EL CÁNTICO DE LOS 144000
Las Puertas de nueva Jerusalén o de Sion:
Zabulón
+= Vivirá conmigo Cristo. Puerto. (Gén. 30:20; Gén. 49:13; Deut.
33:18)
Consejos de personas que han llegado a esta puerta o
Bienaventuranzas a las personas que llegan a esta puerta:
“5Bienaventurados
los
mansos,
porque ellos recibirán la
tierra
por heredad.”
(Mat. 5:5)
“16Y
habitará el
juicio
en el
desierto,
y en el
campo
fértil morará la
justicia.
17Y
el efecto de la
justicia
será
paz;
y la labor de la
justicia,
reposo
y
seguridad
para siempre.
18Y
mi
pueblo
habitará en
morada
de
paz,
en
habitaciones
seguras, y en
recreos
de reposo.
19Y
cuando caiga
granizo,
caerá en los
montes;
y la
ciudad
será del todo
abatida.
20Dichosos
vosotros los que
sembráis junto a todas las
aguas,
y dejáis libres al
buey
y al
asno.”
(Isa. 33:16-20)
“22Pero
sed hacedores de la
palabra,
y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros
mismos.
23Porque
si alguno es
oidor
de la
palabra
pero no hacedor de ella, éste es semejante al
hombre
que considera en un
espejo
su rostro
natural.
24Porque
él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.
25Mas
el que mira atentamente en la
perfecta
ley,
la de la
libertad,
y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo,
sino
hacedor de la
obra,
éste será
bienaventurado
en lo que hace.”
(San. 1:22-25)
“1Junto
a los
ríos
de
Babilonia,
Allí nos sentábamos, y aun llorábamos, acordándonos de
Sion.
2Sobre
los
sauces
en medio de ella colgamos nuestras
arpas.
3Y
los que nos habían llevado
cautivos
nos pedían que cantásemos, y los que nos habían
desolado
nos pedían
alegría,
diciendo: Cantadnos algunos de los cánticos de
Sion.
4¿Cómo
cantaremos
cántico
de
Jesús
en tierra de extraños?
5Si
me olvidare de
ti,
oh
Jerusalén,
pierda mi diestra su destreza.
6Mi
lengua
se pegue a mi
paladar,
si de ti no me acordare; si no enalteciere a
Jerusalén
como preferente asunto de mi
alegría.
7Oh
Jesús,
recuerda contra los
hijos
de
Edom
el
día
de
Jerusalén,
cuando decían: Arrasadla, arrasadla hasta los
cimientos.
8Hija
de
Babilonia
la desolada,
Bienaventurado
el que te diere el pago de lo que tú nos hiciste.
9Dichoso
el que tomare y
estrellare
tus niños contra la
peña.”
(Sal. 137:1-9)
Recuérdese aquí, que Jesús cambia la peña, en estanque de aguas y
en fuente de aguas la roca,… veámoslo:
“7A
la presencia de
Jesús
tiembla la
tierra,
a la presencia del
Dios
de
Jacob,
8El
cual cambió la
peña
en estanque de aguas, y en fuente de aguas
la
roca.”
(Sal. 114:7-8)
“45¿Quién
es, pues, el
siervo
fiel y
prudente,
al cual puso su
señor
sobre su casa para que
les dé
el
alimento
a tiempo?
46Bienaventurado
aquel
siervo
al cual, cuando su
señor
venga, le halle haciendo así.
47De
cierto os digo que sobre todos sus
bienes
le pondrá.
48Pero
si aquel
siervo
malo dijere en su
corazón:
Mi
señor
tarda en venir;
49y
comenzare a golpear a sus
consiervos,
y aun a comer y a beber con los
borrachos,
50vendrá
el
señor
de aquel
siervo
en
día
que éste no espera, y a la
hora
que no sabe,
51y
lo castigará duramente, y pondrá su parte con los
hipócritas;
allí será el lloro y el crujir de
dientes.”
(Mat. 24:45-51) “41Entonces
Pedro
le dijo: Señor, ¿dices esta
parábola
a nosotros, o también a todos?
42Y
dijo el Señor: ¿Quién es el
mayordomo fiel
y
prudente
al cual su
señor
pondrá sobre su
casa,
para que a
tiempo
les dé su
ración?
43Bienaventurado
aquel siervo al cual, cuando su señor
venga,
le halle haciendo así.
44En
verdad
os digo que le pondrá sobre todos sus
bienes.
45Mas
si aquel
siervo
dijere en su
corazón:
Mi
señor
tarda en venir; y comenzare a golpear a los
criados
y a las
criadas,
y a comer y beber y
embriagarse,
46vendrá
el
señor
de aquel
siervo
en
día
que éste no espera, y a la
hora
que no sabe, y le castigará duramente, y le pondrá con los
infieles.
47Aquel
siervo
que conociendo la
voluntad
de su
señor,
no se preparó, ni hizo conforme a su
voluntad,
recibirá muchos
azotes.
48Mas
el que sin conocerla hizo cosas dignas de
azotes,
será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho,
mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le
pedirá.”
(Luc. 12:41-48)
“13Vosotros
me llamáis
Maestro,
y
Señor;
y decís bien, porque lo soy.
14Pues
si yo, el
Señor
y el
Maestro,
he lavado vuestros
pies,
vosotros también debéis lavaros los
pies
los unos a los otros.
15Porque
ejemplo
os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.
16De
cierto, de cierto os digo:
El
siervo
no es mayor que su
señor,
ni el enviado es mayor que el que le envió.
17Si
sabéis estas
cosas,
bienaventurados
seréis
si las hiciereis.”
(Juan 13:13-17)
“3Dichosos
los que guardan
juicio,
Los que hacen
justicia
en todo
tiempo.”
(Sal. 106:3)
“17Entonces
le respondió
Jesús:
Bienaventurado eres,
Simón,
hijo de
Jonás,
porque no te lo reveló carne ni
sangre,
sino mi
Padre
que está en los
cielos”
(Mat. 16:17)
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nueva Jerusalén Clic aquí…
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