi padre, porque él anduvo delante de ti en verdad, en justicia, y con rectitud de corazón para contigo; y le has reservado esta tu gran misericordia, en que le diste hijo que se sentase en su trono, como sucede en este día. 7Ahora pues, Jesús Dios mío, tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir. 8Y tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste; un pueblo grande, que no se puede contar ni numerar por su multitud. 9Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande? 10Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto. 11Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio, 12he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como , ni después de ti se levantará otro como . 13Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como en todos tus días. 14Y si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días.” (1Rey. 3:5-14)

 

Consecuencias de no procurar cumplir todos los mandamientos de Dios

 

15Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jesús tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán. 16Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en el campo. 17Maldita tu canasta, y tu artesa de amasar. 18Maldito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas. 19Maldito serás en tu entrar, y maldito en tu salir. 20Y Jesús enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano e hicieres, hasta que seas destruido, y perezcas pronto a causa de la maldad de tus obras por las cuales me habrás dejado. 21Jesús traerá sobre ti mortandad, hasta que te consuma de la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. 22Jesús te herirá de tisis, de fiebre, de inflamación y de ardor, con sequía, con calamidad repentina y con añublo; y te perseguirán hasta que perezcas. 23Y los cielos que están sobre tu cabeza serán de bronce, y la tierra que está debajo de ti, de hierro. 24Dará Jesús por lluvia a tu tierra polvo y ceniza; de los cielos descenderán sobre ti hasta que perezcas. 25Jesús te entregará derrotado delante de tus enemigos; por un camino saldrás contra ellos, y por siete caminos huirás delante de ellos; y serás vejado por todos los reinos de la tierra. 26Y tus cadáveres servirán de comida a toda ave del cielo y fiera de la tierra, y no habrá quien las espante. 27Jesús te herirá con la úlcera de Egipto, con tumores, con sarna, y con comezón de que no puedas ser curado. 28Jesús te herirá con locura, ceguera y turbación de espíritu; 29y palparás a mediodía como palpa el ciego en la oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos; y no serás sino oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te salve. 30Te desposarás con mujer, y otro varón dormirá con ella; edificarás casa, y no habitarás en ella; plantarás viña, y no la disfrutarás. 31Tu buey será matado delante de tus ojos, y tú no comerás de él; tu asno será arrebatado de delante de ti, y no te será devuelto; tus ovejas serán dadas a tus enemigos, y no tendrás quien te las rescate. 32Tus hijos y tus hijas serán entregados a otro pueblo, y tus ojos lo verán, y desfallecerán por ellos todo el día; y no habrá fuerza en tu mano. 33El fruto de tu tierra y de todo tu trabajo comerá pueblo que no conociste; y no serás sino oprimido y quebrantado todos los días. 34Y enloquecerás a causa de lo que verás con tus ojos. 35Te herirá Jesús con maligna pústula en las rodillas y en las piernas, desde la planta de tu pie hasta tu coronilla, sin que puedas ser curado. 36Jesús te llevará a ti, y al rey que hubieres puesto sobre ti, a nación que no conociste ni tú ni tus padres; y allá servirás a dioses ajenos, al palo y a la piedra. 37Y serás motivo de horror, y servirás de refrán y de burla a todos los pueblos a los cuales te llevará Jesús. 38Sacarás mucha semilla al campo, y recogerás poco, porque la langosta lo consumirá. 39Plantarás viñas y labrarás, pero no beberás vino, ni recogerás uvas, porque el gusano se las comerá. 40Tendrás olivos en todo tu territorio, mas no te ungirás con el aceite, porque tu aceituna se caerá. 41Hijos e hijas engendrarás, y no serán para ti, porque irán en cautiverio. 42Toda tu arboleda y el fruto de tu tierra serán consumidos por la langosta. 43El extranjero que estará en medio de ti se elevará sobre ti muy alto, y tú descenderás muy abajo. 44El te prestará a ti, y no le prestarás a él; él será por cabeza, y tú serás por cola. 45Y vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te perseguirán, y te alcanzarán hasta que perezcas; por cuanto no habrás atendido a la voz de Jesús tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos, que él te mandó; 46y serán en ti por señal y por maravilla, y en tu descendencia para siempre. 47Por cuanto no serviste a Jesús tu Dios con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas, 48servirás, por tanto, a tus enemigos que enviare Jesús contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte. 49Jesús traerá contra ti una nación de lejos, del extremo de la tierra, que vuele como águila, nación cuya lengua no entiendas; 50gente fiera de rostro, que no tendrá respeto al anciano, ni perdonará al niño; 51y comerá el fruto de tu bestia y el fruto de tu tierra, hasta que perezcas; y no te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni la cría de tus vacas, ni los rebaños de tus ovejas, hasta destruirte. 52Pondrá sitio a todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y fortificados en que confías, en toda tu tierra; sitiará, pues, todas tus ciudades y toda la tierra que Jesús tu Dios te hubiere dado. 53Y comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que Jesús tu Dios te dio, en el sitio y en el apuro con que te angustiará tu enemigo. 54El hombre tierno en medio de ti, y el muy delicado, mirará con malos ojos a su hermano, y a la mujer de su seno, y al resto de sus hijos que le quedaren; 55para no dar a alguno de ellos de la carne de sus hijos, que él comiere, por no haberle quedado nada, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en todas tus ciudades. 56La tierna y la delicada entre vosotros, que nunca la planta de su pie intentaría sentar sobre la tierra, de pura delicadeza y ternura, mirará con malos ojos al marido de su seno, a su hijo, a su hija, 57al recién nacido que sale de entre sus pies, y a sus hijos que diere a luz; pues los comerá ocultamente, por la carencia de todo, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en tus ciudades. 58Si no cuidares de poner por obra todas las palabras de esta ley que están escritas en este libro, temiendo este nombre glorioso y temible: Jesús TU DIOS, 59entonces Jesús aumentará maravillosamente tus plagas y las plagas de tu descendencia, plagas grandes y permanentes, y enfermedades malignas y duraderas; 60y traerá sobre ti todos los males de Egipto, delante de los cuales temiste, y no te dejarán. 61Asimismo toda enfermedad y toda plaga que no está escrita en el libro de esta ley, Jesús la enviará sobre ti, hasta que seas destruido. 62Y quedaréis pocos en número, en lugar de haber sido como las estrellas del cielo en multitud, por cuanto no obedecisteis a la voz de Jesús tu Dios. 63Así como Jesús se gozaba en haceros bien y en multiplicaros, así se gozará Jesús en arruinaros y en destruiros; y seréis arrancados de sobre la tierra a la cual entráis para tomar posesión de ella. 64Y Jesús te esparcirá por todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo; y allí servirás a dioses ajenos que no conociste tú ni tus padres, al leño y a la piedra. 65Y ni aun entre estas naciones descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo; pues allí te dará Jesús corazón temeroso, y desfallecimiento de ojos, y tristeza de alma; 66y tendrás tu vida como algo que pende delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no tendrás seguridad de tu vida. 67Por la mañana dirás: ¡Quién diera que fuese la tarde! y a la tarde dirás: ¡Quién diera que fuese la mañana! por el miedo de tu corazón con que estarás amedrentado, y por lo que verán tus ojos. 68Y Jesús te hará volver a Egipto en naves, por el camino del cual te ha dicho: Nunca más volverás; y allí seréis vendidos a vuestros enemigos por esclavos y por esclavas, y no habrá quien os compre.” (Deut. 28:15-68)

 

Consecuencias de no guardar los mandamientos de Dios por miedo del qué dirán,…

 

24Entonces Saúl dijo a Samuel: Yo he pecado; pues he quebrantado el mandamiento de Jesús y tus palabras, porque temí al pueblo y consentí a la voz de ellos. Perdona, pues, ahora mi pecado, 25y vuelve conmigo para que adore a Jesús. 26Y Samuel respondió a Saúl: No volveré contigo; porque desechaste la palabra de Jesús, y Jesús te ha desechado para que no seas rey sobre Israel. 27Y volviéndose Samuel para irse, él se asió de la punta de su manto, y éste se rasgó. 28Entonces Samuel le dijo: Jesús ha rasgado hoy de ti el reino de Israel, y lo ha dado a un prójimo tuyo mejor que .” (1Sam. 15:24-28)

 

Consecuencias de menospreciar los mandamientos de Dios con soberbia,…

 

30Mas la persona que hiciere algo con soberbia, así el natural como el extranjero, ultraja a Jesús; esa persona será cortada de en medio de su pueblo. 31Por cuanto tuvo en poco la palabra de Jesús, y menospreció su mandamiento, enteramente será cortada esa persona; su iniquidad caerá sobre ella.” (Núm. 15:30-31)

 

Consecuencias de ser rebelde a los mandamientos de Dios,…

 

¿Qué le aconteció a Aarón por ser rebelde a los mandamientos de Dios,…?24Aarón será reunido a su pueblo, pues no entrará en la tierra que yo di a los hijos de Israel, por cuanto fuisteis rebeldes a mi mandamiento en las aguas de la rencilla.” (Núm. 20:24)

 

Consecuencias de no guardar los mandamientos de Dios a pesar de ser amonestado,…

 

13Jesús amonestó entonces a Israel y a Judá por medio de todos los profetas y de todos los videntes, diciendo: Volveos de vuestros malos caminos, y guardad mis mandamientos y mis ordenanzas, conforme a todas las leyes que yo prescribí a vuestros padres, y que os he enviado por medio de mis siervos los profetas. 14Mas ellos no obedecieron, antes endurecieron su cerviz, como la cerviz de sus padres, los cuales no creyeron en Jesús su Dios. 15Y desecharon sus estatutos, y el pacto que él había hecho con sus padres, y los testimonios que él había prescrito a ellos; y siguieron la vanidad, y se hicieron vanos, y fueron en pos de las naciones que estaban alrededor de ellos, de las cuales Jesús les había mandado que no hiciesen a la manera de ellas. 16Dejaron todos los mandamientos de Jesús su Dios, y se hicieron imágenes fundidas de dos becerros, y también imágenes de Asera, y adoraron a todo el ejército de los cielos, y sirvieron a Baal; 17e hicieron pasar a sus hijos y a sus hijas por fuego; y se dieron a adivinaciones y agüeros, y se entregaron a hacer lo malo ante los ojos de Jesús, provocándole a ira. 18Jesús, por tanto, se airó en gran manera contra Israel, y los quitó de delante de su rostro; y no quedó sino sólo la tribu de Judá. 19Mas ni aun Judá guardó los mandamientos de Jesús su Dios, sino que anduvieron en los estatutos de Israel, los cuales habían ellos hecho. 20Y desechó Jesús a toda la descendencia de Israel, y los afligió, y los entregó en manos de saqueadores, hasta echarlos de su presencia.” (2Rey. 17:13-20)

 

Consecuencias de quebrantar los mandamientos de Dios,…

 

20Entonces el Espíritu de Dios vino sobre Zacarías hijo del sacerdote Joiada; y puesto en pie, donde estaba más alto que el pueblo, les dijo: Así ha dicho Dios: ¿Por qué quebrantáis los mandamientos de Jesús? No os vendrá bien por ello; porque por haber dejado a Jesús, él también os abandonará. 21Pero ellos hicieron conspiración contra él, y por mandato del rey lo apedrearon hasta matarlo, en el patio de la casa de Jesús. 22Así el rey Joás no se acordó de la misericordia que Joiada padre de Zacarías había hecho con él, antes mató a su hijo, quien dijo al morir: Jesús lo vea y lo demande. 23A la vuelta del año subió contra él el ejército de Siria; y vinieron a Judá y a Jerusalén, y destruyeron en el pueblo a todos los principales de él, y enviaron todo el botín al rey a Damasco. 24Porque aunque el ejército de Siria había venido con poca gente, Jesús entregó en sus manos un ejército muy numeroso, por cuanto habían dejado a Jesús el Dios de sus padres. Así ejecutaron juicios contra Joás.” (2Cro. 24:20-24)

 

17No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. 18Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. 19De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. 20Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.” (Mat. 5:17-20)

 

Consecuencias de dejar los mandamientos de Dios,…

 

19Mas si vosotros os volviereis, y dejareis mis estatutos y mandamientos que he puesto delante de vosotros, y fuereis y sirviereis a dioses ajenos, y los adorareis, 20yo os arrancaré de mi tierra que os he dado; y esta casa que he santificado a mi nombre, yo la arrojaré de mi presencia, y la pondré por burla y escarnio de todos los pueblos. 21Y esta casa que es tan excelsa, será espanto a todo el que pasare, y dirá: ¿Por qué ha hecho así Jesús a esta tierra y a esta casa? 22Y se responderá: Por cuanto dejaron a Jesús Dios de sus padres, que los sacó de la tierra de Egipto, y han abrazado a dioses ajenos, y los adoraron y sirvieron; por eso él ha traído todo este mal sobre ellos.” (2Cro. 7:19-22)

 

Consecuencias de que un pueblo no ande en los mandamientos de Dios,…

 

5Así ha dicho Jesús el Señor: Esta es Jerusalén; la puse en medio de las naciones y de las tierras alrededor de ella. 6Y ella cambió mis decretos y mis ordenanzas en impiedad más que las naciones, y más que las tierras que están alrededor de ella; porque desecharon mis decretos y mis mandamientos, y no anduvieron en ellos. 7Por tanto, así ha dicho Jesús: ¿Por haberos multiplicado más que las naciones que están alrededor de vosotros, no habéis andado en mis mandamientos, ni habéis guardado mis leyes? Ni aun según las leyes de las naciones que están alrededor de vosotros habéis andado. 8Así, pues, ha dicho Jesús el Señor: He aquí yo estoy contra ti; sí, yo, y haré juicios en medio de ti ante los ojos de las naciones. 9Y haré en ti lo que nunca hice, ni jamás haré cosa semejante, a causa de todas tus abominaciones. 10Por eso los padres comerán a los hijos en medio de ti, y los hijos comerán a sus padres; y haré en ti juicios, y esparciré a todos los vientos todo lo que quedare de ti. 11Por tanto, vivo yo, dice Jesús el Señor, ciertamente por haber profanado mi santuario con todas tus abominaciones, te quebrantaré yo también; mi ojo no perdonará, ni tampoco tendré yo misericordia. 12Una tercera parte de ti morirá de pestilencia y será consumida de hambre en medio de ti; y una tercera parte caerá a espada alrededor de ti; y una tercera parte esparciré a todos los vientos, y tras ellos desenvainaré espada.” (Eze. 5:5-12)

 

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